Encuentro
—queda absolutamente prohibido que tengan una relación amorosa con algún miembro de otra familia, si alguien lo hace quedará expulsado de la familia.
Esas fueron las palabras de la diosa Loki a todos sus hijos en cierto día en el que todos estaban desayunando tranquilamente.
Lo dijo con tanta seriedad que todos entendieron que no se trataba de una broma como era costumbre, ella estaba hablando enserio y eso era preocupante.
Poco a poco algunos miembros de la familia empezaron a ponerse nerviosos por tal advertencia.
—¿Está hablando enserio?.
—¿No es un poco exagerado?.
—de seguro se peleó con algún dios y está enojada.
—al fin y al cabo ni una mujer se interesa en mi.
—¿Eso incluye ir al distrito del placer?
Esos eran los comentarios que soltaban algunos miembros con claro nerviosismo en su voz intentando ocultarlo lo más que podían.
Con ese actuar era más que claro que más de alguno estaba interesado de forma romántica de una persona de otra familia.
Saber que no podían enamorarse de alguien que no sea de su familia de verdad los puso en un buen aprieto.
Pero había una persona entre los que estaban nerviosos que no le tomo importancia al tema, ni siquiera sé sobresalto.
Esa persona era una de las aventuras más poderosas del nivel 4, Anakitty Autumn o Aki para los cuates.
—¿Porque todos estás tan nerviosos? —pregunto la gata mientras disfrutaba tranquilamente de su desayuno viendo el rostro nervioso de sus amigos—. ¿Es por la advertencia de Loki?.
—si, creo que es porque están interesados en alguna persona de otra familia —respondio la elfa Alicia la cual tampoco le dió mucha importancia—. ¿Tú no te sientes asustada Aki?.
—no —respondio rápidamente y sin dudar—. Tú sabes muy bien como soy con esos temas, nunca les preste atención. Lo único que quiero es ser más fuerte para cumplir las expectativas de esta familia.
—eso dices de momento, nadie sabe, ni siquiera tú sabes si en algún momento te enamorarás, después de todo es difícil controlar el corazón —dijo Alicia con una sonrisa burlesca intentando provocar a su amiga—. Lo digo yo que soy una elfa las cuales somos muy cerradas en esos temas.
—creeme Alicia, yo no estoy para esos temas cursis de enamorados —dijo con cansancio terminando su desayuno—. El día en el que me enamore probablemente sea en mi otra vida pero no será en esta.
—espero que estés segura de tus palabras, no quiero que dentro de un tiempo escuche que te expulsaron de la familia por enamorarte de un chico de una familia rival —se burló la elfa imaginándote la escena—. Y cuando suceda eso te diré "te lo dije".
—sigue hablando Alicia, solo malgastaras energía —dijo sin inmutarse por las burlas—. Y para demostrártelo estoy a punto de ir al calabozo para ser más fuerte y esos temas del amor solo me retrasaran —dijo poniéndose de pie tomando su espada—. Tú también deberías de venir conmigo, últimamente estás de holgazán.
—me gustaría ir contigo pero no puedo, dentro de poco todas las elfas tendremos entrenamiento con Riveria-sama —se nego viendo de reojo a Lefiya la cual consideraba como una rival para ser la sucesora de Riveria—. Así que tendrás que ir sola por esta vez, quizás mañana te acompañe.
—bueno entonces será como en los viejos tiempos —dijo sin restarle importancia levantándose de su asiento—. Entonces te veo en la tarde.
—¡Claro! Y ten cuidado de no enamorarte de algún chico que conozcas en el calabozo —se burlo otra vez mientras se despedía.
—jaja graciosa —dijo con sarcasmo saliendo del comedor en dirección a él calabozo.
—últimamente es más difícil provocarla —penso la elfa viendo la puerta por dónde acaba de salir su amiga para después ver al resto de sus compañeros—. De verdad los puso nerviosos esa noticia
Mientras Alicia y Aki mantenían su plática el resto aún seguían nerviosos por las palabras de Loki, de verdad los tomo con la guardia baja.
—¡Ja! Estos idiotas preocupandose por temas absurdos —se burló Bete mientras bebía cerveza—. Después de todo no es como si alguien se fuera a enamorar de esos debiluchos.
—tu estás muy tranquilo respecto a este tema Bete, bueno es normal ya que tampoco nadie se interesa en tí —dijo Tione con burla haciendo que una vena de enojo se formará en la frente de lobo.
