#9

Nada se ve bien, Jorge podría acercarse al auto en cualquier momento y descubrirlos.

-¡No debe vernos!-Ana se hiperventila entrando en pánico-. ¡No tiene que descubrirlo así!

-Lo sé, lo sé, escuchá, tengo una idea, vos quedate acá y vestite, yo voy a distraerlo.

  Lio estira la mano hacia el piso del auto, agarra su pantalón y la ropa interior de Ana.

-¿Y el resto de la ropa?-le pregunta Ana.

-No la veo, agarrala vos mientras le hablo a Jorge.

-¿Te pondrás el pantalón sin los bóxers?

-Cuando los encuentres avisame-sale del auto cuidando de que Ana no se vea, se arregla un poco el pelo y Jorge se le acerca.

-Hola, Lio.

-¡Jorge!-Se pone frente al vidrio de la puerta tapando a Ana-. ¿Qué tal la reunión de tu mamá con sus amigas?

-Quiero olvidarlo, por favor... Fue lo más aburrido de la geografía.

-Historia, Jorge.

-¡¿Hay tarea de historia?!

-No, la expresión es "lo más aburrido de la historia".

-No entiendo.

-Qué raro...-murmura.

-¿Y Ana?

-Eh... todavía no llegó... 

-¿En serio? Pensé que si.

-Sigue en la casa de Chiara, debe estar hablando de cualquier cosa como todas las chicas.

-Las chicas no son todas iguales.

-Como sea... eh...

-¿Estabas lavando el auto? ¿Estás bien? A veces lavás el auto cuando algo te molesta o te sentís mal.

-Estoy bien, estaba aburrido nada más.

-¿Seguro?

-Si.

-¿Y tu gorra?

-¿Mi gorra? Debe... estar en el auto.

-Te ayudo a encon...

-¡No! Eh... ahora la agarro, estoy seguro de que está ahí adentro.

-Te ayudo igual-agarra la manija de la puerta.

-¡Ya la agarro, Jorge!-Grita con desesperación.

-¡Tranquilo! ¿Seguro que estás bien?

-Si... a... andá adentro, creo que Ana debe estar por llegar...

-Si tu lo dices...

-Si, andá-hace que Jorge de la espalda al auto y se dirija a la casa.

-Nos vemos-lo saluda y entra a la casa.

  Lio se recarga en el auto y suspira. La chica sale de adentro usando la remera del chico y lo mira con mucha preocupación.

-Lio...

  El chico estira el brazo y tira de ella para abrazarla contra su pecho.

-Es tiempo, ¿verdad?-Comenta él.

-Si...-La angelical voz de Ana se pierde en un sollozo.

-Hoy mismo.

-Lio...-lo mira- ¿nos odiará?

-Espero que no.

-¿Y si lo hace?

-Supongo que... nos lo habremos ganado.

  Ana vuelve a esconder su cara en el pecho de Lio. 

-Somos las... peores personas del mundo, ¿verdad?

-Si te digo la verdad... vas a llorar más fuerte y no quiero eso.

-Lo destrozaremos.

-No voy a contestarte.

-No fue una pregunta.

  El chico la abraza más fuerte para consolarla.

-Ana... basta...

-No podremos verlo a la cara de nuevo... yo ya no podía desde hace tiempo, no con una sonrisa verdadera. ¿Cómo nos mirará él?

-Ana...

-¿Nos perdonará?

-Ana...

-¿Lo humillamos al hacer... esto?

-Ana, basta, no voy a contestarte esas preguntas, y ni si quiera las pensés, te hacen mal.

-¡¿Y a Jorge?! ¡¿A él no?!

-No quise decir que a él no le va a hacer daño.

-Lo sé...

-Ana, mirame-le dice subiéndole la barbilla-. Nosotros empezamos con esto, y lo seguimos, ahora es tiempo de admitir que todo esto que hicimos estuvo mal y ver cómo termina.

-No sé cómo terminará esto, yo sólo quiero besarte y que todo esté bien, Lio.

-Yo igual, pero sabemos que no va a ser así.

-Lio, yo te... yo te quiero, a pesar de todo, y también quiero Jorge.

-Yo también lo quiero. Te amo, Ana.

  Ella no le contesta y se aferra más a él.

  Lio sabe que no puede decirle que lo ama aunque lo haga, pero igual le duele no escucharlo de sus labios.

-Terminemos de cambiarnos y hablemos con él-dice el muchacho agarrándole la mano.

-No pude encotrar otras cosas, algunas se fueron debajo del asiento delantero.

-¿Por eso te pusiste mi remera?

  Ana se ruboriza y esquiva la mirada.

-Eh... no exactamente.

  Lio sonríe levemente y le acaricia la cintura mientras abre la puerta del auto.

