4|| Sin peleas
Allí estaban de nuevo, frente al escritorio del líder de la mafia Ougai Mori, seguían sin voltearse a ver, seguían odiándose pero ahora tenían algo en común
- Entonces, Dazai recogiste a un chico y Chuuya tu a otro
- Si jefe – dijeron ambos
- Dazai tú quieres entrenarlo en la mafia
- No le veo el por qué no – respondió Dazai
- Tu Chuuya solo quieres tenerlo en el departamento
- Es un chico tranquilo – respondió Chuuya y miro a Dazai – y solo quiere saber si Akutagawa está bien
- Miren – hablo el jefe serio – saben lo que pasa con los niños en la mafia, su ejemplo más claro es el que está encerrado en los calabozos
- Q es una horrenda cosa – dijo Dazai
- No lo soportamos – dijo Chuuya
- Es en lo único que están de acuerdo – suspiro Mori – quiero que esos niños sean bien entrenados, no quiero problemas – Mori miro a Chuuya – deben estudiar y trabajar, pueden ser encargos pequeños
- Si – sonrió Dazai – mira a OdaSaku él lo hace excelente
- Hay vas de nuevo con Sakunosuke – dijo Chuuya fastidiado
- Sí, voy de nuevo
- Niños – dijo molesto Mori – compórtense
- Si jefe – dijeron ambos chicos
- Ahora, vayan a entrenar a esos niños y no quiero más peleas, me basta con ustedes
- Si Jefe – respondieron ambos chicos
Ambos adolescentes caminaban por los pastillos largos y oscuros de la base de la Port mafia, el silencio reinaba, no les molestaba, no necesitaban hablarse, llegaron a la salida y allí los vieron, Akutagawa y Atsushi peleaban de nuevo
- Van de nuevo – se quejó Dazai – quieres quedarte quieto Akutagawa, no te ensucies, cuesta mucho bañarte
- ¡Dazai-san! ¡Jinko es insoportable!
- Tú fuiste el grosero – se quejó Atsushi
- ¿Jinko? - preguntaron ambos mayores
- Jinko es una bestia enorme y peluda que se come a todo y todos a su paso – se quejó Akutagawa
- Así describiste tu habilidad ayer, excepto por lo de peluda – dijo Dazai mirando al azabache
- Dazai-san es cierto
- Por favor Akutagawa, no tengo nada contigo, solo no dejes que este desperdicio de vendajes te mal enseñe
- Chuuya deberías medir tus palabras
- Vamos bastardo inútil, Akutagawa no merece que le enseñes nada
- ¿y tú que le podrías enseñar al pequeño de Atsushi-kun? – pregunto Dazai
- Le enseñaré a no ser un desperdicio de vendajes y menos un bastardo
- Idiota
- Bastardo
- Petit Mafia
- Rollo de papel higiénico
- Pulgarcito
- Canaña
- Sombrero feo
- Estúpido
- Chuuya – le llamo Atsushi sacándolo de la pelea – no debería tomarse tantas molestias por alguien como yo
- Atsushi ya lo hablamos, eres especial – dijo Chuuya
- Si, especialmente torpe – dijo Akutagawa – ya cállate Jinko o te golpearé de nuevo
- Tus ropas cambiaron pero sigues siendo el mismo Akutagawa
- Sacaste boleto puto
Akutagawa se había ido encima de Atsushi igual que Dazai y Chuuya los habían encontrado, los mayores suspiraron, pensaron que quizá ellos debían dejar de pelear para darles mejor ejemplo a aquellos chicos, Mori los había mandado a escuela, entrenamiento y que no pelearan ¿Cómo lograrían eso ahora? ¿Cómo era lo que estaban haciendo? Chuuya ahora tenía un niño de 10 años y Dazai uno de 12 años
Solo había dos cosas y ambos lo confirmaron cuando se vieron entre ellos, sus vidas... habían cambiado completamente y seguiría cambiando mientras estuvieran los cuatro involucrados
Continuará...
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