Capítulo 1

Era una nueva mañana, las aves cantaban a la distancia, la luz del sol iluminaba una cómoda habitación, aunque también despertaron a una chica de cabello rosado, frotándose los ojos, procede a levantarse y a asearse para quitarse el sueño. La habitación donde se encontraba era una... refinada.

En lugar de focos, había lámparas de vela, los muebles parecían hechos de madera de la mejor calidad, además, que la habitación era muy grande para una persona, pero a ella ni le molestaba; sentada y cepillándose el cabello, aún tenía esa mirada con sueño.

Una vez que ya se aseó, procede a colocarse su uniforme, aunque curiosamente llevaba un manto de color negro y una ¿Vara? La chica procede a salir de la habitación y sale de una torre. El lugar donde se encontraba era como un castillo, con cinco torres, resultando donde residen los chicos durante su etapa estudiantil. Pese a tener una expresión amargada, hoy se sentía inspirada ya que era un nuevo ciclo y habría algo muy interesante.

Durante la clase, ella observaba con atención las indicaciones de una profesora, su rostro era de alguien paciente y muy perseverante, con el deseo de que todos aprendan, hasta que toma una varita y las apunta contra unas piedras, después de unas palabras, un brillo se genera y las piedras tienen un aspecto de una pepita de oro.

¿Es oro puro? – exclamó una señorita pelirroja de grandes atributos.

No señorita, esto es latón. – la pelirroja vuelve a su asiento desilusionada.

¿Y bien? ¿Alguien desea hacer este ejemplo de alquimia básica? – mira a todos los estudiantes hasta que señala a la peli rosa. – ¿Qué tal usted señorita? – la mencionada deja de hacer apuntes y la mira. - ¿Cuál es tu nombre?

Me llamo Louise. – se levanta. – Louise de la Valière. – eso palideció a los demás estudiantes hasta que un estudiante gordito toma la palabra.

Esto profesora. – la mencionada le presta atención. – No creo que sea buena idea que ella lo haga. – todos los estudiantes asienten con miedo evidente.

¡Es muy peligroso! ¡Preferiría hacerlo yo que Louise! – exclamó la pelirroja de grandes atributos, haciendo que la peli rosa se enoje.

¿Pero cómo puede ser peligrosa la alquimia...? – la peli rosa toma la palabra.

Louise: ¡YO LO HARÉ! ¡PERMÍTAME HACERLO! – todos los estudiantes sintieron el verdadero terror, algunos intentaron cubrirse y una chica peli celeste terminó por salir mientras leía su libro.

Louise, por favor detente. – dijo la pelirroja angustiada.

Louise: Silencio, me distraes. – saca su varita y la apunta a las rocas.

Piensa en el metal que vas a transformar con la alquimia. – la peli rosa recita unas palabras y agita su varita, generando un brillo, parecía que todo iba bien, sin embargo, ese brillo pasó a ser una explosión, retumbando el todo el salón.

Yare yare daze, aquí vamos de nuevo. – mencionó una mujer con una gorra quien estaba recostada en una columna mientras veía el humo salir por la ventana.

De vuelta en la clase, la maestra estaba inconsciente, su escritorio estaba dañado, las piedras seguían en su estado, la peli rosa actuaba como si nada aunque su uniforme se había rasgado por la explosión que ella misma causó.

¡Te lo dije! – exclamó la pelirroja quien había sido protegida por otro estudiante de la explosión

Louise: Parece que cometí un pequeño error. – a todos les salió una vena.

¿Llamas a eso pequeño? – preguntó el estudiante gordito.

¡Hasta ahora tu porcentaje de éxito es de cero! – exclamó otro estudiante.

¡Louise, la Cero! – gritó la pelirroja enojada y las demás repiten lo mismo mientras que a Louise, sin importarle, se limpiaba el rostro.

