7|| blood

Akutagawa tenía una misión importante, llevaba meses practicándola: que su habilidad siguiera al albino en forma de collar, intento mil maneras pero no lo conseguía, a un determinado radio los hilos de Rashoumon volvían, su alcance era mínimo ante las distancias que recorría Atsushi

Ya ambos menores habían pasado un buen tiempo en la mafia, Atsushi ahora de 12 años y Akutagawa de 15, por sus lados, Dazai y Chuuya habían cumplido sus 18 años, no había cambios pues para mafiosos no existían las leyes de edad, sus trabajos seguían igual, sus dificultades también, ahora pasaban mucho tiempo juntos en misiones para la mafia

- Entonces, denme el reporte – dijo Mori sin si quiera mirar a ambos menores

- Hicimos lo que pidió, sin testigos, sin alboroto – respondió Akutagawa

- Rashoumon paso por las sombras y simplemente perforo sus cráneos – agrego Atsushi

- Perfecto, parecerá un derrame cerebral – suspiro Mori – odio admitirlo pero Dazai-kun y Nakahara-kun han hecho un gran trabajo en ustedes, ahora retírense

- Si, jefe – dijeron ambos menores

Caminaban por los pasillos de la mafia, Atsushi iba a cambiar su rumbo, seguramente hacia la oficina de Chuuya cuando Akutagawa le detuvo

- ¿Qué haces? - le pregunto Atsushi

- Tengo una idea nueva para nuestra habilidad – dijo Akutagawa

- Ahora la llamas "nuestra" – dijo fastidiado Atsushi

- ¿no has comido Jinko? – pregunto burlón Akutagawa

- Déjame en paz, vamos – dijo Atsushi irritado

Atsushi fue arrastrado por Akutagawa hasta el bosque, acostumbraban reunirse allí para no levantar sospechas.

Atsushi se dejó caer, sus estragos comenzaban a llegar

- Te pregunte si habías comido – dijo el azabache

- Estoy bien – dijo el albino

- Comamos

- No me pondré a cazar como la otra vez

- Traje comida, para ti también

- ¿en serio?

- Si, hice mucha para Dazai-san hoy en la mañana

- ¿Dazai-san te deja cocinar?

- Si lo hiciera el estaríamos muertos – dijo el azabache

- Chuuya cocina en casa a veces le ayudo – dijo el albino

- Es por que Chuuya te protege mucho – suspiro el azabache sentándose – comamos

Akutagawa compartía su comida con el albino, no lo admitían pero en los últimos dos años pasaban mucho tiempo juntos además de sus misiones, entrenamientos, Dazai y Chuuya tenían muchas veces misiones juntos y ambos menores no les quedaba de otra más que pasar el tiempo juntos, seguían odiándose desde el primer momento, Akutagawa aún recuerda el día que vio por primera vez a Atsushi, sus ojos bicolores y temerosos, llorosos, odio con todo su ser la expresión del albino, Atsushi por su lado, recuerda los maltratos del mayor, no recuerda ningún momento en que le viera sonreír más que la vez que ganaron la competencia de relevos

- Te esfuerzas mucho Akutagawa – decía el menor mientras comía – Dazai-san, creo que él te reconoce desde que te llevo a ver a tus muertos - confeso el albino

- No hables de mis muertos mientras comemos – suspiro – tu no entiendes

- No, me es imposible

- Es por que tú tienes buena fortuna, Chuuya te sonríe y cuida, ere su familia

- No

- Claro que sí lo son

- Akutagawa, tú y Dazai-san son parte de esa familia – la cara del mafioso azabache era un poema, su sorpresa ante las palabras del albino fueron extremadamente notorias

- Jinko ¿Qué te pico?

- Nos molestamos constantemente, nos peleamos, si no como tú eres el primero al que le grito y tú siempre intentas golpearme, y si no fuera por el jefe Mori, Dazai-san o Chuuya apuesto a que me hubieses matado hace mucho – el albino lo miro y le sonrió – pero siempre he pensado que somos una familia

- ¿Qué quieres decir?

- Yo... no te odio Akutagawa

- Tampoco te odio Jinko – respondió el azabache

Akutagawa y Atsushi se miraron serios más no molestos, compartían pocos momentos de ese nivel pero cada vez eran menos sus peleas y más aquellos momentos.

