Fractura

Casa
10:00 PM

Había llegado a casa y no me sentía muy bien. Aparte de la culpa ante lo que había hecho, también me sentía algo mareada y con náuseas. Es más, ni bien llegué estuve dando arcadas en el baño durante varios minutos pero finalmente no arrojé nada. Estos malestares pasaron cuando tomé una pastilla, bendito sea el efecto placebo.

Una vez estando mejor, me eché en el mueble de la sala de costado y miraba hacia la pared que tenía en frente. Había arruinado la noche a mi mejor amiga y no paraba de repetir en mi cabeza aquella frase de Alex: "Ya tendrás tiempo para redimirte".

Da vinci: ¿Cómo puedo demostrarte que lo siento tanto? (Cabizbaja miro el suelo).

La sala estaba apagada, tenía un ambiente oscuro y lúgubre y realmente solo quería cerrar los ojos y dormir, solo aquello, dormir y no querer despertar. A veces se me venían recuerdos a mi cabeza de mi vida en Londres; de las veces en las que pintaba en el patio; de las veces en las que pasaba tardes fabulosas mezclando colores y pintarlas sobre un enorme lienzo. Todo aquello extrañaba, todo aquello echaba mucho de menos.

Planeaba muchas veces en escapar cuando DJ saliera por un largo tiempo, la tenía muy difícil porque Gerard me tenía muy vigilado; sin embargo, era posible, quizás pueda hacerlo y escapar a Londres, pero... ¿y Alex? ¿y Bosnia?, si DJ fue tan maldito de matar a Spike no dudaría en matarles a ellos dos por desahogo. No podía ser así de egoísta y dejar que ellos mueran a manos de este salvaje.

Gerard (me habla de sorpresa): Oye... ¿Y si le haces una pintura como disculpas?

Ladeé mi cabeza asombrada, ¿había oído bien? Me senté en el sofá y agudicé el oído para escuchar nuevamente.

Gerard (hablando un poco más alto): ¿Oye, estás ahí?

Da vinci: Jaja, no es cierto. Tú no puedes estar aconsejándome eso. ¿Gerard sintiendo empatía? (río un poco). ¡Jódet*!

Gerard (suspira): Es solo una recomendación si quieres demostrar a tu amiga Bosnia lo mucho que lo sientes.

Da vinci (con tono sarcástico): Uyyy, qué lindo detalle de tu parte, Gerard. Supongo que tú también me harás un lienzo cuando te estés pudriendo en la cárcel, ¡¿verdad?!

Gerard (suspira y suelta una leve risa): A lo mejor sí, Da vinci. Bueno, me iré a dormir dentro de un rato. Tómalo o déjalo.

No les mentiré, tenía aquella idea en mente desde antes de que Gerard me lo recomendara. Estaba perpleja y enojada al mismo tiempo; si hago el lienzo, el imbécil de Gerard no parará de decir que lo hice gracias a su recomendación, gracias a su "ayuda" y no quería que eso sintiera.

¡Ya qué! Es lo mínimo que puedo hacer a Bosnia, tenía que esforzarme en este lienzo para dejarle encantada y si ella decide, volvamos a ser amigas.

Pasé horas y horas dibujando primero a lápiz y luego pintando con los colores de Bosnia en aquel lienzo, quería que quedase lo más hermoso posible, miré algunas imágenes de Sarajevo por internet para añadirlos como fondo y finalmente en un pequeño monte la bandera de Bosnia y Herzegovina: quedó fantástico.

Da vinci: Espero que podamos ser nuevamente amigas, Bosnia (dejo que el lienzo se seque y me echo en el mueble para poder dormir).

Comisaría
10:00 AM

Alex estaba en las puertas de la comisaría esperando a que Bosnia saliera. Afortunadamente, el sueco tuvo razón, Bosnia solo estuvo una noche en la cárcel y tenía que pagar una multa para su liberación. Aquel dinero fue sacado de la cuenta bancaria de la enfermera por lo que ya era cuestión de minutos que Bosnia saliera libre.

Policía (de forma seria): Tienes un historial limpio, Bosnia Petrović, pero no vuelvas a repetir lo sucedido anoche, ¿de acuerdo?

Bosnia (asiente un poco cabizbaja).

Policía: Afortunadamente el can que heriste no presentó cargos contra ti.

Bosnia (alza las orejas): ¿En serio?

Policía: Sí, supongo que se compadeció de ti. Creo que comparten algo de historia trágica, ¿verdad?

Bosnia (algo arrepentida por lo que hizo): Algo así...