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Ese mismo día la mujer con gorra estaba caminando por los pasillos. Aquella mujer también usaba la vestimenta de la academia, sin embargo, era algo distinta de las demás, tenía algo más de musculatura, tenía una mirada fría y llevaba una gorra, en donde la parte trasera parecía adaptarse a su cabello. Ella nota a la peli rosa salía de la oficina con un uniforme nuevo recibió un sermón y mientras bajaba se encontró con 3 estudiantes aunque una estaba tan centrada en su lectura.

¿De vuelta a la oficina disciplinaria? ¿O acaso ya te expulsaron? ... - la peli rosa no decía nada. – Sólo bromeo. – se ríe junto con una compañera rubia.

Louise: No me darán ningún castigo. – pasa al lado de ellas.

¿Qué? ¿Por qué? – preguntó consternada la rubia.

Louise: Porque fue por culpa de la profesora quien permitió esto, a pesar de las advertencias de los alumnos. – ambas mujeres estallan en carcajadas. – Sólo tuve un mal día.

(Esta niña.) – pensó con una expresión cansada mientras se frotaba la sien, en el ciclo anterior, vio muchas veces a la peli rosa ingresar a la oficina disciplinaria debido a la cantidad de explosiones que causó.

Ella se coloca en un balcón mientras miraba el cielo crepúsculo y levemente tuvo una sensación extraña.

(Mañana será el "Día".) – da un suspiro mientras se acomoda su gorra. – (Será interesante ver nuevos familiares.)

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Agradezco que participe en este evento, Jennifer Kujo. Pero ¿No habrá problemas? – preguntó un maestro con un báculo.

Jennifer: Bueno, quería ser testigo, este es un momento que no me gustaría perder. – ve a los estudiantes juntarse aunque varios se sintieron intimidados.

"Ay, ahí está la Reina Fría de la academia Tristain."

"Su mirada da miedo."

"Dicen que acabó con 5 estudiantes de tercero sin problema alguno"

Esos y otros comentarios escuchaba la peli negra quien sólo murmuró un "Yare yare daze" mientras se acomodaba su gorra. Y sí, tenía el apodo de la Reina Fría de esta academia, su atractivo era único, incluso la pelirroja la envidiaba, tenía unos atributos que ponía celosas a varias, muchos intentaron ligar con ella, pero terminaron con la cara hinchada, con huesos rotos y los más necios, pues tenían suerte si se hacían padres o si apenas logran hacerlo.

Louise también se puso levemente nerviosa, ella no se metía con la peli negra pero tampoco hablaba, ella tenía un aura de misterio y casi no habla con nadie a no ser que sea necesario, además que sabía que la peli negra hacía una que otra misión además de participar en las clases, pero de manera libre y nadie la cuestionaba, es por esa razón de su apodo.

Muy bien, ha llegado el día de la ceremonia de invocación. – mira a todos los estudiantes. – Esta será su primera evaluación como estudiantes de segundo año. Al mismo tiempo, el día de hoy, ustedes, como nobles, conocerán a su sirviente eterno.

Qué emoción, aunque me pregunto qué "maravilloso" familiar vas a invocar. – dijo la pelirroja a Louise quien estaba algo nerviosa

Louise: Déjame en paz. – mira a otro lado.

Cada estudiante procede a invocar a su familiar, algunos tuvieron buena suerte, algunos no tanto, algunos no se esperaban tener tal criatura y otros fueron bendecidos como una estudiante peli celeste quien invocó a un dragón.

Bueno, parece que ya son todos. – mencionó el maestro.

Disculpe profesor, pero la señorita Louise todavía no ha invocado al suyo. – dijo la pelirroja con burla mientras acariciaba su salamandra de fuego, la mencionada bufa de molestia.

Al colocarse en el centro del lugar, muchos murmuraban y tenían la certeza de que ella no invocaría nada, mencionando la palabra cero mientras que Jennifer la miraba con atención, en eso la peli rosa toma la palabra.

¡A mi sirviente que está en algún lugar de los confines del universo! – todos quedaron confundidos por ese recital.

