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(Meta de votos y comentarios para el próximo capítulo... 150 estrellitas y 90 comentarios.
Apenas se cumpla la meta, se subirá el siguiente capítulo... Los simples puntos no cuentan como comentarios, quiero aclarar.)
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Despierto a la mañana siguiente con un fuerte dolor de cabeza y me remuevo en la cama, aunque me quedo paralizada al sentir un brazo sobre mi cintura.
Me doy la vuelta lentamente y al ver a la pelinegra acostada a mi lado, todos los recuerdos de ayer llegan a mí mente.
"— Lexie — Gime la española mientras arquea su espalda al sentir mis dedos en su interior.
— Correré para mí, Mar — Digo con la voz llena de excitación"
La puta madre.
Lo primero que me dicen que no haga, y lo primero que hago.
Pero bueno, no fue una de las jugadoras de Pio al menos.
Me levanto con cuidado de la cama y busco mi ropa por el suelo, poniéndomela con rapidez.
Salgo lo más rápido que puedo de la habitación cuando veo que se empieza a mover y huyó cobardemente de la escena.
Por más que esa chica me haya dejado cautivada, no podía intentar nada, mi vida era totalmente distinta a la de ella.
Pido un Uber, el cuál me lleva a mi hotel y allí me doy una larga ducha, dejando la noche anterior solo en mis pensamientos.
Escucho mi teléfono sonar y atiendo al ver que es Mayichi.
— Buenos días Yichi — Murmuró con un poco de dolor de cabeza.
— Buenos días, Lex — Me saluda con entusiasmo y suelto un gemido de dolor, mucha energía para ser tan temprano — Cris me dijo que ayer te fuiste y llamaba para recordarte que hoy es la reunión con las presis, en una hora.
Abro los ojos con sorpresa y empiezo a buscar ropa en mi maleta.
— Estaré allí puntual, no te preocupes — Le afirmo y me despido de ella.
Me arreglo con rapidez y bajo al restaurante del hotel, dónde me como un plato de cereal con fruta en lo que llegaba el Uber.
Llegué a la reunión 10 minutos antes y solté un suspiro de alivio.
— Hola — Saludo a varios de los presis que estaban reunidos.
— Buenos días — Saluda Violeta con alegría.
Suelto un gemido lamentero masajeando mi sien.
— ¿No que ibas a estar joya? — Se burla Espe.
— Vete a la verga — La insulto y me siento a un lado de Mayichi, la cuál me recibe con un abrazo.
— Lo siento, linda, ¿Tomaste algo para el dolor de cabeza? — Dice Violeta.
— Solo me dió tiempo de desayunar — Contesto.
— Iré por algo, no te preocupes — Me dice y besa mi mejilla.
Luego de tomarme la pastilla que Violeta me dió, me sentí mucho mejor y la reunión empezó. Mi hermana también estuvo presente mediante videollamada, al igual que otros presis de la king que no estaban.
Discutimos varios puntos y recordamos las reglas en los partidos, como es la dinámica y por último, confirmamos el día que sería el primer partido.
— Al fin — Celebro cuando salimos de la sala de reunión — Necesito dormir.
— ¿Quieres hacer Stream conmigo hoy? — Me pregunta Mayichi — Podemos ir a mi casa, duermes allí, te preparo algo de comer y por la noche prendemos directo.
— Si a todo, Yichi — La abrazo — Eres un sol, nunca te apagues.
La española se ríe y nos acercamos a su auto, amo Barcelona.
Cuando me vaya no solo extrañaré a mis amigos, también tener esa calida piel contra la mía y esos suaves labios sobre los míos.
Debo olvidarme de esa chica.
— ¿Que tal te fue en la cacería ayer? — Pregunta Mayichi luego de un rato.
— Deja de hacerle caso a todo lo que dice la anciana — Digo con las mejillas sonrojadas.
Mayichi suelta una carcajada y yo solo me undo en el asiento del copiloto, concentandome en mi teléfono.
