Madre e Hija (Capitulo Final)
Ya habían pasado varias semanas desde que se había manifestado la particularidad de Lilith, hecho que mantenía a la azabache bastante tensa cada vez que veía a su hija en brazos de su esposo. En este momento Momo estaba en un pequeño parque para niños sentada en una banca, mirando desde lejos a su hija quien se encontraba jugando en la resbaladilla
Lilith: ¡Mamá, mamá! - Repetía la pequeña para llamar la atención de su madre - Mira... - Dijo antes de deslizarse por la resbaladilla y repetir el proceso -
Momo sólo se dedicaba a sonreír y saludar a su hija, aunque, no era más que una sonrisa fingida ya que al cabo de unos minutos en el segundo exacto en el que Lilith le quito los ojos de encima a su madre, esta desapareció. La azabache había olvidado a su hija en aquel parque de forma intencional, no quería volver a verla nunca mas, de alguna forma llego a la conclusión de que su pequeña era un error y que su próximo hijo seria un niño bueno. Momo no tardo mucho en regresar a su casa de forma inconsciente y cuando ya estuvo a solas fue a la sala y creo un espejo con soporte para apoyarlo en la mesa y así ver solo su rostro
Momo: Izuku... Nuestra hija desapareció... - Le decía la azabache al espejo mientras derramaba unas cuentas lágrimas pero, de forma inconsciente sonreía - Oh, demonios... - Se quejo mientras se frotaba las mejillas - No puedo evitar sonreír, tengo que practicar lo suficiente para que mi actuación se vea creíble - Se decía para si misma mientras generaba recuerdos falsos en su mente con la intención de que le ayudaran a llorar - Izuku... Lilith, ella... Desapareció - Decía la azabache con voz quebradiza mientras lloraba - Eso sonó bien, lo intentare de nuevo - Dijo para después aclarase la voz - Izuku... Cariño, por favor sientate... Esto de difícil de decir pero... Nuestra niña, nuestra pequeña desapareció - Decía entre lágrimas mientras abrazaba una almohada del sofá fingiendo abrazar a su esposo - Eso salió genial, soy una gran actriz - Decía la azabache, felicitándose así misma - Hehehe... No puedo esperar a que llegue Izuku
De repente alguien toco a la puerta de la residencia Midoriya, entonces la azabache en un rápido movimiento se limpio en maquillaje que se había corrido con su llanto falso y fue a atender el llamado
Momo: ¿Sí, en que puedo ayudarlo? - Pregunto la azabache mientras miraba hacia adelante pero, ahí no había nada - ¿Eh, quien toco la puerta?
Lilith: Aquí abajo, mamá - Decía la pequeña mientras jalaba el vestido de su madre - Creo que me olvidaste en el parque
Momo: L-Lo siento, yo... - La azabache sintió como un escalofrío recorrió su espalda - Mamá tenia algo importante que hacer y no podía esperar - Le decía a su hija en un tono infantil acompañado de una sonrisa forzada -
Lilith: No esta bien decir mentiras... - Dijo la pequeña mientras sus ojos negros se volvían vacíos y profundos - Anciana
Momo: ¿Eh? - La azabache se sorprendió por la forma en la que su hija se refirió a ella - No debes llamar a mamá de esa forma, es irrespetuoso
Lilith: ¿Porque es irrespetuoso... anciana? - Pregunto la pequeña mientras ingresaba a su casa e iba al sofá de la sala -
Momo: Basta, le diré a tu padre que te estas portando mal. Él te dará un castigo - Decía mientras seguía a su hija -
Lilith: Es papá quien te llama de esa forma cuando estamos solos. "Esa anciana es muy molesta", "Esa anciana ya no me sirve", "Esa anciana es reemplazable". Papá lo repite una y otra vez cuando estamos solos - Decía la pequeña mientras se subía con dificultad al sofá -
Momo: ... Izuku - La azabache movió su cabeza de forma brusca y se golpeó suavemente la cara - ¡Estas mintiendo, tu padre jamas me llamaría así!