  Se aman, mucho, pero... está Jorge en el medio, las cosas ya fueron demasiado lejos, demasiado. Es hora de decir la verdad, no va a ser fácil, pero están juntos para afrontarlo, es tiempo de hacer lo correcto después de tantas cosas que hicieron y estaban mal, es tiempo de atenerse a las consecuencias, si Jorge los odiaba sería cien porciento culpa de ambos, si Jorge resultaba lastimado, también. La mentira no puede durar para siempre, no se puede vivir en un engaño, aunque sea uno tan lindo como el que ellos vivieron hasta el momento...

-Esto va a ser difícil-Dice Ana dando vueltas por la cocina de un lado a otro.

-Sip.

-Ya se lo diremos...

-Sip.

-En unos segundos...

-Sip.

-Tenemos que tranquilizarnos.

-Sip.

-¡¿Puedes decir otra cosa?!

-¿Qué querés que diga? Estoy tan intranquilo y nervioso como vos.

-De acuerdo...-Respira profudamente-. Debemos calmarnos.

-Esa parte la estamos haciendo mal.

-¡¿Puedes ser más alentador, Lionel?!-Su tono se vuelve desesperado.

-¡Fui alentador durante todo este tiempo por los dos, Ana!

-Ya, escucha, no peleemos, tenemos que pensar en cómo decirle todo a Jorge.

-Es fácil pensarlo así, pero decírselo...

-¡Ya lo sé! Podemos decirle: "¡Ey, Jorgito, estuvimos saliendo a espaldas de ti todo este tiempo y hoy casi nos descubres después de haber dormido juntos!"-Habla con ironía.

-Así no, obvio...-se rasca la nuca frenéticamente tratando de calmarse.

-¡¿Qué otra forma tienes de decirle que su mejor amigo, "hermano", durmió con su novia y estuvieron saliendo a escondidas casi todo el tiempo?!

-Esta forma me parece bien-dice una voz desde la puerta de la cocina.

-Jorge...

  Lio y Ana lo miran más intranquilos que nunca, toda la culpabilidad, tristeza, preocupación cae en ellos en ese preciso momento de la peor manera.

-¿Algo más para decirme?-Pregunta con la mirada fría.

-No queríamos que te enteraras así...-Logra decir Lio.

-¿Y cómo querían que me enterara?

-Te lo íbamos a decir cuando vinieras aquí...-la voz de Ana se pierde en un susurro.

-Ya vine, ahora explíquenme las cosas-corre una silla de la mesa y se sienta esperando que ellos también lo hagan.

  Lio se sienta enfrente de Jorge y Ana se queda observando tratando de decidir de qué lado sentarse.

-Con Lio-le dice Jorge rápidamente mirándola con atención.

  Ella en silencio se sienta en la silla junto a Lio.

-¿Y...?

-Cuando estuve en la empresa antes de verlos en casa me encontré con Ana, ella buscaba a tu papá-hace una pausa, Ana se queda callada mirando las manos en su regazo-, desde el principio nos gustamos. Cuando llegué a casa y me dijiste que era tu novia me sentí la peor persona del mundo porque ella me gustase... Al poco tiempo empezamos a tener... "algo", yo la convencí y me siento mal por eso, pero... no me arrepiento, la verdad, de lo único que me arrepiento es de hacerte esto a vos, con Ana pasamos momentos muy lindos, pero siempre te teníamos en nuestra mente.
  Jorge los mira esperando a que continúen. Según Lio su explicación terminó, no sabe que Jorge está esperando a escuchar a Ana. Ella sube la vista por primera vez y mira a su... ex-novio.

-Ambos te queremos, Jorge, sé que no lo crees, pero...

-Les creo.

-¿De verdad?

-Si.

-¿No estás enojado?-Pregunta Lio desconcertado.

-Debería estarlo.

-¿Qué?

-Debería estar enojado, pero no lo estoy.

-¿Qué?

-Ya sabía que estaban juntos en algo.

-¿Cómo que sabías?-Le preguntan.

-¿Se acuerdan la vez en que Lio tomó de más en la fiesta de bienvenida.

-Ahí decidimos estar juntos...-Murmura Ana.

-Escuché cuando hablaban en la pieza, dijeron que iban a solucionarlo, que no podían seguir como estaban... Y también dijeron que me querían.

-¿Por qué no nos dijiste nada?

-Quería ver hasta dónde llegaban con esto, si seguían juntos a pesar de todo, si se amaban... Y es obvia la respuesta.

-¿Nos odias?

-Nunca podría odiarlos, los quiero, y sé que estuvieron sufriendo por no decirme la verdad.

-¡Jorge, tienes todo el derecho del mundo a enojarte con nosotros y no lo haces!-Expresa Ana alterada.

