capítulo dos.
Para el miércoles de esa semana, es decir, tres días después, Bang Chan se dio cuenta de qué tal vez tener citas-no-folladas era incluso divertido. Sana era una gran chica. Era graciosa, linda y extrovertida. Puede que no fuera fan de los videojuegos como lo era Felix, y a veces tardara uno o dos segundos en entender sus bromas, pero aún así Bang Chan casi, casi podía decir que ella le gustaba.
Claro, la falta de sexo seguía haciéndole dudar de vez en cuando, su polla era la única descontenta en todo el asunto. Y el de Sana se le insinuara (lo cual ocurría todos los días en algún momento inespecífico) no ayuda mucho. Pero Bang Chan se obligaba a cambiar de tema recordándose que él no era un adolescente que se dejaría llevar por sus hormonas. Él estaba atraído por fin hacia una chica fuera de la cama, no lo echaría a perder con su tonta lujuria.
Volviendo al presente, ellos se encontraban viendo una película. Bang Chan sabía que era una de Star Wars, pero no podía decir con exactitud cuál. Era entretenido pero él no era un aficionado de la franquicia.
― Bang Chan... ―ella dijo con la cabeza apoyada en su pecho.
― Dime.
― Um, ese amigo tuyo, Felix, ¿es gay?
Bang Chan no parecía entender la pregunta, cómo si la respuesta fuera algo ya obvio, pero tuvo que plantearse que Felix no era una persona que alardeara de sus preferencias y que ella no era la primera curiosa. A diferencia de muchos homosexuales, Felix era discreto cuando miraba a alguien, como se vestía, incluso en la forma que de refería a sus gustos. Él no actuaba ni lucia como un gay. Si Bang Chan no llevara años conociéndolo, y estuviera en posición de Sana, quizás él también estaría confundido.
― ¿Por qué la pregunta? ―Terminó respondiendo.
Ella dudó.
― ¿No lo es? Digo, lo he visto un par de veces cuando voy a tu casa y él me saluda, pero se ve casi como reservado. ―Bang Chan asintió con la cabeza―. Pero... cuando viene a tu casa y está contigo lo noto, como distinto ¿sabes? Más suelto, hasta alegre diría yo.
Bang Chan no pudo evitar reír levemente. Es que se le era chistoso como ella parecía tan nerviosa de preguntarle algo así. Sana no le estaba diciendo nada nuevo y él no tenía filtros a la hora de hablar de su amigo.
― Ah. Ya veo ―dijo con diversión―. Pues sí, él es gay. Sólo que uno más aburrido.
― ¿Tú y él fueron algo? ―Soltó sin pensarlo dos veces.
Nuevamente, Bang Chan se mostró poco sorprendido, a pesar de que estaba seguro de haberle dicho a ella en el pub que no era gay, el ser cuestionado sobre su relación con Felix no era extraño.
― Oh, sí. Una vez nos estábamos bañando juntos y ese lunático me metió un dedo enjabonado en el culo, ¿puedes creerlo? Después de eso salimos por dos años hasta que me fue infiel con el cartero. Desde entonces tengo miedo a las pollas.
Sana correspondió su broma con una carcajada pegadiza y le golpeó el pecho, justo al lado de donde reposaba su cabeza.
― Tonto, estoy hablando enserio. ―Le reprochó subiendo la mirada hasta encontrar los ojos de Bang Chan.
El de cabello castaño sonrió de lado.
― No, nunca fuimos -ni seremos nada. No le gusto a Felix y soy heterosexual. Solo somos mejores amigos.
― Ah. ―Si la convenció o no, Bang Chan no hizo constancia por haberse distraído de nuevo con la película.
Al menos duró cinco segundos con la mirada en la pantalla antes de que ella lo atrajera hacia un beso. Bang Chan suspiró mientras movía sus labios suavemente, todavía si ella parecía insistir en aumentar el ritmo, no quería excitarse en vano.
Los besos de Sana eran muchas cosas; expertos, dulces, sensuales... Se notaba que Bang Chan no era, ni cerca, su primera pareja. Lo cual le traía sin cuidado -ella tampoco era su primera pareja.
Cuando rompieron el beso, Bang Chan no pudo mantener la boca cerrada y se encontró diciendo...
― ¿Quieres ser mi novia?
Sana abrió los ojos asombrada, Bang Chan también. Qué rayos.
― ¿Novia? ―repitió en un hilo de voz.
