8 || Profunda paz
Akutagawa lo había logrado, más allá de lo que esperaban de hecho, Atsushi ahora llevaba todo el tiempo aquella gargantilla y al descontrolarse, Rashoumon se activaba, por su lado Akutagawa había mejorado completamente de sus malestares, incluso sus lesiones eran curadas, si, ambos chicos ahora compartían sus habilidades.
Dazai obviamente estaba feliz
Chuuya obviamente estaba molesto
Aquella tarde por fin podían pasar tiempo juntos como antes Chuuya y Atsushi, el albino esperaba al mayor con la sala, frente a la gran pantalla, Atsushi no era de lujos, Chuuya sí, pero el albino siempre disfrutaba de tardes con Chuuya al ver películas
El pelinaranja llego junto al albino con un recipiente lleno de palomitas el cual se dispusieron a comer aunque Chuuya seguía incomodo, no evito hablar menos estando a solas con el albino
- Atsushi
- Dime Chuuya
- ¿no te molesta llevar a Rashoumon?
- No, es tela suave
- Si pero ¿no te sientes mal?
- Estoy bien con él, al final todo salió bien, incluso Akutagawa ha dejado de estar enfermo Chuuya
- Si pero
- Tu sabes que siempre he estado preocupado por el
- Lo sé – suspiro el pelinaranja – a mi si me molesta, es como tu collar de perro
- Chuuya yo no lo tomo así – el albino le sonrió – para mí es como si me vistiese como tú
- Pequeño tontito – dijo Chuuya sonriendo mientras acariciaba el cabello del albino – está bien, seremos el dúo Naka – dijo haciendo reír al albino
Atsushi abrazo al pelinaranja, no dudo en acostarse en sus piernas mientras veían la película, por su lado Chuuya solo miraba la película mientras acariciaba al albino, aquel chico había cambiado por completo su vida, incluido sus descanso pues iban a mitad de la película cuando Chuuya se molestó al ver al castaño junto al azabache en su sala, habían entrado sin su permiso
- ¿Qué hacen aquí? –pregunto Chuuya y Atsushi alzo la mirada
- Ustedes en verdad son una familia – dijo Dazai chasqueando la lengua – Akutagawa se sentía mal, parece que de vez en cuando deben pasar tiempo juntos – agrego Dazai
- Atsushi – le llamo mirándolo - ¿te has sentido mal? – pregunto
- No, solo con sueño – dijo el albino
- Eso es normal – dijo Chuuya y suspiro. Atsushi aprovecho para sentarse bien y mirar a ambos invitados
- ¿no quieren ver películas con nosotros? – pregunto el albino
- Claro – respondió Dazai ya sentado en el mueble y haciendo a Chuuya suspirar
- Sientate Akutagawa, haré más palomitas – dijo el pelinaranja
- Te ayudaré Chuuya – dijo el albino levantándose
- Está bien Atsushi, recuerda los modales, siempre atender – dijo Chuuya sonriente
- ¡Sip! – contesto alegre el albino mientras volvía al mueble
- Vaya Atsushi-kun, desde que llevas a Rashoumon volviste a ser el chico amable y sonriente de siempre – dijo Dazai
- Bueno, puedo controlar mejor al tigre, así que me siento mejor – respondió sonriente el albino
- Eso veo, que bueno – suspiro Dazai mientras se levantaba – ayudaré con las palomitas, ustedes elijan la película
- Si Dazai-san – dijeron ambos menores
En la cocina Chuuya simplemente hacia las palomitas cuando el castaño llego, el verlo sin su traje negro era raro, aunque sus vendas nunca faltaban, lo mismo para el pelinaranja que llevaba unas bermudas y una playera para su comodidad
- ¿Qué quieres? – dijo Chuuya molesto
- Solo quería que Akutagawa y Atsushi-kun pasarán tiempo juntos
- No es necesario todos los días – se quejó el ojiazul
- No, no lo es
- ¿entonces?
- Me recuerdan a nosotros, cuando te conocí
- Eso no es cierto, deja de pensar en el pasado y
Chuuya se vio interrumpido con las firmes menos de Dazai a sus costados, Chuuya apenas volteo la cara molesto y a punto de derrumbarlo con una de sus técnicas de artes marciales cuando vio el rostro de Dazai, serio pero no molesto, incluso se veía calmado, tranquilo, en paz o quizá... triste
- ¿Qué pasa Dazai?
