capítulo tres.

― ¿Estás bien?

Bang Chan llevó su mirada cuando escuchó la voz de Felix, preocupada. Su mejor amigo lo miraba como si Bang 

Chan fuera una persona con una enfermedad terminal, aunque el mayor no entendiera en ese momento la razón.

― Por supuesto. ―Sonrió levemente

― ¿Por qué?

Felix frunció el ceño y volvió al televisor.

― Estamos viendo porno con una tipa sumamente caliente y no pareces ni un mínimo de interesado. ¿No es suficiente para sentirme intranquilo?

Bang Chan suspiró abatido. Felix tenía razón. En la pantalla de 32 pulgadas de su casa estaba rondando una película pornográfica de un trío bisexual. Los hombres eran sexys y con un porte de dioses griegos, perfecto para Felix, y la actriz era rubia con unos pechos grandes (prótesis, obviamente) y unas piernas preciosas, lo ideal para Bang Chan. Ambos hombres se besaban mientras uno penetraba a la chica por la boca y el otro la follaba de forma casi brutal. Era perfecto para el disfrute de una amistad hetero-gay, y ésto era completamente normal entre ellos desde hace años, pero Bang Chan no estaba en sí como para comportarse como usualmente haría -comentando sobre la técnica de kamasutra, alabando los senos de la chica, o burlándose de Felix diciéndole que él desearía ser el sumiso cuando el hombre más grande le hizo una felación. Lógicamente su amigo se preocupaba al notarlo sumamente callado.

Pero es que, diablos. Él no podía siquiera mirar la vagina de la actriz sin sentirse profundamente incómodo. Hace dos días que había pasado lo de Sana, y así se fía la visitó por la mañana para no levantar sospechas.

Cómo él previno, la chica tuvo ganas de continuar lo que su hermana había interrumpido, pero Bang Chan había sido más inteligente y, justo cuando ella estaba por sacarse la braga él recibió una llamada de su propia hermana, Yeji, poniéndola en altavoz la chica le lloró diciendo que su novio le había terminado y ahora necesitaba a Bang Chan para consolarla.

Cabe destacar que Bang Chan le había pedido el favor, calculando el tiempo que transcurría en llegar a la casa de Sana, saludarla y mantener una charla trivial hasta llegar a la cama, le indicó a Yeji que lo llamara a las 11:14 exactamente, y así lo hizo su niña. Tan buena actriz, le rogó a su hermano que se devolviera a la casa, y al escuchar el tono desesperado de la menor Sana le exigió que fuera, que no se preocupara y que su hermanita era más importante.

Síp, todo estaba matemáticamente calculado.

Eso le daría al menos día y medio para pensar en qué otra excusa ponerle, pero ya no se le ocurría nada y estaba empezando a considerar decirle que su dentista le había contagiado SIDA o incluso tomar una pastilla de viagra.

Gracias a Dios que Felix le sacó de su conflicto mental, estaba a nada de volverse loco y de seguro que hablarlo con su mejor amigo le haría sentir mejor.

― Sana y yo somos pareja ―soltó sin más.

Silencio. Silencio por siete segundos antes de que Felix empezara a reír en alto y sin restricciones, sólo soltando profundos y sentidos <JAJAJA> mientras se retorcía en el sillón y pataleaba a la nada.

Bang Chan bufó y se cruzó de brazos molesto. Bueno, no esperaba menos, cada vez que él se recordaba de que por fin tenía novia también sentía algo divertido, pero aún así tuvo la esperanza de que el menor lo tomara aunque fuera un poquito enserio.

Cuando Felix dejó de reír por completo y le miró con una sonrisa, mostrando cómo sus ojitos se entrecerraban por el acto creando dos medias lunas con ellos y haciendo que sus mejillas se vieran más grandes, Bang Chan supo que sí él fuera gay definitivamente Felix sería su tipo.

Rápidamente desechó tal pensamiento raro y frunció las cejas.

