capítulo diez.

Cuando amaneció y la luz se coló por las ventanas, Bang Chan abrió los ojos sin mucho problema. Había pasado una buena noche, cómodo, cálido, en confort.

Y cómo no, era porque Felix y él estaban haciendo cucharita.

La verdad es que ellos no habían dormido así desde algunas cuantas semanas, antes de todo este rollo. Generalmente después del sexo se disponían a hacer otras cosas, a conversar, o simplemente Felix se iba. Pero no hacía falta tener sexo para sentirse bien y querer dormir abrazado a la espalda de Felix, nunca lo había hecho -obviamente.

Pero, ahora...

Bang Chan sonrió sin gracia. No entendía porqué si ya habían aclarado el tema su cerebro debía reincidir en que él se sentía bien con esto ―dormir con Felix abrazados― tenía que ver con algún motivo completamente antónimo al que siempre habían tenido. Bang Chan solo estaba confundido. Felix seguía siendo su mejor amigo hermoso y apapachable, ese al que siempre le había gustado abrazar mientras dormían juntos en el sentido no homo. Nada había cambiado.

Bueno, no "nada" exactamente, pero ellos no se alejarían de su concepto amistoso por las folladas. Todo era como antes, todo sería cómo antes después de que Bang Chan "retomara las andadas".

Correcto. Nada de líos mentales, entonces.

¿Crees tener la madurez para seguir con esto? una voz resonó en su cabeza, burlona.

Quizás Bang Chan debía ir a un psicólogo, dudaba que eso de nombrar partes de su cuerpo, creer que su pene lloraba, y que su yo interno le reprendiera cosas fuera normal.

― Te he dicho que no hagas eso.

Bang Chan miró a Felix. Los ojos somnolientos de su amigo le observaban algo desenfocados.

― ¿El qué?

― A veces... ―dio un largo bostezo, estirando los brazos.

― Cuando meditas, pones una mirada como si sufrieras de ti.

Bang Chan sonrió, acariciando el hueso de la cadera de Felix por encima de su pantalón deportivo.

― ¿En serio?

― Sip, incluso murmuras cosas que se contradicen entre si. Eso da algo de miedo. No lo hagas.

― Quizás sí sufro de ti, Lixie. Comienzo a considerarlo ―le dijo de forma casual.

Felix frunció el ceño y le miró confundido.

― ¿Por qué lo dices?

― Porque... ahora mismo hay una parte de mi que quiere besar estas señoritas ―tocó con su índice y extrema suavidad los pómulos levemente abultados de Felix―, pero hay otra que quiero algo completamente distinto.

Felix sonrió, abultando en el acto, un poco más sus mejillas.

― ¿Si? ¿Y qué sería?

La mano de Bang Chan viajó un poco más abajo, acariciando el muslo de Felix verticalmente, dando ligeros apretones.

― La otra... quiere masturbarse, y correrse en su cara ―agregó, sonando casi amistoso.

Quería hacerles creer a ambos que la situación ya no le afectaría. Puede que asegurar que sufría de un conflicto mental no era la mejor forma, pero la idea técnica era bastante obvia y por supuesto que Felix la entendió.

Felix lo miró por unos segundos antes de asentir en silencio, luciendo algo nervioso, pero anhelante.

Bang Chan se deslizó hacia abajo, dejando primero un beso en los labios de su mejor amigo. Acarició sus piernas cubiertas con ambas manos, antes de sentarse sobre el pecho de Felix tras haberse quitado el pantalón de pijama. Obvio, no cargaba ropa interior. Sabía que Felix tampoco.

La erección matutina de Bang Chan saludó a Felix a solo unas pulgadas de su cara, ya lo suficientemente dura como para hacerle agua la boca al menor. La mano de Bang Chan la envolvió entre sus dedos y empezó a bombear, sujetando con fuerza el prepucio y soltando gruesos jadeos.

