Cuando llegaron al pueblo caminaron un largo tramo hasta llegar a una caballa alejada del pueblo pero construida en un prado de flores.

Nada más entrar Jinx se sintió como una niña, entro en todas las habitaciones a cotillear mientras Viktor desasía las maletas.

Cuando termino de explorar la casa, salió al jardín y observo todas las flores que habitan dentro del jardín y fuera de él. Todo para ella estaba lleno de magia.

Hacia mucho tiempo que no se sentía así, y entendió porque Viktor decidió este viaje.

Necesitaba un cambio en su vida, y este cambio le encantaba. Una lastima que solo dure unos días.

- Jinx -. Oyó gritar a Viktor -. Tu habitación esta lista, esta arriba a la izquierda.

Cuando llego a la habitación la sintió tan acogedora, le recordó por un momento a su infancia con Vi, a esa época donde no existía los problemas, ni la política.

- ¿Cómo encontraste este sitio? -. Pregunto desde arriba.

- Me lo recomendo un amigo.

Ekko estaba recién cogiendo el tren que lo llevaría a su destino, no dabe exactamente que hará cuando llegue, ni como reaccionara improvisara la mayor parte.

Despues de comer con Viktor, dieron cultas por el pueblo, haciendo turismo. 

Por primera vez Viktor vio sonreír a Jinx, estaba feliz saltando y mirando cada escaparate de cada tienda, en este pueblo no llega mucha información de la ciudad, así que no saben como es el rostro de Jinx.

Jinx estaba tan feliz, se sentía como una niña.

Se detuvo en un puesto mirando una tienda de helado, miro a Viktor y él la entendió perfectamente.

Al entrar la señora los vio con una cara amable.

Jinx se cogió el helado mas grande super contenta de su trofeo, mientras que Viktor se conformo con uno pequeño, a la hora de pagar se quedo impactado por la pregunta de la señora del local.

- Ella no es mi pareja -. Dijo Viktor mirando a Jinx, y sin dudar puso nombre a su relación -. Es mi hermana pequeña.

- Así que soy hermanos, la verdad no os parecéis en nada, pero se nota que os tratáis como mucho respeto y afecto.

Jinx dejo de escuchar la conversación que tenia Viktor con la señora de la heladería, las palabras de Viktor la impactaron.

"¿Por que todo el mundo quería ser mi hermana?"

Se preguntaba, ella no veía nada especial en ella como para que le den un papel tan importante o considerarla familia.

Silco es un ejemplo claro para ella, era su familia y ella lo mató.

Miro a Viktor sonreír y se pregunto si en algún momento lo mataría igual, en alguna pelea psicótica que tenga.

- Claro que lo harás -. De nuevo aquella Jinx estaba acosando, su mirada se fijaba completamente en ella, como si aquella nueva versión no fuera original -. No olvides lo que somos, somos Jinx. Somos la mala suerte en persona.

Era como si de repente todo terminará en cámara lenta, aquella Jinx de pelo largo se acercaba a Viktor de manera juguetona.

- De verdad crees, que Viktor se quedará -. Lo miraba con enojo -. Es de Piltover, es uno de los enemigos. Él mismo a admitido que solo te protege porque quiere sacar un beneficio de ti, solo te quiere por el shimmer.

Jinx se quedo en trance.

- ¡Jinx! -. Alzo la voz Viktor.

Salió de su trance y miro a Viktor, aquella sonrisa que mostraba desapareció. Viktor lo notó, la agarro de la mano y la llevo de nuevo a casa que habían alquilado.

No obligo a Jinx a hablar, sabe que en esta situación lo mejor es no presionarla.

Ekko estaba con mucha ansiedad, quedaba menos de dos horas de viaje y una parte de él deseaba que pasara algo en el tren y no llegaran, no sabía que cara poner al verla.

"¿Y si la descripción que me dieron de ella me supera?"

Solo pensaba en aquella imagen ahora mismo, un vestido blanco, peinada con una diadema. Le dolerá verla.