Lilith: Primero le mientes a tu hija y ahora te mientes a ti misma. Eres una anciana muy molesta - Declaró la pequeña mientras sonreía de forma arrogante -
Momo: Lilith... - La azabache puso sus manos alrededor del cuello de su hija tan rápido como pudo y comenzó a asfixiarla - Tú... También eres reemplazable, no nos costo mucho hacerte y podemos volver a hacerlo, y si mi siguiente hija también es un producto defectuoso entonces también me voy a deshacer de él o ella y lo seguiré haciendo hasta que tenga un buen hijo. ¡¿Me escuchaste Lilith?! - Preguntó mientras aplicaba mas presión al cuello de la pequeña hasta que esta dejo de respirar -
Momo soltó el cuello de su hija y la sujeto como su fuese una muñeca, la levanto y poso su oreja sobre el pecho de la pequeña para confirmar sus sospechas. Fue una total sorpresa escuchar el débil latido del corazón de la infante, dejo caer a la pequeña al sofá y retiro la alfombra de la sala para revelar una trampilla que daba al sótano de la casa, la abrió y cargo a su hija hasta esa habitación la cual era una combinación entre un quirófano y una sala de torturarás. Dejo el cuerpo inconsciente de la pequeña en una camilla y la ató a esta; acto seguido se desnudo para vestirse con las mismas ropas que uso el día que el peliverde conoció a sus padres y el día que torturo a Uraraka.
Cuando estuvo lista tomo unas tijeras para sastre y comenzó a cortar toda la ropa de su hija para desnudarla, al terminar las dejo a un lado; acto seguido tomo una jeringuilla, la clavo en una ampolla y la lleno con una pequeña combinación de diferentes relajantes musculares, entre ellos Hidromorfona, Oxicodona, Morfina, Tramadol, entre otros. Sujeto con fuerza el brazo de su hija para detener el flujo de sangre y así encontrar una vena. Primero inyecto la primera mitad del contenido de la jeringuilla en la intravenosa y la segunda mitad en la intramuscular.
Al hacerlo las alas y la cola de Lilith salieron de su cuerpo, la azabache sujeto la cola de su hija y la ato para que no se moviera y de inmediato, después de hacerlo, tomo nuevamente las tijeras para sastre y comenzó a cortar lentamente los músculos cutáneos de la membrana alare de la alas de su hija dejando solo los huesos, deslizó las tijeras por el pecho de su hija hasta su estómago llegando a la cola pero, ahí se detuvo ya que considero que unas tijeras serian inútiles contra la resistencia que tienen las colas de las súcubos así que las dejo de lado y tomo un bisturí clásico, retiro la hoja N° 10 y la remplazó con una del N° 12 para que le fuera mas fácil cortar la cola de la pequeña. Presiono la parte media de la cola y comenzó a cortar con relativa destreza hasta que la separó del cuerpo de su hija
Lucy: Yo y mis inexplicables conocimientos médicos para desmembrar cadáveres
Después de esto la pequeña Lilith despertó mareada, intento mover su cuerpo pero lo único que logro hacer fue mover un poco su cuerpo como si tuviese un espasmo muscular, después de unos segundos comenzó a sentir un dolor horrible, intento gritar pero lo único que consiguió fue un leve quejido
Momo: Oh, ya despertaste. Parece que lastime tu laringe así que dudo de que puedas hablar bien, pero no te preocupes, después de hoy ya no necesitarás hablar nunca mas - Decía la azabache mientras se acercaba a lentamente a la entrepierna de su hija - Sabias que las súcubos obtenemos más poder mientras más lujuria sea vertida sobre nosotras - Dijo antes de lamer la pequeña vagina de su hija -
Lilith: Ma... má... - Dijo con algo de dificultad - Por... Favor... Para
Momo: Shh... - Decía mientras posaba su dedo índice sobre la boca de su hija - Vamos a divertirnos antes de acabar con esto - Dijo para después dejar salir su cola e introducirla en la intimidad de la pequeña mientras ella se dedicaba a cambiar la hoja del bisturí nuevamente por un N° 21 -
Mientras Momo se dedicaba a esterilizar su pequeño juguete, movía su cola de adentro hacia afuera en el interior de la vagina de su hija, al terminar se acercó lentamente al pecho de la pequeña con la intención de cortarla
Momo: No... Esto no es suficiente, todavía eres muy bonita - Dijo para después tomar las tijeras - Probemos con otro estilo - Dijo antes de comenzar a cortarle el pelo de forma descuidada, tanto que incluso le corto una parte de la oreja, lo que mancho la parte superior de la camilla con un pequeño charco de sangre -
Lilith: Mamá... Para... Te lo ruego... por favor - Suplicó la pequeña mientras se esforzaba por hablar -