Bueno, al menos tiene originalidad. – dijo un rubio con una rosa.

¡Al sagrado, hermoso y .... Por mucho, al más poderoso familiar...! – mueve su varita. - ¡Te invoco desde el fondo de mi corazón mientras pido...! – abre los ojos. - ¡RESPONDE A MI LLAMADO!

Al momento de extender la varita, genera un fuerte brillo, sorprendiendo a todos, era uno más fuerte. Sin embargo, el brillo pasó a ser una fuerte explosión, cegando a todos por un momento.

Yare yare daze esta mocosa sí que es muy escandalosa. – se cubrió mientras no dejaba que su gorra saliera volando, aunque dejó aturdidos a los demás.

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La nube de polvo se dispersaba poco a poco, todos dejaron de toser y enfocaron su vista en el lugar donde se originó la explosión. Aunque en realidad una invocación, solo que la responsable de eso, siempre que usaba un hechizo, salía una explosión.

Ahora que estaba despejado una vez más, la chica tenía un tic en el ojo ya que en el suelo, no había una bestia o un animal, ni siquiera una lechuza. Tan solo era una persona que estaba desmayada, de cabellera roja y llevaba una especie de maletín.

¡Jaja! ¡Miren! ¡Louise la Cero invocó a un plebeyo! - todos estallan en carcajadas.

Louise: ¡CÁLLENSE, SÓLO FUE UN ERROR DE CÁLCULO! - respondió la chica. - ¡Profesor, solicito hacer la invocación una vez más!

Denegado. - mencionó su tutor. - Todos fuimos testigos y lo has invocado, por lo tanto él es tu familiar.

Louise: Pero esto es un error profesor Colbert, yo no invoqué a un plebeyo.

Jennifer: (Es más que un plebeyo.) – por primera vez, su mirada seria pasó a una impactada, ya que se le hacía conocido los rasgos del cabello rojo, pero notó la chaqueta rasgada y un líquido por el brazo.

Colbert: Lo lamento, pero no hay marcha atrás, lo has invocado y ahora debes hacer el pacto con él.

Louise: ¿EHHH? ¿CON ESTE SUJETO? - señalaba al pelirrojo quien aún seguía tirado.

Colbert: Así es, ya no hay marcha atrás, ahora termine o será reprobada, el tiempo avanza señorita Louise. - la peli rosa no le gustaba nada hacer esto, pero tuvo que aceptar con resignación, no quería desaprobar aunque primero tendría que despertar al chico ya que aún no reaccionaba.

Louise: ¡Oye, despierta de una vez! - pero el pelirrojo no reaccionaba.

Yo me encargo, a estos plebeyos se les debe ordenar con mano dura. - dijo un estudiante con soberbia mientras se acercaba al chico. - Oye sucio plebeyo, ya pasó la noche así que despierta.



.... Sin respuesta...



https://youtu.be/uU4ByuFc5fo

Oye, te estoy... - iba a darle una patada para que reaccione, sin embargo, para sorpresa de todos, el pelirrojo se impulsa de manos y le conecta una patada de lleno en la cara. Todos quedaron completamente sorprendidos, en especial la peli rosa, creyó que estaba dormido, pero reaccionó de una forma muy violenta.

El pelirrojo se puso de pie mientras analizaba el entorno donde se encontraba, giraba de un lado a otro.

"Estudiantes con túnicas raras."

"Una edificación de tipo medieval"

"¿Acaso estaba en la academia Hogwarts? "

"¿Estaba en la academia Durmstrang?"

"¿Estaba en la academia Ilvermorny?"

"Definitivamente no era ninguno de esos, no tenía ni el uniforme ni nada de eso."

Louise: ¡OYE, CÁLMATE! – pero el pelirrojo no le hizo caso y localiza lo que parece ser una salida.

¡Plebeyo insolente! – exclamaron varios mientras apuntaban con sus varitas, el pelirrojo flexiona sus rodillas y se dirige a la salida, no conocía para nada a esas personas pero no iba a arriesgarse.