Felix sólo espero, sonrojado y expectante. Observando como Bang Chan se masturbaba, convirtiendo su erección matutina en una erección de verdad. El glande estaba rojo y húmedo, lucia delicioso ante los ojos del rubio.

Sin poder detenerse a pensarlo, sacó la lengua y se acercó, pasándola por encima de la hinchada cabeza y quitando todo el pre-semen, reemplazándolo con y hilo de saliva que conectaba con su lengua, que se quedó afuera tras alejarse.

Bang Chan gimió bajo ante tal acción y comenzó a masturbarse más rápido, su otra mano viajó hasta el cabello de Felix, tomando un puñado de este para que alzara la cabeza. Él mismo se inclinó y atrapó los labios de su mejor amigo en un beso incómodo, pero obsceno y ruidoso.

Felix gimió, su propia mano se metió entre el pantalón para acariciarse hasta que ambos se convirtieron en un desastre sudoroso, excitados e inquietos. Los gemidos morían entre sus lenguas, que ya no estaban siquiera dentro de alguna de sus bocas, sino que de chupaban a plena vista y lamían la comisura de los labios.

El menor chilló cuando Bang Chan se alejó de su boca, colocando su mano dentro de su ropa para buscar su entrada y meter un dedo. Su agujero se contrajo y Felix no pudo contener un pequeño ―no tan pequeño― gemido, moviendo las caderas para él mismo penetrarse con el digito. Bang Chan se seguía masturbando rápidamente, apretando su polla con rudeza y yendo de arriba a abajo sin cesar, pero Felix dudaba que se corriera. Su amigo nunca llegaba al orgasmo con sólo una paja, él...

― Mi-Mierda.

Todo fue blanco por unos segundos. Su cara de repente de sintió pegajosa, algo había entrado a su boca y a Felix le costó identificar unos momentos qué era. Si no fuera porque Bang Chan estaba jadeando como loco, y su polla comenzaba a ablandarse entre su puño, él podría haber tardado un poco más en entender que su amigo se había corrido en su cara con cinco minutos de masturbarse.

Fue tal conmoción, el haber creado un descontrol en los estándares sexuales de Bang Chan, que el estómago de Felix se contrajo, terminando por correrse en su mano, manchando la parte trasera del pantalón de Bang Chan, que aún tenía su dedo en su apretado agujero.

Ellos realmente se habían corrido como un par de adolescentes.

Bien, esto es algo vergonzoso.

― Deberíamos ducharnos ―dijo Felix, respirando por la boca.

Bang Chan no respondió, su ceño fruncido daba a entender que estaba molesto, o aunque sea un mínimo de desconcertado. Pero él no tocó el tema, simplemente asintió y se quitó de encima, metiéndose al baño sin mirar a tras.

Felix miró la puerta de la habitación.

Estaba semi-abierta.

― Quédate quieto.

― Esto es tan gay, detente ―refunfuñó Bang Chan, incómodo.

Felix suspiró y se acomodó en su regazo. Sus manos estaban pegajosas, era desagradable y Bang Chan no colaboraba para que acabaran más rápido.

― Debemos darnos prisa, así que deja de decir estupideces y echa la cabeza hacia atrás.

Bang Chan dio un gruñido y le hizo caso, sosteniendo la cadera de Felix para que no se cayera.

El menor llevó sus manos hacia una de las manchas que había hecho la noche anterior, aplicando base en el chupón con cuidado. Luego echó polvo hasta que casi no se notaba. Se aseguró de cubrir también los rasguños y mordidas superficiales.

― Si hace unos meses alguien me hubiera dicho que estarías en mi regazo aplicándome maquillaje en tus chupones, yo me habría reído. ―Comentó Bang de la nada.

Felix se encogió de hombros, cerrando la base y guardándola en el porta-cosméticos de Yeji. Se bajó del regazo de Bang Chan y se limpió las manos con una toalla.

― Tú fuiste el que me pidió que me sentara en tu regazo, para empezar.

― ¿Eso es lo más raro de la oración?