—y las que se enamoran de tí se terminan muriendo —remato Tiona conteniendo su risa.
—jajaja es como si la chica le dijera "te amo" y en ese instante se muere —ya sin poder evitarlo ambas amazonas empezaron a reír a carcajadas para furia del lobo.
—¡Malditas amazonas! —grito lleno de enojo lanzándose a pelear con ambas.
En ese momento inicio una batalla entre las dos amazonas contra el lobo el cual estaba en desventaja mientras el resto solo los observaba entretenidos intentando olvidar la amenaza de Loki aunque les era muy difícil.
—si, les afecto el tema —penso Alicia con una gotita estilo anime.
Volviendo con Aki.
Está ya se encontraba caminando en el calabozo matando uno que otro mounstro que se encontraba en el camino mientras sus pensamientos estaban en cierto tema que la llevaba molestando desde hace mucho tiempo.
—ya llevo mucho tiempo en el nivel 4, estoy tan cerca pero a la vez tan lejos de ser una primera clase —penso con frustración matando a seis Goblins de un solo corte—. Si sigo así nunca podré cumplir con las expectativas de los demás.
Desde que Aki entro a la familia Loki su único objetivo siempre fue hacerse más fuerte para que sus superiores no se arrepintieran de haberla aceptado en la familia, demostrarles que ella sería de mucha ayuda para ellos.
Todo iba bien hasta que llegó al nivel 4, pareciera que en ese nivel se había estancando negándose a seguir subiendo y esto empezaba a fastidiar a la gata.
Había días en los que pasaba casi las veinticuatro horas en el calabozo y solo lograba subir unos 15 puntos en sus estadísticas, eso solo le demostraba lo lejos que estaba de llegar al tan ansiado nivel 5.
—¿Enamorarme? Yo no tengo tiempo para eso, tengo que seguir entrenando o si no nunca seré capaz de lograr mis objetivos —penso con mucha determinación llegando al piso 9 del calabozo.
—¡AHHHHH!
Y lo primero que escucho al llegar al dichoso piso fue un fuerte grito de una persona como si estuviera pidiendo ayuda alertandola.
—alguien está en peligro —penso con una expresión sería.
Aki no podía hacer oídos sordos ante eso, si podía hacer algo para ayudar entonces lo haría, claro, antes asegurándose que no sea una trampa.
Rápidamente demostrando que era una nivel 4 corrió a grandes velocidades hacia el origen del grito, solamente esperaba llegar a tiempo.
Al llegar al origen del grito lo primero que vio fue como un albino que aparentaba tener su misma edad estaba malherido apoyado en la pared siendo rodeado por una docena de Killer Ant los cuales se estaban preparando para comérselo.
En el rostro del albino se podía notar el pánico y el miedo.
—no lo harán —susurro Aki despegando a una gran velocidad en dirección a los mounstros dejando una pequeña grieta en el suelo.
De un solo tajo elimino a todos los Killer Ant los cuales no supieron que fue lo que los ataco. dejando nada más que sus piedras mágicas tiradas en el suelo.
El chico albino solo pudo mirar con sorpresa como una hermosa chica mato a una gran velocidad a esas molestas hormigas que le causaron tantos problemas.
—increible —penso asombrado por la gran habilidad con la espada que tenía esa chica.
Con mucha elegancia después de tan increíble ataque según Bell Aki guardo su espada mientras acomodaba su cabello.
—me he vuelto más rápida —penso Aki orgullosa por su velocidad—. ¡Es cierto!.
Con un poco de preocupación Aki dirigió su mirada al chico albino el cual seguía sentado en el suelo viendo las piedras de los Killer Ant con asombro.
—¿Estás bien? —pregunto Aki acercándose al albino observando cuidadosamente por si tenía alguna herida.
Este al escuchar la hermosa voz de la chica levanto su mirada encontrándose con el hermoso rostro de su salvadora.
—es hermosa —penso maravillado viendo el rostro de la gata.
Sin poder evitarlo ambos conectaron sus miradas al verse fijamente, una mirada con preocupación y la otra con sorpresa y admiración.
Por alguna razón el albino sintió un deja vu ante esa escena pero no sabía porque quedando con la mirada perdida intentando recordar si alguna vez le pasó algo similar.
—¿Estás bien?.
Aki pregunto por segunda ocasión al no obtener respuesta del sorprendido albino empezando a preocuparla un poco creyendo que quizás tuvo una herida grave.