Sin embargo, una pared de roca se interpone en su camino, el pelirrojo nota al rubio con su rosa apuntándolo.

¿A dónde crees que vas plebeyo? Debes disculparte apropiadamente por golpear a uno de mis compañeros. – pero sólo recibió una mirada de depredador del pelirrojo, quien usa la roca como impulso para atacarlo, pero una ráfaga de viento lo empuja, no fue fuerte, pero sí lo suficiente para alejarlo.

Buena reacción Tabitha. – mencionó la pelirroja a la peli celeste quien extrañamente dejó su libro.

Trance. – el pelirrojo se levanta y tenía una mirada más enojada.

En efecto, estaba en trance, el que haya aparecido de la nada, eso dejaría aturdido a cualquiera, a otros, asustados, pero en el caso del recién llegado, era una reacción violenta y ahora el pelirrojo tenía su mirada fija en la peli celeste y se dirige al ataque.

Ah no, no lo harás. – dijo la pelirroja pero antes de que haga algo, el intruso bloquea un ataque rápido, usó sus brazos en forma de x para alejarlo, el responsable fue un espíritu de color morado mientras que la peli negra con gorra se acerca.

Será mejor que te calmes o te tendré que noquear. – el pelirrojo sólo la mira de forma analítica mientras esquiva otro ataque del espíritu, al mismo tiempo, hace un giro usando las manos y aleja al espíritu con su patada. – Yare yare daze, entonces será por las malas.

¡ORA! – fue el grito de batalla del espíritu mientras lanza sus puñetazos.

Louise. ¡ESPERA! – exclamó preocupada pues era su familiar y conocía la reputación de la chica, si usaba esos ataques en el chico, podría salir gravemente herido, pero para su sorpresa, el pelirrojo retrocede mientras esquiva los puñetazos y al momento de tenerlo cerca, levanta su pierna, haciendo que la patada casi llegue a la barbilla del espíritu.

(Entonces mis sospechas son verdad.) - pensó la peli negra mientras hacía que su espíritu se acerca a ella. - ¿Te calmas de una vez?

¿???: ¿Quieres que me calme cuando fueron ustedes los que me secuestraron? – al estar cerca del pilar de tierra, gira su pierna y conecta una patada en el bloque, enviando los escombros contra la peli negra quien usa su espíritu para bloquear.

Jennifer: ¿Y si mejor te calmas para que te pueda contar la situación?. – usa unos cuantos escombros y los devuelve, pero no estaba. - ¿Qué?

¿???: Apártate. – gira su cuerpo y ataca con su pie directo a la cabeza de la peli negra quien usa su espíritu a tiempo para bloquear el ataque.

Ella desactiva temporalmente su espíritu y arroja una patada, pero el pelirrojo simplemente levanta la rodilla, bloqueándola con éxito, ella hace más patadas pero el resultado era el mismo, incluso, esquivando una patada que iba a darle de lleno en la cara.

Jennifer: Maldición. – pasa a la ofensiva pero el pelirrojo coloca sus manos en el suelo y hace girar sus piernas, y aparta el espíritu con una patada giratoria. – Tsk. – el impacto le dio en el estómago.

"La reina recibió un ataque."

"¿Cómo? Ella es la más rápida."

"No puedo creerlo ¿Qué clase de persona es este plebeyo?"

Esos y otros comentarios de sorpresa por parte de los chicos resonaban en el patio, Louise estaba en shock y el maestro estaba sorprendido, jamás esperó una escena como esta, el espíritu vuelve a la carga y prepara un fuerte puñetazo mientras que el pelirrojo hace una patada, haciendo que puño y pierna den un fuerte impacto, sin embargo y para más sorpresa, la mano del espíritu tuvo unas grietas, seguido de eso, una herida se hizo en los nudillos de la peli negra.

