Orígenes
Retrocedamos unos años antes de que todo esto empezara, cuando todavía era una inocente cachorra y solo éramos unos pocos dálmatas los que vivían en Candem Town, Londres. Entre esos dálmatas estaban mi hermano mayor Dylan, un obsesionado con la limpieza y el orden, Dawkins, el dálmata más inteligente que conozco, Dante, un simpático catastrofista que le gusta las cosas góticas... Jaja, creo que si me pongo a detallar a cada uno de ellos me tomaría todo el día.
Algo que debo de resaltar es que en ese tiempo yo no llevaba mi pañuelo rosado ni los colores que traigo en mi pelaje.
Al principio era una dálmata indiferente y que no sabía qué cosa me agradaba y qué no. Probé de todo, ver por el telescopio como Dylan, aprenderme fórmulas de física como Dawkins, tratar de hacer predicciones como Dante, ser fashionistas como Triple D o hallar mi paz interior como Deepak: ninguna de ellas me ayudó, la verdad es que estaba muy conflictuada conmigo misma.
Da vinci (apenada): ¿Cuál es mi especialidad? Porque no puedo hallar la cosa en la que soy buena.
Donny: ¿Qué pasa, Da vinci?
Da vinci (apenada): Nada, papá.
Donny: ¿Cómo qué nada? Tienes las orejas bajas y tu dulce voz se oye grave.
Da vinci (suspira): Solo quisiera tener algo en la que sea buena como mis hermanos.
Donny: Pero tú ya eres alguien especial, Da vinci (me hace cosquillas).
Da vinci (río un poco): Sí, pero no quisiera ser para siempre una aburrida dálmata.
Donny: Creeme que más temprano que tarde, encontrarás ese don que todos poseemos.
Da vinci: No lo sé, papi, he intentado de todo y aún no lo encuentro.
Donny: Mm... ¿Hija, tú sabes por qué te hemos puesto Da vinci?
Da vinci (apenada): No, papá.
Donny: Porque Leonardo Da vinci fue alguien que vivió hace muchos años. Él era un hombre con muchos talentos, fue un anatomista, arquitecto, paleontólogo, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y sobre todo un genio con el pincel.
Da vinci (sorprendida): ¿Él, también era un artista?
Donny: Así es mi pequeña y uno de los mejores que han existido. Sus pinturas están en los museos más reconocidos de todo el mundo.
Da vinci (sorprendida): ¿En serio?
Donny: Así es... Y dime, ¿a ti te gustaría ser una artista como él?
Da vinci (río tímidamente): Creo que voy a intentarlo.
Donny: No se diga más, ven, guardé unos lienzos y latas de pintura en el ático.
Recogimos las cosas que necesitaríamos y la llevamos al jardín. Mientras que todos los demás hacían sus cosas, nosotros estábamos jugando con la pintura.
Al principio recuerdo que se me fue difícil sostener el pincel y también tenía miedo de arruinar el lienzo por algún descuido que tuviera. Pero poco a poco entré en confianza y terminé haciendo mi primer cuadro de unas flores. Mi papá cuando lo vio se quedó boquiabierto.
Donny (sorprendido): Wow, hija, lo ves, ser una artista es tu especialidad y el don que tanto buscabas.
Estaba feliz con el trabajo final y le di un fuerte abrazo a papá. Finalmente había encontrado en lo que soy buena y fue gracias a él.
Da vinci (emocionada): Tienes razón. (Lo abrazo) Gracias, papá, por confiar en mí.
Donny (recibe el abrazo): Siempre, hija... ¡Delilah, hijos, miren lo que su hermana hizo!
Todos salieron al jardín y notaron mi pintura, les encantó y me felicitaron.
Deepak: Wow, quedó muy lindo.
Dylan: Sí, hermanita, quedó muy bien.
Dante: Concuerdo.
Dawkins: Sí que lo está... Da vinci, mira tu pelaje.
Sin que me hubiera dado cuenta, varias manchas de pintura habían salpicado en mi pelaje y había formado un muy lindo patrón en mis manchas.
Triple D: Vaya, te ves muy bien con esos colores.
Da vinci (sonrío tímidamente): Gracias. ¿Saben? Me gustaría que estos colores no se borrasen.
Delilah: Pero la pintura puede irritar tu pelaje, cielo.
Donny: No se preocupen que Dawkins tiene solución para eso.
Dawkins: ¿Yo?
Donny: Claro, tú me contaste que habías encontrado la fórmula para hacer tintes naturales de uso permanente.
Da vinci: ¿En serio? Dawkins, crea esos tintes para mi pelaje, por fisssss (hago ojos de cachorra).
Dawkins (ríe): Cómo decirle que "no" a esa carita.
Da vinci (le abrazo): Ay, Dawkins, gracias.
Dawkins (recibe el abrazo): No hay de qué, hermanita.
