Negación.
A lo largo de su vida, Alex había desarrollado un sistema para lidiar con las cosas que solían ser difíciles. Su sistema era simple, rápido y bonito, se llamaba Negación. Lo único que debia hacer era negar desde el fondo de su alma aquel hecho que le molestaba, enterrarlo en algún lugar inhóspito de su inconsciente y no volver a pensar en eso, nunca mas. Rápido y efectivo.
Por esa razon al llegar a su casa, simplemente negó y olvido lo que había pasado hace unos minutos, eso no paso y tampoco volvería a pasar, Nop, nunca mas. Esta historia se acababa aquí y punto final.
— ¡Woof — un ladrido la trajo de vuelta a la vida y se agacho para acariciar el suave pelaje del pastor alemán
— Yo tambien te extrañe Samy — le sonrio mientras el animal lamia su cara — Samy — riño algo divertida — Asumo que quieres algo de comida — le sonrio colocandose de pie, para caminar a la cocina y abrir la alacena — ¿Tocino o pollo? — pregunto sacando dos envaces con comida para perros
— Wof Wof — respondio el animal esperando junto a su plato
— Pollo sera — guardo uno de los envases y abrió el otro vertiendo el contenido sobre el plato del animal que la miro atenta — Muy bien, buen chico — acarició su cabeza — Samy — lo llamo por su nombre mientras el animal seguía erguido, firme sin mover un musculo — come — Samy no espero otro segundo y comenzo a comer mientras ella tomaba una manzana verde de la frutera sobre la isla de la cocina, junto a esta, se encontraba una nota — "Me quedare revisando un caso con un colega, llegare tarde, te ama, Mamá" — leyó la nota y rodó los ojos "colega", si claro. — Parece que hoy solo somos tu y yo de nuevo, Samy — dejo escapar un suspiró.
Una llamada le llamo la atención a Alex, quien tomo su celular y se coloco los audífonos — Hola Bonita~ — la melodiosa voz de su mejor amigo le saco una sonrisa
— Perra — lo llamo en forma de saludó — ¿Ya te metiste en un problema? Debe ser un nuevo récord
— ¡No nos hemos metido en nada! — alego Anna, esos dos juntos, no presagiaba nada bueno. — Aun~ — añadió misteriosa
— Aja, fingiré que les creo — Dijo subiendo las escaleras hasta su habitacion para dejar sus cosas
— De todas formas, te informamos que esta noche saldremos — Volvio a Hablar Edgar
— Que bien por ustedes, ¿a donde irán? ¿Y debere informarle a la policía y bomberos? — comenzo a buscar en sus cajones algo de ropa cómoda para usar en casa
— Probablemente, pero primero
— Nada de ustedes, vienes con nosotros
— ¿y como porque haría eso? — alzo la ceja
— Porque nos amas~ — Hablaron al unisono y ella solto una carcajada
— sigan intentando — sugirió dejándose caer en su cama mirando el techo y jugando con uno de sus mechones
— Uso uno de mis cupones de salida validos cuando y donde sea — sonrio con superioridad el azabache, la tenia.
— Mierda — Mascullo, no volvería a darle "cupones para salir" a sus amigos para San Valentin, la verdad es que había olvidado la fecha y cuando ellos habian llegado a su casa con una caja con manzanas verdes a su puerta, mientras que ella no tenia nada, debio inventar algo rápido.
— Exacto, pasaremos por ti a las nueve~ — celebraron los chicos del otro lado del teléfono
— Los odió — Mascullo resignada
— Y nosotros te amamos~ — cortaron la llamada
— Aghh — gruño, tomando su celular, para marcar a su madre. Para su suerte atendió enseguida, lo que en su madre se traducía luego de 10 llamadas — Mamá
— ¿Si, Amor? ¿Paso algo? — Pregunto con una suave voz la mujer mayor
— ¿Puedo salir con los chicos hoy? — Sabia que le daría permiso, pero sus modales le impidian salir sin decir nada
— Claro ¿a donde irán? — hablo algo rápido ya que estaba manejando
— a casa de Edgar — Técnicamente hablando no era mentira, al final de la noche siempre terminaban ahí
— Esta bien, no se queden despiertos hasta mas tarde y no olvides dejarle comida a Samy
— No lo haré, adiós, te amo
— yo igual, que la pases bien — corto la llamada mientras el gran can se acomodaba junto a ella
— Lo siento Samy, esta noche te toca cuidar la casa a ti solo — acaricio su cabello mientras el comenzaba a olfatear la
— Grrrr — Le gruñó el animal logrando confundir la, Samy nunca le había gruñido antes
— ¿Samy? — le llamo y el animal dejo de gruñirle enseguida para volver a acostarse a su lado. — Creo que no me haría mal dormir un rato — bostezo acomodándose junto a el pastor alemán, para luego cerrar sus ojos y dejarse llevar por el sueño acumulado.
