1 || Un regalo que entregar


Capítulo 1. Un regalo que entregar



- Estaba perfectamente acomodado en mi departamento, todo era relajante, mi vino a un lado y la televisión con una buena película ¿Qué podría salir mal? Claro, no apague el celular y era todo lo que necesitaban para arruinar mi velada romántica con mi querido vino – decía Chuuya mientras caminaba por los pasillos de la mafia

Nakahara Chuuya con tan solo 16 años tenía su propio departamento, bebía y comía lo que él deseaba, hacia lo que él quería, era libre... Su trabajo era sencillo a su forma de ver la vida más el tiempo que le tomaba era relativamente corto, lo único malo es que podía ser llamado a cualquier hora y venía lo peor u horrendo de su trabajo... una sola persona

- Nakahara-kun has llegado – dijo su jefe con una impecable sonrisa de gato

- Boss buenas noches – dijo el nombrado mientras bajaba su sombrero como respecto

- Esperaremos a que llegue

- Siempre llega tarde

- Lo sé – sonrió aún más como si de un gato se tratase – ¿no es adorable eso de él?

- No – susurro para el mismo

No tuvo que esperar mucho, la verdad incluso él y su hermosa, y recién comprada motocicleta roja habían llegado retrasados, las puertas de la gran oficina del jefe de la mafia se abrieron dejando ver a la pesadilla de Chuuya andante: Su compañero

Osamu Dazai, aquel castaño de ojos frívolos pero brillante personalidad aunque extraña e incomparable incluso incomprensible para todos, su traje negro y saco largo del mismo tono hacían contraste de su cabello, ojos y vendas en su cuerpo, más bien, todo su cuerpo eran vendas, incluso su ojos aunque para Nakahara el chico no era tuerto, si, chico, pues tenían la misma edad e incluso Nakahara era mayor que Dazai por meses no obstante la altura era pasada por varios centímetros

- Lamento llegar tarde – decía Dazai caminando hacia el jefe de la mafia con su sonrisa – se me atravesó un hermoso puente y no dude en saltar

- Era de esperarse – dijo el jefe de la mafia complacido

- Solo déjate morir bastardo

- Oh~ Chuuya – canto el castaño – no te había notado con tu diminuto tamaño

- No comienzo una pelea por el respeto al jefe

- Vamos sabemos que no es verdad, pelearías conmigo incluso si el jefe estuviera a punto de morir

- A punto de morir estarás tú

- Vamos chicos, deténganse – dijo el jefe de la mafia – tienen trabajo

- Si, jefe – respondieron ambos menores al mismo tiempo

- El paquete azul que tienen en frente, lo llevarán al distrito de Asahi-ku, es un presente para un viejo conocido que no pude ver hoy – sonrió para ambos chicos – pero no se preocupen podre verlo el fin de semana

- ¿Nuestra misión solo es llevarlo? – pregunto Chuuya

- Sí, es muy importante que nadie lo vea o sepa de esto chicos – dijo el jefe – cuento con ustedes

- Si – respondieron ambos

Ambos chicos caminaban en los pasillos, Chuuya sabía que llegaría de inmediato al lugar si usaba su motocicleta, pero Dazai llevaba el regalo, solo pensar en cruzar palabras con el chico le enfermaba, años y años de insultos colmaban la paciencia de Chuuya ¿Cuándo fue que paso de ser un chico tierno que jugaba con Dazai a odiarle tanto? Así, cuando el castaño empezó a crecer y a molestarle

- Chuuya usaremos tu motocicleta

- ¿Por qué te llevaría en mi motocicleta? – no quería admitirlo, sería rápido pero el hecho de ir con él era fastidioso

- Porque será más rápido, tus pequeñas y delgadas piernas no me alcanzarían el paso

- Bastardo de mierda – solo suspiro, era cierto que era lo mejor – vamos – dijo rechinando los dientes

Toparse con mafiosos era algo malo en la ciudad de Yokohama, peor era toparse con esos dos chicos aunque para Chuuya... Lo peor en su vida era Dazai, la desgracia en su vida era Dazai, así de simple era el asunto, así de sencillo:

CHUUYA NO

SOPORTABA

A

OSAMU DAZAI




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