Momo: Que alegría, ya puedes hablar un poco mejor. Lástima que ya tenemos que acabar con esto... - La azabache dejo las tijeras de lado y tomo es bisturí, lo presiono suavemente sobre la piel del pecho de su hija y comenzó a cortarla, la pequeña intento gritar pero su garganta estaba tan destrozada que solo salían unos cuantos quejidos - ¿Te gusta esto mi niña?, ¿Te gusta esto? ¡¿Te gusta, te gusta, te gusta, te gusta, TE GUSTA, TE GUSTA, TE GUSTA?! - Preguntaba una y otra vez mientras realizaba ligeros cortes sobre la piel de su hija -
De repente a lo lejos se escucharon los pasos de alguien acercándose a la azabache, Momo se volteo y ahí frente a ella estaba su esposo quien acababa de regresar de su trabajo como héroe
Izuku: Cuando llegue y nadie apareció para recibirme, me pregunte "¿Donde están mi esposa y mi hija?" pero, jamas creí que vería algo como esto... Alejate de Lilith, ahora - Ordeno el peliverde en un tono serio y autoritario -
La azabache se hizo a un lado y el pecoso fue a desatar a su hija con mucha delicadeza, al hacerlo la pequeña se arrojo a los brazos de su padre e intento hablar pero, su garganta estaba tan destrozada que le era imposible hacerlo
Izuku: Ya, tranquila mi niña. Todo va a estar bien ahora - Dijo el peliverde mientras abrazaba a su hija para después sacar su libro y abrirlo. Poso su mano en la espalda de la pequeña y entonces todo el daño que la pequeña había recibido desapareció sin dejarle una sola cicatriz - Listo, y ahora... - El pecoso cambio la pagina de su libro - Rewrite Ligth... Debes olvidarlo todo - Le decía a su hija mientras una aureola de luz cubría su cabeza, al hacerlo la pequeña se desmayo -
Momo: Izuku... ¿Qué es lo que hiciste? - Preguntó la azabache confundida y asustada -
Izuku: Regrese el tiempo solo en su cuerpo para eliminar todo el daño que le hiciste y después borre sus recuerdos para reemplazarlos con unos falsos. Ella cree que ustedes solo discutieron un poco
Momo: Izuku, sé que he exagerado todo desde el comienzo de nuestra relación y que lleve todo al extremo con el problema de nuestra hija pero... - La azabache no pudo continuar disculpándose ya que su esposo la hizo callar con un beso -
Izuku: Momo... - Dijo mientras sujetaba suavemente el rostro de su mujer -
Momo: ¿Si?... - Respondió con el rostro rojo como un tomate -
Izuku: Amor mio... - Dijo antes de cerrar los ojos y unir su frente con la de su esposa - El día de nuestra boda prometí estar contigo pase lo que pase hasta que la muerte nos separe, así que, permiteme pasar el resto de mi vida a tu lado - Decía con una gran sonrisa en su rostro mientras volvía a abrir sus ojos para mirar fijamente los de su mujer -
La azabache estaba llorando, se cubrió la boca con ambas manos para no dejar escapar su voz para después de inmediato saltar a los brazos del pecoso quien la envolvió con su calor mientras la abrazaba con fuerza
Momo: ¡Sí, por favor! - Respondió mientras las lágrimas no dejaban de brotar - Quedate conmigo para siempre
El peliverde aprovechó ese momento para repetir el proceso y así borrar los recuerdos de su esposa, al igual que con su hija, le hizo creer que solo habían tenido una discusión de madre e hija. Al terminar las cargo hasta la sala y las dejo durmiendo en el sofá mientras que él iba a la cocina a preparar la cena. De repente mientras cocinaba escucho un ruido proveniente de la sala, al ir a verlas se alegro de lo que sus ojos estaban presenciando, la azabache sostenía a su hija en sus brazos y la elevaba mientras ella movía los brazos fingiendo que volaba. Momo estaban sonriendo mientras que su hija se reía como si le estuviesen haciendo cosquillas
Izuku: Ya he perdido la cuenta de cuantas veces he tenido que hacer lo mismo pero, no importa, no me importa cuantas veces tenga que hacer lo mismo para mantenerlas a ambas unidas. Siempre estaré aquí para mantener a nuestra familia feliz y junta - Pensaba el peliverde mientras miraba y sonreía a ver a su esposa mimar a su hija -
Las relaciones de pareja no son como se cuentan en los libros de romanticismo clásico, no todas son como Romeo y Julieta, a veces son más parecidas a Bonnie y Clyde, y en algunos extraños casos son muy parecidos a Don Quijote y Dulcinea. Esas son las relaciones más bellas que alguna persona puede llegar a tener porque son el resultado claro de lo que sucede cuando el amor y la locura cruzan sus caminos. Para el hombre y la mujer, la vida es un ciclo de curar heridas y si se piensa, la felicidad se puede encontrar en ese proceso, entonces de pronto, las heridas cobran sentido
FIN
Nota de la autora: Sí... por fin llegamos al final, había olvidado que este Fic solo tenía 25 capítulo, que no es poco, pero tampoco es para tanto. Espero que hayan disfrutado al leer nuevamente esta historia y para los que apenas la pudieron leer ahora pues espero que les haya gustado. Si les gusto no olviden seguirme, comentar y votar
Sigan sintonizando chicos. Nos vemos en otro Fanfic
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