#3

Ahí está él, cantando y bailando con su banda, tiene una voz preciosa y mientras canta sus canciones de amor sus profundos ojos no dejan de verla, ella baja la vista hacia sus labios, está segura de que esos labios fueron los que la besaron, pero hay un problema, es el mejor amigo de su novio, y si él no tiene esos códigos entonces él no es un buen candidato. Pero si es así, ¿por qué ella no deja de morderse los labios pensando en la manera que él le susuró en el cuello que sería "su secreto"?

-Muy bien, chicos, lo han hecho muy bien-dice ella fingiendo muy bien sus sentimientos recientemente encontrados.

-Gracias, ¿y tú cantas?-Pregunta Rugge coqueteando nuevemente con ella, Ana simplemente no le toma importancia.

-No, yo no canto, con suerte respiro.

-Vamos, canta algo.

-No, de verdad, gracias.

-Rugge-lo llama Lio y él se acerca-. Basta, dejala tranquila, es la novia de Jorge-dice en voz baja para que nadie más escuche.

-Todavía no entiendo cómo es que Jorge la consiguió.

-No sé, pero es su novia, dejala.

-Es que ella es...

-No importa, dejala.

-Bien-acepta de mala gana.

Irónico, Lio le pide a Rugge que la dejara en paz por ser la novia de su mejor amigo y el que no puede hacerlo es él.

El día termina después de unas horas de ensayo con la banda, Jorge y Ana se fueron a caminar y volvieron un rato antes de cenar.

Después de comer todos suben a sus habitaciones para irse a dormir. 

-¿Cómo la pasaste?-Pregunta Lio tratando de no sonar tan enojado como lo está.

-Bien, muy bien, estuvimos hablando mucho, riendo... Pero supongo que no te interesa, nunca te interesaron esas cosas.

-Nunca-afirma Lio, aunque cuando ellos se fueron no pudo evitar imaginarse a él caminando con Ana abrazados por algún lugar.

-¡Ey! Están dando otra peli del Rey León.

-Debe ser un especial de toda la semana.

-¡Genial!

-Hola...-la voz tímida y angelical de Ana resuena en los oídos de Lio.

-Hola, amor-Jorge la abraza-, ¿ya te vas a dormir?

-Si, no me desvelo como ustedes dos.

-Quedate, están dando la segunda película del Rey León.

-No, mañana no me levanto si me acuesto muy tarde.

-Está bien-le da un beso corto en los labios.

-Descansen.

-Igual-dicen los dos.

-Te incomoda estas escenitas que hago con ella ¿no?

-¿Qué? Ah... eh... si...-ríe para disimular.

-Cuando estés enamorado vas a entenderlo, hablando de eso... ¿y la chica que viste el otro día?

-No la volví a ver-miente.

-Qué lástima, quizás otro día se encuentren.

-Si... quizás... Eh... voy a la cocina por agua, ¿te traigo un vaso?

-Si, gracias.

Él baja la escalera para ir a la cocina, aunque Lio no tiene sed. Con suerte quiere ver a Ana abajo.

-Hola-la saluda él, ella está de espalda.

-Sabía que querrías bajar.

-Tan poco tiempo y ya me conocés.

-Eh... ¿Lio, podemos hablar un segundo?

-Si, claro.

-Bueno...

-¿Qué me querías decir?-Pregunta con los ojos brillosos.

-Quería decirte... que... Por favor, deja de mirarme así que me desconcentras.

-¿Por qué?-Ríe-. ¿Estos ojitos te son irresistibles?

Y ese es el momento en que recuerda lo que iba a decirle.

-¿Por qué me has besado? Se supone que intentaríamos ser amigos.

-Yo no te besé...

-¿A qué quieres llegar negándolo?-Ana se cruza de brazos.

-A que me refresqués la memoria...-se acerca agarrándola de la cintura.

Ana se deja llevar por un instante pero enseguida reacciona y le pega una cachetada haciendo que él aleje las manos de su cintura.

-¿No tienes el mínimo sentimiento de remordimiento por Jorge? Creí que lo querías.

-Quiero a Jorge más que a nada.

-¿Y por eso besaste a su novia? ¡¿En qué estabas pensando?!

-¡No sé! Los vi a los dos riendo... él se fue... vos tenías los ojos tapados y la boca descubierta... ¿Entendés lo tentador que fue para mí?

-¡No, Lio, no lo entiendo! No le hagas esto a Jorge, no se lo merece.

