¿Qué te sucede?
Hospital
11:00 PM
Bosnia; entre otros enfermeros, se encontraban en aquella habitación para asistentes médicos que antes ya habían usado cuando se quedaban hasta altas horas de la noche cumpliendo su función.
Bosnia había regresado de estar en el almacén, orgullosa de haber podido realizar su trabajo sin ayuda de Lawrence, sintió que podía manejar situaciones de alto riesgo estando ella sola, el parto de Summer había salido sin complicaciones en parte por su rápido accionar, una pequeña gata empujando sola una camilla con una collie embarazada es más difícil de lo que uno se puede imaginar.
El caso es que Bosnia se echó sobre su colcha y estiró sus patas para relajarse aún más, la habitación estaba medio oscura con excepción de una lámpara por lo que era perfecto para cerrar los ojos y caer en sueño rápidamente. Ese afán de ayudar a los demás se reflejaba muy bien en sus acciones y su dedicación como enfermera. No miento cuando digo que en verdad desearía que hubiese más enfermeras como Bosnia en el mundo, enfermeras o enfermeros que le apasione su trabajo de brindar el mejor servicio a los pacientes. Si estuviera a su lado en ese momento lo primero que le daría sería una viva felicitación y un fuerte abrazo.
Lawrence recién entraba al cuarto, tenía una venda blanca alrededor de su lomo, además que cojeaba levemente. Los demás enfermeros y asistentes médicos del hospital lo miraron con trivialidad, a ninguno le sorprendía que Lawrence se haya lastimado trabajando, ya que últimamente había estado muy distraído. Nadie lo sabía pero Lawrence seguía y seguía y seguía cargando con el peso de hacer tratos con Gerard y con DJ en su conciencia. Esa conciencia que no lo dejaba cerrar los ojos en las noches y hacía que se desoriente en numerosos momentos de su trabajo.
Lawrence: Jaja, buen trabajo, Bosnia (se sienta en su cama). Pudiste hacerte cargo de la situación sin mí y eso es digno de admirar, gatita (le sonríe).
Bosnia no estaba de ánimos, lo que había pasado por culpa de Lawrence pudo haber acabado en tragedia y no era la primera vez; y ver esa actitud tan descarada de Lawrence de felicitarla sin el mínimo grado de arrepentimiento o de pesar le hizo pararse y empujar al labrador levemente y haciendo que este cayera sobre su cama. Fue un leve empujón pero suficiente para que Lawrence levantara una ceja y se incorpore rápidamente para encararla.
Lawrence (le sonríe sarcásticamente): ¿Así agradecen cuando se les da un cumplido en Bosnia y Herzegovina?
Bosnia (muy molesta): ¡No, Lawrence! Yo no necesito de tus cumplidos. Ah, pero sí te diré lo que necesito; necesito que te reincorpores como el enfermero que eras antes. No entiendo, ¿qué diablos te pasa? ¿Tú crees que un hospital es un lugar para que tengas descuidos como estos? Porque si es así, créeme que estás ganándote que te despidan.
Lo que dijo Bosnia generó que Lawrence se quedara sin palabras, los demás enfermeros y enfermeras que estaban en el cuarto vieron y escucharon el accionar de la balcánica y se rieron en silencio, además que se oyeron suaves murmullos entre los presentes.
Lawrence (molesto): Tú no entiendes por lo que paso. Tú tienes en mente hacer el bien a los pacientes, ¿pero acaso te has puesto a pensar que yo necesito de tu ayuda?
Enfermero (amargado): ¿Quieren callarse? Trato de dormir.
Lawrence (más molesto): ¡Te aguantas, Rock!
Bosnia (enojada levanta su pata): Lawrence, por favor, deja de hacer este drama. Todos los días tratas de evitarme, (con énfasis) oh pero cuando te reclamó tus faltas ahí sí quieres mi atención y comprensión, ¿no? (se aguanta de darle una cachetada pero baja la pata). Yo... Ya no veo al Lawrence que conocí... ¿Qué... Qué te sucede...?
Bosnia bajó de la cama de Lawrence y se fue a su cama, se echó y se durmió rápido; estaba agotada desde ya hacía antes de la discusión y concilió el sueño más rápido de lo normal. Por suerte de ella, los demás compañeros no dijeron nada más y solo trataron de dormir.
Lawrence se quedó inmóvil por un rato, la tenue luz de la lámpara era lo único que iluminaba el cuarto. Sentía un enorme pesar en su conciencia y su salud mental iba disminuyendo poco a poco. Quería decir las cosas a un superior, como a un oficial, pero sabía que si lo hacía también sería intervenido por ser cómplice. Se echó y puso su almohada en su rostro mientras lloraba en silencio, lloraba por varios motivos; más allá del estrés del trabajo, lloraba por haber cambiado en estas últimas semanas, por haber aceptado esa coima, por haber sido egoísta, por tratar de una pésima manera a Bosnia, por haberse envuelto en todo este enorme lío.