― Nop, supongo que no. ―Dijo, luego le miró curioso―. Aunque nada de esto es normal, así que tardaríamos en encontrar lo más «raro».

― Creo que lo más raro es tu habilidad para maquillar ―señaló, mirándose en el espejito.

Felix rió.

― Manos mágicas, recuerdas.

― Sí, hombres con las habilidades de una mujer. Lo sé, aunque a veces me cuesta asimilarlo.

Felix asintió y se quedó mirando a Bang Chan a la cara, mientras su amigo se revisaba las marcas casi invisibles.

A Felix puede que se le haya pasado la idea de que Bang Chan fuera bisexual en algún momento de la noche anterior, o por lo menos bicurioso. Pero mirando en retrospectiva y en ese instante, él rechazaba la idea totalmente.

No es que Bang Chan fuera un homofóbico, en lo absoluto. A veces hasta parecía más gay que él, sin mencionar que entre sus amigos homo él siempre se había sentado de maravilla con ellos, encajando en donde fuera y con quién Felix le presentara. Pero Bang Chan no era gay. Felix no podía identificarlo con la palabra, con el sentimiento. Esas cosas él las notaba con simples miradas y preguntas, por lo que la idea de que de un día para otro el mayor despertara una orientación distinta a la que ya expresaba estaba fuera de lo real.

Era muy jode-mentes. Pero él no quería darle más vueltas.

― ¿Saldrás con Sana hoy?

El castaño frunció una ceja, bajó el espejo.

― ¿Debería?

Felix se encogió de hombros y comenzó a revisar de forma distraída su celular, bajando por Twitter.

― Probablemente. Sería algo sospechoso si no buscaras pasar tiempo con ella.

― Pero voy a terminar con ella. ¿No le estaría dando ilusiones?

― ¿Pensé que querías quedar como su amigo? ―Hizo una mueca al encontrar una noticia sobre BTS que al parecer era tendencia.

― Sí, eso quiero. Pero aún no sé exactamente cómo conseguir eso ―hizo una mueca, mirando de reojo el enlace que Felix leía.

― Bueno, pienso que-

― ¡OH POR DIOS! ―Bang Chan dio un brinco en su lugar, asustado por la expresión horrorizada de Felix.

― ¿Qué? ¿Qué pasa?

Felix le mostró el teléfono. Bang Chan leyó superficialmente y la misma expresión de espanto se apoderó de su cara.

― ¡¿Cómo que HoSeok dejó BTS?! ―Gritó quitándole el celular para detallar lo que decía.

― ¡¿Estafa millonaria, qué?!

― ¡Primero Hanbin y ahora HoSeokie! ―Secundó Felix jalándose el cabello con rabia.

― ¡Como HoSeok biased me rehúso a aceptar esto! ―Bang Chan comenzó a escribir comentarios ofensivos y con tweets extraños.

Felix hizo un puchero mientras su ojos se acuaban. Él no era HoSeok biased, sus favoritos eran RM y Suga, pero obviamente no dejaba de sentirse resentido por el abandono de HoSeok al grupo. Si así se sentía él, Bang Chan debía estar por entrar en una crisis. Él adoraba a HoSeok y SeokJin, de hecho, su cuarto estaba completamente lleno de posters de estos dos.

― ¡Esto es un asco! ―Bramó después de dejar alrededor de 20 comentarios, lanzándose de espaldas a la cama.

― Aún no es oficial. Bueno, creo ―trató de verle el lado positivo.

El mayor también hizo un puchero, a nada de echarse a llorar.

― El 2021 está siendo un año oscuro para el k-pop ―suspiró mirando el afiche de Love Yourself 結 'Answer'.

― Si él se va no sé qué será de mi, Felix. Te juro que soy capaz de suicidarme.

― No exageres. Y tampoco saquemos conclusiones. Esto puede ser sólo una estafa, no sería la primera vez que nos pasa ―No pareció convencer a Bang Chan.

― Nunca pensé que algo así podría sucederle a BTS. Es simplemente insólito. ¿Qué será del grupo, Lixie?

