Capítulo 3

Ya era un nuevo día aunque no salía el sol, el pelirrojo había despertado temprano y fue a recoger las prendas lavadas. Además que aprovechaba para tomar una buena ducha sin estar abultado por los demás sirvientes.

Ya faltaba poco para que amanezca y Kenichi ya se había colocado su ropa, notó su cabello crecido pero no le tomo importancia, ya después se ocuparía de eso.

Kenichi: (Otro día "pacífico")

Pasaron 3 días después del enfrentamiento que tuvo contra Guiche. Desde ese día se generó como un revuelo para los estudiantes nobles, muchos creyeron que Kenichi hizo como un especie de trampa debido que son muy orgullosos de creer que un plebeyo derrotara a un noble y últimamente algunos nobles iban a retarlo pero bastaba con su mirada sombría junto con la de Jennifer para que no lo molestaran o saldrán arrepentidos....pero algunos no hicieron caso y recibieron las consecuencias de eso.

El pelirrojo se dirige a la cocina, lugar donde era tratado ahora como un rey, a pesar de las insistencias del pelirrojo, se ganó ese trato debido a que después de la humillación que recibió Guiche y otros magos, por lo que ahora era querido y respetado por los sirvientes de la academia.

¡Oh, llegó nuestro guerrero! ¡Muchachos, denle un delicioso desayuno! - el pelirrojo tenía una gota.

Kenichi: Ya les he dicho que no me llamen así, es vergonzoso.

No podemos callar los logros de nuestro valeroso guerrero quien no le teme a esos odiosos nobles. - le da una palmada. - No hay que ser modestos.

Kenichi: (Bueno, al menos tengo comida gratis.) - pensó al ver el banquete que estaba delante de él.

El pelirrojo no cuestionaba sus actitudes, después de todo, se notaba el miedo que tenían con los nobles debido a lo arrogantes y peligrosos que son si se atreven a desafiarlos. Kenichi prefería estar fuera de un conflicto pero su plan falló y después de derrotar a Guiche, ahora era una celebridad en el bando de los plebeyos, al menos de los que están en la academia, pero sabe que no pasará mucho que la noticia se expanda.

Siesta: Preparé gran parte de esto sólo para usted Kenichi-san, espero le guste. - el pelirrojo solo asiente y procede a devorarse toda la comida.

A propósito ¿Qué habilidades maneja? Sigo sin comprender su estilo de combate. - dijo el jefe de los cocineros.

Kenichi: De por sí, son muchas técnicas y artes marciales, el uso de las patadas son solo una de esas artes.

Siesta: Yo lo vi en el patio, apenas usaba las piernas y tenía un gran manejo con ellas.

Debió ser muy intenso, el usar las patadas para poder bloquear una lanza de bronce. - el pelirrojo seguía comiendo.

Kenichi: Más que intenso, tenía que tener un buen equilibrio.

Siesta: Vaya de ser así de seguro con esas patadas fueran rápidas podrían ser como las de Jenny con los golpes.

¿También usas los puños? - el pelirrojo termina de comer su pan y habla.

Kenichi: De hecho si, tanto piernas como brazos las uso, pero me he acostumbrado a dar patadas. - toma una pieza de pollo y lo muerde.

Usted maestro, podría inspirar a futuras generaciones, ya ha demostrado lo imposible. - el pelirrojo le salió una gota más grande.

Kenichi: (¿Y ahora soy un maestro?)

Veo que están muy animados todos. - dijo una voz femenina ingresando al lugar.

Cocineros: ¡REINA!. - viendo a la Kujo.

Siesta: Hola Jenny. - saluda a la Kujo.

Kenichi: Jennifer. - levanta su taza.

Jennifer: Kenichi. - se decían los nombres pero había un aura de respeto mutuo, además de la conexión por ser del mismo lugar.

Siesta: Aquí tiene Jenny. - le entrega una taza.

Jennifer: Gracias Siesta. - le agradece sonriéndole un poco.

Kenichi: ¿Alguna novedad?

Jennifer: Además de avisar que tienes 30 favores por parte de los nobles que derrotaste. Ya dije que podrías participar en las clases.

Kenichi: No es por ser grosero pero ¿Qué ganó con eso?

Jennifer: Además de conocimiento, podría haber algo que te interese, la alquimia. - el pelirrojo levanta la vista.

Kenichi: ¿Alquimia? ¿La ciencia que se basa en la composición, la destrucción y la reconstrucción de la materia?

Jennifer: Así es....pero también la Alquimia se puede usar para combates que muchos no saben por ejemplo. - agarra un tenedor. - Ves este tenedor - el pelirrojo asiente. - Fíjate bien. - dijo para que en sus manos salieran como unos rayos azul y comenzando a jalarlo y convirtiendo el tenedor como un tridente.