Joder, ¿y ahora qué? ¿Quién coño había dicho eso? Estúpida boca chupa-tetas, lógicamente no podía servirle para nada más que estimular pezones.
Bang Chan tuvo que contener el impulso de reír histéricamente o salir corriendo. Pero pensó, si había hecho esa pregunta tan fácilmente tenía que significar algo, ¿o no? A lo mejor Sana ya le gustaba lo suficiente como para pedirle de una vez por todas formalizar aquello que tenían.
Sí, tenía que ser eso. Era su corazón hablando por primera vez.
― Sí. Bueno... tú me gustas y creo que esto es lo suficientemente bueno, ¿no crees? ―Le sonrió algo tenso.
Sana frunció las cejas mientras meditaba, y nuevamente Bang Chan tuvo que mantener sus piernas quietas para no correr hacia la ventana y lanzarse a través de ella. Eso sería de lunáticos y no quería ir a la cárcel por espantar a algún vecino. Sólo le quedó esperar hasta que ella, milagrosamente, sonrió y dio una pequeña afirmación.
― Está bien, pero más vale que esto no sea para llevarme a la cama nada más, Bang Chan. ―Bang alzó las cejas impresionado. Ella se encogió de hombros―. De todas formas, ¿quieres hacerlo? Llevo rato sin echar un buen polvo y...
A la mierda, pensó Bang Chan mientras aplastaba sus labios de nuevo, sólo que de forma salvaje como tantas ganas había tenido desde hace cinco días. Ella soltó un jadeo y pasó a desabrochar la camisa que Bang Chan cargaba con dedos hábiles.
Técnicamente él no estaba perdiendo el reto con Felix. Ya eran novios, algo serio, así que no estaba mal si tenían sexo para celebrar.
Cuando ella estuvo desnuda debajo suyo mientras Bang Chan le embestía la boca con su polla, él no podía evitar ser ruidoso. Tenía las ganas a millón y sólo quería sentir algo apretado y húmedo exprimiendo a su pequeño amigo.
Le sacó el pene duro de la boca y se colocó entre sus piernas abiertas. Buscó sin necesidad de miramientos su abertura y, al conocer perfectamente el lugar por experiencia, metió un dedo.
Confundido por la facilidad en la que entró, Bang Chan se recordó que él no poseía unos dedos particularmente gruesos o romos, a diferencia de su polla, claro. Así que siguió preparándola lo menos ansioso que podía.
Sana gimió y le pidió que la metiera de una vez. Aunque el vocabulario le encantara, Bang Chan no podía ser insensible. No quería lastimarla y cuando embistiera dentro de ella probablemente no sería suave, así que lo mejor sería seguir abriéndola, a pesar de que la sentía...
― Maldición, Bang Chan, hazlo. ―Gruñó la chica.
Bang Chan la miró y luego se echó para atrás y así poder mirar su abertura y analizar cuánto más tendría que prepararla.
― ¿Estás segura de que no quie-
QUÉ DEMONIOS.
La polla de Bang Chan se desinfló cómo si alguien la hubiera pinchado con una aguja, su cara empalideció totalmente y se sintió como si alguien le pegara con un pescado en la mejilla.
Dios santo, ahí cabían como cinco mini-Bang Chan. ¿Cómo podía una chica estar tan abierta? Esa cosa parecía un agujero negro y no estaba seguro de poder satisfacerla ni con la mano completa y su polla al mismo tiempo.
¡Maldito Felix! ¡Por esto se tenía que tener sexo antes de emparejarse con alguien! ¿Ahora qué carajos iba a hacer? ¿Qué iba a ser de él?
― ¿Qué tanto esperas? ―Consultó ella jadeando, sin percatarse de la forma horrorizada en la que Bang Chan miraba su vagina.
Joder, joder, Joder. Eso lo traumatizaría de por vida seguro.
Piensa en algo, rápido. Alternativas, otra cosa que no sea sacrificar la pureza de tu pene. Ni drogado metería su hombría en algo tan indignante.
― Esto... y-yo... ¿no te gustaría hacerlo anal?
Sana lo miró desconcertada mientras se masturbaba. Bang Chan también se estaba bombeando la polla intentando que volviera a la vida y no tener que durar más de lo necesario dentro de ella. Y sinceramente dudaba que si la metiera sirviera de algo.
― ¿Por qué?
¿Por qué? ¿Será porque me da miedo meter mi polla y pincharte un ovario?
