3. Métete en mi... Mente
Todoroki no volvió a dirigirle la palabra. Tampoco expandió el rumor de su coño. Y sin embargo, Bakugou no estaba feliz.
No sabe realmente por qué. Después de todo, debía estar feliz de ya no ser chantajeado. Pero es que la sensación que le recorrió el cuerpo cuando el dedo de Todoroki entró fue...
Joder, de solo pensar en eso, su coño se sentía raro y tenía que apretar las piernas para evitar humedecerse.
Lo curioso del asunto, es que Bakugou decidió ser un explorador de su propio cuerpo. Ansioso por repetir la sensación, se metió él mismo uno, dos y hasta 3 dedos.
Pero por más fuerza que hizo, por más hondo que los metió; su coño no chorreó de la misma forma que cuando Todoroki le metió un dedo.
Un dedo, maldición. Solo fue un dedo y Bakugou se corrió como loco durante casi un minuto. Ahora se metía 3 y aunque su coño si se humedecía, no era igual.
Todavía le daba pena ver al bastardo a la cara, especialmente porque Todoroki evitaba su mirada.
Pero ¿Cómo podría sentir ese dedo dentro de nuevo sin necesidad de renunciar a su orgullo?
Tuvo algunos días para pensarlo, y después, llegó a la conclusión infalible de que Todoroki podría recurrir al chantaje cuando menos se lo espere, así que tenía que actuar.
– Oye, icyhot – Bakugou juró ver temblar los hombros de Todoroki cuando le habló.
– ¿S-Sí?
Finalmente estaban solos. No compañeros, no amigos, no fanáticas locas que iban detrás de ellos.
– ¿Creíste que te saldrías con la tuya, verdad? – Gruñó.
– ¿Eh...?
– Realmente creíste que no descubriría tu maldito plan.
– No...
– ¡Cállate! – Bakugou le interrumpió y Todoroki volvió a cerrar la boca – Sé lo que haces y no voy a permitirlo. ¡Te veo en tu habitación en una hora! ¡¿Me escuchaste, idiota?!
Todoroki no dijo nada pero asintió frenéticamente. Pese a que en su cara estaba un gesto de confusión, creyó pertinente no decir nada.
Bakugou se dio la vuelta y se fue a su propia habitación con las manos en los bolsillos. Esperó y cuando supo que ya era hora, subió a la habitación de Todoroki.
Tocó y esperó a que le abran. No fue como la primera vez. No había caja de pañuelos ni condones ni lubricante. Incluso el futón estaba recogido.
– ¿Puedo ayudarte?
– No te hagas el listo conmigo, bastardo.
Empujó con su hombro el de Todoroki para ingresar y buscar el armario. Realmente no le importó invadir espacio personal porque de inmediato encontró el futón.
– ¿Qué haces, Bakugou? – Todoroki fue a pararse a su lado.
– ¿Qué mierda crees que hago? – Siseó mientras terminaba de poner el futón y se sentaba en él.
– Pero...
– ¿Realmente creíste que te saldrías con la tuya, eh? Pues no, no va a pasar. Si tengo que mantener tu boca cerrada con esto, que así sea.
Bakugou tomó la muñeca de Todoroki para tirar de él y hacerlo sentarse. Sus mejillas estaban calientes y sonrojadas, pero su mirada era de determinación.
Se quitó rápidamente la ropa y antes de que Todoroki pudiera reaccionar, le tomó de la cara y lo acercó para besarlo. Fue doloroso por la fuerza con la que lo atrajo, más un golpe de caras que un beso.
Todoroki estaba genuinamente sorprendido de lo que pasó, pero Bakugou no iba a dejarlo ir y que hiciera preguntas innecesarias.
Sintió las intenciones de Todoroki de alejarse así que Bakugou pasó los brazos por su cuello para profundizar el beso. Hasta que el bicolor no tuvo más opción que abrir la boca.
Fue una pequeña abertura en sus labios, pero lo suficiente para que Bakugou le metiera la lengua y pronto el beso se transformó como en el de aquel día.
Bakugou sintió derretirse. Debía sentirse asqueroso pero por alguna razón no se lo parecía. Tanta saliva y las lenguas tocándose en una persona normal ya habría provocado arcadas.
Curioso que en Bakugou lo que provocaba era que su coño babeara.
Cuando estuvo seguro de que Todoroki estaba tan ensimismado en el beso como para no huir, Bakugou dejó su agarre para poder tomar las manos del chico y guiarlos a sus pectorales.
Si con todo esto Todoroki quería aprender cómo tocar a una mujer, por dios que Bakugou le haría graduarse con honores. Si lograba tener en secreto su coño hasta que todo se arreglara, lo haría.