Dante: ¿Saben? Creo que a mí también me caería unas manchas moradas en mi pelaje.
(Todos ríen)
Y así fue, Dawkins terminó de hacer los tintes junto a papá y las usé para pintar otro lienzo. Cuando terminé, toda esa pintura me había salpicado por todo el cuerpo y pasé de ser una dálmata de blanco y negro a una llena de colores vivos.
Si se lo preguntan, Dante se llevó la pintura morada y se la puso en algunas manchas que tenía. Dice que era para verse más gótico jeje.
Llegó una tarde en la que me adelanté hacia el parque, quería que todos vieran mi nueva yo y mis colores. Llegué y me junté con un grupo de canes de mi edad, pero cuando quería presentarme, todos ellos se pusieron a reír y me señalaron.
Da vinci (nerviosa): ¿De qué se están riendo?
Perro (ríe): De las manchas ridículas que tienes.
Da vinci (apenada): Pero estas manchas a mí me gustan.
Perro (entre risas): Mejor sé una dálmata normal en blanco y negro jajaja... Con esas manchas te hacen ver como una fenómeno.
En ese momento, sentí que las lágrimas estaban a punto de salir de mis ojos y salí corriendo a mi casa. Tras de mí escuchaba las burlas de esos canes y de otros que habían escuchado la conversación.
Llegué a mi casa y rápidamente me encerré en un cuarto, no quería que mi propia familia me viera, luego me recosté en la puerta y me puse a llorar.
Donny (toca la puerta): ¿Da vinci? ¿Qué pasa?
Da vinci (solloza): No mi mires, papá. Soy una fenómeno con estas manchas.
Donny (abre la puerta): Hija, ¿por qué dices eso? Tus lindas manchas a todos en la familia les gusta.
Da vinci (apenada): Ustedes solo lo dicen porque son mi familia. Pero la verdad es que me veo terrible, no soy una dálmata normal....
Donny (suspira): En eso último tienes razón.
Da vinci: ¿Ah?
Donny (se sienta a mi lado): Tú no eres normal y no te lo tomes como si fuera algo malo, hija. A Leonardo Da vinci también le tildaban de anormal y fuera de su época y así fue, él revolucionó un sinfín de cosas y fue una de las personas que más influyentes de la historia... La mayoría de seres son normales, indiferentes y deciden quedarse en donde están, pero solo unos pocos son los que tienen grandes sueños, grandes propósitos, esos que son anormales y que superan a todos por sus conocimientos en algún ámbito... Tú no tienes que depender de la opinión negativa de los demás, Dav'. Tú eres única y diferente, y yo sé que llegarás lejos haciendo lo que amas, pintar.
Da vinci (lo abrazo entre lágrimas de felicidad): Gracias, papá... En serio, gracias.
Donny: Vive una vida que siempre recordarás, hija. Y no dejes que nada ni nadie te impida ser feliz.
Dylan (entra a la habitación): No tienes que preocuparte de nada, Da vinci: tu familia está para apoyarte.
Dawkins (lo acompaña): Así es, hermanita.
Deepak: ¿Abrazo grupal?
Todos: ¡Abrazo grupal!
Esa palabra detonante hizo que mis otros hermanos vinieran y me abracen, sintiéndome incluida y bastante feliz.
Da vinci (entre lágrimas de felicidad): Gracias a todos, familia. Son los mejores que alguien podría tener.
Donny: Estaremos para apoyarte, Da vinci.
Ese abrazo de parte de mi papá y de todos mis hermanos fue muy reconfortante, fue cuando llegó mi mamá, Delilah teniendo un regalo entre sus patas, un pañuelo rosado.
Delilah: Hija, quiero que tomes esto.
Da vinci: ¿Ese pañuelo?
Delilah: Sí, este fue el mismo pañuelo que tu papá me dio el mismo día que nos conocimos y ahora quiero que lo tengas tú. Ya que ese pañuelo significa que sin importar lo lejos que estés no olvides que tu familia te ama y mucho.
Da vinci (la abrazo): Gracias mamá.
Donny: Salgamos al jardín y juguemos.
Todos: Sííííí
En eso, todos salieron al jardín y se pusieron a correr y a divertirse. Yo salí más calmada y más segura de mí misma, me coloqué en una parte del jardín donde había varias flores de colores y mariposas volando. Tenía un pensamiento renovado, ser alguien anormal no te hace ser alguien malo, al contrario, te hace especial y único.
Sin darme cuenta, todos estos días me habían convertido en lo que sería mi verdadera yo, la verdadera Da vinci Dálmata que quería ser una artista, aquella que traía sus distinguidas manchas de colores en su pelaje y un pañuelo rosa en su cuello.
¿Qué es lo me deparaba el futuro como artista?
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Hasta aquí el capítulo, espero que les haya gustado.
Y ya saben, comenten, voten y recomiéndenme que así me apoyan mucho.
Sin nada más que decir...
BYE BYE
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