Kenichi: Aumentaste el tamaño, paso de ser un tenedor a un tridente.... - afila la mirada. - Pero eso ha roto la ley de la alquimia, hasta donde tengo entendido, si quieres algo se da algo del mismo valor.

Jennifer: Lo entiendo pero aquí puedes moldear la alquimia con la ciencia, por ejemplo puedes crear cosas con la alquimia o más o menos solidificar materiales por ejemplo crear un brazo artificial medieval.

Kenichi; Mmmm. - lleva su mano a la barbilla. - ¿podrías prestarme tus libros? Podrían ser de utilidad.

Jennifer: Seguro, pero primero termina de comer. - el pelirrojo prosigue con su merienda.

Siesta: Es bueno que lo ayudes Jenny

Jennifer:.... Solo lo hago para que aprenda es todo. - se retira.

Marteau: Vaya vaya joven sí que tienes suerte.

Kenichi: No sé si es suerte o será que quiera algo a cambio, de todos modos cumplo con mis deudas. - toma un poco de vino.

Marteau: LO que me refiero es que la Reina nunca se comporta así además de Siesta que son amigas, muchos chicos han tratado de ligarla pero terminaro en camillas y estériles jejeje y eso fue entretenido. - respondió divertido.

Kenichi: Era más que obvio, estos idiotas creen que será fácil pero se meten a la cueva del lobo.

Chef: Ni que lo digas, y desde esos días ha puesto orden a esta academia sobre todo nosotros nos ganamos su respeto y más que algunas ocasiones nos presenta platillos curiosos de donde viene

Kenichi: (Transportando algo de cultura, bien jugado Kujo, bien jugado.) - termina de comer.

Después del desayuno y de despertar a Louise, ambos se dirigen al salón de clases, tal como lo pidió Jennifer, había un asiento más para Kenichi.

Kenichi: (Me pregunto ¿Qué diferencia habrá entre el manejo con la magia en este mundo con el mundo de dónde venía?)

Louise: ¿Estás bien?

Kenichi: Si, solo pensaba en otra cosa.

La clase transcurrió con normalidad, al menos dentro de lo que cabe, porque nuevamente pidieron a Louise un ejemplo de magia, lo cual todos palidecieron y se cubrieron.

Kenichi: (¿Y a estos qué les pasa? ¿Acaso vieron su vida en un minuto?)

Pero al mirar hacia el frente, Louise generó un fuerte brillo, seguido de una explosión.

Kenichi: (Ah...ya veo por qué se cubrieron.) - usa sus dedos para apagar la mecha de fuego que tenía en su cabello.

Louise: Parece que me pase un poco.

¿Cómo que te pasaste? - dijo uno

¡Tenía que ser Louise, la Cero! - exclamó otro y los demás reclamaron lo mismo.

Kenichi: (Qué apodo tan curioso.) - saca una muda de ropa y se la arroja a la peli rosa. - No te quedes ahí y ve a cambiarte, yo me encargo del desastre que ocasionaste.

Así fue en la primera, pero en la clase de la tarde.....

Kenichi: (Mmmm, así que en base a un círculo y la figura que creas, se puede transformar o crear algo que desees siempre y cuando tengas los ingredientes.) - lleva el libro a su cara y se pone a meditar. - (Pero Jennifer hizo un tridente partiendo de un tenedor... ¿Existirá una forma de hacer alquimia sin usar un círculo?) - juega con el balance de la silla. - (Posiblemente pueda pasarme eso pero...) - se apoya con un pie. - (No recuerdo lo que pasó en el momento que fui absorbido) - lleva su mano a la cabeza intentando recordar el viaje a este mundo pero no le llegaba ningún fragmento de memoria.

Nunca vi a alguien que esté interesado en eso además de Jennifer. - el pelirrojo voltea ve que era una estudiante peli celeste con una mirada estoica.

Kenichi: ¿Mm? - mira a la peli celeste. - ¿Y tú eres...?

Puedes llamarme Tabitha. - el pelirrojo deja su libro en la mesa mientras acomodaba el asiento.

Kenichi: Pues un gusto, me llamo Kenichi. Y bueno, me llamó la atención, es distinto al manejo de magia, incluso la alquimia que uso ustedes los magos.

Tabitha Hai...muchos ven que esta habilidad es para hacer oro fácil pero los prohibieron aunque no hacen caso pero cuando Jennifer uso otro manejo de ella me intereso como le hace.

Kenichi: Había oído algo de eso, tenía entendido que no pueden transformar el plomo en oro ya que es considerado prohibido.

Tabitha: Hai muchos ven como dinero fácil.

