Otro día de universidad, estoy a punto de entrar cuando...

―¡¡Basta, madre, no soy tu maldito negocio!! ―Escucho a Máximo gritando furioso por su celular―. ¡¡No manejas mi vida, deja de insistir!! ―Le corta y camina hacia la puerta, pero el teléfono le suena y lo observa enojado. Harto, lo tira al suelo y lo rompe.

―¡Wow! Qué carácter ¿Algún problema? ―Me acerco hasta él.

Sonríe de manera cínica.

―No, ninguno.

―Pero...

―Vuelvo a escuchar algo sobre familia y me corto las venas. ―Rueda los ojos y se gira para irse.

―¡Carina! ¡¿Vas a decirme desde cuando estás embarazada o no?! ―Llega Milen gritando a los cuatro vientos y me desconcierto.

Giro la vista a Máximo que se vuelve a dar vuelta a mirarme.

―¿Qué? ―solo dice con una expresión que no logro distinguir.

¿Y ahora qué hago?