Atsushi había terminado de comer y ahora calmado simplemente miraba al cielo mientras Akutagawa aprisionaba su cuello con Rashoumon en numerosos intentos por lograr que su habilidad se una a su cuello

- Ya estás cansado, déjalo – dijo el albino sin dejar de mirar al cielo mientras se acomodaba en el pasto

- Dazai-san confía en que lo lograré

- Lo harás, pero no si estas agotado

- Jinko – le llamo molesto

- ¿dije algo malo? – pregunto el albino

- Si, cansas mi paciencia – reprocho el azabache

- Y tú la mía

- Eres un desperdicio de aire

- ¿no que fortuna?

- Voy a matarte maldito animal – dijo Akutagawa mientras llamaba a su bestia negra

Atsushi le esquivo, Rashoumon lo rodeo y atravesó, el albino se quejó pero rápidamente se defendió, si, de nuevo peleaban, Akutagawa estaba probando su nueva técnica de espacio, con la cual evitaba los golpes del albino, Atsushi simplemente golpeaba más rápido y fuerte hasta que logro romperla , golpeando a Akutagawa lo suficientemente fuerte para hacerle sangrar, no cabe olvidar que las garras de un tigre son filosas por donde lo veamos, al mismo tiempo que Rashoumon atravesaba el pecho del albino.

Ambos menores habían caído uno encima de otros, su sangre se combinaba, la sangre de Atsushi corría por el cuerpo y ropa de Akutagawa, incluso en el momento del impacto el azabache había bebido gotas de sangre del albino mientras que había sido atravesado; Atsushi había bebido sangre de Akutagawa por el impacto de sus puños y garras, incluso, ambos yacían inconscientes en el pasto verde donde horas atrás habían almorzado juntos.

Mientras tanto en la base de la Port mafia, Dazai y Chuuya revisaban sus últimos contratos con mercantes y uno que otro tráfico de armas de aquella semana.
Dazai miro el reloj y segundos después miro a Chuuya

- Chuuya ¿Dónde están Atsushi-kun y Akutagawa? – pregunto el castaño

- No lo sé, fueron con el jefe hace unas horas – le miro - ¿no los has visto?

- No, pero probablemente sigan practicando lo del collar con Rashoumon

- Deberías decirle a Akutagawa que pedí un collar especial para Atsushi

- Creo que Rashoumon serviría bien – dijo el castaño levantándose de su asiento, no sé apresuro pero tampoco fue lento, llego al frente de su compañero más bajo y sus dedos traviesamente pasaron de su pecho a su cuello, tomando aquella gargantilla en su cuello y haciendo al pelinaranja tragar saliva por los estribos que había sentido - Atsushi-kun podría llevar una gargantilla igual a la tuya – sonrió el castaño – simplemente al perder el control saldrían las púas

- Akutagawa merece descansar y Atsushi necesita sus descansos o el tigre gana maldito bastardo – dijo molesto Chuuya

- Exacto, el tigre gana – dijo Dazai sonriente, Chuuya le empujo molesto haciendo al castaño retroceder levemente con su sonrisa impecable, siguió caminando de vuelta a su haciendo y se dispuso a leer, Chuuya suspiro – pero... podría vencerle – agrego minutos después haciendo a Chuuya pensar y cuando se dispuso a hablar

- Jefe – dijo un subordinado al tocar la puerta

- Pasa – respondió Dazai haciendo que aquel subordinado abriera la puerta

- Han encontrado a Akutagawa y Nakajima en el bosque, los han traído

- Atsushi – dijo Chuuya mientras salía al alcance del albino

- ¿Qué paso? – pregunto Dazai al subordinado

- Quien los hayo dijo que el joven Nakajima traía a Akutagawa cargando en su espalda, ambos mal heridos

- Entiendo, retírate – dijo Dazai y suspiro – seguramente pelearon – dijo para el mismo y después sonrió

Por su lado, Chuuya había llegado a la enfermería de la base, Atsushi era limpiado por una simple enfermera, su habilidad le regeneraba pero no quitaba que estuviera lleno de sangre, por su parte Akutagawa estaba un poco más grave, aun así, solamente Chuuya vio algo extraño en su pequeño protegido

- ¿Qué te tiene con esa cara Chuuya? – pregunto Dazai viendo a Chuuya salir de la sala donde limpiaban a Atsushi

- Lo tiene.... – dijo sorprendido Chuuya – Atsushi... lo tiene....

- Ya veo – sonrió Dazai y toco la cabellera de Chuuya – el juego comienza, Chuuya



¡continuará!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top