Policía: Bueno, sea como sea, aprovecha esta oportunidad, ¿sí?

Bosnia: Lo haré. Gracias, oficial (camina hacia la salida de la comisaría).

Policía: ¿Sabes si alguien te espera afuera?

Bosnia: Pues, creo que n-

Alex: ¡Booooooosnia! (feliz se acerca a abrazarla).

Bosnia: Oh, Alex. ¡Viniste! (feliz corresponde el abrazo).

Alex: Claro que iba a venir, no sabes cuánto gusto me da verte libre otra vez (le peina su pelaje y le pone un tulipán anaranjado en su oreja).

Bosnia: Awwww (sonrojándose un poco). No sabes la alegría que le transmites, Alex. Gracias.

Alex (sigue acariciando su cabecita): Estarás bien, descuida. Logré convencer al can de la otra noche que no coloque cargos en tu contra.

Bosnia (abre ligeramente la boca): Hiciste... Todo eso... ¿por mí?

Alex: Sí, Bosny. Todo estará bien, sigues teniendo tu historial limpio.

Bosnia (bajando un poco las orejas): Realmente siento mucho haberme comportado ayer de esa for-

Alex (pone un dedito en la boca de la minina): Shh, tranquila, no tienes por qué disculparte, ¿sí?

Bosnia (abraza un poco más fuerte a Alex): Gracias, gracias.

Policía: Que tengan un lindo día (les sonríe y los deja solos para luego pasar nuevamente a la comisaría).

Mientras todo esto ocurría, me encontraba cruzando la calle con dirección a la comisaría. No creo que ni los gatos ni el policía se hayan dado cuenta de mi presencia junto al lienzo envuelto en una sábana que portaba en mi espalda.

Da vinci (me acerco a ellos dos): Zdravo... (con las orejas bajas y nerviosa).

Los dos al unísono se separaron del abrazo y me miraron expectantes y algo intrigados por lo que llevaba atrás de mi.

Da vinci (mirando al suelo): Bosnia... yo, en verdad siento mucho haberte hecho pasar la peor noche de tu vida. Yo... no me medí, me comporté mal y... dije cosas no era verdad... No quiero que te vayas... ni tampoco quiero perder a la única amiga que tengo... Perdóname...

Bosnia (se acerca a donde estoy y me acaricia la mejilla): Hey, tranquila, en primer lugar pasé por noches peores, ya saben, bombardeos, disparos, etc (bromea un poco). Y segundo, tampoco es que haya sido todo tu culpa, Da vinci. Si es verdad que debiste de controlar tus celos, yo también debí de controlar mi coraje...

Da vinci (levanto un poco la mirada): Nuevamente lo siento, no se repetirá lo de ayer. Te lo prometo (me relaja ante las caricias).

Bosnia: Confío en tu palabra, amiga pintora (sigue acariciándome).

Fue muy reconfortante recibir su perdón, pensé por un momento que nuestra amistad había acabado, pero no fue así. Estaba más que feliz y movía mi cola de un lado al otro durante en el abrazo, abrí por un momento mis ojos y choqué mi mirada con las del sueco que se encontraba un poquito más atrás. Él nos miraba con ternura y una sonrisa aprobatoria: él también me había perdonado.

Alex (intrigado): Por cierto, Da vinci. ¿Qué es eso rectangular que cubres con una sábana?

Da vinci: Oh, ¿quieren verlo? (me separo del abrazo y alzo la sábana para que Bosnia vea su retrato) ¡Gualá!

No tardó ni medio segundo para que ambos se queden maravillados por lo que tenían delante, sobre todo Bosnia a quien se le podía ver sus pupilas dilatándose de lo emocionada que estaba.

Bosnia: ¿Acaso soy... yo? (emocionada empieza a saltar).

Alex (silba asombrado): Sí que te luciste, Davi. Hermoso retrato. Sabía que hacías pinturas, pero creo que esta es la primera vez que veo tu talento en su máxima expresión.

Bosnia: Está increíble, Da vinci. No puedo dejar de verlo (se acerca a ver los detalles como la bandera en el monte).

Da vinci: Awwww, chicos. No es para tanto (un poco avergonzada me rasco la nuca).

Bosnia (se acerca a mí quedando frente a frente) ¿Bromeas, cierto? Tienes un talento innato. No puedo creer que hayas trabajado pintando camisetas y no en una Escuela de Bellas Artes.