Felix asintió, iba a decir algo más antes de que la puerta se abriera de golpe y los otros hermanos Bang entraran de golpe, ambos llorando a mares se arrojaron sobre Bang Chan para abrazarlo.

― ¡Bang Chan! ―lloriqueó Yeji―. ¡Chan, HoSeok... HoSeok ha...!

― Lo sé ―murmuró aumentando su puchero. Su hermana era más que nada la esposa imaginaria de JungKook y JiMin, pero aún así siempre idolatró a HoSeok por todas sus cualidades.

― ¡Yo digo que llamemos a los chicos y nos vayamos a protestar en frente de HYBE Corporation! ―Dijo Hyunjin destrozado. Él también era HoSeok y V biased.

― ¿Dónde está Sana? ―Consultó Felix con cautela.

Yeji se limpió las lágrimas con el mismo puchero que sus hermanos.

― Se fue temprano. Dijo que te llamaría más tarde, Bang Chan.

El mayor hizo un sonido, revisando el resto de noticias relacionadas en sus otras redes sociales.

No sabría decir cuándo terminaron viendo cada MV de BTS, las dance practices, los Weekly Idols, todo. Riendo y llorando mientras se enfocaban en Jung HoSeok.

― Él no-puede irse ―gimoteó Yeji soplándose la nariz al ver a HoSeok con su cabello negro y puntas moradas en Fake Love.

― ¿Quién será el Sugar Daddy de TaeHyung? ―cuestionó Felix con un resoplido. Su VHope, carajo.

― Él era el Sugar Daddy de toda esa gente, Felix ―le reprochó Bang Chan abrazando su playera con HoSeok usando una diadema de conejo.

― El mío incluido. ―Suspiró Hyunjin.

Tras leer la supuesta carta que HoSeok había dejado a sus fans y unirse al apoyo que las ARMY estaban dando al artista, se dispusieron a ver los "Momentos de HoSeok que no te puedes perder".

― ¡QUÉ MÁS QUIERES DE MÍ, UNIVERSO! ―chilló Bang Chan. El vídeo de HoSeok lloriqueando por su miedo a las alturas, llamando a su mamá era demasiado para su corazoncito.

Su teléfono sonó. Era su mamá.

― ¡¿CÓMO QUE HOSEOK DEJÓ BTS?!

Serían unas largas semanas de duelo. Semanas de rupturas de camisa para una mejor vista de un cuerpo precioso, aegyo, risas nerviosas, bailes increíbles y orejitas adorables.

― ¿Qué quieres hacer ahora?

El castaño se limpió la boca con la servilleta tras terminar su almuerzo.

¿A parte de echarme a morir lentamente sobre el sillón? No sé. ―Felix suspiró abatido y le tomó de la mano para ayudarlo a ponerse de pie.

― Vamos, sería bueno que te distrajeras un rato.

Salieron de la casa con Bang Chan arrastrando los pies. Por suerte, el mayor no opuso más resistencia además de eso.

Felix lo guio por las calles hasta un parque. Al ser un lunes en pleno mediodía, no había mucha gente además de siete niños jugando en el arenero. Bang Chan y él tomaron asiento en los columpios, Felix se meció suavemente. Bang Chan sólo se quedó mirando la tierra que era removida por sus zapatos.

― ¿Recuerdas cuando le tenía miedo a los columpios? ―dijo, tratando de alejarlo de su depresión.

Bang Chan tardó en responder.

― Sí, pensabas que te ibas a caer igual que en el sube-y-baja.

Felix rió avergonzado, elevándose más en el columpio.

― Y tú te aprovechabas de eso. Me convencías para subirme y te quedabas abajo porque pesabas más que yo para asustarme, ¡lo peor era qué sólo eran unos quilos y ambos éramos súper delgados! ―Notó que Bang Chan suavizaba su expresión, por lo que se animó a continuar―. Tenía que sobornarte con helado para que me dejaras bajar, ya cuando estaba llorando.

