Ambos chicos volvían a avanzar a su destino, el puerto de Yokohama, en alguna parte del puerto estaba la base de la mafia, donde a veces dormían, convivían, descansaban y planeaban ¿Qué? Una organización como la Port Mafia no se sentaba siempre a beber el té.

- Tomemos la salida 4 – dijo Dazai

- El chico de boina dijo que tomáramos la 7

- Es más rápida la 4, recuerda que mandaron a unos peones a limpiar el lugar

- Detesto decirlo pero tienes razón - se quejó Chuuya montando su moto

- Además no hay nada que pueda enfrentarnos

Chuuya conducía por la salida 4, la conocían bien, unos barrios sin mucha gente, eran más barrios abandonados con cosas semi destrozadas. Chuuya tuvo que dar un freno repentino haciendo a Dazai abrazarlo o saldría volando, frente a ellos, un pequeño niño de unos 10 años se encontraba tirado, miraron a su derecha y vieron a otro chico completamente serio

- Te dije que no volvieras aquí – dijo el niño serio

- No quería volver, en serio... - respondió el otro niño levantándose lentamente

- Lárgate o te mataré la próxima vez

- S-sí, lo intentaré

- DEJA DE INTENTARLO - grito el niño - ¡Rashoumon!

Dazai dejo ir sus ojos a la habilidad del chico serio y pelinegro con puntas blancas, inmediatamente había amenazado al chico más bajo, obviamente tenía material pero le faltaba demasiado pulido, su habilidad serviría para protegerle en cualquier caso de una bala, Dazai estaba armando una estrategia cuando vio a Chuuya detenerlo fácilmente

- Hey, este chico ya está muy golpeado, solo déjalo – dijo Chuuya

- Ese mocoso viene aquí a molestar a mis compañeros, nos quita comida, aire y

- Solo son niños – suspiro Chuuya y miro al albino en el suelo - ¿Por qué no sales de este lugar?

- N-no sé cómo salir – dijo el albino

- ¿quieres que te lleve?

- Chuuya deja al niño y vámonos – grito Dazai molesto

- Vete tu maldito bastardo de mierda – respondió Chuuya

- Deja al albino – se quejó Dazai

- Lárgate te dije – respondió Chuuya – lo llevaré conmigo

- Entonces yo me llevaré al azabache

- ¿Disculpa? – dijo el azabache molesto

- Tus conocidos ya están muertos – dijo Dazai

- ¿Qué? – miro asombrado el azabache al castaño

- Si no me crees, mira a tus alrededores, no hay nada

- Oye Dazai – dijo Chuuya molesto

- Señor Chuuya – hablo el albino - ¿está todo bien? – pregunto

- Mmm... - Chuuya sonrió –si algo así ¿Cuál es tu nombre?

- Atsushi, Nakajima Atsushi – dijo sonriente el albino

- Bueno, Atsushi ¿gustas venir conmigo?

- ¿puedo?

- Vamos chico, no debes estar aquí ¿y tus padres?

- No sé – dijo el chico algo deprimido – acabo de escapar del orfanato, no sé cómo llegue aquí y Akutagawa solo me culpa por todo y me dice que me vaya pero no sé cómo salir de estos barrios

- Entiendo – suspiro Chuuya – ¿quieres quedarte en mi casa?

- ¿puedo?

- Sí, vamos – sonrió Chuuya – estaré feliz de tener compañía

- Pero... - Atsushi bajo la mirada y busco con sus ojos al azabache - ¿Qué hay de Akutagawa?

- ¿te preocupa?

- El... no es mala persona – miro a Chuuya - ¿murieron sus amigos?

- Probablemente... - miro al azabache ir tras Dazai a alguna parte de aquella salida – vamos chico, mi compañero se encargará del tuyo, Akutagawa estará bien

- S-si

Chuuya ayudo al albino a subir a su moto, sin pensarlo dos veces dejo al castaño en aquella salida mientras se dirigía a su departamento con el albino a su cuidado 

Continuará...