Kenichi: Por esa razón es prohibida. - dijo seriamente.

Tabitha; Yo busco los verdaderos propósitos de eso desde que Jennifer lo mostró y lo tengo. - dijo sacando una video cámara que sorprendió al pelirrojo.

Kenichi: Así que se quedó con algo de tecnología.

Tabitha; Hai no sabía que era pero ella me explico un poco....y me gusta la música. - dijo para que cuando lo prendió en la pantalla sale el nombre de Speedwagon y una musiquita, dejando a Kenichi con una cara de póker por esa reacción.

Kenichi: ( Bueno ¿Quién soy yo para criticar? ) - toma la cámara.

Tabitha: Si estás interesado en saber más de este tema, puedes pedírmelo, normalmente ando en la biblioteca.

Kenichi: Seguro, no hay problema. - ella asiente y se retira a su sitio. - ( ¿Lo dirá en serio o querrá engañarme? Hasta ahora he visto puro arrogante y presumido, además de castrosos. ) - prosigue con su lectura, aunque debido al estrés y estar divagando en sus pensamientos, se queda dormido con el libro en la cara.

Dado que era más magia que otra cosa, eso no le interesó mucho al pelirrojo quien se queda dormido.

Oye, oye... - era la voz de Louise quien movía el hombro del pelirrojo, la clase había acabado y el pelirrojo seguía dormido. - ¡Despierta de una vez!

Kenichi: ¿Eh? ¿Ya es de día? - se frota los ojos pero se duerme otra vez.

Louise: ¡Ya terminó la clase, dormilón! - el pelirrojo se levanta mientras se frotaba la oreja.

Kenichi: ¿No pudiste ser más sutil? - ahora se frota el ojo. - No era para que hagas un escándalo.

Louise: ¡La mayoría ya se fueron y tú te quedaste dormido! - los pocos estudiantes se rieron mientras que el pelirrojo se recuperaba del aturdimiento.

Kenichi: Vale, ya me levanto. - toma su libro y se va de ahí, sacándole un tic a Louise por actuar tan relajado.

En todo ese tiempo, su interacción era mínima, pero desde que supo que iría como un estudiante más, deseaba que no cause un alboroto pero se quedó dormido, al maestro no le molestó porque ya era decisión de él y no iba a cuestionar al director, pero a la peli rosa era un ataque a su orgullo, ya que al ser su familiar, lo que el haga también afecta a la chica.

Camino por los pasillos el pelirrojo recordaba que lo de "Louise la Cero" por lo que le pregunta.

Kenichi: Oye ¿A qué se debe lo de tu apodo Cero?

Louise: Eso es irrelevante.

Kenichi: Pero todo el mundo te dice eso. ¿Es algo que ver con tu físico?

Louise: ¿Me estás diciendo que no tengo atributos? - pregunto con enojo aumentado

Kenichi: En ningún momento dije eso, solo lo estaba cuestionando. El hecho que te digan "Louise la Cero". "Fuiste tú la Cero." "¡No! que no lo haga la Cero." "¡Detente Louise la Cero!" Debió ser por algo, no creo que te digan la Cero por gusto o ¿Solo lo hacen para fastidiar tu progreso? ¿O es por los resultados que haces

Louise: Tú también ¿Eh? - el pelirrojo levanta una ceja. - ¡Por decir eso, no comerás 5 veces!

//==// Esa noche //==//

El pelirrojo tenía una almohada mientras se acomodaba con su pila de paja afuera de la habitación. Mencionó varias veces el apodo sin querer y eso enojó en gran medida a Louise quien lo mandó a dormir afuera para que "reflexione".

Kenichi: (Y nomás por querer saber algo, mejor no le pregunto nada.) - se acomoda y se pone a leer, aunque noto la cámara que le dió Tabitha, por lo que la toma y se pone a observar la grabación de Jennifer.

Alumno: Que tontería es esa sólo la piedra.

Jennifer: Cállate estúpido observen.

Ella junta sus manos para emanar unos rayos azules y cuando tocaron. Al escritorio ven que las partes de juntar para dar de resultado como un especie de muñeca de cuerda sorprendiendo a todos.

Jennifer: Con esto pruebo que la Alquimia no es dinero fácil sino una habilidad que sirve para reparar, crear e incluso pelear con ella

Maestra; Asombroso. - aplaude. - 0 más. - dijo con una sonrisa.

La grabación lo dejo entre interesado y confundido ya que hizo lo mismo que con el tenedor.

Kenichi: (Sigo sin entender como logra modificarlo, debería hacerlo por mi cuenta, a ver si logro entenderlo.) - vuelve a tomar su libro y hace el círculo base. - (Si hacemos una figura sobre él, entonces depende de la figura se puede generar algo, tomando en cuenta el elemento....) - siente que es jalado suavemente, el pelirrojo reacciona y nota al salamandra con cola de fuego tomándolo de su sudadera. - ¿Qué haces?

