Capitulo 1

Narra ___

Hola mi nombre es ___ Díaz, tengo 15 años, mido1,65, mi cabello es largo de color morado, al igual que mis ojos y soy aspirante a sacerdotisa guerrera de mi templo

Mis padres murieron, o mas bien fueron asesinados, luego de sellar unos de los tantos espíritus de los que nos hacemos cargo a diário

Pero bueno, me desvíe del tema al que iba, debido a la muerte de ellos fui criada por el gran sacerdote del templo donde trabajaban, que es actualmente mi hogar

Como cualquier chica de mi edad voy a la escuela, solo por deseo de mis padres y el lider del templo

En la escuela soy la primera del salón, mis notas son excepcionales, además participo en bastantes clubes, como lo son: natación, tenis, cocina, baloncesto, fútbol, handball y también al de lectura

Gracias a eso soy bastante "popular" entre los chicos, o algo así es lo que me dijo mi mejor amiga Lilith, aunque prefiere que le digan Lily

Es una otaku, o eso suele decir con orgullo, es una chica alegre y energética, no sabría decir su es bueno o malo pues pasa horas y horas hablandome de animes, de los cuales sinceramente no entiendo nada

Otro problema mas ya que cuando lo nota prácticamente me obliga a verlos para que de esa forma entienda de lo que normalmente habla o se refiere

Es en realidad algo molesto y bastante aburrido, al menos para mí, por lo que normalmente termino durmiendo y siendo regañada por mi mejor amiga posteriormente

Cuando no me está obligando a ver anime me está obligando a acompañarla a comprar ropa, accesorios, zapatos y muchas cosas tanto para ella como para mi

Es sumamente ridículo pues no necesito nada de eso para luchar contra espíritus, además, es más cómodo trabajar con los kimonos del templo

Siendo sincera prefiero estar en el templo practicando arquería, mi combate cuerpo a cuerpo o el manejo de armas en general

O lo mejor de todo, cuando mi abuelo, como le digo al sacerdote que me crió, tiene tiempo nos damos un tiempo para meditar juntos

Lo que uso normalmente cuando estoy en el templo es el común kimono de sacerdotisa, pero existe la excepción de cuando practico el combate cuerpo a cuerpo

-¡___!- llamó el abuelo- ¡Solicitan tus servicios aquí!- gritó lo suficientemente alto para oirlo

-¡De inmediato!- le contesté para terminar de cambiarme a mi uniforme

Tomé todas la medidas necesarias o por necesitar si se llegaba a tratar de algún espíritu peligroso, mejor prevenir que lamentar ¿No?

Ya lista salí de la habitación y me dirigí a la ''oficina'' del abuelo, en realidad no es una oficina real, es una habitación donde se guardan las armas mas poderosas del templo, de donde salieron la mayoría de mis armas

Sonreí disimuladamente, preguntándome quien vino a solicitar mis servicios, los clientes mas divertidos son aquellos que escucharon hablar de mis habilidades sobresalientes pero no de mi edad

A algunos le molesta que los subestimen, sobretodo cuando lo hacen solo por la edad, a mi por otro lado solo me hace gracia, tengo confianza en mis habilidades y se que los sorprenderé de la mejor forma posible con mis habilidades

Finalmente llegué a la oficina, toqué la puerta con mi patrón otorgado, medida para evitar perder tiempo y saber rápidamente de quién se trata

Ya cuando llegue toque la puerta y mi abuelo me respondió

-¿Ya estás equipada y lista ___?- preguntó el abuelo, aclaré mi garganta

-así es señor, tengo todo lo necesario y mas- respondí profesionalmente, el abuelo era un respetable maestro y todos debían saber que nadie podía pasarlo por alto, nisiquiera por su consentida, como me solían llamar algunos en el templo

-bien, espero estés preparada para cualquier circunstancia- habló seriamente

-lo sé señor no se debe preocupar por eso, usted me enseñó personalmente todo lo que sé- sonreí suavemente

-¿Cree que tal vez pueda conocerla, señor?- escuché la voz de un hombre

-no lo sé- respondió no muy convencido, a mí también me daba una mala sensación, h eso que nisiquiera lo había visto- ¿Tu que dices, ___?- preguntó algo inseguro

-no me molesta en lo absoluto- dije firme, sin mostrar debilidad, aunque mi mal presentimiento aumentó

-puedes pasar- accedió soltando un suspiro, algo dudosa abrí la puerta encontrándome cara a cara con un hombre

Su cabello de un color negro cual carbón y ojos rojos como la sangre me analizaban minuciosamente de arriba a abajo, colocandome algo nerviosa y alerta

Sus ojos me daban muy mala espina pues no reflejaban nada, absolutamente nada, al mirarlo podía jurar ver como de él salía una aura maligna, que revelaba malas intenciones, era como si quisiera apagar la luz pura de nuestro santuario con oscuridad y terror

