-____cchi- Al momento que entré al gimnasio Kise Ryota me saluda.

-Hola... - Dije pero vi como Murizakibara y Akashi tenían un juego.

Akashi... ¿perdía?

-¡Ugh!- Murizakibara hace que Akashi caiga y encesta su cuarta canasta.

Yo abrí los ojos de par en par.

-¿Qué sucede?- Murmuré al ver a Murizakibara molesto.

Pero de un momento a otro, Akashi se levanta y yo volví a abrir los ojos de par en par al ver sus ojos.

Y como robaba la pelota de Murizakibara y luego lo hacía caer sin siquiera haberlo tocado.

Y metió cinco puntos de seguido y ganando a Murizakibara.

Pasó su mirada por mi y yo sentí un fuerte escalofríos recorrer por todo mi cuerpo, su mirada heterocromática era intensa y me ponía nerviosa.

Pero creo que no en el sentido de siempre...

Tragué grueso.

El ambiente era tenso y pesado.

-Murizakibara-Kun- Desperté del trance al escuchar a Momoi llamar al pelimorado quien se estaba yendo.

-Supongo que a partir de mañana tendré que venir todos los días sin falta-

-No... olvídalo. Puedes hacer lo que quieras-

Volví mi mirada rápidamente hacia Akashi sorprendida.

-Mientras sigamos ganando todos los partidos-

-¡¿Pero que dices Akashi?! Si hace un momento diji... -

-Midorima, Kise, ustedes también pueden. Si seguimos ganando los partidos, lo pasaré todo por alto excepto éstos. Con nuestro nivel es imposible cuadrar los pasos a la fuerza. Más bien es más efectivo si no encajan-

-¡¿Cómo... ?! ¿Nos estás diciendo que no juguemos en equipo?-

-Eso mismo. Para la Generación milagrosa eso es solo un estorbo-

Apreté los dientes con fuerza sin entender que le sucedía a Akashi.

-Eso dije-

Suspiré y me di vuelta volviendo a agarrar mi bolso, mi cabeza no daba para entender esta situación.

-¡____cchi! ¡¿No dirás nada?!- Kise se me pone en frente.

Mordí mi labio inferior y apreté la correa de mi bolso.

Miré a Akashi de reojo quien nos miraba al igual que el resto.

Me llevé la mano a la frente.

-¿Qué quieren que diga? No... se me ocurre nada... no entiendo nada... desde que llegué me pregunté que ocurría y ahora entiendo menos-

-____- Me di la vuelta completamente y Akashi estaba cerca de mi.

Nos miramos a los ojos por bastante tiempo hasta que él me extiende una pelota.

-Te haré entender- Dice y se da la vuelta.

Por alguna razón, por primera vez desde que conozco a Akashi... tenía miedo de jugar contra él.

Volví a dejar mi bolso y caminé hacia él.

Me quité el abrigo y lo lancé hacia un lado.

-Será igual que con Murazakibara, el que llegue a cinco puntos gana-

Asentí.

Me dejó comenzar primera.

Hacía picar la pelota una y otra vez fijándome en Akashi pero él parecía relajado, pasé rápidamente por su lado pero abrí los ojos de par en par al perder la pelota en un segundo.

Miré a akashi quien se dio vuelta hacia mi mientras hacía picar la pelota, intenté quitársela pero era demasiado rápido y en un momento que pasó la pelota por entre sus piernas, sentí como si mi tobillo fallara y caí al suelo.

-¿Lo ves? Ni tú puedes ganarme ahora, y perder te vuelve inútil. Los perdedores no obtienen nada- Lanza la pelota y encesta -Los ganadores lo obtienen todo-

Me levanté e intenté nuevamente pero volvió a hacerme caer y volvió a encestar.

-¿Ganar lo es todo para ti?- Pregunté.

-Así es. Ganar es como respirar... -

Me esquiva y vuelve a anotar, y otra vez.

Pero conseguí la pelota, lo esquivé con rapidez y me preparé para lanzar la pelota.

-Si tú no puedes ganar, entonces eres inútil para nosotros. Ya fue suficiente de ti-

Abrí los ojos de par en par, Akashi me bloquea y agarra la pelota rápidamente, usa aquel extraño truco y caí nuevamente.

-No te quiero cerca de ninguno de nosotros. Solo nos retrasarás-

Sentí un dolor horrible en el pecho y permanecí en el suelo.

Él se dio vuelta y encestó la pelota llegando a cinco puntos mientras yo tenía cero.

-____cchi... -

-____-San... -

Apreté los dientes y limpié rápidamente aquella lágrima que caía por mi mejilla.

-¿Quién... se supone que eres?- Pregunté.

Akashi me mira por sobre su hombro y sonríe con burla pero en sus ojos había completa frialdad.

-¿Qué dices? Soy el mismo Akashi Seijuro-

Negué y me levanté.

Cerré los ojos y fui a agarrar mi abrigo.

-Sea quien seas... no eres el mismo Akashi de siempre... - Fui a agarrar mi bolso y miré el adorno que una vez Akashi me regaló.

Lo saqué y caminé hacia él.

-Está bien, no me acercaré a ti... pero no me obligarás a alejarme de mis amigos- Dije firme y con el ceño fruncido -Y no digas que eres el mismo... sé que no eres el Seijuro que llegó a gustarme- Golpeé levemente mi puño contra su pecho.

Él abre los ojos de par en par pero lleva sus manos a la mía y yo le entregué aquel adorno, me di la vuelta y comencé a caminar.

Los chicos y Momoi me miran irme.

Me dolía esto, el que Akashi me quiera lejos de él... era una sensación horrible.

Y el haberle entregado aquel adorno también me hacía mal.

Porque aquel adorno era la otra mitad del que él tenía, fue hace años, pero por mi cumpleaños él compró aquel adorno que se dividía en dos y me prometió estar siempre conmigo.

Al abrir la puerta vi que la lluvia había empeorado, suspiré y aún así salí.

Mientras más me alejaba de aquel gimnasio, más débil se volvían mis esfuerzos por evitar el llanto.

Hasta que mis lágrimas se mezclaron con la lluvia y sin poder retenerla.

-Eso... es todo... - Murmuré.

Yo simplemente seguí mi camino sin darme vuelta.