Este al escuchar la melodiosa voz por segunda ocasión salió de su sorpresa.
—e-eh si, estoy bien......o eso creo —respondio un tanto dudoso y un poco nervioso por la presencia de la hermosa chica.
Aki solo entrecerró levemente los ojos al escuchar el tono de voz del chico no convenciendola del todo.
—mi nombre es Aki ¿Cual es el tuyo? —pregunto mientras guardaba su espada.
—B-Bell Cranel —respondio aún nervioso intentando ponerse de pie pero fallo en el intento.
—dejame ayudarte.
Aki sin molestarse por la cercanía se acercó al albino tomando el brazo de este para ponerlo alrededor de su cuello para ayudarle a ponerse de pie.
Obviamente está acción hizo que Bell se sonrojara mucho ya que no estaba acostumbrado a estar tan cerca de una chica.
—por lo visto tu pie fue mordido por una Killer Ant —dijo Aki viendo cómo el pie de Bell estaba sangrando por una mordedura—. Yo no traje ninguna poción y por lo visto tu tampoco —Dijo al ver que no cargaba una mochila.
—s-se me c-cayeron cuando huía de esa cosas —susurro avergonzado por la cercanía de ella—. G-gracias por ayudarme.
—no te preocupes, no quedaría tranquila conmigo misma si te dejará a tu suerte así que te acompañaré a la superficie para que puedas curarte.
—n-no e-es necesario, p-puedo ir solo —tartamudeo por el nerviosismo de ser ayudado por ella.
Aki solo vio fijamente el rostro del albino haciendo que este comenzará a sonrojarse por la mirada de ella y más porque su rostro estaba muy cerca del suyo.
Gracias a esa cercanía Bell podía decir con seguridad que ella era muy bella.
—esta bien.
Sin darle aviso Aki soltó a Bell ocasionando que este cayera al instante al suelo al estar herido soltando un pequeño quejido de dolor
—por lo visto tienes la suficiente energía para caminar solo hasta la salida de la mazmorra entonces suerte en tu viaje —se despidió Aki empezando a alejarse del albino.
—e-espera —tartamudeo Bell con dolor captando otra vez la atención de la chica.
—¿Si? —dijo con una pequeña sonrisa volteando a ver a Bell.
Este entendió al instante que ella solo estaba jugando con él pero necesitaba de su ayuda para volver a la superficie así que no tuvo más opción que tragarse su casi inexistente orgullo.
—¿P-puedes ayudarme a volver a la superficie? —pregunto avergonzado.
—claro —acepto con una pequeña sonrisa ayudando a Bell a ponerse de pie nuevamente—. Sabes, no te conozco pero con este cruce de palabras me he dado cuenta que no te gusta recibir ayuda de los demás, eres demasiado orgulloso.
—no es orgullo —corrigió rápidamente a Aki la cual lo miro sorprendida ya que no tartamudeo—. Simplemente no quiero que la gente pierda su tiempo en ayudarme, no me gusta ser una molestia.
Aki solo escucho atentamente lo dicho por el albino recordándole a cierto amigo el cual tenía muchas inseguridades y tartamudeaba cada segundo, eran muy similares a excepción del cabello.
—parece que este tipo de personas es mas común hoy en día —susurro Aki empezando a caminar mientras ayudaba a Bell.
—¿Eh? ¿Que quieres decir con eso? —pregunto no entendiendo lo dicho por ella.
—nada, mejor concéntrate en caminar o si no te lastimaras más —dijo tomándo de la cintura a Bell para ayudarlo a caminar.
Dicha acción hizo que Bell se sobresaltara un poco.
—tranquilo, no te voy a hacer daño —dijo con diversión al ver lo sonrojado que estaba.
Este como respuesta apartó su mirada intentando ocultar su sonrojo lo cual le era imposible para gracia de la chica.
Después de ese crucé de palabras ambos empezaron a caminar hacia la superficie con pasos lentos ya que Bell no podía ir más rápido aunque quisiera pero eso no le molestó a Aki.
Un rato más tarde ambos ya se encontraban cerca de la entrada al piso 5 mientras platicaban de diversos temas para hacer más corto el viaje.
—¿Y que hacías solo en el piso 9? —pregunto Aki curiosa—. Normalmente es muy extraño encontrar aventureros que tengan aprietos en esos pisos.