Jenifer: (Es más fuerte del que yo pensaba.) – se aleja mientras veía su mano herida mientras que el pelirrojo se mantenía en pie, porque empezó a mostrar signos de agotamiento y mareo. – (¿Qué?)

El intruso lleva su mano a la cabeza al sentir que se mareaba, la peli negra estaba confundida hasta que ve que al pelirrojo caer inconsciente mientras respiraba con pesadez.

¿Qué le ha pasado? – dijo uno de los estudiantes cuando notan la parte rota de su chaqueta, al lado del brazalete había una perforación de un colmillo, pero alrededor de la herida tenía un tono de piel púrpura, la peli negra se acerca y examina la herida.

Louise: ¿Qué le pasó?

Jennifer: Está envenenado.

Louise: ¿Y pudo luchar aún en ese estado?

Jennifer: Pues es culpa de ese idiota por querer levantarlo a la fuerza, eso pareció haberlo alterado y en el tiempo que peleó, el veneno hizo efecto. – recibe una botella y ella echa unas gotas en la herida, haciendo que la tonalidad comience a desparecer. – Al menos no tiene fiebre, sino hubiera sido peor.

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Así que eso pasó. – dijo un sujeto con barba larga, tenía una túnica mientras era acompañado con el maestro de la mañana.

Jennifer: Sí. – da un suspiro. – Me sorprende que se haya movido a pesar del veneno, parecía ser algo suave peor cuando le retiraron sus brazaletes, tenía su brazo en mal estado.

A pesar del veneno, sus reflejos y ataques fueron muy llamativos. En especial de esa patada. – dijo el maestro recordando cuando el pelirrojo destruyó el pilar con una simple patada y se movió mientras la chica Kujo estaba bloqueando los escombros.

Jennifer: Es por la adrenalina, eso hace que el cuerpo realice cosas imposibles, además ¿Quién no reaccionaría así ya que llegó a este lugar sin saber cómo?

Tiene un punto. – dijo fumando su pipa.

Jennifer: Cabello rojo con puntas negras, un emblema de un remolino rojo con una cola al final... - dijo con los brazos cruzados.

¿Señorita Kujo? - la peli negra deja de apoyarse de la columna.

Jennifer: Mejor voy a hablar con él. Tengo el presentimiento de que aún querrá escapar. – se dirige a la puerta. – Por cierto, director Osmond, vuelves a mandar a tu ratón y te las reviento. – lo mira con una mirada fulminante, poniendo pálido al director.

Osmond: S-Sí... - dijo sudando mientras que su compañero movía la cabeza. – A pesar de todo, sigue manteniendo ese carácter frío ¿No crees Colbert?

Colbert: Sí, siempre ha sido así desde que la conocimos. – en eso nota una sombra correr por una torre, algo que se notó ya que las antorchas iluminaban el camino. – Y tenía razón, nuestro invitado despertó.

Osmond: A propósito, ya es familiar de la señorita Valière ¿Verdad?

Colbert: Sí, pero es extraño, no he visto esa clase de runas.

Osmond: ¿Son runas desconocidas?

Colbert: No, juraría haberlo visto en un libro, pero necesito averiguarlo.

Osmond: Al menos Jennifer-chan lo tiene todo bajo control, ya tendrás tiempo para investigar.

Colbert: Eso espero, aunque la mirada que mostraba. - recordó que el pelirrojo actuaba reflejaba unos ojos centellantes, pero más que el miedo o preocupación, en esos ojos se reflejaba una ira. – Tomará tiempo preguntarle a él, así que comenzaré con los libros.

//==// Unos minutos antes//==//

En otra torre, se estaban escuchando pasos rápidos, la chica peli rosa estaba corriendo por el pasillo, seguía de forma frenética al pelirrojo quien bajaba como si nada por las escaleras circulares, no se caía y sólo buscaba la salida. Ella había ido a su habitación, se suponía que su invitado estaría en la cama pero al entrar no había nadie, ella se adentra más y el pelirrojo cae del techo, se había escondido ahí para escapar cuando tuviera la guardia baja.