Casi fue inmediato, como si el ADN de Todoroki tuviera un gen experto en tocar pechos. Su gran mano cubría toda la piel, y su pezón endurecido topaba con la palma mientras los movía en círculos.
Fue una sensación de cosquilleo agradable. De un momento a otro, Todoroki usó sus pulgares para mover sus pezones como si fueran el mando de un control de videojuegos y Bakugou gimió.
Fue como si su gemido encendiera el interruptor de Todoroki porque de inmediato aumentó la agresividad con la que lo besaba a tal punto que Bakugou tuvo que volver a sujetarlo de la nuca.
Cuando Todoroki apretó sus pezones y tiró de ellos, Bakugou tuvo que separarse casi a la fuerza para gritar y para abrir las piernas, soltando las explosiones líquidas que su coño tiraba muy felizmente.
Después de los temblores y unos pequeños espasmos, Todoroki le dio un beso más y chupó sus propios dedos antes de acercarlos al coño sensible de Bakugou.
– Mnh...
– ¿Puedo meterlo, verdad? – Pidió permiso Todoroki aun cuando el sonido que hizo Bakugou de antes fue de acceso – Quiero meterlo...
– Con cuidado... – Murmuró Bakugou buscando de nuevo la boca de Todoroki – Y no olvides el clítoris – Susurró lo último contra sus labios, que el aliento les hizo cosquillas.
Todoroki lo besó mientras se metía en su interior, Bakugou soltó un gemido que murió en su garganta, pero contrario a la vez anterior, resistió el impulso de alejarse y claro, su orgasmo fue más leve.
Los besos de Todoroki tenían algo que volvían loco a Bakugou. Nunca se besó así con las 2 chicas con las que tuvo intimidad antes, esto era sencillamente delicioso y húmedo.
El dedo índice de Todoroki hurgó dentro. Se movía de un lado a otro, adentrándose cada vez más hasta que llegó al fondo.
Sólo después de estar satisfecho, sacó su dedo del coño de Bakugou y lo volvió a meter lentamente. Lo hizo un par de veces, hasta que finalmente aumentó la velocidad.
Todoroki se tragó todos los gemidos que salían de los labios de Bakugou. Su lengua se enredaba con la de él, en un gesto demasiado obsceno y vulgar. Pero a ninguno pareció importarle.
– Otro... – Casi sonó a súplica cuando Bakugou se despegó de Todoroki – Otro dedo, idiota... y te estás olvidando del clitoris...
– Uh, perdón... – Todoroki volvió a besarlo y cuando sacó su dedo aprovechó para juntarlo con otro y meterlo. Bakugou tembló.
– N-No... – Gimoteó entre los labios.
Todoroki metió los dedos índice y medio, y al estar en el fondo, los curvó hacia arriba. Fue como si electricidad le recorriera a Bakugou y soltó un chorro fuerte que le hizo apretar los labios del esfuerzo.
– Genial... – Murmuró Todoroki antes de volver a intentar abrirle la boca con la lengua y volviendo a mover sus dedos dentro.
Cuando la sensación incómoda hubo pasado, Todoroki ahora sí, comenzó el vaivén de meter y sacar sus dedos. Y usó el pulgar de la misma mano para manipular el clítoris como si de un botón se tratara.
Bakugou se aferró a él entre temblores mientras intentaba chorrear lo menos que se pudiera porque no dejaban de venirle orgasmos con aquello.
– Espe... Es... – Se quedaba sin aliento por las sensaciones en su entrepierna. Hasta que Todoroki tocó fondo – ¡Esperaaaaa!
Su orgasmo fue brutal, los chorros que soltó fueron abundantes y llegaron bastante alto. El líquido hacía que los ruidos de chapoteo de la mano de Todoroki al masturbarlo sonaran todavía más vulgares.
Cuando los dedos moviéndose sonaron como a un perro tomando agua, Todoroki sacó sus dedos. Bakugou cayó desplomado en el futón.
– ¿Y bien? – Se obligó a preguntar Todoroki, intentando ignorar el enorme deseo de masturbarse.
– No fue horrible... – El orgullo de Bakugou no le permitió otra felicitación, pese a que estaba sin aliento y temblando.
Todoroki levantó la mano donde había masturbado a Bakugou. Sus dedos estaban brillosos por el jugo de coño y no pudo evitar admirarlo un par de segundos.
– Oye, icyhot, no te... – Pero la amenaza de Bakugou fue en vano cuando Todoroki se llevó los dedos a la boca.
El gemido de Todoroki por el sabor fue directo al coño de Bakugou.