Da vinci: Jaja... cosas que pasan (finjo que todo está bien). Quizás más adelante esté en una. En fin, me alegra que te haya gustado, Bosny (le doy un fuerte abrazo).

Alex: Hey, así le digo yo (bromea y los tres reímos).

Fue un momento increíble, lo que al principio pensé que era el fin de nuestra amistad se había convertido en una reconciliación que solo pasan en las películas o series.

Habíamos ido los tres a la casa de Bosnia para colgar el cuadro en alguna de sus paredes. Y no fue para nada una sorpresa ver la limpia, ordenada y sencilla casa de Bosnia. Bien se dice que el hogar dice mucho de uno.

Alex: ¡Qué bonita casa tienes, Bosny! Está más ordenada que la mía jeje.

Da vinci: Confirmo (entre risas).

Alex: ¡Hey!

Bosnia (ríe un poco): ¿Ah, sí? No sabía que habías estado en la casa de Alex jeje.

Da vinci: Pues, no me acuerdo muy bien de ese día.

Bosnia: Me pregunto qué habrán hecho (levanta una ceja).

Alex: Larga historia, Bosny jeje. Por cierto, Da vinci, ¿te sientes bien?

Da vinci: Más que bien, gatito (le acaricio su cabecita). ¿Por qué la pregunta?

Alex (ríe un poquito): Mera curiosidad jeje.

Alex seguía sin contar a nadie, mas que a Tim, lo que pasó aquel día en su casa. Tampoco Gerard y mucho menos DJ hablaron del tema. Apenas tenía unos leves recuerdos de Alex atendiéndome en su casa y sirviéndome agua. A partir de ahí no recordaba más.

Bosnia (cuelga el lienzo en su sala de estar): Aquí se ve bien, ¿verdad?

Da vinci (ladeo la cabeza para verlo simétrico): Se ve espléndido jeje.

En ese momento cuando terminé de ladearme y me coloqué firme sentí como si mi cabeza me pesara de un lado más que el otro. Alex notó ello y me miró extrañado, pero le dije a secas que estaba a bien y nuevamente traté de colocarme firme.

Nuevamente me costó y fue algo que me di cuenta que no estaba bien y era por un mareo, esa misma sensación de cuando uno da varias vueltas y se detiene en seco es lo que tenía en aquel momento. ¿Pero, por qué? ¿A qué se debía este mareo junto a un dolor de cabez tan repentino?

Alex me tomó de atrás y me sujetó con cuidado para evitar que me tropiece o algo así, tanto él como Bosnia notaba que no me encontraba del todo bien. La gata dejó el lienzo que le hice a un costado y se acercó a verme.

Bosnia (toma mi pata y me hace sentar en su sofá): Inhala y exhala, voy por mi botiquín. Quédate un rato, ¿sí?

Alex (trae un vaso con agua): Ten, Da vinci. Calma, a lo mejor es un mareo momentáneo.

Bosnia volvió al poco tiempo con su botiquín y colocó en algodón un poco de alcohol. Me lo hizo olfatear y debido a lo fuerte que era el olor se me iban yendo poco a poco los mareos. Sin embargo, el dolor de cabeza aún persistía y en breve se le agregó una sensación de tener un nudo en la garganta y arcadas.

Mis síntomas eran muy comunes a decir verdad, no eran algo fuera de otro mundo. No obstante, Bosnia, al ver este caso en otras pacientes con los mismos síntomas repentinos que yo, ya se imaginaba un diagnóstico inédito, en el cual entre más lo pensaba, más levantaba las orejas de preocupación. Creo que pueden intuir el diagnóstico , ¿no?

Bosnia (mira preocupado a Alex): ¿Será...?

Alex: ¿Será qué? (se le viene a la mente aquello que Bosnia piensa). Oh... (me mira nuevamente). Llevémosla al hospital, Bosny.

Bosnia (asiente): Vamos.

No entendía por qué me pasaba esto, me sentía muy avergonzada y confundida de que todo sucediera de una forma tan repentina.

Llegué al hospital en poco tiempo y en ese momento una o dos enfermeras empezaron a atenderme. Era el antiguo hospital en el que Bosnia y Lawrence habían trabajado: era el más cercano.

Bosnia estaba algo incómoda de ver a sus excompañeros, pero de todas formas siguió insistiendo para que me ayuden y me den todo el apoyo posible. Y así fue...

Luego de unas horas de exámenes y chequeos estaba esperando en la sala de espera junto a Alex y a Bosnia. Era ya de noche y, con todo el ajetreo, Bosnia se quedó dormida reposando su cabeza en el hombro de Alex, también cuenta de que seguramente ayer no durmió bien en la cárcel. El gatito la abrazó con una de sus patitas y la dejó descansar.