La salamandra reaccionó algo asustado, más que nada, porque el pelirrojo no se movió ni un centímetro, por lo que hace señas con la cola.

Kenichi: ¿Quieres que te siga? - la salamandra asiente. - Un momento ¿Acaso no eres el familiar de la pelirroja? ¿No hay problema con eso? - ahora niega el reptil. - Bueno, aunque me preguntó ¿Para qué? - el pelirrojo se levanta y sigue a la criatura.

Claro era observado por alguien.

Siesta: Kenichi-san. - curiosa y decide seguirlo.

El pelirrojo entra a una habitación, la salamandra había desaparecido y ahora sentía un aroma dulce.

Kenichi: (Demasiado incienso para mi gusto, aunque...) - inhala un poco. - (¿En qué me acabo de meter?)

Oh, llegaste cariño mío, dame unos minutos. - el pelirrojo da un paso atrás pero la puerta se cierra.

Kenichi: (¿Cerrado?) -escucha unos pasos y voltea nuevamente, notando a una pelirroja con un babydoll púrpura, Kirche. - (No debí seguir esa lagartija.)

Kirche Ponte cómodo cariño. No muerdo. - se pone detrás del pelirrojo y lo acaricia.

Kenichi: Disculpa pero aún no es mi cumpleaños para este tipo de cosas.

Kirche: Fufufu, eres muy simpático y gracioso

Kenichi: Lo digo en serio, aún no es mi cumpleaños por lo que me gustaría saber ¿Por qué andas con esa vestimenta que provocaría a cualquier hombre? - pregunto estoicamente..

Kirche: ¿Que no sabes? - sonríe coqueta y se acerca a él pero también dando movimientos provocativos.

Kenichi: De hecho no, así que le pido amablemente que me ilumine. - mantenía su estoicismo aunque ya se daba una ligera idea.

Kirche - lo tira a la cama- Hoy sentirás mi amor ahora por ti.

Kenichi: (Eso superó lo que tenía en mente.) - sin embargo, esa seriedad que tenía, pasó a un leve rencor. - Señorita Kirche, no creo que sea una buena idea.

Kirche: Por qué... ¿Acaso eres tímido? - dijo con voz seductora mientras goteaba para acercarse a él.

Kenichi: (Maldita sea, no debo reaccionar agresivamente...) - su cuerpo temblaba pero de ira, ira reprimida, si seguía así podría explotar con la persona equivocada. (Esos malditos recuerdos están volviendo, debo hacer algo...) - en eso el pelirrojo la toma de la mano y la voltea quedando como el depredador. - ¿Acaso me ves como alguien tímido?

Kirche: Entonces porque temblaban acaso nunca has visto el cuerpo de una mujer como yo.

Kenichi: No, lo digo porque si sigues .. - se acerca a su oído. - Sentirás al verdadero depredador. / (Cae de una maldita vez.)

Kirche: - se pone roja. - Ku ku sabes eres muy varonil sobre todo de como vendiste al afeminados de Guiche....eso me da ganas de aun más de ti. - sonríe muy coqueta.

Kenichi: (Maldita sea....) - los latidos aumentaban, no tenía sonrojo pero si esto no paraba en el siguiente minuto, algo malo pasaría. - Que curioso ¿Sabes? Recuerdo que antes de eso ni me tomaste en cuenta.

Kirche; es porque eres de parte de la Zero pero por lo que demostraste eres más interesante...y quisiera experimentarlo (apunto de hacer algo y que el pelirrojo explote)

PUM

La puerta de la habitación salió volando y atravesando a la pared.

Yare yare dale hasta aquí te agarre puerca. - dijo con una voz femenina.

Kenichi: (No era lo que esperaba...pero al menos se rompió la tensión.) - dado que la posición era ella encima de él, pues le daba una ligera ventaja ya que la pelirroja quería tomar el control.

Kirche: - asustada y ve a la entrada a la Kujo y emanando una aura oscura. - Ku-ku-Kujo

Jennifer; chicas... - chasquea los dedos.

Unas maids que la acompañaban se acerca la chica y la atan a una cruz de madera y se la llevan.

Kenichi: Gracias... - recuperaba la calma mientras respiraba de forma pesada.

Jennifer: Yo que tú me alejaría de ella o sino serás de sus otros "amigos". - dijo mientras se limpiaba los puños, resulta que se despachó a los "amantes" de la pelirroja mientras que Kenichi estaba en esa situación incómoda.