Veo algunos mensajes, entre esos unos recientes de Ona.
Ona A. ⚽:
¿Estuvo buena la noche, presi? 🤭
La puta madre.
LexLex:
Si está foto cae en las manos equivocadas, te dejo sentada en la banca toda la temporada.
Ona A. ⚽:
Si, señora 🤐
Suelto un suspiro y apago mi teléfono, no planeo borrar esta foto nunca.
— Vaya que te pego fuerte la chica de anoche — Dice Mayichi.
— Es preciosa — Digo con los ojos cerrados — Pero no le pedí su número, yo no vivo aquí y no creo que sea para mí.
— Quien sabe cómo termine todo, puede que se vuelvan a encontrar y el destino las quiera juntas.
— Creo que miras muchas películas de amor, Yichi — Digo riendo.
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— Hoy será el primer entrenamiento, pero antes nos reuniremos para conocernos mejor — Me dice Flor mientras vamos en el auto — Y conoceremos a Serracanta, la chica que no pudo estar en el draft.
— Cool — Digo mientras bebo mi café.
— ¿Vas a participar en el entrenamiento?
— Ni de pedo, soy un asco — Hago una mueca — La que sabe de futbol es Samy, no yo.
— Pero al menos patear un balón debes saber.
— Maso, las pocas veces que jugué, preferí hacerlo como portera — Digo.
— Buen dato, quiero verte de portera.
— Voy a pasar pena con jugadoras de alto nivel por tu culpa — Bufo y está solo se ríe.
Al llegar al estadio, a la primera que veo es a Carla Autero junto a Paula Moreno.
Estás dos me re pueden.
— Buenos días, guapas — Las saludo con dos besos en la mejilla a cada una.
— Buenos días presi — Dice Autero con una sonrisa.
— Holaaa — Dice Paula — ¿Que tal? ¿Lista para el primer entrenamiento?
— Eso debería preguntarlo yo, la que van a sufrir van a hacer ustedes, no yo — Digo y me río al ver sus caras.
— Que mala eres — Dramatiza Carla.
— Pero bueno, ustedes querían ser futbolista — Le doy unos golpecitos en la espalda de aliento y me río — Vamos dentro, Flor me dijo que Serracanta vendría hoy y la quiero conocer.
Entramos al campo caminando juntas, conmigo en el medio y cada una de ellas a mi lado.
— Buenos días muchachas — Las saludo con una sonrisa, la cuál ellas corresponden.
— Presi — Dicen varias de ellas.
— ¿Y Flor?
— Está con Serracanta.
— Muchachas, les quiero presentar a su otra compañera de equipo, Mar Serracanta — Dirijo mi mirada a donde esta Flor con una chica a su lado.
Siento mi sangre helarse.
No, no, no, esto no puede ser posible.
Las chicas la saluda, saludo que ella corresponde con timidez.
— Mar, ella es Lexie Rivera, nuestra presi de reveló, es hermana de Rivers — Dice de nuevo Flor y maldigo internamente.
Cuando Mar me busca con la mirada y me encuentra, me mira sorprendida.
— Un gusto al fin conocerte, Serracanta — Le extiendo la mano con mi mejor sonrisa.
— Igualmente — Murmura tomando mi mano.
Que hiciste, Alexandra.
Soltamos nuestras manos y me voy a sentar al lado de Ona.
— ¿Todo bien? — Me pregunta confundida.
— Si, ¿Por qué no lo estaría?
— Te ves un poco pálida.
— Deben ser cosas tuyas, Ona — Le resto importancia — Presta atención a lo que dice Flor.
Me mira con desconfianza hasta que al fin pasa su mirada a flor, prestando atención a lo que dice.
Un rato después, las chicas empiezan su entrenamiento y me es imposible no mirar a Mar.
Voy a babear el piso si sigo así.
Saco mi teléfono y grabó una historia de las chicas entrenando, y luego una mía.