—¿Piso 9? Creí que estaba en el piso 3 —dijo Bell algo sorprendido por el dato.
—¿Que? Me estás diciendo que no sabías en que piso estabas —pregunto incrédula por lo despistado del conejo—. Eso no es posible, si estabas en el piso 9 eso significa que ya tienes un poco de experiencia en los primeros pisos de la mazmorra, además estabas solo, no me creo que seas un ignorante en eso.
—la verdad es que solo llevo dos semanas siendo aventurero —respondio con una sonrisa nerviosa—. C-creo que está es la quinta vez que entro al calabozo así que no los comprendo muy bien.
Al escuchar esas palabras Aki se detuvo abruptamente confundiendo al albino.
—¿Aki-san?.
—¿Acaso eres un prodigio? —pregunto sorprendida—. Solo dos semanas y ya te encuentras en el piso nueve.
Aki no podía creerlo, cuando ella inicio como aventura le tomo casi cuatro meses ir hasta el piso 9 ella sola y este chico albino lo había conseguido en solo dos semanas, eso tenía que ser imposible.
—¿Prodigio? Claro que no, aún tengo algunas dificultades en el piso 2 y 3 pero hoy no habían casi mounstros así que seguí caminando pero parece que no sabía que estaba bajando más pisos de los que podía dominar y todo porque no aparecían mounstros eso fue hasta que aparecieron esas hormigas que me causaron muchos problemas, hubiera muerto si no me hubieras salvado —respondio con una sonrisa nerviosa al darse cuenta de su imprudencia—. Yo solo seguía bajando y bajando, creí que aún estaba en el mismo piso.
En el momento en el que Bell termino de hablar Aki lo soltó nuevamente solo que está vez el albino logró quedarse de pie.
O eso fue hasta que recibió un golpe en la cabeza de parte Aki mandandolo otra vez al suelo.
—d-duele —se quejo sintiendo el dolor en su cabeza—. ¿P-porque lo hiciste?.
—¿Acaso eres idiota? —pregunto Aki con enojo—. Cómo se te ocurre entrar a la mazmorra sin conocer los mapas de cada piso y los mounstros de cada lugar, si hubieras dedicado tiempo a estudiar no hubieras pasado ese mal rato ¿Acaso no tienes una asesora o un asesor que te instruya? —sin darse cuenta Aki empezó a regañar a Bell como lo hacía con los novatos de su familia cada vez que cometían un error, ella simplemente lo hacía porque no quería que ninguno de ellos muriera en el calabozo pero al final siempre se terminaba excediendo con su regaño como está sucediendo actualmente.
—s-si tengo una asesora p-pero no le prestó tanta atención a sus clases —respondio asustado al ver el aura oscura de su acompañante.
Esa respuesta solo ocasionó que recibiera otros dos golpes en la cabeza dejando a Bell más adolorido de lo que ya estaba.
—escucha niño, la mazmorra no es algo para que te lo tomes como un juego, cientos de personas han muerto en este lugar por imprudentes y si tú sigues así pronto serás otro más en la lista de fallecidos.
Bell solo pudo agachar la mirada avergonzado y decaído por el regaño de Aki.
El sabía que tenía razón pero el sentía que nunca se haría fuerte si solo se mantenía en los pisos más débiles, el tenia que ser más fuerte, mientras más fuerte más dinero les llevaría a su familia y podrían salir de todos sus problemas.
Pero Aki tenía razón, tenía que tomarse mas enserio el calabozo o todo su esfuerzo terminaría siendo en vano.
—l-lo siento, prometo ya no ser imprudente —susurro no queriendo levantar la mirada para ver el rostro enojado de Aki.
Solo llevaba unas cuantas horas de haberla conocido y ya le daba miedo.
—con que lo entiendas es más que suficiente —dijo la gata suavizando su mirada—. Espero que de ahora en adelante te tomes mas enserio tus estudios.
—s-si —murmuro con ganas de llorar de lo humillado que se sentía.
—y-y lo s-siento por golpearte, es la costumbre —se disculpo avergonzada apartando la mirada.
Apenas lo conocía y ya lo había golpeado tres veces aunque sinceramente se lo merecía, aunque no sea parte de su familia y apenas lo conozca no le gustaría que un compañero aventurero muriera tan joven solo por su imprudencia.
—sigamos caminando, aún falta un rato para llegar a la superficie —dijo Aki ayudando a Bell a ponerse otra vez de pie.