.........
— Dime de nuevo lo que paso — Pidió Theo aguantando la risa
— Me dijo que me fuera a la mierda, huyo y luego me pateó — Dijo de mala gana y esta vez el castaño estallo en carcajadas. Por supuesto en su explicacion había dejado de lado ciertos detalles como el casi secuestrarla y casi hacerla suya en la parte de atrás de su auto, ya que sabia lo que su Beta y mejor amigo opinaría de eso.
— Ay Dios, esta chica ya me ágrada — río limpiándose una lágrima imaginaria — ¿y? ¿Que planeas hacer?
— ¿que mas? Hacerla mía por supuesto — hablo como si fuera lo mas obvió y Theo quiso golpearse el rostro.
— No sabes cuanto esta mal con lo que dijiste — suspiró con cansancio — En primer lugar ¿que sucederá con Lucía? ¿Con la unión de las manadas? ¿Recuerdas algo de eso?
— Mira, yo queria a Lucía, aun lo hago, pero nunca sentí por ella una milésima parte de lo que ella me hizo sentir — y eso que tampoco habian llegado tan lejos — Antes de llegar mas lejos, quiero saber que siento por ella, y conocer mis opciones — intento usar la lógica la que sabia siempre funcionaba con su amigo
— Aghh, esta bien, te ayudare — acepto de mala gana, de todas formas no creía muy recomendable dejarlo solo con la chica — Pero debes comportarte o al menos hacer el intento
— ¡Muy bien! — sonrió prendiendo el auto
— ¿y a donde vamos? — pregunto notando que estaban saliendo de la ciudad
— A su casa
— por favor no digas que vamos a acosarla — rogó
— Claro que no, solo vamos a hacer algo de "investigación" — aclaro con una sonrisa
— Hay Dios, debere comprar otro libro — suspiró preguntando se si exisitia el libro "Cuando tu hijo se vuelve acosador"
.....
Eran las 8:55 y Alex termino de arreglarse mirándose al espejo. Traia puesto un simple vestido negro, con falda de campana y escote de corazón. Unos tacones a juego y una chaqueta de cuero blanca para finalizar. Escucho una bocina ser tocada y termino de pintar sus labios al mismo tiempo que tomaba su cartera y algunas cosas.
— Nos vemos Samy, portate bien — le tiro un beso al perro que ladro de vuelta.
— Casi me haces Gay~ — le habló Anna desde el asiento del conductor
— y a mi casi me haces Hetero — comento Edgar desde el asiento de copiloto
— Si no fuera por el casi — río la castaña subiéndose al auto en la parte de atras — ¿a donde vamos hoy? — preguntó colocandose el cinturón de seguridad
— A las Vegas
— A La madre patria — Dijeron los chicos mientras la chica hacia rugir el motor
— Dije hoy, no en sus sueños — rodó los ojos divertida al mismo tiempo que el auto partía con su recorrido
— ¿Recuerdas al tipo con el que salí la otra vez? — pregunto el azabache viendo su reflejo en el espejo retrovisor, su cabello negro en punta algo desordenado, su camisa blanca que mostraba de forma sutil su buen cuerpo, y junto a sus vaqueros negros, estaba para babear.
— ¿"Mister tableta"? — hizo memoria y el chico nego
— No con ese no salgo hace tiempo
— ¿"Sonrisa de comercial"?
— Tampoco
— ¿"Papito divino"? — río por los apodos que su amigo le colocaba a sus conquistas
— ¡Yo se! — exclamo Anna — ¡"Universitario entusiasta"!
— Ding Ding tenemos una ganadora — sonrio de lado — El punto es que, su primo es el encargado de seguridad en uno de los mejores clubes de la ciudad y hoy nos a va a dejar pasar
— Pero somos menores de edad — les recordó, eso era ilegal
— No según estas — Enseño tres licencias de conducir
— Por dios no — las tomo y vio que había una para cada uno, parecían reales, pero eran obviamente falsas por los nombres y fechas — "John Stark" ¿en serio? — alzo la ceja
— Hey se vale tener sueños — se bajo de hombros y la chica nego para seguir leyendo
— "Nikita Krushev" ¿de verdad?