Louise: ¡No huyas! – el pelirrojo ni le hizo caso y arroja su maletín para luego dar un salto, llegando al primer piso, sorprendiendo a una pareja.

¿Quién es él? – dijo la chica de cabello castaño y el rubio con la rosa lo reconoce.

Oh, es el familiar de la chica Valière. – dijo con miedo disimulado ya que recordó que estuvo a punto de atacarlo, el pelirrojo lo mira por unos segundos. – Oye, será mejor que no causes problemas, además que deberías darme las gra... - quedó con cara de palo ya que el chico lo ignoró y tomó su maleta para seguir corriendo. – Me ignoró...

El pelirrojo corría a través de los patios, pasando de lado a varios estudiantes, incluso usó una pared para pasar por encima de una chica pelirroja y su acompañante.

¿Qué no es el familiar de la Cero? – nota a Louise corriendo aunque se le notaba el agotamiento. – Oye...

Louise: ¿Por qué no lo detuviste?

¿Qué? ¿Estaba huyendo? – preguntó confundida.

Louise: Apenas me descuidé cinco segundos y se escapó. – el rubio también la seguía aunque fue a la fuerza.

El pelirrojo notó la puerta principal pero notó a la peli celeste, ella simplemente hace un muro de hielo, congelando el suelo de la entrada, sin embargo, no se esperó que el pelirrojo arroje su maletín para cegarla y pase al lado de ella por su punto ciego, recoge su maletín y sigue corriendo.

Sin embargo, el pelirrojo frenó de golpe, mostrando una mirada impactada ya que miró el cielo y notó dos lunas.

¿???: ¿Dos lunas? ¿Qué carajos significa esto? ¿En donde estoy? – en eso escucha unos pasos acercándose pero sin mostrar hostilidad.

Ya llegaste. – el pelirrojo voltea y ve a la peli negra con gorra con los brazos cruzados.

Tú... - se prepara para atacar pero la peli negra extiende su mano en señal de alto.

Jennifer: Si quisiera golpearte, lo habría hecho, sólo quiero hablar. – se acerca con las manos levantadas. – Supongo que quieres respuestas y yo te lo responderé. – se detiene a un metro del pelirrojo. – Me llamo Jennifer Kujo. Debo suponer que eres un Uzumaki debido a tu cabello y el logo de tu ropa pero ¿Podrías decirme cómo te llamas?

El pelirrojo había quedado estático ya que la chica de musculatura tenía conocimientos de su apellido o sabe de eso y no sabía si estar en alerta, pensando que es posible que lo ataque cuando lo ataque con la guardia baja, por lo que, con sus sentidos al máximo, le responde.

Kenichi....Son Kenichi Uzumaki. – la mira con desconfianza. - ¿Cómo sabes de mí?

Jennifer: No eres el único que viene desde la Tierra. – el pelirrojo abre los ojos. – Yo soy japonesa y supongo que se te hace conocido mi apellido.

Kenichi: Kujo.... ¿Tienes relación con Aaron Joestar? – la peli negra asiente. - ¿Qué es este lugar entonces?

Jennifer: Lo diré una vez ella venga. – el pelirrojo levanta una ceja hasta que ven a la peli rosa llegar.

Louise: ¡Gracias....por .... Detenerlo! – recupera el aire ya que no había parado de correr para luego señalar al pelirrojo. - ¡¿Quién rayos te crees para hacer esto?! ¡Te curan y terminas escapando! ¡No vuelvas a irte sin mi permiso!

Kenichi: ¿Y quién es ella? – señala a la peli rosa a quien le salió una vena.

Louise: ¡SOY LOUISE, LOUISE VALIERE Y SOY TU AMA!

Kenichi: ¿De qué estás hablando niña? – su mirada se endurecía. – ¿Ama? – la peli rosa inconscientemente tragó saliva pero la peli negra lo detiene.