— Lexie — Me llama Flor y levantó la mirada — Ven, vamos a ver qué tal eres de portera.
Suelto una risita y niego — Ni de pedo, vuelva pronto.
— Nada de nada, Alexandra, vamos.
Suelto una queja mientras me levanto del suelo y me acerco a la entrenadora del equipo, la cual me pone unos guantes.
— Solo no debes dejar que el balón entre a la portería — Me dice y la miró con cara de obviedad.
— ¿Apoco? — Me es inevitable no decir.
— ¿Lexie de portera? Esto debe ser una milagro — Dice Samper llegando junto a Lopo.
— La próxima portera de Pío femenil — Dice el futbolista con burla.
— A que te tapo todos los goles, culero — Le saco la lengua y este se ríe.
— ¿Juegas Fútbol? — Pregunta Ona sentada en el suelo cuando nos acercamos a todas ellas.
— Te ves lamentable — Le digo y está me mira mal — No, pero Flor me quiere humillar públicamente.
— Dijiste que cuando jugabas, hacías de portera.
— Si, con niños de 11 años — Ruedo los ojos.
— Algo se te tuvo que quedar — Me da una palmadita en la espalda y me apunta la portería — Haz calentamiento mientras las chicas se preparan.
Ruedo los ojos y empiezo a calentar, principalmente en brazos y piernas.
Vamos, al menos tengo que tapar un gol.
— Quiero ver qué tan buenas son en los penaltis — Me dice Flor a las chicas — Empecemos por Aitana.
Me hago la cruz y me preparo para taparla. Aitana hace su magia y patea el balón, me tiro al lado derecho y apenas logro pararla.
— Uno de once — Les devuelvo la pelota — Ni de pedo intento taparsela a Berta, besos.
— Ponte sería, Rivera — Me grita Lopo.
— Ona — Llama Flor y está se levanta, posicionándose frente al balón.
Este si no logré taparlo, ni intenté taparlo mejor dicho.
— La idea es que te tires a taparlo — Bromea Ona.
— Eso es favoritismo — Dice Autero.
— Que parte de yo no ser jugar fútbol, no entienden — Me quejo — Ni el fifa se jugar.
— Vas Autero — Dice Flor negando con diversión.
— La puta — Murmuró y me preparo.
Me tiro hacia el lado izquierdo y la pelota toca mi mano con mucha fuerza, y queda justo en la raya blanca de la portería.
— Casi me arrancas la mano, la puta madre — Muevo mi muñeca con una mueca.
— Perdón, perdón — Dice arrepentida.
— Deja el dramatismo, va Nuria.
Luego de intentar taparle los penaltis a las chicas, solo logré taparselo a Aitana, Nuria, Carme y Sonia.
— Y por último, Serracanta — Dice Flor.
Uy no, como que me enferme.
La mirada de Mar me pone nerviosa y claramente no logro taparla.
— Eres zurda — Digo quitándome los guantes — Muy buena, por cierto — Lo digo con doble sentido y está se sonroja.
— Gracias.
Que seca.
Bueno, me acosté con ella y luego huí como cobarde.
— Esto es todo por hoy, muchachas, las espero mañana a primera hora — Dice Flor — Lo hicieron muy bien, se que serán un buen equipo.
— Será el mejor de todos, tu las estás entrenando y ya de por si, ellas son muy buenas — Digo parándome a un lado Flor — Todas son unas excelentes jugadoras y confío en que van a llevar a Pío a lo alto.
— Gracias — Dicen varias y otras solo sonríen.
Todas se van a los vestidores a cambiarse y yo me quedo hablando con Lopo, Samper y Flor.
— ¿Cuando te vas?
— Me quedaré hasta el primer partido — Contesto.
¿Acabo de tomar esta decisión? Si.
— ¿Enserio? Pense que te irías antes y luego regresarías — Dice Samper.