― ¿Y bien, sólo reirás? No te lo dije para que me mires así, necesito tu ayuda. ―Admitió avergonzado.

Felix asintió sin dejar de sonreír y se arrimó hacia Bang Chan, tomando su cabeza entre sus manos. Bang Chan no necesitó que se lo indicara, él mismo recostó su cabeza en el regazo de Felix, dejando las piernas fuera del sillón en el que estaban. De inmediato Felix empezó a acariciarle el cabello de la nuca, haciendo que la tensión en sus hombros se relajara.

― ¿Todos los gays tienen manos mágicas o eres tú nada más? ―Cuestionó mirando desde abajo a Felix.

El rubio se encogió de hombros.

― Considera que somos multi-uso. Somos hombres con las capacidades de una mujer. Probablemente tú fisioterapeuta sea gay y por eso te curaste tan rápido de la lesión en la muñeca. ―A Bang Chan siempre le gustó cómo Felix bromeaba sobre estas cosas con tanta calma.

― Es cómo una promoción 2x1.

― Precisamente. Aunque eso no viene a lo que querías conversar conmigo, ¿verdad?

Bang Chan soltó un suspiro cansado.

― No.

― ¿Estás asustado por tener novia?

― No ―volvió a decir.

Felix frunció las cejas e hizo más presión con sus dedos en el cuero cabelludo de Bang Chan.

― Bang Chan, no puedo averiguar qué pasó si sólo me respondes "sí" y "no". Tardaríamos todo el día.

― Lo sé, perdón. ―Masculló removiéndose, notablemente nervioso―. Es que... el tema es muy vergonzoso.

Felix le dedicó una mirada comprensiva y cálida, inclinándose para dejar un delicado beso en la frente de Bang Chan, el cual consiguió sonreír un poco. Cuando Felix hacía estas cosas era para recordarle que era su mejor amigo por una razón. En las buenas, en las malas y en las peores. Ese era Felix.

― Cuéntame, amor. ―Le dijo apagando la televisión con el control remoto.

― Vale, vale. ―Bang Chan pensó una manera sensata de hablar sobre lo que le pasó hace unos días. No era sencillo―. Bueno... yo estaba en la casa de Sana, veíamos una película. Pero en algún momento ella me besó y no sé, como que me nubló el cerebro y terminé pidiéndole que fuera mi novia.

Felix detuvo sus caricias de golpe por un instante antes de retomarlas sin hacer ningún comentario.

― Entonces, cuando aceptó, me pidió que tuviéramos sexo. ―Por alguna razón, la palabra se le hizo incorrecta―. Todo cool, ella es muy caliente y yo estaba cachondo cómo la mierda, preparado para descargarme después de cinco días.

La mirada de Bang Chan se volvió turbia cuando recordó lo qué pasó después, y Felix lo notó, porque de inmediato hizo que Bang Chan lo mirara a los ojos. Bang Chan lo hizo, tratando de relajarse. Ni cuenta se había dado de cuándo se había puesto de nuevo ansioso.

― ¿Ella dijo algo? ―Indagó Felix.

Bang Chan sacudió la cabeza.

― Yo... le metí un dedo y ella... ella estaba... ―Un sonrojo se apoderó de sus mejillas por lo que estaba a punto de decir―, muy amplia.

Por un momento Bang Chan pensó que Felix volvería a reírse, en sí la situación podría resultar cómica desde otro ángulo, pero su mejor amigo sólo entornó los ojos y arrugó la cara, mirándolo confuso.

― ¿Amplia? ―Repitió dudoso.

― Uh-huh. Ya sabes... su abertura.

― Oh.

Felix tenía una cara poco expresiva mientras pensaba en lo que Bang Chan acababa de contarle, y el mayor sólo podía esperar por alguna respuesta que le ayudada con su cuestión.

― ¿Y eso es un problema? ―terminó cuestionando Felix.