– Tch – Bakugou luchó por darse la vuelta para quedar en cuatro. No quería que le vieran el rostro avergonzado – Si tanto te interesa, entonces aprenderás a hacerlo. Ayuda a mantener húmedas a las chicas y será más fácil, ya sabes...
– No te entiendo – Pese a su confusión, Todoroki se encontró agarrando con sus manos grandes el culo de Bakugou.
– ¡Acuéstate y cómeme el coño, Bastardo mitad y mitad! – Regañó y ordenó Bakugou con furia.
Todoroki no tardó en obedecer para no levantar más la ira de Bakugou. Se acostó boca arriba y entonces el rubio se acomodó para que la boca y el coño quedaran perfectamente alineados.
– Bien, no hay mucho que explicar. Solo abre la maldita boca y no olvides el clítoris.
– Entendi... ¡Uhmp! – Todoroki no pudo terminar la frase porque Bakugou se sentó en su cara.
Si bien no fue con toda su fuerza como para aplastarlo, si funcionó para hacer que cerrara la boca. Bakugou estaba a punto de regocijarse en esa pequeña victoria cuando Todoroki se animó en cumplir con su tarea.
– ¡O-Oye! ¡Despacio! – Le pidió mientras movía inconscientemente las caderas hacia adelante y hacia atrás.
Sus movimientos interrumpieron el pequeño ritmo que Todoroki había logrado, por lo que el bicolor usó sus brazos para sujetar los muslos de Bakugou y evitar las movimientos indeseados.
Como un muerto de sed perdido en el desierto, aprovechó su agarre para acercar más el coño a su boca y bebió. La forma en cómo su boca cobró vida propia y enganchaba el coño era fabulosa.
Si había un punto de comparación a las ganas con las que Todoroki chupaba, sería con la de un cabrito que recibe su mamila.
Los sonidos eran vulgares, ruidosos, húmedos. Los labios de Todoroki atrapaban una y otra vez los de Bakugou –los de abajo, obvio– y no los dejaban ir hasta asegurarse de dejarlos succionados antes de repetir el proceso.
Mismo movimiento hacía con el clítoris, de quien esta vez no se olvidó. Su succión era tan fuerte que Bakugou gritó y gimió, y se fue para adelante y arañó los pisos de madera a tal punto de casi usar su quirk.
El toque final de Todoroki fue poner su lengua rígida y usarla para, con ayuda de su agarre, bajar la pelvis de Bakugou más a su boca, hasta casi aplastarlo, y con su lengua, meterse dentro del coño como si lo penetrara.
Funcionó. Y Bakugou se encontró luchando por huir mientras sentía un orgasmo devastador atravesarle.
Si no escapó fue porque Todoroki lo tenía bien sujeto y se quería beber todo. Dejando sin energía a Bakugou.
La polla de Todoroki estaba erecta en sus pantalones, incluso la punta estaba húmeda y manchaba la tela; se había corrido sin tocarse, bastó solo el sabor de un buen coño para hacerlo explotar.
– Y-Ya su... suéltame, idiota... – Gruñó Bakugou recuperando el aliento e intentando quitarse de encima de Todoroki.
Todoroki aflojó el agarre para que Bakugou se quitara, pero no se movió. Se quedó ahí tirado, regulando su respiración y con la cara húmeda de saliva y jugos vaginales.
Bakugou aprovechó para tomar sus calzoncillos mientras se levantaba –con algo de dificultad–. Se puso su ropa porque después de todo, ya obtuvo lo que venía a buscar.
– E-Esto no cambia nada, bastardo... – Reclamó con enojo pero por estar bajo los efectos del placer, no se vio muy amenazante – Sí le dices a alguien, te mato.
Todoroki movió la cabeza hacia arriba –recordemos que sigue acostado en el piso– para ver de cabeza a Bakugou. No dijo nada, tampoco se movió. El rubio chasqueó la lengua.
– Y-Ya me voy – Declaró con enojo y vergüenza.
Estaba comenzando a caminar a la puerta, luchando con el temblor de sus piernas, cuando Todoroki finalmente dijo algo.
Y lo que dijo, hizo que Bakugou se girara a mirarlo, pese a que Todoroki seguía boca arriba viendo el techo de su habitación.
– Gracias.
– ¿Por qué? – Preguntó dudoso y con miedo de la respuesta.
– Por el material de masturbación.
La respuesta no fue clara según el rostro de Bakugou. O eso hasta que Todoroki se incorporó hasta sentarse y tomó algo de su mesita.
Bakugou se dio cuenta de inmediato de qué era y se quedó helado. El celular de Todoroki grabó todo.
TODO.
N/A: Bakugou es el único wey que conozco que estando a salvo se tira al peligro(?)
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