安らかに(En Paz)

Michizō Tachihara suspiró. Estaba exhausto tras un arduo día de trabajo, pero hacía un par de horas que no veía a su compañera, Gin Akutagawa, por lo que se dirigió al mirador en el que la chica solía estar.

Efectivamente, allí estaba Gin, sentada sobre la barandilla del mirador. Tenía la mirada fija en la Luna llena y balanceaba los pies sobre la barandilla.

Oh, Gin—dijo el de cabellos color óxido mientras se acercaba a su compañera y se apoyaba en la barandilla

Ésta se sobresaltó al escuchar la voz de su compañero, pero se dio la vuelta para saludarlo con la mano. Tachihara le devolvió el saludo, pero Gin ya se había dado la vuelta.

El de cabellos color óxido suspiró y miró al suelo. Miró con el rabillo del ojo el perfil de su compañera y recordó cuando lo vio por primera vez.

Al principio, como casi todo el mundo, pensó que era un chico, y aún con ello, no pudo evitar que le gustase aquella enigmática persona.

Cuando Higuchi le contó que su compañero era en realidad compañera, Tachihara se sorprendió, pero se sorprendió aún más cuando se dio cuenta de que sus sentimientos no desaparecieron, al contrario, aumentaron.

Ya no simplemente le gustaba, se había enamorado de ella. Pero cada vez que intentaba acercarse a ella, Gin se alejaba de él o rehusaba a pasar un rato a su lado.

Notó unos golpecitos en su hombro, logrando que saliera de sus pensamientos.

¿Qué pasa con la luna, Gin?—preguntó el joven al ver cómo su compañera señalaba el satélite.

Vio cómo Gin se bajaba su mascarilla, y con un sonrojo en su rostro, dijo con voz casi inaudible:

La luna esta hermosa esta noche, ¿no crees, Michizō?

El susodicho abrió los ojos como platos y miró a su compañera, que había bajado la mirada, avergonzada.

Yo...—murmuró Tachihara, anonadado. Aquellas palabras eran una manera tímida de confesarle tu amor a alguien, y eso era lo que había hecho la azabache

Vio cómo Gin miraba a otro lado, y le pareció oír un sollozo ahogado. Se asustó al pensar que su compañera había malinterpretado sus palabras, y con el corazón henchido de esperanza, apoyó su mentón en el hombro de su compañera y susurró muy cerca de su oído:

Estoy en paz, Gin Akutagawa.

Ella se dio la vuelta muy lentamente, permitiendo ver a Tachihara sus ojos aguados y brillantes.

Tú...—murmuró la Akutagawa, mas no le dio tiempo a decir nada más antes de que los labios del de cabellos color óxido la callara.

Tachihara notó cómo Gin posaba sus manos en sus mejillas y continuaba el beso de una forma un tanto inexperta. El chico sonrió mientras se separaba para mirar a los ojos a Gin antes de seguir de nuevo con aquel beso bajo la hermosa y pacífica luna llena.

-MGGBBRAE

AmaraGuerraLlorente quería una continuación, así que aquí está la continuación. Espero os guste.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top