Kenichi: Eso me pasa por seguirle a una lagartija. -se dirige a la puerta pero ahí estaba Louise con una mirada enojada.

Louise: Nos vamos al cuarto. - el pelirrojo simplemente pasa al lado de ella. - ¡Y no trates de huir!

Kenichi: Como si tuviera ganas de ir a un lugar que ni conozco.

Jennifer: -Ve eso y mueve la cabeza en negación. - ¿Qué hare con esa niña?

El pelirrojo entra a la habitación mientras Louise lo cerraba con violencia.

Louise: Tu....imperdonable.... ¡Y yo que empezaba a verte como una persona!

Kenichi: Para empezar ¿Me veías como un ser humano?

Louise: ¡Silencio! ¡El que fueras a la habitación de esa....esa lagartona es imperdonable!

Kenichi: Yo que iba a saber que era su habitación, sólo seguí a una lagartija.

Louise: ¡Ese era su familiar, era obvio que te llevo a su cuarto! - saca algo de su cajón. - Así que debo disciplinarte por eso. - saca lo que parece ser una fusta, una herramienta con una característica similar a la de un látigo, aunque más se aplica para aumentar la velocidad del caballo.

Kenichi: Ya me enseñaron la disciplina ¿Para qué quería más? - esquiva un golpe de fusta.

Louise: ¿Por qué? - trata de golpear pero falla. - ¿Acaso te encantaron sus atributos? ¿Tan grandes son que quedaste embobado?

Kenichi: ¿Te enojas por los atributos o por algo más? - ella frena. - Porque hasta donde yo sé, no me dijiste nada del por qué te cae tan mal y lo expresabas a cada momento, cada vez que ella se burlaba tú te enojabas pero más allá de lo que haría uno.

Louise: Kgh..... ¡Qué te importa, perro callejero! - respondió molesta mientras trataba de golpearlo.

Kenichi; Entonces me estás golpeando de forma irracional y no me explicas el por qué. Es como si yo quisiera golpear a Guiche por algo que me enoja pero nunca le digo esa razón. ¿No te parece? Si no quieres que me acerque a ella pues normal pero si no tengo ni la más mínima idea del por qué ¿Crees que te vaya a hacer caso?

Louise: .... - se sienta y suspira calmando un poco su enojo. - Supongo que tienes razón. Escucha, la familia Zerbst y la familia Valière se han llevado desde hace tiempo, ambos están en la frontera de Tristain y los bárbaros de Germania.

Kenichi: Ya, hasta ahí lo tengo claro.

Louise: Sin embargo, esos bárbaros siempre buscan problemas con mi familia y lo peor es que su antepasado se llevó a la prometida de un tatarabuelo mío.

Kenichi: En pocas palabras, se conserva el rencor con la familia Zerbst desde tiempos inmemoriales y por esa razón te enojaste conmigo. - gira su cabeza. - Si te das cuenta que recién me explicas el por qué aunque no entiendo que tengo que ver yo en esto, si me tratas apenas un familiar.

Louise; Jóvenes, adultos, sirvientes, mascotas e incluso familiares tienen prohibido entablar lazos con esa odiosa familia ¿Te quedó claro?

Kenichi: Ahora si lo tengo claro, con explicación cualquiera entiende ¿Sabes? Además creí que yo no tenía tanta relevancia.

Louise; ¡Eres mi familiar, así que no digas eso!

Kenichi: Bueno, ahora que lo entendí, lo tendré en cuenta.

Louise: ... Al menos en la mañana gozaré de su castigo. - dijo con una sonrisa maliciosa, sacándole una gota al pelirrojo.

Kenichi: Si tú lo dices. - se dirige a la puerta.

Louise: ¿A dónde vas?

Kenichi: Me dijiste que duerma afuera para que "reflexione".

Louise: Mejor trae tus cosas, te quitaré el castigo, soy consciente de que no lo sabías.

Kenichi: (¿Quién te entiende?)

Louise: Por cierto, falta un día para el "Día de nada" así que iremos a la ciudad.

Kenichi: Voy a interpretarlo como un domingo.

Louise: Si, algo así. - se sienta en la cama. - Iremos a conseguirte un arma.

Kenichi: Pero no necesito una, estoy bien así.

Louise: Ya no dudo de la fuerza de tus patadas, sin embargo, te atacarán con armas, aunque no quieras, te conseguiré un arma, deberías ser agradecido.

Kenichi: A veces muestras amabilidad, a tu manera. Pero ya que insistes.

Louise: Bueno, ahora sí volvamos a dormir, trae tus cosas. - se da media vuelta y duerme otra vez mientras que el pelirrojo simplemente niega con la cabeza.

Kenichi: (Es igual de testaruda que yo.)

