Capitulo |5|


- ¿Avrokowski? ¿Acaso bromeas? Suena a una camorra Rusa- tomo sus mangas y las bajo cubriendo sus manos- ¿Eres de Rusia? -

-Mi bisabuelo era de Voronezh, Rusia. Pero jamás estuve ahí, mi padre nació en Italia. Viví los primeros 4 años de mi vida en Alessandria y después emigre a Portland- mire que se abrazó a ella misma.

<<¿Debería darle mi chaqueta?>>

Titubee entre dársela o no. Era obvio que tenía frío pero ese comentario de "Me gustan los chicos malos" vagaba por mi mente.

<<¿Un chico malo se comportaría
como un caballero?>>

Decidí hacerlo y compensar mi mal comportamiento en otra situación.

-No tienes que hacerlo- negó con la mano al ya tenerla entre sus hombros.

-No quiero que te congeles

Me miro y sonrió.

La noche estaba fría, un leve aire nos rozaba las mejillas congelándolas un poco. No sabia si eso era bueno para mi salud agregando que ahora ya no tenía chaqueta. Deje de sentir el resfriado desde el momento en que deje la casa de Lilly sin embargo sentía el cuerpo cortado.
Respecto a la cita, todo estaba yendo de maravilla. Fuimos a un restaurant cerca del parque central y ordenamos algo de pasta. El principio como en todas las primeras citas no sabíamos de qué hablar, incluso llegamos a conversar de Edward ya que era el único amigo en común que teníamos.

No mentiré, fue incomodo. En primera por la historia que tenía con Lilly por otra parte hablar de otro chico mientras tenemos una cita no fue mi parte favorita. Para cenar ordenamos pasta y compartimos un helado de chocolate.

En ese momento conocí a mi alma gemela en postres, adoraba el chocolate tanto como yo o incluso más.

Después me hablo acerca de sus padres, Emily y John Mercer, cosas básicas que tenia que saber de ellos y la grata reacción al nuevo trabajo en la boutique. Al escucharla conversar acerca de ellos me percate que tenían una excelente relación y se sienten sumamente orgullosos de Emma.

A partir de ahí perdí el hilo de la historia. Fije la mirada en el vaso de agua que estaba en mis manos y una imagen se poso en mi mente.

Mi madre.

Mi hermosa madre.

Cada cosa, no importaba que tan insignificante era la hacía sentir orgullosa de mí. Una mujer compasiva, dedicada a todo lo que hacía  y muy minuciosa. Fue aquella la que me enseño a pintar dentro de las rayas, me hubiera encantado que me enseñara más cosas pero un tumor en el cerebro me la quitó repentinamente.

Me sentí culpable al dejar de pensar en ella a lo largo de mi adolescencia, pero recordarla se sentía mas fuerte que un golpe de Morgan. Solo así sobrelleve el dolor de que nunca mas la volvería a ver y lo único que pudo enseñarme fue a pintar dentro de las rayas.

La cena había terminado más rápido de lo que yo esperaba pero tenía un segundo plan. Caminar por el parque solo ella y yo esperando que algo se concretara en este lugar.

-Vaya... así que eres de todas partes, eso es increíble. Mis bisabuelos, padres y yo nacimos aquí. Lo sé, aburrido. Solo... solo espero no quedarme aquí- bajo la mirada.

-Así que no te gusta Portland. ¿En dónde te gustaría vivir?

-Paris- respondió con rapidez- Si me pagaran por cada vez que respondo esa pregunta con Paris tendría 10 años viviendo allá-Sus ojos brillaron-Es mi sueño sabes. Paris es la ciudad de la moda tendría mucho sentido si viviera en donde quiero realizar lo que más deseo. - negó- lo siento, me emociono cada vez que hablo de ello. Que hay de ti ¿en dónde te gustaría vivir? -

Mire a mi alrededor, Portland no estaba nada mal. Adoro su clima y cada uno de los parques que tiene. No recordaba cuantas veces me había sentado en una banca a dibujar el paisaje que me regalaba, pero, aun así este era el lugar donde murió mi madre, este era el lugar en donde dependía de Morgan y en donde, si me quedaba, seguiría recibiendo sus palizas.

- No lo sé. Nunca lo hemos hablado.

- ¿Quiénes?