— Tomare las palabras de mi estimado — sonrio la comunista
— Oh tienes que estar bromeando — pidió leyendo su nombre — "Caitlin Snow" ¿porque? — Frost Killer ¿en serio?
— Pensamos que si colocábamos un nombre que no te gustaba te enojarías y nos matarías
— Por lo que nos fuimos a la segura — asintieron
— Saben que ya no diré nada, hagan lo que quiera, no, olviden eso — se retractó
— Demasiado tarde — Anna sonrio y acelero mientras Alex rezaba a su dios en el fondo del mar por su salvación, si ellos adoraban a una ballena como su dios ¿y que?
Gracias a su cetáceo Dios logro llegar sana y salva al estacionamiento del gran club — ¡Gracias Santa Ballena! — exclamo bajándose del auto
— Solo acelere un poco, no exageres
— No exagero, tu estas loca — le acuso.
— Jamas lo he negado — cerro el auto para luego caminar junto a sus amigos a la puerta del club
— Hola lindo — saludo Edgar al de seguridad
— Tu eres el amigo de Dávid — lo reconoció por una foto que su primo le había enviado
— Claro... — asumía que ese era el nombre del chico — ellas vienen conmigo, asumo que no habra problemas
— Claro que no, ¿identificaciones? — los chicos las levantaron y el se hizo a un lado — Que pasen buena noche, Rey del norte, señor ex presidente, Killer Frost — río dejándoles ver que había notado lo falsas de sus identificaciones
— Usted tambien noble caballero~ — respondio Edgar entrando junto a las chicas. La musica electrónica y las luces de neón los recibieron.
— Aghh, prometiste que no seria tan escandaloso — se quejo Anna, caminando a una mesa algo alejada
— Despues de los primeros tragos no lo notaras y van por mi cuenta — sonrio el azabache desviándose a la barra
— Aun no es tarde para huir — le recordó Alex sentándose
— No, si nos vamos ahora, después usara la culpa contra nosotras
— ¿sentimos culpa? — quiso saber intrigada
— No, pero el se vuelve molesto — respondio y la castaña asintió
— Vodka para la comunista — coloco el vaso frente a chica que sonrio
— Solo apoyo este tipo de consumismo — sonrio tomando el trago
— Un Manhattan sin alcohol para la niña — le entrego el vaso y ella le saco la lengua
— Eres un imbécil — dijo aceptando de todas formas el trago
— Aun asi me amas — alzo su vaso con algo de Whisky en las rocas — Por una noche legen- esperen por ello — sonrio y ambas lo imitaron — Daría — chocaron los vasos y brindaron. — Muy bien, Cetrov, tu cuidas la mesa, yo me llevare a esta linda señorita a bailar — tomo a Alex de la mano
— Pero... — deseo protestar
— Nada de peros, me ayudaras a conseguir un lindo semental para esta noche — le sonrio terminando de arrastrarla a la pista de baile — además ambos sabemos que te encanta~
— Aja, como digas — rodo los ojos, pero de todas formas comenzo a bailar con el. Los movimientos de ambos eran coordinados y sensuales destinados a llamar la atención de cualquiera que les diera una mirada por mas pequeña que fuera.
Alex tenia bastante práctica, ya que uno de las mejores estrategias de su amigo para conseguir atencion era "mostrar la mercancía", lo que consistía en mover sus caderas y buen cuerpo de manera provocativa, pero para no parecer una diva o desesperado, siempre usaba una compañero y ya que Anna tan "amablemente" le había dicho con una patada que no bailaba, Alex se convirtió en la opción mas viable.
Su baile fue interrumpido cuando Edgar sintio un tirón en su mano, y al darse vuelta para ver de quien se trataba se encontró con unos ojos avellana penetrantes — Hola — lo saludo atrayéndolo hacia si mismo de manera sutil
— Hola — le sonrio dejando a su amiga y siguiendo al extraño. Theo sonrió, no solo había salvado la vida del humano, sino que también había encontrado un bello par de gemas ónix que le atraían como moscas a la miel.
— He— quiso alegar Alex por la retirada de su amigo, pero su mano fue tomada con agresividad y fue arrastrada hasta los baños del lugar. La castaña logro reconocer esa cabellera castaña que iba en contra la gravedad, rayos, esta vez la negación no estaba funcionando — ¡Sueltame! — exigió una vez que se aseguro que no había nadie mas en el baño, odiaba hacer escándalos
— ¡¿Que mierda hacías con ese imbécil?! — Exigió saber colérico, ya bastante había tenido viéndola sonreir le en la escuela a ese don nadie y andar con el para todos lados cual vil chicle, como para aguantar el que se anduvieran restregando de manera tan indecente
— ¡Ese imbécil es mi amigo! ¡Y puedo hacer lo que se me de la regalada gana! — le reclamó, Alex en serio no era del tipo que hiciera escándalos y gritara, pero el chico lograba sacar lo peor de ella.