Jennifer: Si quieres respuestas, entonces no armes un escándalo. – el pelirrojo la mira con seriedad y luego de pensarlo dejó esa aura hostil.

Kenichi: Bien, iré contigo y más te vale que no me engañes. – toma su maletín y se regresa a la academia.

//==// En otro lado //==//

Shun estaba tomando su desayuno, hasta que recibe una llamada, el peli negro no quería detener su hora de comer pero la llamada insistía una y otra vez, haciendo que se enoje y toma su celular.

Shun: ¿Qué sucede?

¡Shun, esto es terrible! – el pelinegro levanta una ceja.

Shun: ¿Wright? ¿Qué sucede? – debido al tono, Mirajane se acerca.

Wright: ¡Es tu hermano! ¡Ha desaparecido! – el pelinegro con mechón rojo se levanta bruscamente.

Shun: ¿Qué? ¿Cómo que desapareció?

Wright: La última vez que se le vió fue en un centro comercial, pero se había retirado, además que hubo avistamientos de sujetos trajeados, parece que esas personas lo estaban siguiendo.

Shun: ¿Hablaste con uno de ellos?

Wright: No, misteriosamente desaparecieron pero tengo la sospecha de que ellos tuvieron algo que ver con él.

Shun: Mantenme informado.

Wright: No me digas que...

Shun: Sí, voy para allá. – cuelga la llamada. – Mira...

Mirajane: Iré contigo.

Shun: Pero...

Mirajane: Puedo cuidar a nuestro hijo, además, es más seguro que vaya contigo.

Shun: Me preocupa, porque si son lo sobrenatural, entonces mi hermano está en peligro y tú también si te expones.

Mirajane: Fufufu si ellos se atreven a molestar, entonces les daré una lección que nunca olvidarán. – respondió con una sonrisa, cosa que puso nervioso al pelinegro, recordaba que detrás de esa sonrisa tierna, había un monstruo.

Shun: Supongo que no tengo alternativa, pero a la primera que molestan, te regresaré. ¿De acuerdo? – la albina asiente, no le molestaba, sabía que él se preocupaba mucho por ella y más con su hijo. – Sólo espero que esos líderes no molesten.

Mirajane: Supongo que enviarán a sus lacayos.

Shun: Lo sé, preparémonos. – se retira de la sala. – (No te preocupes hermano, te encontraremos.)

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El pelirrojo estaba con los brazos cruzados mientras terminaba de escuchar la información que brindó Jennifer.

Kenichi: A ver si entendí. – se señala. – Yo, he sido invocado por esta chiquilla, perteneciente de la Academia de Magos Tristain..– señala a la peli rosa quien le salió una vena. – Con la finalidad de que me convierta en un familiar.

Jennifer: Lo hiciste más sencillo de lo que esperaba.

Kenichi: Además, tú y yo venimos del mismo mundo, sólo que tu posición es la de una estudiante y con el apodo de la "Reina de la Academia" y ella la llaman Louise la Cero, quien se ha autoproclamado mi ama.

Louise: Así es. – dijo con los brazos cruzados. – Aunque hubiera preferido tener un dragón o un águila, siendo sinceros.

Kenichi: ¿Y quién dijo que yo sería tu familiar?

Louise: ¿Eh?

Kenichi: Me habrás invocado pero no tengo ninguna conexión tuya.

Jennifer: De hecho... - señala su brazo. – Retira tu venda.

Kenichi: ¿Por qué?

Jennifer: Sólo hazlo y mira tu mano. – el pelirrojo se retira parte del vendaje y quedó en shock al notar unas runas en el dorso de su mano

Kenichi: ¿Qué demonios? ¿Cómo es que tengo esto?

Jennifer: Louise selló el contrato mientras estabas inconsciente, aunque de una manera... extravagante.

Kenichi: ¿Qué hizo? – la peli negra mira a Louise quien se ruborizó y miró a otro lado.

Jennifer: Mejor dile antes que yo lo haga.