Al verlos así no sentí celos como ayer, es más, se me hizo enternecedora la escena. Bosnia y Alex eran gatos y entre ellos más se entienden, no sé si habrá alguna conexión mutua más que solo amistad, pero debía de entender de que si eso pasara no dejaríamos de ser amigos.

No les mentiré, tenía; y bueno, a veces tengo, una preocupación que Alex dedique más tiempo a otro animal que el tiempo que me ha dedicado a mí durante todo este tiempo. Lo quiero muchísimo y en verdad, y quisiera que no hubiese secretos entre los dos, quisiera decirle de todo lo que vivo, poder escaparme con él de todo este infierno que paso en casa.

Frecuentemente, Alex me ha demostrado ser un amigo leal, ser alguien que me respeta y aquellos amigos que desearía tenerlos toda la vida.

Bosnia también lo suyo, su corazón gentil y comprensible pese a las adversidades me ha demostrado que ella tiene mayor fortaleza que yo. En verdad, con todo lo que vivió en Yugoslavia, con todas las injusticias que vivió en Europa y todo lo que ha aguantado, es digno de admirar.

Verla dormir y con un rostro de paz me hizo pensar muchísimo en ella. ¿Qué eventos habrá vivido allá en los Balcanes? ¿Cómo soportó todas esa vida de desgracia en desgracia? ¿Habrá pensado en algún momento en suicidarse? ¿Su familia sabe lo mal que lo ha pasado acá? ¿Recibió ayuda antes de que llegásemos a su vida?

Reflexionar en todo ello y ver la leve sonrisa que ella esbozaba mientras se acurrucaba más en el abrazo de Alex me hizo ver en profundidad lo fuerte que era Bosny. Se merece lo mejor, se merece la felicidad plena y alguien como Alex que la entienda y valore con todo su ser.

Da vinci: Te mereces lo mejor, Bosny (beso su frente).

Alex sonrió al ver mi acción y con su patita acarició mi cabeza. No fue durante mucho tiempo jeje. Decidí con cuidado abrazarle a los dos colocando a Bosnia en medio, Alex de rió un poco y correspondió con cuidado de que despertar a Bosnia. Y así en ese cálido abrazo de tres nos quedamos por un largo rato.

Hasta que el doctor salió del consultorio y nos llamó, Bosnia se levantó y nos sonrió al verse envuelta de los dos de cada lado. Nos agradeció y con la misma seguimos al doctor, no había mucha preocupación en mi rostro, me sentía mejor a como estaba antes, pero ambos felinos se le notaba cierta intriga y temor.

El doctor nos sentó en frente y le dio una hoja con el diagnóstico a Bosnia. Ella era la leyó y miró a Alex asombrada para que luego ambos volteasen su mirada a mí.

Bosnia (sin salir de su asombro): Da vinci, estás preñada.

Da vinci (miro al doctor): Quiere decir que... ¿Tendré cachorros?

El doctor asintió y fue en ese momento que todo el breve momento de felicidad que había teñido unos segundos antes se fragmentó y miré mi vientre. Iba a ser madre... Iba a tener cachorros...

Sentí que mis oídos zumbaban, sentía que mi corazón latía más lento, sentí a mis párpados más pesados como si quisieran cerrarse y lo último que vi antes de que estos se cierren fue a Alex, a Bosnia y al doctor corriendo hacia el asiento en donde me encontraba estaba antes de caer al suelo productor de un desmayo.

Era una noticia que no podía soportar, era una noticia que simplemente no aguanté oír. Afortunadamente Alex me sujetó antes de que tocara el suelo evitando que me lastimara. ¿Qué sería de mí? ¿De mi futuro? ¿De los cachorros que llevaba en mi vientre?





Gerard (avienta con fuerza una botella contra una pared al oír la noticia): ¡DJ, hijo de put*!

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Agradezco su paciencia, la verdad es que por temas de estudios y trabajos no he tenido tiempo de actualizar estos meses. Buscaré actualizar más seguido tanto este fic como el segundo volumen de Hey Brother. Nuevamente gracias por la espera y apoyo de todos ustedes. Busco ser exigente en cada uno de mis capítulos.

Nota de Autor: Yo NO promuevo los actos de maltrato e ideas maliciosas que se ve en este fic. Esta nota también va para los futuros capítulos.

Sin nada más que decir...

BYE BYE

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