― Era la forma más fácil de conseguir helado. ―Dijo sin sentirse muy culpable―. Y no te hagas. Tú siempre me obligabas a ver películas de terror aún sabiendo que no me gustaban.

― Siguen sin gustarte.

― Y tú sigues obligándome a verlas. En cambio, yo ya no puedo extorsionarte con el sube-y-baja para conseguir helado ―Por fin, Bang Chan rió suavemente.

Felix sólo lo golpeó en el brazo.

― No tienes que hacerme subir a esa cosa infernal para que te brinde un helado. Sólo pídelo. ―Sus manos sujetaron las cadenas del columpio mientras se mecía―. Sabes que yo no puedo negarte nada.

Bang Chan asintió, pero su sonrisa disminuyó poco a poco. Aunque no parecía ser por el mismo motivo de antes.

― ¿No te molesta?

― ¿Hm? ¿Qué cosa?

Bang Chan comenzó a patear la arena con un pie.

― El que no puedes rechazar ninguna petición mía. ―Aclaró, luciendo algo remordido―. Obviamente muchas de las cosas que te pido no son de tu gusto.

Felix no se permitió ser tensado por el comentario. Se siguió columpiando con una sonrisa.

― Nop. Eres mi mejor amigo. Para eso estoy ―dijo dándole flojera al asunto―. Y aunque muchas de las cosas que me pides son tontas, siempre termino disfrutándolas al final. Así que está bien.

El mayor siseó una risa.

― Correcto, pero deberías aprender a negarme lo que te pido ―le sugirió.

Felix sacudió la cabeza, terco.

― Lo he intentado, imbécil. Pero tú pones los ojos del Gato con Botas y eso es demasiado para mí. Me enamoras con esa mirada.

― Diablos, gracias ―volvió a reír. Sabía que Felix no lo decía en el sentido literal.

― Si te hace sentir mejor, yo no me creo capaz de negarte nada tampoco.

― Lo sé. ―Asintió con una sonrisa cariñosa―. Pero esos deben ser mis encantos gays. Soy irresistible ante los hombres. Y mujeres.

Bang Chan rodó los ojos y se puso de pie. Se colocó atrás del columpio de Felix y lo tomó por las cadenas. El menor lo miró confundido.

― ¿Qué vas-? ¡BANG CHAN MALDITO!

Bang Chan comenzó a reír a cantaros mientras empujaba el columpio más y más alto. Felix pesaba bastante, pero no tuvo problemas en hacer que llegara casi a la altura del tubo que sostenía el columpio. Su amigo chillaba y le exigía que se detuviera, aferrándose a las cadenas como si su vida dependiera de ello.

Al parecer su miedo a los columpios no había desaparecido del todo.

― ¡Mira, JongHo! ¡Ese chico está molestando al del columpio!

Bang Chan atrapó a Felix. El menor abrió los ojos después de haberlos tenido cerrados por el miedo, pero no le reprochó, ambos confundido por tener a los niños que jugaban en el arenero frente a ellos, mirando a Bang Chan con enojo.

― ¡Es usted muy malo! ―Acusó el más alto, señalándolo con su dedo.

― Yo no...

― ¡AL ATAQUEEEE! ―Gritó otro, que tenía los ojos rasgados, alzando su puño en son de orden.

Antes de darse cuenta, Bang Chan estaba en el piso con cinco de los ocho niños haciéndole cosquillas y otras maldades.

― ¡JAJAJAJA! ¡HEY, BASTA MOCOSOS! ―exigía entre risas por las cosquillas.

― ¡MUERE, MONSTRUO! ―Exclamó uno de labios abultados, lanzándose encima de su cara y asfixiándolo con su barriga―. ¡WOONIE MATANDO CRIMINALES DESDE TIEMPOS INMEMORABLES!

Felix miraba todo perplejo, sin poder reaccionar e ir a ayudar a Bang Chan. Los otros dos niños que quedaban parecían aburridos, por lo que se dispusieron a hablar con Felix.

― ¿Está bien, hyung?