Lawrence (susurra): Espabila ya... No... Esto ya no se puede arreglar, no puedo hacer nada más que decirle esto a alguien antes que la culpa me consuma (nervioso mira al techo).
Vondelpark, Ámsterdam
12:00 PM
Da vinci (logra subir a la rama de un árbol): Gracias por ayudarme a subir, Alex.
Alex: No hay de qué, Davi, ¿te sientes cómoda?
Da vinci: Yup (asiento).
Era medianoche, DJ me había dejado permiso de ir al parque para poder hablar con Alex, no sin antes haberme colocado nuevamente un micrófono en el oído. Ya que siempre Gerard estaba atento, no tenía nada que hacer en casa, había pintado tantas pero tantas pero tantas camisetas que todavía quedaban muchísimas. Por lo que DJ me dejó salir y dejarme encontrar con Alex y nada mejor que hablar en su escondite, aquel árbol que tiene en medio del parque.
Alex: Hey, ¿dices que DJ va a salir a Bam, no?
Da vinci (le sonrío): Sí, tiene ahí un espectáculo y aprovecharé eso de estar más tiempo contigo, amigo.
Alex (me devuelve la sonrisa): Claro, me parece bien, además que si deseas puedes ir algún día a mi casa y tener una llamada con mi hermano, Tim, no sabes lo mucho que le hablo de ti.
Da vinci (emocionada): ¡Oh, genial! Eso me gustaría, ¿él está en Noruega, verdad?
Alex (hace énfasis): En Suecia jeje, pero de todas formas podemos coordinar una hora para que podamos charlar, quizás este fin de semana.
Da vinci (muevo la colita de felicidad): Claro, me gustaría. Y una cosa más, ¿crees que pueda descansar hoy contigo? Aquí donde estamos.
Alex (dudoso): Pues, a veces las noches son algo frías y solo tengo una frazada pequeña, no sé si- (lo interrumpo con un abrazo).
Da vinci (le sonrío): Problema resuelto, ya no tendrás frío jeje.
Alex (se sonroja un poquito y se deja abrazar): Jeje, ok, me quedo.
Da vinci: Yupiiii.
Esto que digo parecerá repetitivo pero yo trataba a Alex como si fuese mi pequeño y suave peluche, me encantaba abrazarlo, acurrucarlo y sentir sus ronroneos: indicaban que también le gustaba que hiciese eso.
Da vinci: ¿Crees que puedas hablarme con ese acento escandinavo? (le pongo ojos de cachorro).
Alex (le sonrío): Awww, a esa mirada no le puedo decir que no jeje.
Admito que oír a Alex hablar en sueco se me hacía relajante, a pesar de no entender lo que decía y que me dé intriga por querer saber su significado, solo oía atentamente mientras continuaba abrazando a mi peluche. Era suave como uno, sus ronroneos me hacían cosquillas y no quería separarme de él. Incluso me atreví de poner mi pata en su cuello y masajearle. Creí que le gustaría. Pero al cabo de unos segundos él comenzó a hablar más despacio y con su pata retiro delicadamente la mía.
Alex (algo desganado): Da vinci, te agradecería que no toques ahí. No es que me fastidie pero, solo no lo hagas...
Da vinci (apenada): Oh, perdón, perdón, no volveré a hacer.
Alex (con tono frío): Oye, Da vinci, ¿te puedo contar un secreto? Hace tiempo que no sentía que alguien me toque el cuello y menos de esta manera.
Da vinci: ¿A qué manera te refieres?
Alex (suspira): Me refiero a cómo estamos, en plena noche, dejándome abrazar por ti mientras te cantaba una serenata en sueco; esto no lo había hecho en muchísimo tiempo. La última vez que hice esto fue con... Jenny... (baja las orejas).
Da vinci (sorprendida): ¿Jenny?
Alex (casi susurrando): Sí, Jenny, mi pareja...
Da vinci (preocupada): ¿Qué pasó con ella, Alex?
Tenía algo de temor de preguntar algo muy íntimo sobre la vida de Alex y que pueda tomárselo a mal, pero decidí aprovechar que él fue que inició esta conversación, además que buscaba la manera de consolarlo y ayudarle, sea de la forma que sea. Alex medio volteó la mirada, al parecer estaba dudando en decírmelo, le abracé con un poco más de fuerza, en señal que todo lo que dijera, se quedaría conmigo y que cuenta con mi apoyo para que se desahogue.