La puerta fue abierta rápida y sorpresivamente, no se trataba de nadie más que Lily, quien venía huyendo de los "guardias" del templo

-¡Vaya! Si que eres muy rápido- le habló a aquel hombre, que no me inspiraba nada de confianza, como si lo conociera de toda la vida

La tomé de un brazo y tiré de este, dejándola tras de mí como protección, miré a mi maestro y tras un asentimiento de su parte saqué una de mis espadas

-se lo pediré amablemente, váyase inmediatamente si no quiere salir herido- dije con voz duramente y una mirada amenazante

-¡___!- me gritó Lily en tono de regaño- no deberías amenazar al...- antes de que pudiese terminar su frase el hombre se puso a reír como maniático cosa que me colocó aún mas alerta de lo que ya estaba

La puerta nuevamente se abrió, dejándonos sorprendidos a mí, al abuelo y a Lily

-¡Takashi!- grité acercándome corriendo a ayudarlo, preocupada por el estado de mi mejor amigo, otro aprendiz del templo, mi mejor amiga me siguió

-___- dijo debil- es un espíritu grado 7- lo miré impresionada- ellos... vinieron por ti

-¿E-es muy malo?- pregunto preocupada mi amiga mirando su estado, intenté cerrar la profunda herida que tenía en el pecho mientras el abuelo empezó a pelear con el espíritu, que anteriormente había sido el hombre que tan mala espina me daba

-¡Señor!- grité preocupada cuando el espíritu golpeó al abuelo, hice el amago de acercarme

-¡Vete de acá, llevatelos!- ordenó deteniendome, se levantó con dificultad

No sabía que hacer, queria ayudar, no quería volver a perder a alguien importante para mi, pero si nos quedabamos mas tiempo no tendríamos la misma probabilidad de salir ilesos

Apreté los puños molesta recordando...

Flash back
Narra la escritora

Ahí se encontraba una pequeña ___ de 6 años con el sacerdote del templo en el que estaba siendo criada

Ahí estaba, con los ojos rojos de tanto llorar la muerte de sus padres, dirigiéndose a la tumba de ellos

-¿Estás bien pequeña?- le preguntó el sacerdote del templo preocupado al ver como parecía querer volver al llanto

-¿P-por qué me dejaron?- sollozó, dolida- prometieron que no lo harían, que no me abandonarían- dejó las lágrimas fluir- y-yo ¿Tal vez hice algo mal?- unos brazos repentinamente la abrazaron, se aferró a ellos- *calido*

-tus papás se sacrificaron para salvar la vida de personas inocentes, ellos son unos héroes- le dijo mientras la cargaba hasta una floreria donde compró unos lirios

-pero... los voy a extrañar mucho- le dijo con tristeza

-¿Te digo algo, pequeña? Suelen ser las buenas personas que dan su vida por alguien que tal vez no lo son tanto, cambiandolos para bien- acarició su cabeza- ¿Alguna vez te preguntaste por qué solo dejan flores blancas en su tumba?

-umm, tal vez porque a mamá le gustaban- murmuró recordando a su padre mencionandole que las flores blancas eran las favoritas de su madre

-eso también- rió enternecido- pero además, es porque el blanco significa pureza, y tus padre, pequeña mía, tenían el corazón mas puro que podrías conocer- sonrió con nostalgia, dejando una de las flores del ramo en el cabello de la chica

-¿Por que dar la vida por un desconocido? Tal vez nisiquiera vale la pena hacerlo- hizo un puchero desviando su mirada, en desacuerdo- ¿Eh?- murmuró cuando vio a una peli-negra que parecía tener su misma edad, dejando una rosa blanca en la tumba de sus padres- ¿Quien es ella?- preguntó haciendo una mueca de disgusto

-¿Por que no vas y lo averiguas?- incitó el mayor, ya había pasado casi un año completo desde la muerte de sus padres y la niña se había vuelto mas fría, ya con suerte y hablaba con las personas del santuario

La menor dudó por un momento, pero se decidió al ver a unos adultos acercarse a ella

-¿Quién eres?- preguntó molesta- ¿Que haces en la tumba de mis papás?- añadió cuando la contraria se giró hacia ella, confundida

-¿Son tus padres?- preguntó con asombro, asintió algo confundida- ¡Ellos salvaron a mis padres!- se levantó de un salto, señalando a los adultos que había visto antes- ¡Me llamo Lilith, puedes llamarme Lily!- exclamó abrazandola con felicidad

-¡Oye!- se quejó, incomoda

-¡Seremos las mejores amigas! ¡¿Siiii?!- apretó su agarre, dejándola sin aire

-¡Está bien, está bien, lo que digas, pero...!- se liberó de su agarre- déjame respirar- dijo agitada, mientras los mayores reían, era una situación bastante cómica

Fin del flash back

-*Ya se lo que debo hacer*- pensó decidida

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