― ¿Ah? Sí, sí.

― Soy HongJoong, mi amigo es SeongHwa ―le extendió la mano.

Felix la aceptó con gusto, riendo entre dientes al ver que otro de los niños le quitaba un zapato a Bang con la boca, como si fuera un perro.

― SeongHwa, ¿puedes decirles a tus amigos que liberen a Bang Chan? Creo que está muriéndose.

SeongHwa asintió y llegó hasta los demás. Le susurró algo al niño que había dado la orden de atacar a Bang Chan, él puso una mirada desconfiada pero terminó exigiendo que se detuvieran. Con muecas fastidiadas dejaron ir al chico, que respiró de golpe cuando 'WooYoung' se apartó de su cara.

― Tienes suerte, pedófilo, para la próxima no te salvas. ―Le advirtió el que parecía el líder de ese grupito.

El rubio rió, Bang Chan fulminó a los críos con la mirada mientras se ponía de pie y se sacudía sus ropas.

― ¡Pedazos de mocosos lunáticos, no vuelvan a hacer algo así! ¡Y tú dame mi zapato! ―Ladró al niño que mantenía su calzado en la boca, gruñendo hacia Bang Chan mientras negaba con la cabeza repetidamente.

― San, dale el zapato al pedófilo ―dijo el mini-líder.

San dio otro gruñido antes de escupir el tenis.

― Yunho-hyung es aburrido.

Bang Chan miró con desagrado su zapato antes de colocárselo y mirar a los menores con reproche.

― ¿Se dan cuenta de que no pueden ir arrojándosele a la gente como acaban de hacer, verdad?

― Cállate, anciano ―dijo YunHo cruzándose de brazos.

Felix volvió a reír mientras veía una vena aparecerse en la frente de Bang Chan.

― Vale, vale ¿cómo se llaman estos pequeños héroes?

Los cinco restantes le sonrieron a Felix y le dijeron sus nombres. YunHo, San, YeoSang, Mingi, WooYoung y JongHo, era el que se hacía llamar así mismo 'WOONIE'.

― Lixie-hyung debería agradecernos por salvarlo de este pedófilo ―señaló Yunho al rato, sentado en las piernas de Felix.

― ¿Qué significa pedófilo, hyung? ―YeoSang ladeó la cabeza, confundido.

― No sé, pero mi mamá dice que son personas malas y viejas.

― Auch ―dijo Bang Chan con sarcasmo, totalmente disgustado por la actitud de estos niños.

― ¿Podrías dejar de verme como si me fueras a arrancar la lengua en cualquier momento? ―le pidió a San, que se mantenía muy cerca de él, con los ojos irradiando amenaza.

― Voy a hacer que te pudras en la cárcel.

― Uy, sí, mira cuánto miedo me das, mocos- ¡POR UN CARAJO, DAME MI ZAPATO!

― ¡Corre, San! ―rió JongHo mientras veía a su amigo comenzar a huir con Bang Chan persiguiéndolo por todo el parque.

Felix soltó otra carcajada, a lo que los menores se mostraron curiosos.

― Usted no luce como alguien que ha sido rescatado, hyung ―dijo SeongHwa, abrazando sus rodillas.

― ¡SAN, PEQUEÑA MIERDA, VEN AQUÍ!

― Bang Chan es mi mejor amigo, él y yo sólo estábamos jugando ―les regaló una sonrisa―. Aún así, gracias por salvarme.

― Oh, su mejor amigo ―dijo JongHo, sorprendido―. ¿Y lo quiere mucho?

Felix miró a Bang Chan. El mayor atrapó a San por la espalda y lo hizo soltar su zapato, aunque terminó siendo mordido por el niño en el antebrazo con tanta fuerza que lo soltó con un gritito. San aprovechó de robarle un calcetín, retomando su huida.

― Se podría decir que lo amo ―susurró para sí mismo más que nada.

Los siete infantes lo miraron curiosos, HongJoong fue el que preguntó algo esta vez.