Bang Chan resopló, frustrado.

― ¡Pero por supuesto, hombre! Era como si metiera el dedo en el océano, no había forma de que eso se sintiera bien y yo pudiera llegar. ―Dijo ruborizado.

Sin embargo, Felix aún lucía perdido.

― ¿Tan grande era? ―Bang Chan asintió con la cabeza―. ¿Y por qué no le hiciste un anal?

Cuando Bang Chan se puso más colorado y apartó la mirada, Felix supo que no debió preguntar eso.

― Oh. ―Volvió a decir―. Y luego, ¿qué hiciste?

― Nada. Su hermana llegó y por suerte no estaba dispuesta a que se nos uniera. ―Farfulló muerto de la vergüenza. Volvió a mirar a Felix a los ojos, dándole a entender que se sentía desesperado―. Bien, doctor Yongbok, ahora deme su opinión profesional.

Felix se tomó un momento para meditar.

A decir verdad, él no tenía ningún consejo para que le pareciera adecuado. Bang Chan nunca se había topado con una mujer que tuviera una vagina "insatisfactoria" por decirlo de alguna forma, él jamás en su vida se había quejado de un ligue, ni siquiera cuando una tipa lo amarró a la cama y le puso unos pinzas en los pezones hasta dejárselos doloridos e hinchados. Esto, por algún motivo, era mucho más grave, aunque Felix no pudiera entender qué tan desagradable podía ser la falta de estrechez en una mujer. Puede que se debiera a que él fuera el pasivo y sólo había follado a alguien una o dos veces. No había método por el que pudiera imaginar lo frustrado que se sentía Bang Chan.

― ¿Por qué no le terminas? ―dijo. Bang Chan arqueó una ceja―. Si es por lo que te dije en el pub, olvídalo. Yo sólo quería darte un incentivo, pero veo que no fue buena idea.

Bang Chan volvió a suspirar.

― Mira, no es eso. No es estar en una relación lo que me molesta.

― No. Te molesta que tú novia esté más abierta que las puertas del infierno.

Bang Chan consiguió reír por la broma de Felix, por lo que el menor se sintió un poco más tranquilo, a pesar de que estar refiriéndose a una mujer de esa forma no era agradable.

― Si lo dices así suena más cruel todavía.

Felix sonrió un poco más antes de ponerse, de repente, muy serio, trancando cualquier gracia que Bang Chan pudiera sentir.

― ¿Por qué no le terminas? ―Reincidió. Bang Chan se mordió el labio inferior con ocio.

― ¿Eso estaría bien? Digo, terminarle dos días después, cuando fui yo quien le pidió que fuera mi novia. ―Se explicó inquieto. Felix había parado de acariciarle el cabello y ya no podía distraerse para nada.

― Estar con ella sintiéndote así tampoco es factible, Bang Chan. ―Espetó mirándole severo.

― Ugg, no me hables así que me recuerdas a mi mamá. ―Gruñó soltando una risa tensa, luego bajó la mirada a sus rodillas, que eran lo último de sus piernas que permanecían dentro del sillón―. Y, tranquilo hombre, ya me decidí a que le terminaré en ocho días. Le diré que después de todo no estoy listo para una relación seria, estoy seguro de que entenderá.

Felix no lucía completamente de acuerdo, pero no dijo nada sobre eso y en cambio, le lanzó otras dudas a Bang Chan.

― ¿Y qué hay de tu pene?

― ¿Eh? Está bien, te manda saludos y dice que te quiere mucho.

Felix rodó los ojos y le jaló el cabello, haciendo que Bang Chan riera al ser fanático de hacer bromas sobre pollas y su relación con Felix. Para nada raro.

― Tonto, no me refería a eso. ¿Cómo harás estos días sin sexo? Sé que te alenté para que te abstuvieras un tiempo, pero no tomé en cuenta lo insoportable que te pones cuando estás cachondo y no haces nada al respecto.