-Lilly y Andrew

-Oh- No esperaba esa respuesta- Ustedes son muy unidos ¿desde hace cuanto se conocen?-

<<Si me pagarán por cada vez que nos dicen eso ya tendría el dinero suficiente para entrar a la universidad>>

-Desde que llegue aquí. Conocí a Andrew por mi madre, ella era maestra de artes en mi preparatoria y la abuela de Andrew, Julia, era secretaria- Si bien no recordaba mi infancia había algunas viejas fotos de ellas dos. En cada una lucían muy felices como dos grandes amigas que tenían tiempo sin encontrarse- solía pasar las tardes jugando con Andrew en la calle y bueno Lilly es mi vecina así que también salía a jugar. Desde ahí siempre hemos estado juntos, ellos son mi familia y siempre hemos planeado las cosas juntos...- por un momento me hizo dudar.

Nunca lo hablamos.

Hablo de que los tres esperábamos entrar a la misma universidad pero que pasaría si uno de nosotros no quedaba, si Andrew o yo no pudiéramos pagarla. La madre de Lilly puede pagar la universidad, tiene un buen trabajo y no necesita de su ex esposo para sacarla adelante o eso es lo que hemos escuchado de la boca de su madre cada que se nos sale el tema de ese "señor rompe hogares".

-¿Chris?...

Me quite la idea de la cabeza.

-Disculpa, solo-pare sin saber que decir. Creo que eso sería algo de que preocuparme más adelante- no es nada y si, creo que Portland esta bien.-

-Si tú lo dices-Alzo los hombros

Eran las once con veinticinco minutos. Tenía tiempo que no caminaba a esta hora por el parque. Me sorprendió al saber que Emma no tenía hora para llegar a su casa, si Lilly no llegaba a las 11 en punto su madre nos cortaría la cabeza a Andrew y a mi para así colgarlas en la pared de su sala.

Buena mujer, un poco aterradora.

Continuamos caminando alrededor de los árboles. No sabía que más podríamos hacer, era divertido estar con ella y hablar mas no podía estar toda la madrugada dando vueltas una y otra vez.

Al estar en silencio disimuladamente la observé. Miraba a la nada con una expresión de tranquilidad se sintió agradable saber que aún con altas horas de la noche y estando solos en este lugar se sentía segura conmigo.

De un momento a otro sentí que entrelazaba su mano con la mía. Di un pequeño brinco pues no me lo esperaba, noté que su mano se sentía cálida y su tacto era suave al contrario de la mía que estaba totalmente fría. No pareció importarle cuando la tome con un poco más de fuerza.

<< ¡Bésala!>> pensé.

Ella había dado el primer paso pero no sabía cómo darlo yo. Mi corazón comenzaba a latir con rapidez, sentí una gota de sudor bajar por mi frente, nos paramos por un segundo.

Ahora o nunca.

Mi mano derecha acarició su cabello pasando por debajo de su oreja, la dejé ahí. Me acerqué de forma rápida y sentí sus labios chocarse con los míos.

Labios sabor cereza.

Nunca lo olvidaría.

Se sentía bien, se sentía excelente, por un momento el parque central fue el mejor lugar de toda mi existencia. Era justo como lo plane, los dos solos con este hermoso clima, mi historia podía acabar aquí y sería el más feliz...

-¡¿Que te pasa?!

De forma brusca se apartó de mi, observé su brazo y estaba siendo agarrado por un chico que llevaba una sudadera de rayas.

-¡Oye imbecil!- grite.

-Y-yo yo... lo siento- claramente venía borracho.

Tome a Emma de la muñeca y la puse detrás de mi. Protegiéndola de cualquier cosa que pudiera pasar.

El imbecil se recargó en mi pecho con su mano derecha, bajo la mirada hacia mis zapatos y antes de que pudiera mandarlo al suelo vomitó en encima mío.

La sangre me hirvió, cerré los ojos tomando aire. No quería mirarme pero tuve que hacerlo. Mi camisa incluyendo mis zapatos estaban cubiertos de vomito.

Esto no podía estar pasando.

Lo arruino.

Lo arruino todo

Estropeó mi momento perfecto.

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¡Tiempo que no escribo! Una disculpa, salí de vacaciones a un lugar sin señal y mucho menos internet.

Espero disfruten este capítulo para ser sincera se vienen lo interesante...

Pd: el día de mañana actualizare este capítulo (solo para que llegue la notificación, no cambiare nada) y el domingo actualizaré todos.
Las vistas por alguna extraña razón son diferentes.

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