― ¿Por qué Bang Chan hyung le estaba meciendo tan fuerte en el columpio?

― Porque es un idiota.

― ¡Hyung! ―JongHo le dio un golpe en la rodilla, alarmado―. Eso es una mala palabra.

Felix rió y le pidió disculpas mientras le acariciaba el cabello a Wooyoung. Estos niños le causaban mucha simpatía, aunque siempre había sentido una especie de don para convivir con los menores de edad. Quizás era algún deseo de una familia, tenía entendido que a los hombres gays les nacía ese sentimiento en algún momento. Jamás pensó que se aplicaría a él, pero al tener a YunHo en las piernas en un columpio se sentía bastante cómodo, cálido.

¿Debería buscarse un novio de una vez por todas? Quizás más adelante podría adoptar un bebé y...

― Te juro por todo lo bello que voy a matar a este niño ―la voz enojada de Bang Chan lo sacó de sus pensamientos a largo plazo.

El castaño estaba despeinado, sin nada en el pie derecho y con mordidas en el brazo y mejilla. Sostenía del cuello de la chamarra a San, evitando que tocase el suelo. El menor pataleaba desesperadamente tratando de que lo bajara.

― ¡Suéltame anciano asqueroso!

― Y dale con eso, ¡que no soy un anciano! ―Le regañó en la cara.

San le sacó la lengua mientras se halaba al orilla inferior del ojo hacia abajo.

Felix sonrió chistoso. Bang Chan también era bueno con los niños. Con los tranquilos y callados. De todos los que se encontraban aquí probablemente MinGi sería el que le caería mejor, o YeoSang. Y por lo visto su amigo no tenía ninguna intención de arriesgarse a que le saliera un hijo bulloso y grosero como San.

― Nosotros deberíamos irnos. ―Dijo Wooyoung mirando con recelo a Bang.

― Sí, mi mamá hará cupcakes ―todos sonrieron emocionados por lo que dijo HongJoong.

― ¡En ese caso, andando! ―Indicó YunHo bajándose de las piernas de Felix―. Fue un placer conocerlo, hyung.

― Lo mismo digo, YunHo-ah ―le despeinó el cabello. Luego miró a Bang Chan con acento, exigiéndole que bajara a San.

El mayor chasqueó la lengua y soltó al niño, haciendo que cayera de trasero a la arena. San soltó un grito molesto mientras se sobaba. Bang Chan ignoró la mirada de reproche que le dedicó Felix, sólo porque de inmediato San le dio un puntapié en la pantorrilla.

― ¡AH! ¡Pequeña mierda, ya verás! ―Trató de atraparlo de nuevo, pero JongHo le mordió la mano para impedirlo.

Tras otro quejido de Bang Chan, los menores salieron corriendo, exclamando cortas despedidas para Felix y no tan lindas dedicatorias para Bang Chan.

― ¿Te duele? ―se cruzó de brazos, divertido.

Bang Chan le dio una mirada irónica, sonriendo sin gracia.

― Para nada, me dio cosquillas.

― Qué bueno. Son bastante agradables esos pequeños ¿no te parece?

― Completamente. Sobre todo San, ¿a quién no le gustaría un mocoso con complejo de perro? Es el concepto de encantador.

Felix rió sin despegar los labios y se levantó, Bang Chan recién se terminaba de poner el zapato.

― Por cierto, quería pedirte algo. ―Bang Chan lo miró curioso―. Ya sabes, estábamos hablando de que no podías negarme nada, así que aprovecho.

― Vale, ¿qué es? ―preguntó posando una mano en su hombro.

Felix tardó un momento en responder, emitiendo un largo "mm" mientras pensaba. A la final, dio una sonrisa muy extraña, como si se estuviera resignando a algo.

― Mañana... quiero que tengas una cita con Sana.

Trastorno de identidad disociativo. Es un trastorno que se caracteriza por la existencia de dos o más identidades (estados mentales, estados de personalidad) muy diferentes entre sí.

¡gracias por leer!

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