― No tengo condones. ―Qué bueno que ya había usado esa excusa antes con la tipa que quiso que la follara en pleno periodo.
Antes de que Sana dijera algo, Bang Chan le dio la vuelta y le metió un dedo en el ano, sacándole un grito satisfecho.
Pero él se sentía de todo menos satisfecho. Tuvo que mirar dos veces para asegurarse de haber metido el dígito en el lugar correcto.
Qué chingados. Esto tenía que ser una jodida broma. ¿Quién había sido el ex-novio de esta chica? ¿El pelón de Brezzes? ¿Hulk? ¿Quién demonios le había roto el ano como para que pareciera una bazuca? Diooooos.
Bueno, se acabó. El fin de una vida sexual admirable se había ido por el caño.
― Noona, ya lleg-
Cuando miraron asustados hacia la puerta, estaba una chica con la mirada más espantada que Bang Chan pudo ver jamás. Apenas y se dio cuenta de que Sana se acomodó y tomó sus ropas mientras se excusaba con la niña y le pedía que no le dijera a sus padres, pero la recién llegada no tenía cara de escucharla, solo mirando la polla de Bang Chan que se encontraba buscando también su bóxer.
Bien, es tú oportunidad. Huye fuera del país hacia México y cámbiate el nombre a Juancho López, vuélvete zoofílico y vives follándote burros que de seguro serán más estrechos que esta tipa.
Era un magnífico plan.
Cuando terminó de vestirse y encaró hacia la puerta, ya la niña -que asumió era la hermana menor de Sana- se había ido. Sin embargo, fue un alivio que su ahora novia no tuviera ganas de seguir y sólo se disculpara.
― No importa. ―Dijo Bang Chan para hacerla sentir menos avergonzada, aunque con ese indicio que tenía entre las piernas dudaba que Sana sintiera tal cosa―. No es la primera vez que me pasa. Una vez follé con la hija de un militar y resulta que papi querido llegó ese día de sorpresa.
Sana rió, menos decaída mientras lo miraba.
― ¿Bromeas? ¿Y qué pasó?
― Bueno... digamos que fue una suerte que ella tuviera una piscina en su casa. Tuve que saltar desde la ventana mientras ella le rogaba al señor que no me diera un escopetazo en la frente. ―Se encogió de hombros, haciendo una mueca al recordar lo adolorido que se había sentido por caer de barriga al agua.
― Wou, definitivamente esto fue menos perturbador.
Yo no diría eso, al menos ella me dio cinco minutos de estrechez.
― Nos vemos luego, Sana. ―Se despidió en la puerta de su casa. Ella sonrió y le dio un pico en los labios.
― Adiós, novio. Continuaremos la próxima vez que nos veamos.
Bang Chan se obligó a pegar una sonrisa en su cara hasta que ella cerró la puerta. Luego se echó a correr hacia su casa como si le estuviera persiguiendo un monstruo. Un monstruo grande y profundo que se alimentaba de pollas.
Ese día no pudo dormir, estaba muy ocupado arrepintiéndose por haberle hecho caso a Felix sobre salir enserio con alguien. Si hubiera follado de una vez habría sacado cualquier excusa para no metérsela, y el asunto habría acabado. Pero ahora estaba en una relación, no podía terminarle al día siguiente después de haber estado por follar. Ella malinterpretaría cualquier motivo que Bang Chan le diera pensando que sólo la quería por sexo y como su hermana los interrumpió ahora la desecharía cuál trapo sucio. Y por muy duro que fuera Bang Chan no se permitiría quedar así ante los ojos de alguien más. No podía, pero tampoco podía imaginarse metiendo su preciado amiguito en un lugar tan poco privado, eso comprometería la integridad de su miembro y Bang Chan no creía tener un lazo más importante que ese.
Se frotó la cara con ambas manos. Esperaría al menos dos semanas para terminarle, el problema es que ya le dolía tanta reprimisión sexual, y ni loco tendría sexo con ella. Se las ingeniaría para evitarlo, él era un muy buen actor y no sería un problema distraerla con cualquier tontería, pero tendría que buscar otro lugar para satisfacerse.
Joder, eso era probablemente mil veces pero que simplemente romper con Sana. Ser infiel no era algo que le llamara la atención en lo absoluto, y a decir verdad no creía poder mirar una vagina por un tiempo sin pensar en tuberías.
¿Y ahora qué?
¡gracias por leer!
y para ser sinceros, morí de risa mientras adaptaba este capitulo 😂😂
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top