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Ya era el día indicado, Louise y Kenichi salieron muy temprano a la ciudad sin notar que Kirche los había visto, por lo que quería seguirlos, pobre de la peli celeste quien quería disfrutar de su lectura a más no poder.

Kenichi: ¿Tan temprano tenemos que salir? - preguntó frotándose los ojos.

Louise: El camino a la ciudad toman horas, caminando es el doble, así que mientras más temprano salimos, más pronto regresaremos a la academia. - dijo mientras aumentaba la velocidad mientras que el pelirrojo daba un bostezo.

Al menos era la primera vez que salía de la academia e iba a aprovechar para conocer más de este nuevo mundo, aunque claro, era un reino el cual tenía que conocer. El ambiente, el campo abierto, las montañas, el río, era completamente distinto, un lugar que podría admirar.

Kenichi: (No creo que me tomen por loco si cuento de estas cosas.) - aunque había una ligera neblina porque aún no salía el sol, había suficiente visión para observar.

Louise: Menos mal que el camino no está húmedo. - mira hacia atrás y nota al pelirrojo dormido. - ¡Oye, deja de dormir que ya es de día! ¡Podrás hacerlo cuando regresemos! - intentó despertarlo por un tiempo más, pero no tuvo éxito, aunque le sorprendiera que pudiera dormir a pesar de estar encima de un caballo.

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En Lima, las cosas estaban hecho un caos, el peli azul mantenía su investigación, no obtuvo mocha información ya que la desaparición de su compañero fue sobrenatural, sin embargo, no era la que conocía, los soldados del nuevo Maou afirmaron con amenazas que no lo tenían, su segunda opción son la facción de la "Resistencia", por esa razón, estaba en un parque cerca de la casa donde vivía el pelirrojo.

El peli azul a escondidas congela su bebida, y sigue leyendo el periódico, en eso, alguien se sienta detrás de él.

https://youtu.be/DFtfzr8bbkA

Las cosas andan más jodidas de las que yo pensaba. - dijo la voz mientras leía la carta.

En efecto, se aproxima una larga y peligrosa tormenta. - da un sorbo a su bebida. - Ha pasado tiempo, Goro Fujita.

Sabes que puedes llamarme por mi verdadero nombre, no hace falta ese nombre falso, Takao Hiko o debería decir... - baja la carta. - Takao Uchiha Senju.

Takao: Directo como siempre, maestro Hajime Saito. - bebe un poco.

Saito: Al menos conservas esa discreción que te he enseñado y eso me tiene satisfecho. Pido esto, por favor. - dijo con una sonrisa a la camarera y se retira. - Supe de la desaparición de tu compañero y por más que recolecté información, su desaparición no tiene nada que ver ni con la Resistencia ni con la Nueva Orden.

Takao: Diría que no tiene sentido, pero la brecha dimensional tiene más de lo que se muestra.

Saito: Aunque Red desapareció desde que "él" llegó.

Takao: Kenny tenía razón, no debieron confiar en él pero les importó una mierda y ahora perdieron su puesto como rey. - toma un poco de su sopa mientras miraba los exteriores.

Saito: Te enseñé bien, no te preocupes, la ubicación es perfecta para que no nos vigilen, ni un bando ni el otro. Aunque... - mira el televisor. - No diría lo mismo por las fuerzas de esta "policía".

Takao: Lo sé, pero esto es Latinoamérica ¿Qué esperaba maestro?

Saito: Sí, me excedí con las expectativas. - procede a comer su platillo recién llegado. - En cualquier caso, deberías hablar con tu contacto en la resistencia, ella está locamente enamorada de él ¿No?

Takao: No tienes ni idea. - rueda los ojos recordando lo que dijo la chica.

"Si tengo que usar a los demás para que me ayuden a encontrarlo, pues así será, ellos lo alejaron de mí y no se los pienso perdonar jamás."

Takao: Cuando Ravel se decide, ni yo puedo pararla. - sigue comiendo de su platillo. - Ese cabeza de tomate tiene sí que sabe atraer mujeres de carácter terco.

Saito: No olvides que su carácter es heredado por su padre. - respondió con simpleza mientras hacía lo mismo. - En todo caso, me encargaré de sacar toda la información de la Resistencia y si se puede del bando de ese nuevo líder.

Takao: Gracias, eso me ayuda mucho.

Saito: Una cosa más, su hermano estará aquí en unas horas, será mejor que te reúnas con él cuanto antes. - el peli azul termina su almuerzo.

Takao: Gracias por la comida. - deja el dinero en la mesa. - Tomaré ese consejo, maestro.

Saito: Una cosa más. - le entrega algo vendado. - Dijiste que lo conservara como un tributo por haberte enseñado, sin embargo, esa es tu reliquia familiar y te la devuelvo.