― Verga, gracias ―dijo irónico, entrecerrando los ojos―. Bueno, para que lo sepas, mi polla dice que ahora le caes mal. ―Felix no pudo evitar sonreír de nuevo.

― Ésto es serio, Bang Chan. Acaso...¿piensas serle infiel? ¿Buscarás otra chica mientras tanto?

Bang Chan se lo pensó, pero la idea parecía más problemática de lo que la situación era en si. ¿Y si Sana se enteraba? No podría vivir consigo mismo sabiendo que le fue infiel a su primera novia. Y estaba el hecho de que por el momento no tenía ganas de relacionar a mini-Bang Chan con ninguna vagina, sabía que era una etapa y se le pasaría cuando todo el asunto lo hiciera, pero eso no ayudaba en nada; porque si bien no podía pensar en clítoris por el momento, seguía con unas insoportables ganas de tener sexo. Menuda mierda.

― No creo ser capaz de tal cosa. ―murmuró conflictivo.

Felix volvió a acariciarle el cabello con suavidad, tratando de calmar cualquier ansiedad que Bang Chan sintiera en esos momentos. El mayor no pudo evitar suspirar mareado por lo bien que se sentían los dedos un tanto pequeños de Felix haciendo presión en los lugares correctos.

Oye... ¿y que tal si...?

― ¡Eso es! ―gritó con una ola de entusiasmo atravesándolo de golpe. Se sentó rápidamente y miró a Felix con una gran sonrisa, pero también estaba curioso―. Felix, amigo ―dijo tomando sus manos y apretándolas con fuerza antes de decir―: ¿Me prestas tu culo?

El rostro de Felix estuvo en blanco un momento mientras procesaba lo dicho, hasta que lentamente se fue poniendo rojo y sorprendido, sus cejas perdiéndose atrás del flequillo.

― ¿Qué dijiste? ―musitó quedándose sin voz.

Bang Chan se acomodó en el sillón, todavía con esa sonrisa optimista en su boca.

― ¡Déjame follarte, Felix! Tú debes estar muy apretado, ¿verdad?

― ¡Por Dios, Bang Chan! ¿Qué carajos te sucede? ―exclamó batiendo sus manos para cubrirse el rostro―. ¡Pensé que estábamos teniendo una conversación seria, bastardo!

― ¿Y quién dice que no estoy siendo serio? ―la sonrisa en su rostro contrastaba sus palabras―. Dime, Felix. Cuando tienes sexo, ¿eres el que recibe o el que da?

Aunque Felix seguía ocultando su rostro, Bang Chan notó que sus orejas se ponían aún más rojas. Ahora era el menor el que estaba muriendo de vergüenza y todo por el jodido imprudente de su mejor amigo.

― ¿Por qué me preguntas eso? ―dijo alterado.

― Sólo responde.

Felix dudó por un segundo antes de balbucear.

― El que recibe, Bang. ¿Contento?

Gratamente, pensó Bang Chan. Sinceramente nunca le importo que rol jugaba Felix durante el sexo, esas cosas le traían sin cuidado. Pero ahora, que Felix podía ser la solución a su problema, esto resultaba crucial. Hubiera preferido que el menor fuera el activo en sus relaciones, así tendría un poco más de seguridad de que su año estaría estrecho, pero considerando las pocas veces que Felix le dijo que había tenido un encuentro, Bang Chan podía apostar a que Han era el candidato perfecto.

― Bien, y ¿los hombres con los que has estado tenían la polla grande?

― ¡Oh, por Dios! ¡¿Qué carajos te pasa?! ―se exasperó Felix, pasando a golpearle con los puños, sin llegar a ser doloroso.

Bang Chan le dejo desquitarse por un rato, era justo si quería que Felix aceptara su propuesta. No fue hasta tres minutos después que el menor dejó de pegarle, luciendo menos abochornado soltó un suspiro y dejó caer la cabeza contra el respaldo del sillón. Bang Chan lo miro atentamente callado por un rato, hasta que Felix volvió a suspirar con el ceño fruncido.

