extra.
Bang Chan iba a matarlo. Felix debía tener las bolas más grandes del mundo para venir a despertar a su amigo a las seis de la mañana. ¡Pero qué opciones tenía! Era su cumpleaños, por Dios, y Felix quería pasarlo con él a cada segundo posible. Así que allí estaba, colándose por la ventana de su habitación como Bang Chan solía hacerlo en la suya, con una mochila repleta de chucherías y regalos para su amigo.
Tras luchar como por cinco minutos con el seguro de la ventana, por fin entró con cautela de no hacer mucho ruido. Por suerte, Bang Chan tenía el sueño algo pesado, y según Felix tenía entendido había durado hasta las 2 de la madrugada haciendo una tarea de aerodinámica. Síp, su amigo estaba trasnochado y él venía a despertarlo súper hiper mega temprano por el mero capricho de ser el primero en felicitarlo; demándenlo.
Bang Chan dormía plácidamente en su cama, enrollado en sus sábanas y abrazando su almohada con ambos brazos. Se veía tan pasivo. Si Felix no supiera que ese hombre era en realidad un maldito pervertido dominante con una polla de casi 20 cm, él de verdad que lo tacharía de sumiso a veces.
Se sentó en la cama y le acarició el cabello que ahora estaba largo, llegándole hasta la nuca y de negro con reflejos castaños. Bang Chan amaba teñirse su cabello y cambiar de peinado a cada rato, y lo peor es que todo le quedaba de maravilla.
Se veía tan tranquilo...
― ¡CHRISTOPHER BANG! ―le gritó en la pata de la oreja.
Bang Chan se sobresaltó y se sentó de golpe asustado, gritando con horror al ver una silueta en su cuarto -a oscuras obviamente. Buscó una almohada a tientas y empezó a golpear a Felix con ella.
― ¡INTRUSO! ¡MAMAAAÁ, UN INTRUSO! ―gritó lanzándole la almohada y corriendo hasta el otro extremo de la habitación.
― ¡CARAJO, BANG! ¡DÉJAME DORMIR! ―respondió Irene desde su alcoba.
― ¡PERO HAY UN VIOLADOR EN MI CUARTO!
― ¡PUES BIEN POR TI! ¡AHORA CÁLLATE!
Felix se cubrió la boca para no reír demasiado alto. Casi podía ver a Bang Chan con un puchero por lo anti-parabólica que era su mamá cuando tenía sueño. Se puso de pie y caminó hasta el encendedor de luz, la prendió y observó a Bang Chan parpadear para ajustar sus ojos a la iluminación.
Cuando enfocó hacia Felix, la tensión en sus hombros desapareció con un largo suspiro de alivio. Felix sonrió y se acercó para dejar un beso en su babeada mejilla.
― Yo que me esfuerzo por ser detallista y tú gritas que soy un violador ―murmuró negando con la cabeza.
Bang Chan se cruzó de brazos.
― ¿Detallista? ¿Te parece un detalle venir a mi casa a quién-sabe-qué horas de la madrugada, despertarme con un grito en el oído y darme el susto de mi puta vida? ―cuestionó con sarcasmo.
Felix se encogió de hombros y rebuscó en su mochila, sacando una caja de regalo envuelta en papel rosado. Bang Chan la miró con curiosidad.
― Al menos, seré el primero en desearte feliz cumpleaños, Channie.
Bang Chan sonrió y dejó un beso en su mejilla también, tomando la caja de regalo y sentándose en la cama para abrirla con mucho cuidado de no romper el papel.
― A pesar del susto a cagar y eso, me siento bastante especial ahora. ―Comentó mientras abría la caja―. Incluso me dijiste Channie.
― Es cosa de la ocasión, no te acostumbres. ―Vio que Bang Chan sacaba su regalo y lo observaba con detenimiento―. ¿Te gusta?
― Es... es el suéter que vimos la otra vez ―dijo asombrado, acariciando la tela rosada.
― Me compré uno igual, pero es blanco ―admitió sentándose a su lado―. Pensé que podríamos usarlos hoy juntos.
Bang Chan dejó el suéter en su regazo y le pellizcó la nariz a Felix.
― Pues a decir verdad, me parece una idea bastante buena, Lixie. Gracias por-
― Apapap, no agradezcas. Dime lo fabuloso que soy al final del día cuando te haya llenado de tanto amor que no puedas comer más pastel de lo dulce que te sentirás.
― Uhm, eso suena bastante aterrador -dijo riendo.
Felix iba a decir algo, pero el sonido de la ventana -que había cerrado apenas entró- siendo abierta nuevamente les hizo mirar hacia allá. Tuvieron que cubrirse la boca para no reír.
― Pudimos simplemente pedirle las llaves a Irene noona ―se quejó Jeongin accediendo al cuarto, encapuchado y vestido de negro.
― Vamos, Innie, ¿dónde está la diversión? ―Jisung entró, sonriendo alegremente. Detrás de él entraron Seungmin y Minho, todos camuflados―. Me siento como en una película de espías.
― Yo me siento como un delincuente, brincando cercas en la madrugada, trepando árboles e irrumpiendo en habitaciones ajenas ―dijo Seungmin con fastidio, sacudiendo las hojas que habían quedado enganchados en su ropa―. Y de todas formas, no entiendo por qué tuvimos que vestirnos así. Sólo venimos a felicitar a Bang Chan.