Takao: Saito-sensei...

Saito: A partir de este momento, nuestros camios no volverán a cruzarse. - dijo con la mirada ensombrecida, el peli azul entendió el mensaje.

Takao: Entonces...- camina. - Adiós, maestro... - se retira del lugar con unas lágrima traicioneras mientras que el peli negro quedó con una mirada seria, este era la última vez que se verían.

Saito: Adiós...mi buen aprendiz. - toma una fotografía y lo que iba a hacer posiblemente le cueste la vida, pero tenía una deuda pendiente.

La imagen de la persona que aseguró a que el nuevo Maou saliera a la luz y en el mundo humano actuaba como un "abogado".

"Euclid Lucifuge"

Uno de los responsables quienes movieron los hilos para que el nuevo Maou salga a la luz, Saito hace que la foto se elimina colocando su cigarro encendido y lo arroje a la ventana, desintegrándose.

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Louise y Kenichi estaban saliendo de la tienda de armas, la peli rosa estaba de malhumor mientras que el pelirrojo llevaba su espada.

Louise: Ese vendedor era un maldito codicioso.

Kenichi: Créeme, no te habría convenido. - dijo tranquilo al recordar la espada bañada en oro, pero el pelirrojo la notaba como un adorno que como arma.

Louise: Sí y lo peor es que tienes una espada oxidada.

Kenichi: Mira el lado positivo, puedo pelear con ella. - coloca la espada en su espalda mientras que la peli rosa suspira.

Louise: Mira, ya te lo dije pero te lo diré. - mira al pelirrojo. - Sé que puedes defenderte, pero es más sugerible que tengas un arma.

Kenichi: Vale, lo entiendo y te lo agradezco. - dijo con sinceridad.

Louise: Por cierto ¿Por qué pediste esos materiales también? - señala una bolsa.

Kenichi: Me llamó la curiosidad, a ver si puedo hacer algo de "manualidad". - dijo con simpleza. - Además me salió gratis.

Louise: Supongo. - ya más calmada intenta conocerlo más. - ¿Y hasta ahora qué es lo que te ha agradado?

Kenichi: Bueno, lo rústico de este lugar, el paisaje y bueno, hay muchas cosas que me gustaría aprender poco a poco.

Louise: Me he gastado la mesada que me quedaba, sin embargo podríamos conseguirte algo, si es que gustas.

Kenichi: Si estás dispuesta a eso, entonces agradeceré con gusto. - la peli rosa estaba más animada y no pudo evitar mostrar una sonrisa, había podido superar una barrera sin querer, después del incidente del primer duelo, ella tuvo más confianza no sólo en sí misma, sino en el pelirrojo y si quería tener una buena compatibilidad y trabajar mejor, tenía que llevarse bien con él, aunque le costará atravesar la capa gruesa que presenta su familiar.

Ambos se dirigen a los establos para regresar y dejando de lado que Kirche los había espiado y se fue a la tienda de armas, sin embargo, había alguien quien miraba atentamente al pelirrojo desde una zona alta, en especial el logo que llevaba en su espalda.

Ya en la noche en la academia, Kenichi estaba con una gota de sudor, Kirche entró al cuarto de Louise y le regala la espada que la peli rosa no le compró, eso había enojado a la chica Valière.

Kirche: Acepta esto como muestra del amor que siento por ti. - dijo de manera seductora mientras que la gota del pelirrojo aumentaba.

Kenichi: Pues.... ¿Gracias? - no estaba para nada convencido mientras que Tabita estaba ahí, mirando con ligera pena al pelirrojo por estar en una situación incómoda. - (¿En serio gastó 300 Ecus por esa baratija?) - nota los atributos de la pelirroja. - (Oh, lo hizo con descuento.)

Louise: ¡Nadie te pidió que lo compraras!

Kirche: Sólo quería darle lo mejor para mi querido, ya que tú le diste una espada oxidada ¿Acaso no tenías para darle algo de mejor categoría?

Louise: ¡A Kenichi le gustó esa espada mejor que esa que has conseguido!

Kirche: Pésimas excusas, qué tierno. - Louise se levanta enojada y le apunta con su varita y la peli rosa hace lo mismo.

Louise: Tal vez deberíamos arreglar el asunto mediante un duelo.

Kirche: Qué coincidencia, yo también pienso lo mismo, después de todo, no me agradas.

Louise: El sentimiento es muto.

¡Oigan, ya cállense par de brujas castrosas! - ambas se detienen y giran su rostro al pelirrojo ya que la voz vino de ahí.

Kirche: ¿Brujas? - muestra un rostro enojado

Louise: ¿Castrosas? - el de ella estaba peor.