― No sé que estas tramando, pero no pienso denigrar la polla de mis ex-parejas, imbécil.

― No te estoy pidiendo que denigres a nadie. ―encogió los hombros relajado―. Entonces solo dime, ¿sus pollas eran más grandes y gruesas que la mía?

Felix apretó los temblorosos labios, un leve sonrojo seguía adornando sus mejillas mientras parecía profundamente apenado.

― ¿Cómo sabría eso? No es como que me ponga a comparar pene por pene. Y si pensabas que eras así tienes una imagen completamente errónea de lo que significa ser homosexual ―se quejó.

Bang Chan soltó una risilla.

― Tampoco te estoy pidiendo que me digas la medida exacta, ya que estamos hablando de defectos en los genitales de mi novia podríamos deliberar ―rió entre dientes, aunque ya Felix no viera lo gracioso en el caso―. Y tú has visto mi polla, asumo que debes poder afirmar si es más grande que la de tus ex-novios. ―agregó.

Felix pasó saliva, su manzana de Adán balanceándose mientras sus dedos apretaban el material sintético del sillón.

― Creo que no. La tuya... la tuya es más grande ―concedió sin ganas, pero para Bang Chan fue suficiente.

― Follemos, Felix ―reitero seguro de si. Felix volteó la cabeza con esa expresión consternada, sus ojos brillosos por algo que Felix no podía identificar.

― Mira, si me vas a venir a decir que el hecho de que tu novia tenga la vagina como el interior de un coco te volvió gay, mejor vete a la mierda porque-

― Hey, hey ―le frenó poniéndole un dedo en sus labios―, espera. Yo nunca dije que ahora me considero homosexual. Es decir, sabes que no tengo nada en contra de la causa, pero no puedo pensar en mi mismo como gay.

― ¿Imtinces qui diablis is isto? ―preguntó apenas entendible por el dedo haciendo presión en sus labios.

Bang Chan lo quitó y bajó la mano hasta el muslo de Felix, un gesto familiar que no podían ponerle realmente atención.

― Bueno, no soy gay, eso es seguro porque no encuentro nada atractivo en los chicos. Pero ahora quiero follar algo apretado sin serle infiel a mi novia. ―trataba de explicarse, un poco perdido en sus propias ideas―. Por eso... sí, creo que tú me gustas lo suficiente como para meterte la polla.

Felix siguió ruborizándose mientras negaba con la cabeza.

― No puedes estar hablando jodidamente enserio. Soy un tipo, Bang Chan, tú mejor amigo. Seguiría siendo una infidelidad.

― No, porque eres mi mejor amigo. ―aseveró cruzándose de brazos.

― ¿Y?

― "¿Y?" Vamos, besarnos y tener sexo es lo único que nos falta. Todo el mundo me confunde con tu novio todo el tiempo. ―hizo un gesto desinteresado con la mano―. Y no me malinterpretes. En si me gusta que piensen eso porque demuestra lo mucho que te quiero y tú me quieres a mi. Y creo que, dado el caso, no tendré ningún problema en tener sexo contigo. Eres lindo -demasiado- , y te tengo confianza. Y estás apretado seguramente. ―Felix gruñó―. Además, no le veo gran problema en follar con un chico, sí lo quiero es porque no puede ser tan malo y quizás me guste.

― Espera, necesito procesar esto ―le frenó el menor masajeándose la sien con el dedo índice y medio―. Tu me estas pidiendo que follemos sólo porque la vagina de tu novia hizo que quieras alejarte de ellas por un tiempo. Pero como estas tan caliente, me pides a mi que te preste mi culo mientras le terminas ¿es así?

― Algo así.