Alex (da un pesado suspiro): Fue hace un año, se había dado la oportunidad para que Jenny viajase hacia Australia, le encantaba la biología marina y tú sabes que en Australia está el enorme arrecife de coral.
Da vinci: ¿Arrecife de coral?
Alex: Sí, es un lugar en donde habitan muchísimas especies marinas y cerca de Sídney está la más grande del mundo. Y pues... (continúa con la historia) Ella estaba emocionada por ir allá y claro que yo no me iba a poner delante de sus sueños. Compramos los pasajes con antelación, iba a acompañarla en todo momento, hablábamos de casarnos, de formar una familia allá y vaya que tenía ella muchas metas jeje... Una noche antes del viaje, estaba nervioso por el hecho de volar a otro sitio, salir de Estocolmo, hacer tu nueva vida en Ámsterdam y luego viajar hasta el otro lado del mundo y empezar de cero... Tenía miedo y no me dejaba dormir la ansiedad... Pero Jenny se despertó esa noche y de sorpresa me abrazó por atrás, me sobó el cuello de tal manera que me hizo sentir muy en paz, gracias a ese toqueteo yo pude dormir como un bebé esa noche, toda esa ansiedad, angustia y temores se fueron con solo esa pequeña muestra de afecto. Fue una de las mejores noches de mi vida... Pero, todo cambió cuando amaneció, nos confiamos de la hora, apurados salimos de casa y tomamos un taxi. El tráfico no ayudó al punto que llegamos a pocos minutos que el avión despegase, le dije que se adelantase mientras yo llevaba mis maletas. Ella logró subirse al avión a tiempo, pero yo tardé mucho en la revisión de la mochila ya que la operadora no hablaba neerlandés y cuando me dejó avanzar solo pude ver al avión ascendiendo de poco en poco... (silencio de 10 segundos) Le mensajeé que iría en el próximo vuelo, que no se preocupe y que me esperase en un hotel cercano cuando haya aterrizado... Pero ella nunca llegó a Sídney...
Da vinci (alzo las orejas): ¿A qué te refieres con que nunca llegó...?
Alex (con una voz casi apagada): El avión se cayó... Cayó en alguna parte del Pacífico...
Al término de lo que dijo pude sentir algunas lágrimas cayendo en la pata con la que le abrazaba, le abracé con más fuerza y también no pude evitar soltar un par de lágrimas, desconocía este pasado por completo.
Da vinci: Ay... Alex... (sigo a su lado abrazándolo por detrás y apegando mi frente a su cabeza). Cuánto lo siento...
Alex (se limpia las lágrimas): Pero quizás haya u-una solución, no se recuperó nada del avión, puede que ella. ¡Esté viva! Ella sabía nadar y... Quizás esté por ahí en alguna isla cercana.
Da vinci (alzo las orejas): ¡¿Qué?!
Alex: Qu-Qu-Quizás incluso pueda volver a verla (esboza una pequeña sonrisa de tan solo imaginar eso). ¡SÍ! ¡Puede que esté viva todavía! (lagrimea más mientras tiene recuerdos con ella).
Da vinci: Alex... (un poco sorprendida).
Yo... No sé si lo que pensaba en ese momento era lo correcto, sentía que Alex estaba teniendo un ataque, está bien tener esperanza pero... Lo que decía y se imaginaba era una ilusión bastante desfavorecida y se estaba alejando de la realidad. Incluso llegué a pensar que producto del dolor estaba que deliraba y entrando a un estado de demencia en la que su mente le hacía ver esa falsa realidad.
Da vinci: Alex yo... (tenía miedo de decir lo que pensaba)
Alex: ¿No lo crees? Dime que tú sí me crees y que no eres como el resto que me dice lo contrario... Da vinci (se levanta y se separa de mi abrazo) algún quizás podrá conocerte y ambas ser amigas. ¿A qué sí? (me sonríe entre lágrimas).
Su accionar ya me estaba preocupando, no sabía muy bien qué decir, tenía demasiado miedo de distanciarme de él si le decía lo que pensaba. Y es que para mí era un 100% que Jenny estaba muerta, fue el accidente en el océano, fue hace ya más de un año y una pequeña gata frente a esas adversidades... No creo que ella estuviese viva... Y él todavía no ha podido sobrellevar el dolor de esa pérdida por todo este tiempo.
Alex (demasiado afligido): R-R-Respóndeme, Da vinci. ¿Tú sí me crees?
No pensaba decir nada en ese momento, lo que planeaba hacer era acercármele poco a poco y darle otro abrazo para que se calme, pero en ese lapso de tiempo de caminar hacia él. Él solo se cayó de costado, cambió de expresión y se tocó su pecho con sus patas como si se lo apretara
Alex (empieza a salivar un poco): Kff- Kjs- Ksj- Jenny- Ksjk (da medias vueltas sobre su lugar).