Kenichi: Yo no tuve nada que ver.

Tabitha: Tiene razón, fue la espada. - todas ven la espada oxidada hablar.

Estaba teniendo un sueño agradable y tengo que escuchar esa fuerte discusión. - Kirche y Louise quedaron sorprendidas.

Kenichi: Con razón el viejo lo vendió muy barato.

Vaya, viéndote bien, tienes una energía muy peculiar, pero siento que posees una fuerza increíble. - el pelirrojo mira detenidamente la espada y mira a Louise.

Kenichi: Me quedo con la tuya, se nota que es muy interesante.

Sí que tienes buena elección compañero, me llamo Derflinger. - dijo emocionado.

Kenichi: Y yo me llamo Kenichi. - Louise suspira mientras que Kirche la mira de reojo.

Kirche: Al parecer atraes cosas peculiares.

Louise: Al menos gané - dijo con ligera satisfacción.

Afuera de la habitación estaba Jennifer quien se acomoda la gorra, no tenía razones para intervenir y procede a retirarse.

https://youtu.be/W_3X9FNiQW8

//==// Base de la Resistencia, ubicación desconocida//==//==//

Ravel había regresado ya que tenían algo que informarle y claro, no evitaba mostrar una mirada de desagrado, estar con ellos era un infierno para ella,, pero era peor actuar por su cuenta y que la Nueva Facción y con el nuevo líder, las cosas estaban jodidas.

El cielo estaba al borde del colapso, muchos ángeles terminaron perdiendo la gracia divina y apenas quedaba el 10%.

Los ángeles caídos, muchos se quedaron en la Nueva Facción y los que conformaban en la resistencia técnicamente eran aquellos que caían de la gracia.

Los youkais terminaron formando parte de la nueva facción, algunos a la fuerza y otros reemplazaron a la princesa y a su hija.

Los nórdicos, muchos enfrentaron al nuevo Maou, sin embargo, como todo sucedió de forma inesperada, muchos perdieron la vida.

Los olímpicos, tomaron sus propias decisiones y renunciaron a la alianza, ellos también perdieron a los suyos y muchas diosas terminaron bajo el nuevo Maou, Ravel simplemente pensaba que se lo merecían, pero había una facción que estaba en el peor estado.

Los demonios, varios clanes del inframundo se pasaron al bando de la Nueva Facción, del Nuevo Maou y lo peor, de la misma Brigada del Caos, quienes fueron quienes movieron los hilos para que el nuevo Maou se haga con el control y no, no es Rizevim.

Fue alguien peor quien trajo las desgracias y fue mimado por los antiguos líderes, quienes recibieron la traición como pago por cumplir sus estúpidos caprichos.

Ravel odiaba con su alma a todas las herederas que se fueron al bando del Maou, ni tenía empatía por aquellas que terminaron en un estado peor que las mujeres que fueron tratadas por los goblins, eso les pasó por creer en su falsa bondad y carisma.

Pero, de entre todas las personas que Ravel odiaba a muerte, fue el primer clan que se fue con el Maou, aquellos quienes se apegaron desde un principio y a pesar de que sabían la verdadera cara, se fueron con él. Ni el clan Gremory, Bael o Phenex se rebajaría, pero ellos...

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El clan Sitri....

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La heredera de dicho clan, quienes se fueron con el Maou desde el comienzo y cumplieron cada capricho del bastardo infeliz, incluso Ravel se había decepcionado cuando supo que la misma Maou Leviathan se fue con ellos, aunque claro, cuando las cosas cambiaron y surgió la Nueva Facción, Serafall se pasó al bando de la resistencia....

Claro, eso sería de no ser que ella tenía un fuerte trauma por todo lo que le pasó y solamente susurraba el nombre de una persona y las siguientes palabras "Perdóname".

La rubia Phoenix ingresa a la sala de reuniones, en donde estaban los antiguos líderes y varios integrantes quienes formaban parte de la Resistencia y miraban con seriedad a la recién llegada.

Ravel: Y bien Sirchez ¿Qué es lo que quieres? - el pelirrojo Gremory se levanta.

Sirchez: Tenemos indicios... con respecto a la desaparición de Son Kenichi Uzumaki. - Ravel mantenía su postura, pero por dentro estaba seria, si ellos sabían algo, entonces y tal como lo dijo con Rías, los usará a su conveniencia y volverá a verlo, incluso si los sacrificaba.

FIN DEL CAPÍTULO.

ESPERO LES HAYA GUSTADO......

https://youtu.be/mOhwS3u_QL8

NO OLVIDEN DEJAR SU COMENTARIO Y ESTRELLITA, SIN MÁS QUE DECIR, HASTA LA PRÓXIMA.

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