—Gracias por llamar al 0800 - 666 - HELL, mi nombre es Lilith. ¿En qué lo puedo ayudar?

—Buenas noches, quisiera hacer un reclamo.

—Sí. Dígame el código del contrato, por favor.

—20090229LIT

—Alan González. Hizo el pacto en 2009 con Baalit. Entregó su alma a cambio del amor de una mujer. ¿Es correcto?

—Sí.

—Bien, dígame cuál es el reclamo.

—Eh, bueno, creí que Lola era la mujer de mis sueños, pero la verdad es que no soy feliz con ella. Me critica cada vez que compro algo para mí, me exige que me ocupe del bebé, se enoja cuando reúno con mis colegas... Quiero rescindir el contrato.

—¿¡Qué!? Oiga, señor, eso no es posible. Usted...

—¿Cómo que no? Escuchame... ¿Cómo dijiste que te llamabas?

—Lilith.

—Lilith. Cuando encontré el anuncio de ustedes en Internet, decía "Satisfacción garantizada, o le devolvemos su alma". No estoy satisfecho, por lo tanto, demando la devolución de mi alma.

—Pero, señor...

—Doctor. Soy abogado.

—Doctor González, según el artículo 21 inciso f, el contrato no puede ser rescindido por ninguna de las dos partes; usted lo leyó y lo firmó con su sangre. Lo tenemos registrado y archivado.

—Sí, pero la garantía dice que si la parte contratante no está satisfecha, se pueden renegociar los términos o rescindir si no hay acuerdo.

—No es posible, señor, la empresa no...

—Pasame con tu supervisor.

—...

—Buenas noches, doctor González, mi nombre es Bel. Me han informado que usted solicita el cumplimiento de la garantía, ¿no es así?

—Exacto; estoy profundamente insatisfecho con los resultados del pacto. Quiero rescindir el contrato o renegociar los términos.

—Bien, bien, déjeme leer su archivo... Ajá... Ajá... Ya veo. Los términos se pueden volver a negociar, pero solamente si usted está sinceramente disconforme con la situación. Espero me comprenda, es para evitar que la gente se aproveche.

—Entiendo perfectamente. Puede sondear mi alma si lo desea; verá que estoy diciendo la verdad.

—Espere un momento, por favor...

—...

—...

—...

—(... me cago en la humanidad, tiene razón.)

—¿Disculpe?

—Ejem, tiene usted razón, doctor. Ya mismo lo comunico con el Departamento de Contratos y Adquisiciones para que resuelva su problema. Pero recuerde que el procedimiento es aplicable una sola vez en la vida.

—Muchas gracias.

—Gracias a usted por elegirnos, espero que no haya más problemas. No se olvide, por favor, de responder a nuestra encuesta de control de calidad de la atención.

—Clic.

—Señorita Lilith, comuníquese con la oficina de Recursos Satánicos. Que averigüen quién fue el estúpido que creyó que las garantías eran una buena idea.