-Claro que no se lo merece...-Se da vuelta y apoya las manos en la mesada-. Jorge... siempre me apoyó en todo, y yo a él, nunca nos separamos como el año pasado, él siempre intentaba conseguir a una chica, quería que alguien lo quisiera de esa forma, a mí no me importaba...

-¿Y por qué le haces esto?

Lio se da vuelta y la mira inexpresivo, camina hacia ella y tomándola de la cintura con una mano vuelve a darle un beso, tan profundo e intenso como el anterior, la besa con lentitud disfrutando de cada microsegundo que está en su boca, puede que no tenga códigos, pero ese chico besa muy bien.

Al separarse ambos se miran a los ojos.

-Porque siento lo mismo que vos al besarte-contesta él.

-Sabes que esto no está bien.

-Lo sé, cada vez que te veo y quiero besarte recuerdo a Jorge y me odio por hacerle esto-larga un suspiro de frustración y se da vuelta volviendo a apoyarse en la mesada.

-Lio... debemos resolver esto, no podemos estar juntos, yo quiero a Jorge.

-¿Estás segura?

-Por supuesto que si.

El chico se saca su gorra y la mira con nostalgia.

-Cuando éramos chicos mi abuelo siempre nos llevaba a pescar, Jorge era como un nieto más para él, los dos lo amábamos mucho-Ana escucha atentamente aunque no entiende a qué quiere llegar-. Uno de esos días salimos en su auto para ir al muelle, Jorge y yo decíamos que nosotros teníamos mala suerte para pescar-hace una pausa y se queda pensativo-. ¿Viste cinta roja que dice "Pide un deseo" que Jorge siempre lleva en su muñeca?

-Si, en la derecha, nunca se la quita.

-Se la dio ese día diciendo que traía suerte... a mí me dio su gorra.

-Ah...

-Después de darme la gorra Jorge y yo empezamos a pelear, yo quería la cinta y él la gorra pero ninguno se la quería dar al otro, mi abuelo trató de calmarnos, se distrajo del camino justo cuando estaba pasando un auto en contra mano y...
La cara de Ana se transforma y se vuelve triste.

-Lo siento tanto...

-Cuando despertamos en el hospital estábamos uno al lado del otro, pero mi abuelo no... Jorge quiso darme su cinta y yo la gorra pero ambos quisimos que el otro se las quedara, porque así nos las había dado el abuelo... pero dijimos que cada vez que el otro la quiera se la prestaríamos, yo siempre le presto mi gorra y él siempre la cinta esa, aunque nunca se la pido. Jorge y yo nos sentimos culpables de lo que pasó. ¿Sabés por qué te digo esto?

-No...

-Para que entiendas lo mucho que los dos nos queremos, no soy una mala persona, y Jorge mucho menos, y no puedo dejar de sentirme culpable por besarte. Creí que si te decía esto sería más fácil ser amigos.

-¿Lo es?

-No lo sé, supongo que es cuestión de tiempo.

Día miércoles, el sábado es el baile de la escuela, Lio no planea ir, obviamente.
La primera clase termina y llega la hora del recreo, Ana se sienta sobre la mesa de Jorge y él se pone de pie para abrazarla.

-Estoy muy emocionada por el baile-dice ella.

-Yo también, ya quiero verte con tu vestido...-Le besa la mejilla suavemente.

Lio se levanta y se dirije a la puerta.

-Lio...

-¡Basta, Patty, te humillás vos sola con esto, no quiero ir al baile y mucho menos iría con vos!

-¿Por qué me tratás así?

-No veo otra forma de  tratarte, estás insoportable insistiendo todos los días, andate a engatusar a algún bobo, pero conmigo no contés-sale a la velocidad de la luz hacia el pasillo dejando a todos boquiabiertos.

-¡Lio!-Grita Jorge.

-¿Qué pasa?

-¿Qué te pasa a vos? La trataste muy mal.

-Todos los días insiste con que la invite a salir y ya estoy cansado.

-Tampoco tenés que tratarla como basura.

-Se lo merece, Patty es una fácil.

-Ey, ¿no te pasa nada más?

-¿Qué tendría que pasarme?

-No sé, estás de mal humor.

-No estoy de ánimos para que me insistan chicas odiosas, eso es todo.

-Deberías relajarte, Lio.

-Como sea-dice y se aleja caminando.

