Al fin me dan el alta y llego a mi departamento. Aun así estoy cansada, así que llamo a mi madre.

―Hola, mamá, hoy iré a dormir a casa ―le informo.

―Hola, Cari, llegaré un poco tarde hoy, pero Corina estará. Dime ¿Dónde has estado? No he tenido noticias tuyas en un tiempo. Si tienes algún problema puedes contármelo.

―Estoy perfectamente, solo quiero dormir en mi cama. ―Bufo al mentir.

―Bueno, nos vemos en la noche, saludos a tu novio.

―No tengo novio. ―Ruedo los ojos.

―¿No? Creí que sí.

―No seas entrometida.

―No puedo, soy tu madre. ―Se ríe del otro lado de la línea.

―Eres un peligro. ―Me río también―. Bueno, voy para allá. ―Agarro la cartera.

―De acuerdo, pero un día me presentas a tu novio. ―Se ríe y corta.

¡¡Pero si no tengo novio!! ¡¿No entiende esta mujer?! Ni pienso tenerlo. Solo estoy buscando al padre de mi hijo, no a una pareja ¡Soy libre y voy a seguir siéndolo!