Ya había pasado un par de días desde que el pequeño incidente del desmayo de la Bourgeois para ser exactos ya había transcurrido dos días y un fin de semana donde quizá habían cambiado de cuerpo solo una vez y finalmente había llegado el Lunes, día en el que por primera vez el Agreste se sentaría al lado de la de mirada azul zafiro, quien se había rehusado a aceptar que el de mirada verde se sentara a su lado...

Es por eso que hoy se había propuesto a hacer algo que jamás había hecho.

No le preguntaría a la chica si podía sentarse con ella, simplemente en cuanto llegara, ella no tendría otra opción que sentarse con él.

Y para idear ese plan tendría que llegar antes que ella, es por eso que ya se encontraba desde muy temprano listo y preparado para ir al colegio.

¿Y cómo había ideado ese plan cuando él no hacía ese tipo de cosas?

La respuesta era sencilla, había pensado como Plagg y Chat Noir a la vez.

Usualmente se hubiera quejado por levantarse temprano para luego ponerse de mal humor o simplemente hubiera desistido de la idea, pero no era así, por alguna extraña razón realmente quería sentarse al lado de la de cabellera dorada, sentía que si lo hacía podían o más bien, él podría llegar a enmendar todos esos errores y comenzar desde cero con ella.

Y eso le emocionaba y lo hacía sentir feliz.

Se miró por última vez al espejo y acomodó su cabello para luego dirigirse a su cama para tomar su mochila la cual estaba lista y acomodada en orden, para entonces tomarla y colgarsela a la par que tomaba su celular y lo guardaba en su bolsillo para comenzar a caminar hacia la puerta de su cuarto y salir por ella hasta llegar a aquellas eternas escaleras y bajarlas...

Miró hacia los lados en espera de que ni Nathalie ni su guardaespaldas estuviera cerca para entonces abrir y salir cuando de pronto...

<¿Adrien?... ¿Qué es lo que haces?>

Escuchó la voz de la de lentes que lo detuvo al ir entrando a la estancia principal y verlo de esa forma...

Con disimulo volvió a entrar a su hogar sin cerrar la puerta para voltear a ver a la mayor que se acercaba lentamente a él con pasos firmes...

«Hola Nathalie, Buenos días, ¿qué tal amaneciste?»

Dijo con una fingida sonrisa de amabilidad mientras la Sancoeur lo veía sin ninguna expresión para volver a preguntar lo mismo, haciendo resoplar al rubio...

Adrien-Perdón Nathalie, es que el día de hoy tengo que llegar 15 minutos antes al colegio
Nathalie-¿Por qué tan temprano?
Adrien-Porque necesito ensayar con mi equipo nuestra exposición para la maestra Mendeleiev
Nathalie-Pero no has desayunado, además ¿por qué no nos avisaste antes para ya tener el auto listo?
Adrien-Porque ayer en la noche me dijeron mis compañeros que me necesitaban temprano, se supone que en primera hora nos tocaría artes y luego química con ella pero por cuestiones de salud mi maestro y mi maestra cambiaron de hora, así que como primera hora nos dará clase la señorita Mendeleiev y luego el profesor Calixto, cuando realmente se suponía que íbamos a ensayar en cambio de hora
Nathalie-Esta bien, Adrien... No podemos dejarte ir solo por reglas de tu papá, así que dame un minuto para decirle a tu guardaespaldas que prepare el auto y él te lleve, ¿okey?
Adrien-Bueno, esperaré
Nathalie-No te vayas a escapar

Asintió con la cabeza para ver como la secretaria de su padre se daba la vuelta y caminaba hacia la sala de donde después de un par de segundos salió a paso apresurado el gran hombre y pasaba por el lado del de cabellera dorada sin decir nada para ver nuevamente salir a la de mechón rojo...

<Tienes suerte de que el auto ya estuviera listo; puedes salir y abordar en el>

El chico sonrió para entonces despedirse de la Sancoeur y caminar hacia el auto y abordar...

En unos segundos ya se encontraba fuera de la escuela, a lo que agradeció a gorila y se
descendió del auto cerrando la puerta del vehículo a su paso para entrar al colegio en dirección a su salón...

Pensaba que quizá alguno de sus compañeros se encontraría ahí, pero grande fue su sorpresa al llegar y darse cuenta que su aula estaba vacía, siendo él el primero en entrar...

Sin pensarlo dos veces caminó con seguridad hacia el lugar de a lado de donde se sentaba siempre la Bourgeois...

Los minutos comenzaron a transcurrir y sus compañeros iniciaron a llegar a su salón de clases en dirección a sus respectivos lugares, no sin antes saludar al de mirada verde esmeralda mientras lo veían con extrañeza por el lugar donde se encontraba sentado, cosa que evadían preguntar, a excepción de uno que otro cuya respuesta en todos los casos fue:

"Al igual que Nino, Chloé es mi amiga y quisiera pasar tiempo con ella".

Respuesta que había sido oída por varios de sus compañeros, entre ellos la azabache que mantenía su mirada cabizbaja sobre su mesa mientras el par de morenos se veían entre sí con algo de preocupación al ver a la Dupain de ese humor cuando la verdad es de que no podían hacer algo por ella, pues ambos ya sabían que esto iba a suceder tarde o temprano...

Pronto la mirada del rubio fue a dar contra cierta pelirroja que lo miraba confundido a la par que cargaba las cosas de la blonda, señal de que la misma ya había llegado, para luego observar como la Raincomprix se acercaba a él...

Sabrina-Hola Adrien, disculpa, ¿pero qué haces en mi lugar?
Adrien-¿Recuerdas que desde la semana pasada he querido sentarme con Chloé y ella no me deja?
Sabrina-Si
Adrien-Pues por esta vez no le preguntaré, si no que no tendrá de otra más que sentarse conmigo al ya no haber asientos vacíos... Así que... Sabrina, ¿podrías por favor sentarte por estos días en mi lugar al lado de Nino
Sabrina-Por supuesto que si, que emocionante formar parte de esto, cualquier cosa no dudes en decirme, ¿vale?
Adrien-Claro y muchas gracias, si quieres dame sus cosas para ponerlas aquí
Sabrina-Oh, cierto

La de mirada verde-agua le entregó las cosas de la de coleta al Agreste quien las recibió feliz para luego ir al lado del moreno a quien saludó con gusto al igual que a la novia del mismo y a la azabache quienes le devolvieron el saludo para luego ver como a los pocos segundos entraba la blonda al salón quien al darse cuenta de lo hecho no pudo evitar molestarse...

Maratón parte 2/3