— ¡No, no puedes! — la acorralo contra la pared de forma violenta y Alex pudo jurar que por un segundo sus ojos se volvieron de un brillante escarlata
— ¿Y por que no? — le desafio con la mirada. Reconocía que tenia algo de miedo, pero ella era una Black y los Black no retrocedian como Gatitos asustados, no señor
— ¡Por que eres Mia! — Dijo viéndola directo a los ojos sorprendiendola por un segundo.
La castaña dejo escapar una carcajada una vez que recupero la compostura — ¿Tuya? Si como no — hablo con sarcasmo empujándolo del pecho — Yo Jamas he sido tuya y jamas lo seré — sentenció
Lucas mordió su labio intentando que sus colmillos no salieran a relucir y golpeo la pared con fuerza — Tu siempre has sido mía, por eso nunca... — Murmuro y una epifanía llego a él. — Oh santa luna — se alejo dándose la vuelta.
Lucas lo recordó, porque la había mordido. Aquel sentimiento de constante irritación al verla sonreír que creyo ser odió. No lo era, eran celos, unos celos que lo consumían desde lo profundo de su alma. Si, se sentia irritado cuando la veia sonreir, pero eso era porque le sonreia a otras personas cuando se suponía que debia sonreír le solo a él. La molestaba y le tiraba el cabello para que lo notará y fijara su atencion en nadie mas que en el — Mierda... — Mascullo sujetando su cabello, la mordida tambien podía recordarla ahora.
Aquel dia, había oído rumores de que a la chica le gustaba un chico de un grado superior y había visto rojo, para luego exigirle una explicación y morderla pensando que de esa forma no volveria a pensar en nadie nunca mas ¿acaso se podia ser mas estúpido? Dios... Por su parte Alex decidió aprovechar su pequeña crisis existencial para poder salir de vuelta con sus amigos y a su casa, pero en cuanto los oídos de Lucas captaron el ruido de sus pies caminar hacia la puerta la tomo de la cintura — No iras a ninguna parte
— Voy a donde quiero — intento alejarse, pero el tenia mas fuerza que ella
— No hoy cariño — la levanto del suelo y unio sus labios en un beso agresivo. Alex quiso golpearlo, pero se sentia condenadamente bien, por lo que rodeo sus caderas con sus piernas y lo abrazo del cuello jugando con su cabello.
Lucas la empotró contra los espejos del baño sobre los lavamanos, para luego morder su labio causando que abriera la boca y el pudiera colar su lengua en la boca de la contraria, comenzando con una guerra que desde el principió él estaba destinado a ganar gracias a la poca experiencia de la chica que le encantaba. Ambos se separaron cuando el aire comenzó a escasear y Lucas bajo su boca a su cuello, lamiendo y besando esa zona.
Alex dejo escapar varios suspiros al mismo tiempo que el chico subía sus manos por sus piernas acariciando la suave piel, intentando guardar cada centímetro en su memoria. Ella no se quedo atras y metió sus manos debajo de su playera para tocar su bien trabajado cuerpo, cada toque, caricia y beso se sentia como una probada de adrenalina, una droga que la estaba volviendo adicta con demasiada rapidez.
El lobo sintiendo sus pantalones apretar le, sujeto a la chica del trasero haciéndola chocar contra la erección atrapada en sus pantalones. — Ah... — jadeo al momento en que sus cuerpos chocaron, queria mas de esa sensación que jamas había probado antes, queria mucho mas.
Pero para suerte de ambos la puerta se abrió sacándolos del pequeño mundo que habian creado — Oh Lo siento... Yo me voy — dijo apenado un chico cerrando la puerta detras del, pero eso fue suficiente para devolverle la cordura a Alex que aprovecho la confusión del chico para empujarlo y huir.
En cuanto volvio a la pista de baile localizo a sus amigos que estaban conversando y riendo tranquilamente con el castaño que le había robado a su perra antes, camino con rapidez hacia ellos y los tomo de la mano — Hola, Adiós, nos vamos — les exigió y al notar la suplica en sus ojos decidieron seguirla sin hacer preguntas.
Por primera vez, la negación no estaba funcionando...
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