Felix no dijo más y entornó los ojos en el suelo. Era obvio que la propuesta lo tenía desconfiado, quizás Bang Chan no se estaba expresando de la mejor manera.

Para remediarlo, atrajo a Felix a un abrazo por los hombros, acariciándole el cuello con una mano para que dejara de estar tan rígido.

― Lo siento, probablemente no pensé mucho lo que dije.

― Nunca lo haces, no sé porque te disculpas a estas alturas. ―Bang Chan sonrió por el natural comentario.

― Cierto, cierto. Pero quiero que sepas que no estoy insinuando que seas un objeto, no te veo como una muñeca inflable, Felix. Sólo... ―vagueo por la sala, perdiendo su sonrisa―. No creo ser capaz de pedirle a alguien más esto. Ya de por si me siento patético por complicarme tanto nada más por mi libido como para ir con otra persona y desahogarme de una forma tan vacía.

Silencio.

Tomando la falta de respuesta de Felix como un "no" definitivo, Bang Chan se separó con una mueca culpable y rápidamente puso las manos en sus rodillas. Si esta no fuera su casa y Felix su mejor amigo, se iría por la puertas sin mirar atrás. El tenia que ser gilipollas.

― Lo siento, no debí-

― Me gusta que me besen.

Bang Chan frunció el ceño y volteo a mirar a Felix. Su amigo ya no estaba ruborizado, lucia como eso, su amigo. Aparentaba estar tranquilo mientras sonreía de forma leve a Bang Chan.

― ¿Qué cosa?

― Si quieres que te preste mi culo, debo ponerte condiciones. ―dio a entender, y sin darle tiempo de siquiera asombrarse, empezó a enumerar―. Debes besarme en los labios, pero no me muerdas. Puedes lamer mi cuello y detrás de mi oreja, nada de chupetones o te pateare las bolas. Uhm, no me gusta mucho que me chupen la polla, prefiero hacerlo yo ¿podré hacértelo? Obvio que lo haré. Lame mis pezones, esos si puedes morderlos ―Bang Chan abrió la boca para decir algo, pero Felix continuó como si nada―. Tienes que lamer mi entrada, eso me gusta mucho y permitirme relajarme allí abajo. Por lo general me gusta cabalgar a mis parejas, pero si quieres hacerlo de otra forma está bien. Ah, y cuando acabe tienes que darme muchos abrazos y besos en la nariz, eso me relaja después de un orgasmo.

Bang Chan tenía una expresión tan desubicada que Felix no pudo evitar reír. El mayor se apresuró a sacudir la cabeza y a sonreír también.

― Quien diría que eres tan exigente.

Felix fue el que se encogió de hombros esta vez.

― Necesitas más que una polla grande si me quieres follar.

― Entendido, amigo ―asintió contento de que accediera, repasando lo que dijo Felix.

En las buenas, en las malas y en las peores, sí señor.

― Y dime, ¿alguna forma en que te guste ser besado?

Felix ladeo la cabeza mientras tarareaba sus sentimientos.

― Todas mis parejas besaban igual, así que no sabia responder a eso.

Bang Chan abrió los labios levemente, como si Felix acabará de decir algo más extraño que todas las anteriores.

― ¿Sólo te han besado de una forma?

― Sip, suelen ser... tranquilos y por lo general no usan mucho la lengua ―meditó con la mirada en el techo. Era la primera vez que Felix hablaba explícitamente de sus experiencias sexuales, siempre era Bang Chan el que entraba en detalles―. De todas formas si no te gusta eso no tienes que besarme, podemos sólo-

Felix sintió las manos de Bang Chan tomando sus hombros para girarlo, quedando así sentados frente a frente. Cuando abrió los labios para decir algo, la boca de Bang Chan cayó encima de la suya, comenzando un beso que le dejo paralizado.

Tráiganme una coca que se me bajo la presión o.o

Quedé loca con el capítulo, espero que les haya gustado, y ¡muchas gracias por leer!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top