Este simplemente se quedó callado no queriendo hacer enojar más a la chica donde simplemente dejo que lo ayudara sin decir ningún comentario.
—genial, ahora me tiene miedo —penso con una gotita estilo anime al ver el rostro asustado de Bell—. Siempre es lo mismo, quiero dar consejos y al final los termino asustando.
Y así ambos continuaron caminando hacia la superficie solo que está vez en silencio, Bell por miedo de hacerla enojar otra vez y Aki pensando en como corregir a los novatos sin asustarlos.
Tiempo después.
Unas dos horas pasaron hasta que ambos lograron salir del calabozo después de ese silencio incómodo que duró mucho tiempo.
—quedate aquí, ya vuelvo.
Al momento en el que salieron de la mazmorra Aki dejo a Bell sentado en una fuente del lugar mientras ella fue a alguna tienda cercana para comprar algunas pociones para curar el pie del albino.
—es amable pero a la vez da miedo —penso Bell viendo cómo se alejaba la gata poco a poco de él—. Pero es muy linda.
Un rato más tarde.
—y listo, estás curado —dijo Aki rociando la última poción de curación en el pie de Bell quedando curado por completo aunque con un leve dolor—. Espero que esto te quede como lección para no volver a cometer otra estupidez —volvio a repetir Aki guardando los frascos vacíos y viendo al albino con una mirada sería.
—s-si ya me q-quedo más que claro y muchas gracias, algún día te pagaré por la ayuda —dijo el conejo avergonzado y aún dolido por el regaño que recibió en la mazmorra.
—no es necesario que me pagues, simplemente deja de ser imprudente —con esas palabras Aki se puso de pie lista para irse—. Puedo comprender tus ganas de hacerte más fuerte pero tienes que tomarte las cosas con calma, después de todo solo eres un nivel uno.
—por cierto, ahora que dices lo del nivel ¿Que nivel eres? —pregunto Bell curioso de saber algo de su salvadora.
—soy nivel 4.
A Bell casi se le cae la mandíbula de la sorpresa al escuchar la respuesta, sabía que habían aventureros con niveles mucho más altos pero aún así era muy sorprendente el nivel 4, un nivel que el anhelaba mucho desde que se convirtió en aventurero.
—no es de sorprenderse, hay personas mucho más poderosas que yo —dijo Aki al ver la sorpresa del albino—. Técnicamente aún soy muy débil a comparación de otros.
—pero tú eres mucho más poderosa que yo —dijo aún sorprendido.
—eso si —dijo con orgullo—. Bueno si me disculpas tengo que ir a mi sede a descansar, adiós y no te mueras o si no mi esfuerzo de salvarte habrá sido en vano —se despidió alejándose del lugar mientras agitaba su mano.
—¡C-claro y muchas gracias por todo! —grito el albino aún sentado en la fuente—. ¡Te prometo que no te decepcionaré!.
Aki simplemente sonrió ante esas palabras mientras continuaba su caminata.
Bell le había parecido una persona muy agradable pero testaruda a la vez, era un chico raro pero en el buen sentido.
Pero lo más probable es que ya no lo vuelva a ver, está vez había sido una simple coincidencia en encontrarlo allí y dudaba mucho volver a encontrarselo en el calabozo, así que solo quedaría en eso, un día más en el que salvó a un novato de las garras de la muerte.
—al final no entrene en el calabozo —penso frustrada—. Bueno mañana lo será.
En ese momento ninguno lo sabía pero ese encuentro solo era el primero de tantos que tendrían de ahora en adelante.
Después de todo ese era el inicio de una hermosa amistad.
===Fin del capítulo===
Heeeey como les prometí hace tiempo aquí les traigo una historia de BellxAki.
Estoy conciente que esta pareja no es para nada popular pero como dije hace un tiempo, a mí me gusta hacer historias con parejas que no son muy famosas o que casi no tienen historias, claro ejemplo fue el fic pasado de BellxMikoto y próximos que traeré en un futuro (Hefesto, Alicia etc), así que vayan acostumbrándose a ver fic no tan conocidos en esta cuenta, menos fic turbios, esos no entran en mi categoría.
Si les ha gustado este primer capítulo dejen su voto y comentario ya que eso me motiva a seguir escribiendo y también les invito a que le den una oportunidad a esta historia, les prometo que no se arrepentirán.
Sin más que decir me despido adiós cuidense y no tomen drogas.
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