Esto no puede ser...

Los chicos... están siendo destrozados en el partido y en su espíritu.

A Hyuga lo sacaron por falta técnica así que no tendrían sus tiros de tres por bastante tiempo.

Los otros parecieran rendirse al igual que Riko.

Apreté los dientes y los puños con fuerza.

-Sé... que esto es difícil... - Llamé la atención de todos -Sé que no soy yo la que juega con ustedes ahora pero entiendo lo que sienten... así que les pido... por favor... ¡No se rindan!-

Todos me miran sorprendidos ya que había alzado la voz y mis lágrimas comenzaron a aparecer.

-¡Esto no termina hasta que el cronómetro marque cero, siendo el cuarto tiempo! Sé que se sienten frustrados, impotentes y cansados. Lo sé bien... pero recuerden el porqué hacen esto, porqué juegan al básquet, porqué compiten. Siempre está la posibilidad de perder o de ganar pero eso no se sabe hasta que termine el partido-

La mayoría agacha la cabeza y yo apreté mis manos en mi pecho.

-Yo... confío en ustedes chicos... por favor... den lo mejor y... ¡Esfuércence! También... diviertanse, sé que cuando uno va perdiendo es difícil, casi imposible. Pero existe la opción de remontar, así que... por favor no se rindan aún y piensen en ganar-

Todo quedó en silencio.

Yo me limpié el rostro con mi brazo y me lo cubrí un momento.

-Yo... ¡Quiero ganar!- Kuroko se levanta sorprendiéndonos -____ tiene razón. Aunque sea imposible, aunque no tengamos posibilidades ¡Quiero convertirme en el número uno de todo Japón junto a todos ustedes!-

Miré atenta a Kuroko al igual que todos.

-Entrenadora... Te lo pido por favor-

Yo volví a quitarme las lágrimas del rostro sonriendo un poco.

Suena el fin del descanso y todos se levantan decididos sorprendiéndome.

Se acercan a mi sonriendo y Kuroko pone su mano en mi cabeza.

-Lo haremos, no nos rendiremos, aún no- Dicen.

Sonreí ampliamente y todos pasaron por mis lados poniendo sus manos en mi cabeza u hombros para luego entrar a la cancha pero Kuroko se detiene.

-____, te lo prometí... haré volver al Akashi-Kun de antes- Dice Kuroko mirándome de reojo.

-Kuroko... -

Él camina a la cancha y se coloca frente a Akashi.

Sentí una mano en mi hombro.

-Gracias... eres la mejor- Dice Riku y los que estaban en la banca también asienten.

-Están más decididos que nunca- Dice Hyuga.

-Gracias a ti-

Yo sonreí y miré a los chicos.

-Si... que bueno- Dije aliviada.

Todos los chicos del Rakuzan miran a los del Seirin sorprendidos y luego a mi.

Akashi igual me ve de la misma forma.

Pasé mi brazo por sobre mis hombros mientras lo miraba sonriendo.

-Esto no acaba aún- Murmuré.

El juego vuelve a comenzar y los chicos dan todo de si.

Kagami había entrado en la zona nuevamente y todos presionaban a los del Rakuzan hasta que estuvieran en un aprieto y les tocara pedir un tiempo.

Yo ayudé nuevamente con las toallas y sus aguas pero a la vez les daba una bolsa con hielo.

Hasta que todos regresaron a la cancha y Akashi estuvo frente a Kagami.

-¿Hm? Estaba segura que sacarían al cinco- Murmuré.

-Si... ¿Akashi aún piensa que puede seguir?- Murmura Riko.

Fruncí el ceño hasta que vi como Akashi pasaba la pelota en el lado opuesto a donde el cinco estaba esperando recibirla, el Rakuzan termina encestando.

Abrí los ojos de par en par.

-No me digas que... Tsk... Akashi... que cruel... - Murmuré entre dientes.

-Usarlo de carnada... - Dice Riko.