— Pues si, pero que pereza, no tengo nada que hacer en México y aquí puedo ver al equipo entrenar, convivir más con las jugadoras, ver a mis amigos españoles, puedo hacer mis streams desde acá — Explicó — Lo mejor es quedarme acá.
— Bueno, me parece increíble eso — Dice Flor con una sonrisa — Es bueno que convivas con las jugadoras.
— Iré a los vestidores, me sude un poco y quiero cambiarme, luego me iré en Uber.
— ¿Segura? Yo te puedo llevar — Se ofrece Lopo.
— Segura, no te preocupes — Le resto importancia — Bye.
Me dirijo a los vestidores y veo a pocas de las chicas.
— Verga, volaron eh — Bromeó con Paula.
— Estamos muy cansadas — Dice riendo — ¿Tú no estás cansada, presi?
— Puff, solo me duele la mano que Autero casi me parte — Bromeo.
— Neymar te dicen — Dice Carla detrás de mi, haciéndome sobresaltar — ¿Te asusté?
— Nah, como crees — Ruedo los ojos — Paulita, ¿Cuando sales de fiesta con estas humildes personas?
— Cuando me inviten y no choque con los entrenamientos — Dice agarrando su bolso.
— No pues, ¿No quieres nada más? — Me quejo.
— Nos vemos luego, Presi — Se despide Carla Bartolomé junto a Tomas.
— Bye, guapas.
Luego de que todas se fueran, busque algo para cambiarme y al dar una vuelta a las duchas, unas manos tomaron mi cintura y mi espalda chocó con la pared.
Iba a pegar un grito, pero me detuve al ver esos ojos color marrón claro que me hipnorizaron por completo.
— ¿Como es que tú eres la hermana de la presidenta de Pío? — Pregunta con el ceño fruncido.
— Estás enojada, ¿Cierto?
— Por supuesto, me dejaste como una cualquiera, ni una nota, ni nad... — Interrumpo su enojo, posando mis labios sobre los suyos cortamente — No hagas eso.
— No veo que te quejes — Digo volviéndola a besar.
— Eres una idiot.. — La vuelvo a interrumpir besándola — Lex... — La vuelvo a besar — Esto es trampa.
— Shhh — Digo y tomó sus mejillas, juntando nuestros labios en un beso mucho más profundo, el cual corresponde tomando mi cintura con fuerza — Te prometo que todo tiene una explicación.
— No necesito una explicación, entiendo que solo fue algo de una noche, pero me sentí mal — Dice haciendo un puchero — Nisiquiera debí reclamarte, lo sie...
Vuelvo a tomar sus mejillas para besarla y callarla.
Como amaba hacer esto.
— Deja de hacer eso — Se queja sonrojada.
— Tu reclamame lo que quieras — Le guiño un ojo y está rueda los ojos — No pensé que nos fuéramos a volver a ver y tenía planeado regresar a México pronto.
— ¿Tenías? ¿En pasado? — Pregunta con curiosidad.
— Aja, cambie de opinión cuando el destino me volvió a cruzar con la chica que me chocó en la discoteca y no he podido sacar de mi cabeza — Digo acariciando su mejilla — Ya dime qué me hiciste un amarre, nunca me habia sentido así.
— No te hice nada — Rueda los ojos con diversión — Soy increíble, solo es eso.
— Mira ese ego — Bromeó — Por más que ame estar así, debo cambiarme para llamar un Uber.
— ¿No tienes con quién irte? — Pregunta.
— Lopo se ofreció, pero no quería molestarlo — Me encojo de hombros y busco entre mi bolso algo que ponerme — Debería alquilar un auto o algo así.
— Yo te llevo — Dice.
— No quiero molestar, Mar, gracias — Declinó.
— No te estaba preguntando, te lo estaba avisando — Dice agarrando su bolso — Te espero afuera.
— Eres una mandona — Le digo y sale del vestidor.
Mientras me cambio, tengo una estúpida sonrisa en el rostro.
¿Que me hiciste, Serracanta?
Seguro fue brujería.
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