El chico de gorra llega a la biblioteca con la esperanza de que nadie lo moleste, sólo quiere estar tranquilo un rato, ya era demasiado con ver la escenita de amor que hicieron Ana y Jorge antes de llegar a la escuela, ahora con eso último ya estaba cansado. Se sienta en uno de los sillones y cierra los ojos.

-Lio-escucha la voz de Gastón .

-¿Cómo sabías que estaba acá?-Pregunta sin abrir los ojos.

-¿Qué mejor lugar para tranquilizarse y estar en paz?

-No estoy para tus sermones.

-Lo noté-se sienta al lado de él-, y también noté que estás así por Ana y Jorge.

-Es su novia, no puedo hacer nada.

-Ya lo hiciste.

Lio abre los ojos y lo mira.

-¿Cómo sabés?

-Quería ayudarte a traer las bebidas y vi cuando la besaste.

-Soy una basura-dice tapándose la cara con su brazo.

-Quizá, pero expresaste lo que sientes.

-Odio sentir eso, quiero a Jorge como un hermano, nunca me voy a perdonar lo que le hice.

Se genera un silencio.

-Si te sirve de algo... yo creo que a Ana le gustó el beso.

-Lo sé, eso me hace sentir más culpable.

-¿Y qué vas a hacer?

-Si lo supiera no me estaría escondiendo acá.

-No puedes esconderte para siempre.

-Tampoco puedo quedarme quieto mirando cómo mi primo y su novia, la cual me gusta, se besan y abrazan todo el tiempo.

-Puedes esconderte, afrontarlo, o intentar otra cosa.

-¿Cómo qué?

-Creo que ella siente algo por vos, ¿viste cómo estaba en el ensayo? No paraba de verte mientras cantabas.

-¿Qué querés que haga? No pienso robarle la novia a Jorge, ¿qué clase de amigo lo hace?-Suspira con frustración-. Tengo códigos, sé que algunos no los cumplí pero los tengo.

-No sé cómo ayudarte.

-Entonces esta coversación no sirve para nada-concluye y vuelve a cerrar los ojos tapándose con su brazo.

-¿Y si le decís la verdad a Andrés?

-No soy capáz, me quiere tanto como yo a él, nuestra amistad se dañaría.

-O quizás no, quizás si le decís la verdad va a tratar de no hacer nada en frente tuyo y así sería más fácil para todos.

-No me conformo con eso.

-¿Qué quieres decir?

-Que quiero estar con Ana pero no quiero dañar a Jorge ni tampoco sentirme culpable.

-Todo no se puede, Lio.

El muchacho de gorra deja salir un largo suspiro y cierra los ojos muy frustrado.

Esa noche, antes de dormir Lio vuelve a bajar la escalera para ir a la cocina.

"¿Qué estoy haciendo? Tengo que dejarla ir"-piensa dando vueltas por la cocina-. "Tengo que dejar de bajar para verla, pero no puedo, tengo que irme, si, tengo que...

-¿Qué haces caminando así?

-Pensaba-contesta él.

-Con que sabes hacerlo-ríe y se sirve un vaso de agua. 

-¿Qué hacés acá abajo?

-Vengo por agua.

-¿Todas las noches?

-¿Y tú? No veo un vaso de agua en tus manos.

-Jorge se quedó dormido, tuvimos un día largo ayudando a nuestros padres en la empresa.

-Lo supuse, ¿por qué tú no estás cansado?

-No puedo dormir.

-¿Por qué?

-No te interesa-dice dándose la vuelta.

-Ah... es por mí.

-¿Quién dice?

-Si no fuera por mí me lo dirías, en cambio dicidiste responderme a la ofensiva.

-No sé qué estoy haciendo acá.

-Si lo sabes, querías verme a solas.

-Durante todo el día estás con Jorge o con las chicas de la escuela.

-Te molesta que esté con Jorge.

-No me tiene porqué molestar, es tu novio.

-¿Y entonces por qué te escondes en la biblioteca?

-¿Gastón te lo dijo?

-Si, me contó algo de lo que habéis estado hablando.

-No entiendo qué querés, ya aclaramos las cosas, este es mi problema, no el tuyo.

-Pero me inlcuye.

-Esto tengo que resolverlo yo y vos no podés ayudarme.

-Lo sé.

-¿Y entonces qué querés?

-No lo sé.

-Es lo que yo contesto.

-Lo sé...-Ambos se miran-. Lio, cuando me besaste... lo hiciste de una manera que... yo nunca... ni con Jorge... es que... no lo sé, Lio, estoy muy confundida, quise venir pensando que podría aclarar las cosas pero... no es así.