― ¡Ustedes son tan aburridos! ―pataleó Jisung molesto―. Si vamos a ganarle a Felix este año y ser los primeros en felicitar a Channie-Hyung debemos tener estilo. No nos íbamos a ver geniales con pijamas.
― Yo me veo sexy incluso con mi pijama de Pocoyó, Jisung ―replicó Minho, agarrando el bolso que habían dejado en el piso―. Cómo sea, apúrense a despertar a Bang Chan antes de que Felix venga.
― Son todos unos novatos. ―Dijo el susodicho divertido. Los cuatro pegaron un brinco en sus lugares, Jeongin incluso puso una pose de defensa que había aprendido en sus años de entrenar karate―. ¿De verdad creían que podrían ganarle al gran Lee Felix? Por favor ―Alzó la barbilla de forma socarrona.
Seungmin maldijo por lo bajo y se quitó la capucha, refunfuñando se acercó a la cama y se lanzó en ella, dándoles la espalda y enrollándose en las sábanas como un tamalito. Jeongin suspiró y se cruzó se brazos.
― Gracias, Felix. Hiciste que mis esfuerzos para convencer a Seungmin de despertarse a las cinco de la mañana no valieran la pena.
― Honestamente, no sé cómo no nos dimos cuenta de que las luces estaban encendidas ―comentó Minho rascándose la nuca.
― Se supone que te trajimos porque eras el genio, Ho. Estoy decepcionado.
Minho miró a Jisung con el ceño fruncido, indignado por el comentario.
― No. Se supone que estoy aquí porque soy amigo de Bang Chan.
Jisung rodó los ojos e hizo un gesto de "ajá" con la mano.
― Si creer eso te permite dormir por las noches, no te detendré.
― Eres un...
― Ya, ya ―dijo Bang Chan levantándose―. ¿Me parece que era el cumpleaños de alguien? ―sugirió señalándose con una amplia sonrisa.
Los tres lo miraron mal.
― Dile a tu estúpido y cool mejor amigo que te cante cumpleaños ―gruñó Jeongin.
― ¡Yo no tengo culpa de que Felix tenga tanta práctica en esto!
― Eso es un "en tu cara" para los que dijeron que desvelarme viendo anime no me serviría para nada ―les sacó la lengua―. ¿Ahora quién es el otaku mugroso?
― Sigues siendo tú ―respondieron los cinco al unísono, incluido Seungmin que seguía sin darse la vuelta.
Felix hizo un puchero, les sacó la lengua de nuevo antes de que se inclinara hacia su propio bolso, sacando una caja con el diseño de una pastelería.
― Cantemos cumpleaños antes de que esto se dañe ―dijo dejando la tapa de lado, revelando un tentador pastel de chocolate.
Jisung tomó otro bolso y sacó una caja parecida, sólo que esta tenía una torta con merengue y melocotón.
― El año que viene vendremos a las doce en punto ―decretó Minho sentándose en el suelo.
Bang Chan se incorporó, imitándolo hasta que todos formaban un círculo alrededor de los dos pasteles.
― La abuela de Tarzán va a venir a las doce el año que viene. Me rindo en esto de luchar contra Felix, es obvio que es una regla universal el que tenga que ser el primero en felicitar a Bang Chan.
Felix sonrió orgulloso. Valía la pena cada esfuerzo realizado por ser el primer "feliz cumpleaños" de Bang Chan cada año, era su mejor amigo después de todo, y la persona más importante para él también.
Sintió un brazo rodeando sus hombros. Era Bang Chan, el cual sonreía felizmente.
― Se les olvida que yo también soy el primero en felicitar a Felix en su cumpleaños.
― Ni que nos importara ―respondió Jeongin encogiéndose de hombros.
― Al fin y al cabo no voy a esforzarme en felicitar a un mocoso que ni se baña.
― ¡El que vea anime no significa que no me bañe!
― Echarse colonia no es bañarse, Felix ―dijo Minho.
― Cállate.
― ¡Y uno, dos y tres! ―exclamó Jisung aplaudiendo.
Cuando iban a empezar a cantar, la puerta se abrió de golpe por Irene en su bata de dormir, desaliñada y con una sartén en su mano.
― ¡¿Dónde carajos está el ratero?! ―gritó.
El cuarto se quedó en silencio por unos segundos.
― ¡Feliz cumpleaños, hermanito! ―exclamó Yeji entrando con un pastel de fresas. Hyunjin a su lado venía golpeando una olla con una cuchara como si fuera un tambor y un silbato en la boca―. ¡Cumpleaños feliz, cumpleaños fe- ¡no mames! ―gimoteó al ver a todos sentados en el suelo―, ¿otra vez nos ganó Felix, cierto? ―preguntó con una mueca deprimida.
― ¿Tú qué crees?
Hyunjin frunció los labios con el silbato en la boca, tiró la olla y la cuchara y se fue a acostar en la cama murmurando cosas por lo bajo haciendo que el silbato sonara respectivamente, terminó enrollándose justo como había hecho Seungmin minutos atrás, dándole la espalda a todos.
Felix dio una leve risa y miró a Bang Chan.
― Feliz cumpleaños, Channie.
Bang Chan le sonrió antes de depositar un beso en su mejilla.
― El año que viene... ―dijo alegremente―. Déjame dormir hasta las diez, Lixie.
Felix sonrió mostrando los dientes.
― No.
Ahora sí, ¡muchas gracias por leer!
Nuevamente, gracias por leer esta hermosa adaptación (╥﹏╥)
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