- ¿recuerdas cuando nos conocimos?
- Si
- Eras casi del mismo tamaño que ahora
- Maldito bastardo – dijo mientras doblaba la muñeca del castaño
- Ya, me rindo – pidió clemencia ante el dolor haciendo a Chuuya soltarle – pero entre ellos, son lo único que tienen, el uno al otro
- Nosotros
- Nosotros tenemos nuestros puestos Chuuya, te recuerdo que hace poco fui nombrado ejecutivo
- Lo sé – chasqueo la lengua – pero estaremos bien, los cuatro juntos
- Hum, ahora hablas de los cuatro como una familia – dijo burlón Dazai
- Lo somos, Atsushi dice que lo somos – dijo sonriendo el pelinaranja
- Lo somos – dijo Dazai casi en un suspiro
- ¿ya están las palomitas? – pregunto Atsushi asomándose ligeramente a la cocina – la película ya esta
- ¿Cuál será esta vez Atsushi? – pregunto Chuuya
- ¡Sharkando! – dijo alegre el albino
- ¿Qué le pasa a tu hijo? – pregunto Dazai incoherente
- Le gustan los tiburones – respondió Chuuya restándole importancia
- Lo más increíble es que Akutagawa lo deje ponerla – dijo burlón el castaño
- Me convenció con su argumento de la sangre y los muertos – respondió Akutagawa
- Veremos Sharknado entonces – dijo Dazai resignado mientras Atsushi brincaba en el mueble alegre
La película avanzo, Dazai se había quedado a una esquina del mueble, Chuuya seguía teniendo junto a Atsushi y Akutagawa estaba en la otra esquina, Dazai miro aquel cuadro, parecía una broma, era una broma pero era cierto, tenía una familia con Chuuya, obviamente en ese momento se auto llamado "el padre" dejando a Chuuya como "la madre" y los dos pequeños aún no se decidía si dejar a Atsushi como "el hijo" y a Akutagawa como el perro o el adoptado, opto por ver como evolucionaban las cosas, quien sabe y terminaría siendo "el yerno"
Dazai seguía haciéndose toda una historia de Fanfic digna de subirla a Wattpad en su cabeza mientras la película avanzaba, a su término pudo notar como Chuuya se había recargado en él y al verlo fijamente lo notó, se había dormido; Atsushi le sonrió y puso su dedo en sus labios pidiéndole guardar silencio
- Chuuya ha estado trabajando mucho – susurro Atsushi - ¿puede dejarlo dormir? – pregunto
- Claro Atsushi-kun – dijo alegre Dazai – pero tendrán que ir a hacer las compras para preparar la comida
- Si Dazai-san - dijo está vez el pelinegro
- No sé hacer las compras solo – dijo el albino mirando a Chuuya, el hacia todo con Chuuya
- Está bien Jinko, yo te llevaré – dijo el azabache tomando el cuello del albino mientras le jalaba
- Pórtense bien – dijo Dazai viéndolos partir. Miro el rostro de Chuuya dormido en su pecho y suspiro, pelear con el pelinaranja era pura diversión pero debía admitir que el tenerlo en esa situación le atraía paz y seguridad, una que estando en la mafia no se sentía nunca – Eso eres Chuuya – dijo tomando la gargantilla del cuello del pelinaranja – eres mi paz...
Al cabo de unas horas y muchos regaños por parte del azabache, Atsushi y Akutagawa terminaron las compras e incluso cocinaban, Chuuya se había despertado sobresaltado y más al darse cuenta que Dazai estaba acostado en su mueble y el encima de él, con muchos insultos y uno que otro golpe se levantó para ir a la cocina y ayudar a los menores con la cena
Aquel día lo cuatro pudieron disfrutar de una placentera y tranquila cena, sin mencionar lo divertido pues ahora Dazai tenía nuevo material para molestar al pelinaranja por haberse quedado dormido encima
El secreto que llevaba Dazai consigo era muy grande, tan grande como la mafia misma y tan profundo como el mismísimo océano pero por lo menos tenía una familia que le dejaba sonreír sinceramente por momentos, los sentimientos que albergaba su ser eran únicos e incomparables, eran serios y sin desgarres o prejuicios, simplemente que la mafia no estaba lista para algo tan grande...
¡Continuará!
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