Narra Elena 

Me giré y allí estaba Katsuki plantado mirándome de pies a cabeza 

-Pasear, ¿no?-Dije yo como si fuera lo más claro del mundo

-Eso ya lo sé estúpida, me refiero a que hoy tenías entrenamiento en el gimnasio de xxxxx a las 5, y ya son las 5 y 10 - Menciono el 

¿Qué entrenamiento?- Me pregunto a mí misma

-Ah, si el entrenamiento-Dije- espera, ¡¡llego tarde!!-Y salí corriendo con mis cosas, llegue a casa y las deje, me cambie con esto:

y una sudadera larga que le llegaba hasta debajo de los muslos. 

Metí mis cosas en una mochila y salí corriendo dirección al gimnasio, llegue allí a las 5 y media, ya que estaba muy lejos y tuve que correr la maratón de mi vida.

-Llegas tarde, por eso tendrás el doble de entrenamiento, da 3 vueltas al pabellón-Dijo el entrenador

Cogí mis auriculares y puse mi playlist de canciones favoritas y empecé a correr. No sé de donde me vinieron las fuerzas ni la velocidad, pero acabe en menos de 5 minutos, milagro en mi insti no conseguía ni hacer la mitad y aun así tardaba 20 minutos.

Después de eso empezamos una pelea cuerpo a cuerpo, en la que mi entrenador y yo acabamos en el suelo, él por los golpes que le di y yo por algún que otro dolor, pero más por el cansancio

-Muy bien, as mejorado mucho-Dijo mientras se levantaba-Ahora salgamos al jardín para entrenar tu quirk. Hoy vas a aprender una técnica llamada "Control of blood" -Empezó a decir-

Yo ya sabia que era y ya sabia manejarlo, ya que como buena otaku que soy, y porque ya sabia esa técnica, al conocer mi quirk, me puse a entrenar con mi precioso papi hasta que me saliera.

Me empezó a explicar que tenía que hacer, después de eso me empezó a atacar con barios golpes que yo paré, él se alejó y yo aproveche para controlarle la sangre y hacer que se golpease a sí mismo.

Cuando ya me cansé de controlarlo, lo liberé. No me pregunten como es que soy tan buena en la lucha y en mi quirk, porque ni yo sé. El entrenador se levantó con dificultad y me sonrió.

-Me alegro de que hayas mejorado tanto, en tan poco tiempo -Me felicitó- Ya te puedes ir

Cogí mis cosas y salí de allí con prisa, ya que eran las 8 y media de la noche

Me puse a escuchar música con los auriculares mientras caminaba de regreso a casa.

Al pasar por alado de una playa decidí ir a mirar por ella.

Era relajante estar asolas escuchando el mar y mirando la noche estrellada.

Cuando de repente alguien se sienta a mi lado, lo miro y me encuentro con un Izuku sudado y sonriente mirando el cielo.

-Hola Elena

-Hola Izu

Perdón por estar tan inactiva, es que no tenía imaginación, y los exámenes me carcomían.

Saiounara