Da vinci (asustada lo muevo poco a poco para ver qué le ocurría): ¡Alex! ¡¿Qué te sucede?!
Se tocaba con fuerza en la parte de su corazón y algo me latía que esto no estaba nada bien, así que mientras que Alex seguía en ese estado me lo puse en mi lomo, usé mi pañuelo como si fuese su cinturón y lo sujeté bien. Pensé en dónde saltar del árbol y logré divisar a unos metros un montículo de hojas, salté sin pensarlo demasiado y flexioné mis patas al caer, me raspé un poco mis patas con unas ramitas pero no iba a dejar que eso me impidiese salir corriendo directamente hacia el hospital. Solo quería ver a Alex a salvo y no iba a detenerme por nada.
Da vinci (asustada sigo corriendo): ¡Resiste, Alex, resiste, por favor!
Londres, Reino Unido
Calle Dálmatas 101
01:00 AM
Mientras tanto, en mi casa recién se enteraron mi ausencia, no les culpo, ya había estado en Ámsterdam como un año y no era la única que estaba fuera del país, sin que me enterase, Dawkins y Dizzy habían ganado una beca para estudiar Ciencias en Canadá; Dylan se había ido a estudiar a la NASA; Dolly se mudó a Berlín; y Triple D se habían vuelto más famosas de las que ya eran. Todos habían ido por varios caminos diferentes, caminos en los que la mayoría pudo cumplir el sueño que tenían desde niños, y yo hubiera deseado encontrar ese camino envés de estar en uno hecho de vidrios rotos.
Pero no era la única, entre los mayores se encontraba Deepak, un hermano en el que no soy tan cercano pero que no tuvo la suerte de haber encontrado si quiera un propósito, se había cansado de meditar y de seguir una vida sin aficiones. Lastimosamente para cuando se dio cuenta ya era tarde y ahora no sabía muy bien qué hacer, buscaba pasatiempos, buscaba algo que le motivase pero no encontraba nada que le llamase la atención. Sentía que su alrededor era todo gris y monótono; incluso se consideraba una carga para la familia.
Y se encontraba en el ático, viendo mis antiguas pinturas que dejé allá en Londres; recuerdos como algunos inventos de Dawkins; la antigua patineta azul de Dolly; entre otras muchas cosas que le hacía acordar los años en los que todos estábamos en un solo lugar siendo una familia.
Delilah (cansada): Hijo, ¿qué haces aquí a esta hora?
Deepak (desganado): Oh... Nada, solo reflexionando...
Delilah: ¿Sobre? (se acomoda a su lado).
Deepak (suspira): Sobre cómo dejar de ser un estorbo, sobre cómo dar sentido a mi vida.
Delilah: Hijo, no digas eso (le da un abrazo). Nadie te considera un estorbo, tú eres mi hijo y siempre lo serás.
Deepak (apenado): Pero qué ganas si soy un hijo que solo vive de ustedes y no hace nada productivo, toda mi vida me la he pasado perdiendo tiempo y ahora me siento mal conmigo mismo.
Delilah seguía abrazando a Deepak mientras sobaba su cabecita. No había perdido ese cariño y amor que había demostrado toda su vida.
Delilah (sobando su cabecita): Hijo, quizás yo no pueda cambiar tu pasado, pero sí puedo cambiar tu futuro; y me gustaría que sepas que a pesar de todo te sigo queriendo como el primer día que tuve en mis patas y créeme que te apoyaré en todo lo que te propongas. No importa el tiempo que sea necesario, yo estaré ahí.
Deepak (lagrimea un poco): Gracias, mamá, gracias (le da un fuerte abrazo).
Delilah (corresponde): Tranquilo, toda decisión que escojas, te apoyaré.
Deepak (mira el boletín que DJ me mostro para convencerme de venirme hacia Ámsterdam): Mamá, me gustaría pisar otras tierras, quisiera aventurarme por el mundo.
Delilah: Oh, hay una carrera llamada Turismo, quizás te llame la atención.
Deepak: Puede ser, aunque más que realizar una carrera, me gustaría viajar por mi cuenta, aprender de todo y conocer lugares nuevos por mi cuenta (le muestra el folleto).
Y quizás pueda empezar por aquí
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Nota de Autor: Yo NO promuevo los actos de maltrato e ideas maliciosas que se ve en este fic. Esta nota también va para los futuros capítulos.
Una aclaración, el universo en el que se desarrolla este fic es completamente diferente al que se realiza la saga, también de mi autoría, "Hey Brother". Les recomiendo también leerlo.
Hasta aquí el capítulo, espero que les haya gustado.
Y ya saben, comenten, voten y recomiéndenme que así me apoyan mucho.
Sin nada más que decir...
BYE BYE
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