-Cuando los descubrí me enojé, obviamente, no quería perder a Ana, no podía creer que vos-mira a Lio- quisieras quedarte con ella, ¡estaba furioso, dolido!-Suaviza su tono-. Pero después de pensar me di cuenta de que tenía que ver si ustedes de verdad me querían a pesar de todo lo que hacían, y de que si están juntos es porque en serio no pueden estar separados.

-¿Así nada más? ¿No vas a reprocharnos nada?

-Trataron de alejarse lo más posible y no pudieron, trataron de encontrar la manera de decírmelo durantre todo este tiempo, y Ana... cuando te vi con Lio y vi lo felices que eran los dos al estar juntos a pesar de todo... me di cuenta de que no te amaba como pensaba, que no encontré el amor todavía.

-Jorge...-agarra su mano- eres una de las mejores personas del mundo, no existe nadie tan humilde y tierno como tú, tuve suerte de tenerte.

-Otra razón por la que no dije nada fue porque ustedes tendrían que hacerlo, vi que se esforzaban por encontrar el momento y la manera, pero claro que era muy difícil. Cuando los vi adentro del auto supongo que después de... acostarse, supuse que era el momento en que me dijeran.

-¿Por eso me hiciste tantas preguntas?

-En realidad, yo los trataba como siempre y a veces les hacía preguntas para desahogar el enojo que a veces les tenía.

-Eso quiere decir que si estás enojado.

  Jorge se levanta de la mesa y Lio y Ana después de él.

-Ahora que me pudieron decir todo de frente, me siento mejor, y voy a seguir buscando el amor, Ana...-se dirije a ella- sos lo más cercano que tengo a un amor verdadero, sé que te fue muy difícil todo esto.

-Jorge... no sé cómo pagarte esto...

-Ya está, hicieron lo que hicieron y ya me dijeron la verdad.

-Jorge, amigo... yo te quiero, sos mi mejor amigo desde siempre y de verdad no quise hacerte esto.

-Pero lo hiciste... por otro lado... estoy feliz de que entendieras que no todas las chicas son iguales, y de que encontraras el amor.

-Jorge, vas a encontrar el amor dentro de muy poco, lo sé.

-Ya lo sé, últimamente me estuve dando cuenta que la prima de Rugge es muy linda...

-¿Cómo conociste a la prima de Rugge?

-La semana pasada me la crucé por la escuela, lo buscaba a él.

-Andá por ella, no hay nada más que hacer.

-¿Por eso tampoco estás muy enojado?-Pregunta Ana media sonriente.

-¿La vieron alguna vez? ¡Es hermosa!

-Jorge, amigo, en serio que...

-Dejá de hablar, gorrín, no vamos a dejar de ser "hermanos" por nada del mundo, se lo prometimos al abuelo.

-Si... se lo prometimos al abuelo.

  Los dos mejores amigos y hermanos se abrazan, nada puede terminar con ese lazo de amistad que pasa a ser fraterna.

-Jorgito...-se escucha a Ana hablar por lo bajo.

-Ana, después de todo este tiempo... fuiste más una amiga que otra cosa-la abraza.

-Gracias-expresa con alivio.

-Escuchen, la verdad es que estuve dolido y enojado, con el tiempo eso se fue desvaneciendo un poco como les dije, sigo enojado, pero ya no importa, los quiero y voy a hablar con la prima de Rugge a ver si pasa algo...

-¿Algún día nos perdonarás?

-Supongo que si, hoy empezamos con el primer paso, hay que ir de a poco, con el tiempo todo va a quedar olvidado, o como un simple recuerdo.

-¿Jorge... Ana y yo podemos... eh...?

-Si, empecemos todo de vuelta.

-Gracias, Jorge-le dice Lio y abraza a la chica que está a su lado.

-Lio...-Ella se aleja-. No quiero.

-¿Qué?

  Pareciera que el corazón de Lio se rompió en un "crack"

-Después de todo lo que pasó... ya no quiero estar aquí, quiero volverme a España, estar con mi familia, mis amigos...

-Pero... después de todo lo que vivimos...

-Lo siento, Lio, esto fue demasiado para mí, quiero volver a mi país, estar tranquila y sin complicaciones.

-Ya no tenemos más complicaciones, Ana, todo se está resolviendo...

-Todo fue mucho, Lio, quiero olvidarme de todo esto...

-¿Todo lo que pasó fue para nada?

-Ana...-Dice Jorge-. Las cosas se están poniendo bien, vamos a reestabilizar todo los tres juntos.

-Lo siento, Jorge, lo siento por todo-lo abraza.

-Ana-los aguados ojos de Lio la ponen más triste.

-Lo siento, Lio, se termina todo aquí.

-Te amo...

-¡Por favor entiende que yo no!-Sale corriendo hacia su pieza.