-No entiendo.

-Yo menos.

-¿Estás diciendo que sentís cosas por mí?

-¡No! Si... no lo sé... Todo esto es un error, Lio, nunca debió haber pasado.

-¿Y ahora que hacemos?-Pregunta él acercándose.

-Por eso estoy aquí, para hablar y tomar una mejor decisión, la antigua no parece funcionar.

-¿Tenés alguna idea?

-No.

-Ni yo.

Para cuando ambos se dan cuentan están a centímetros dedistancia.

-Ambos queremos a Jorge-dice ella sin dejar de mirar los ojos de Ana.

-Si, y no queremos hacerle daño.

-Pero...

-Pero...-Lio sostiene la cara de Ana y la acaricia.

-¿Qué haremos?

-Lo mejor que podamos.

-¿En qué sentido lo dices?

-No tengo la menor idea, yo sólo quiero besarte-se acerca a su cara.

-¿Y Jorge?

-Jorge está durmiendo, pero otras partes de mi cuerpo no...

-¡Lio!-Lo aparta poniendo las manos en su pecho.

-¡Perdón! No puedo pensar seriamente estando así de cerca tuyo.

-Bueno, te calmas y... y mantienes la distancia, estamos hablando de algo importante.

-¿Qué hago? ¿Qué hago? ¿Qué hago?-Se repite caminando de un lugar al otro.

-Debe gustarte otra chica supongo...

-Si me gustara otra chica en estos momentos estaría recorriendo cada parte de su cuerpo con mis labios en vez de estar pensando planes para no herir a Jorge-dice pasándose la mano por la nuca con desesperación.

-Pues deberías enamorarte de alguien que no sea yo.

-¡Esto es ridículo!-Seguidamente la toma rápidamente en sus brazos y la besa abriéndose paso por sus labios.

Ana abraza su cuello y le sigue al compás. El beso se desarrolla con intensa profundidad y decisión, dando largas respiraciones en el medio y acelerando su pulso. Lio baja una mano acariciando la pierna de Ana.

-No... Lio... espera... Esto está mal.

-¡Lo sé!-Gruñe y suelta una maldición-. Desearía que mi papá nunca me hubiera pedido ir a la empresa ese día.

-Y yo que nunca me hubieras besado.

-¿O sea que tu confusión es culpa mía?

-Cállate.

-Entonces si-ríe-. Te gustó mi beso y...

-Estamos hablando de Jorge.

-¿Qué fue lo que te gustó del beso?

-No discutiré esto contigo.

-Ah, claro, discutilo con Jorge, va a querer escucharte...

-¡No sé! ¿De acuerdo? Nunca me besaron tan... con tanta... nunca...

-Te escucho-dice con una sonrisa divertida cruzándose de brazos.

-¡Eres la persona más engreída-dice ella mientras Lio se le acerca-, sin escrúpulos-él se le acerca más- infantil y... No te atrevas a besarme de nuevo-le advierte.

-Okay, sólo decime, necesito escucharlo.

Ana mira los ojos brillosos de Lio, se asemejan a los de un cachorrito.

-No sé-suspira- fue muy intenso, profundo... nunca me habían besado así.

-¿Y Jorge?

-Los besos de Andrés son pequeños, leves y cariñosos, son cosas totalmente distintas. Y tú eres... tratas de ser un buen amigo, no lo parece, pero haces todo lo posible para serlo.

Lio le agarra la cintura y la acerca a su cuerpo.

-No entiendo ni la mitad de las cosas que me están pasando, pero tengo unas ganas inmensas de saborear tus labios en este preciso momento-murmura cerca de su rostro haciendo que el cálido aliento choque contra la piel de Ana.

-Lio... Si esto comienza no podremos detenerlo.

-Esto ya empezó...-Comenta besando suavemente el cuello de Ana y subiendo de a poco hasta sus labios. 

El chico acerca su boca a la de ella con lentitud.

-Jorge no se lo merece...-Lio besa su mandíbula y llega a la comisura de los labios-. Tengo sueño, mañana pensaremos en algo-dice alejándose, dejando a Lio con el vacío de no tenerla contra su piel y con aire chocando contra sus labios en vez de ser los de ella.

Deseaba besarla en ese momento, pero tiene razón, tienen que pensarlo mejor.
"Pero quiero besarte, por mucho tiempo"

☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆
Lo prometido es deuda, el capituli anterior llegó a los 20 votos🙈💕

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top