  Lio golpea la mesa con furia. 

-¿Qué estás haciendo?-Le pregunta Jorge a su amigo.

-¿Eh?

-Andá, persuadila, ¡hacé algo!

-¿Por qué yo? No puedo hacer nada.

-Si Ana tiene una razón para quedarse, esa razón sos vos.

-No me ama.

-Es mentira y lo sabés, no nos pasamos los tres sufriendo todo este tiempo para que la pierdas ahora.

  Lio corre hasta el cuarto de Ana y abre la puerta rápidamente.

-¡Vete!

-Me amás, dejá de negarlo.

-¡Que te vayas!

-¡Negá que me amás si querés, pero no podés negarte lo que sentiste cuando estuvimos en el auto hoy!

-¡Lio!

-¡No te me hubieras entregado en cuerpo y alma como lo hiciste si no me amaras!

-Vete-murmura con la vista en el suelo. 

-¡La pasamos bien juntos, Ana! reímos, nos enojamos lloramos, nos abrazamos... Nos amamos.

-¡Basta, déjame sola!-Le grita con lágrimas en los ojos.

-No hubiera pasado todo lo que pasó si no nos amáramos-Dice caminando hacia ella.

-Aléjate...-susurra.

  Lio le sostiene la cintura y la besa. Ana se aleja rápidamente.

-Ana...

-No, Lio, ya se terminó todo, Jorge está bien con nosotros y eso es lo que importa.

-¿Y nosotros dos?

-Debo irme.

-No podemos estar lejos, lo sabés.

-Juntaré mis cosas y el sábado me iré.

-¿Pasado mañana? Ana...

-Dijeron que si quería visitar a mi familia podría hacerlo el fin de semana, lo haré, pero no pienso volver.

-¡Ana!

  La chica le besa la mejilla y abre la puerta indicando que se vaya.

-Vete, por favor.

  El chico se detiene frente a ella, la mira con ojos suplicantes y le besa la frente para después irse.

  El día viernes pasa lento, Lio se encuentra desganado igual que Ana, Jorge no sabe qué hacer al respecto.

  Sin aviso llega el sábado, un deprimente sábado con un sol radiante que parece burlarse de Ana y Lio. El aeropuerto está lleno de gente yendo y viniendo de muchas partes.

  Jorge, Lio y los padres de ambos acompañan a Ana, pero ella viajará sola.

  La hora más infeliz y triste se hace presente en poco tiempo, la hora en que anuncian el vuelo de Ana hacia España, lo que indica que se irá, que los dejará, que dejará a Lio. Es la hora de despedirse.

-¿Seguro que no querés que vayamos con vos en el Jet privado?-Le pregunta la señora Navarro después de abrazarla.

-No, gracias, compraron el pasaje para el avión cuando les dije que yo lo haría, y ya han hecho mucho por mí, es tiempo de volver a casa.

-Acá también tenés una casa, Ana-Dice la señora Ponte acariciándole la cara.

-Podés volver cuando quieras-le asegura el papá de Lio con una sonrisa y la abraza.

-Nuestra casa es tu casa, Ana-el padre de Jorge le limpia unas lágrimas con dulzura.

-Gracias, de verdad, son una segunda familia para mí.

-Ana-Jorge la llama-, a pesar de todo yo te quiero, te quiero como una amiga, como una hermana que trató de cuidarme, sin importar lo que pasó eso no va a cambiar.

-Gracias, Jorgito-lo abraza-, significas mucho para mí.

  Al terminar el abrazo sólo falta una persona para despedir.

-Ana...

-Adiós, Lio-le extiende la mano secamente. Otro golpe duro al corazón de Lio, pero el de Ana está igual.

  Lio agarra su mano pero en vez de estrecharla, tira de ella y abraza a la muchacha con fuerza susurrándole un "No te vayas".
  Las lágrimas corren con fuerza en los ojos de ambos mientras Lio, entre murmuros, sigue suplicando por que se quede. En el último susurro, antes de que se termine el eterno abrazo, Lio le dice con desesperación un "Te amo". Luego Ana agarra sus valijas y desaparece entre la gente para dirigirse al avión.

-Si tenés una última oportunidad...-dice Jorge- es ahora.

  Lio sale corriendo tratado de encontrar a Ana quien ya se había alejado mucho. Le pregunta a varios trabajadores si el avión ya despega, todos le contestan que están entrando los pasajeros.

-¡Ana!-grita-¡Ana!

  Corre hacia la azafata frente a la puerta del vuelo de Ana.

-Tengo que entrar.

-Señor, no va a poderse, el avión ya despegó.

  La gorra de Lio termina en el suelo luego que él la arroja con ira.

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Penultimo capitulo!!! Espero que les haya gustado, comenten que les parecío😻❤

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