Louise: Grrr.... – baja la mirada. – Yo...

Kenichi: ¿Cómo sellaste eso? – la peli negra se cansó de esperar y toma la palabra.

Jennifer: Te besó en los labios. – el pelirrojo quedó con cara de póker mientras miraba a la peli rosa quien estaba más ruborizada.

Louise: ¡TENÍA QUE SELLAR EL CONTRATO!

Kenichi: ¿Qué soy? ¿Una princesa de un cuento de hadas? – mira las runas. - ¿Y cómo me las quito?

Jennifer: Sólo hay una manera y no creo que aceptes. – el pelirrojo la mira. – Debes morir y las runas desaparecerán.

Kenichi: En pocas palabras, tendré estas runas hasta el momento de mi muerte. – la peli negra simplemente asiente. – Genial.

Louise: Deberías sentirte agradecido, aunque ¡Ese fue mi primer beso! ¿Por qué tenía que ser contigo?

Kenichi: En primera, lo dije en sarcasmo y en segunda ¿Acaso yo te pedí que me besaras? – lleva su mano al pecho mientras la mira con cansancio. – No. Tú lo hiciste cuando yo estaba inconsciente, así que sería un asalto.

Louise: ¡Qué plebeyo tan insolente tengo como familiar?

Kenichi: Pues tú misma me has invocado, si quieres arrepentirte hazlo de una vez. Yo me voy.

Jennifer: ¿Y a dónde piensas ir? No conoces absolutamente nada. – el pelirrojo la mira. – Sé quién eres, de tu apellido y lo que eres capaz de hacer ya que escuché registros de tus familiares.

Kenichi: Sé manejarlo solo.

Jennifer: No digo que no, pero ni siquiera sabes por dónde comenzar, el único lugar que sabes y apenas es esta academia, como has visto, hay dos lunas, es un entorno nuevo, un mapa nuevo, territorios desconocidos, caminos peligrosos y ni siquiera sabes de las costumbres, por lo que llamarás la atención a la mínima. – se levanta y se acomoda la gorra. – Te sugiero que te instales y te acostumbres en este tiempo, sé que será difícil, pero es mejor a que al primer día en que te vas y ya estás en un calabozo o peor.

El pelirrojo miró la ventana, tenía 0 conocimiento de este lugar, podrá decir que puede cuidarse, pero uno es eso y lo otro es mantenerse al margen, sin llamar la atención. Puede que se cruce con sujetos peligrosos o criaturas de alto calibre y haga un alboroto. Además ¿Qué garantía tendría con respecto a volver a su mundo?

Kenichi: (Volver...) – cerró los ojos por un momento. – (¿Qué motivos tendría para volver? Este era un nuevo mundo y apenas con una persona que lo conoce. Además es una Kujo, pariente de los Joestar, así que no habrá problemas.) – mira a la peli negra. – Si me quedo entonces podé tener información y saber de cómo se hacen las cosas aquí.

Jennifer: Sí, tú eres libre de decidir.

Louise: ¡Oigan, mi opinión también cuenta! – mira al pelirrojo. – Además, ya te dije que no irás.

Kenichi: Muy bien Kujo, me quedaré.

Jennifer: De acuerdo, cualquier cosa me avisas, no soy buena orientando debido a mi carácter, pero estoy segura que podré brindarte información suficiente. – se levanta. – Aunque será en otra ocasión. Ya es de noche y quiero descansar, deberías hacerlo, ese antídoto sólo retiró el veneno, pero no tienes mucha energía.

Kenichi: Como sea. – hace lo mismo. – Nos veremos después. – abre la puerta. – Oye niña, la que se proclama mi ama. ¿A dónde vamos ahora?

Louise: ¡No soy una niña! ¡Tengo 16!

Kenichi: Yo ya cumplí los 17, así que te gano en edad, chiquilla.

Louise: ¡Sigo siendo tu ama!

Kenichi: Sí, sí, como digas. – toma su maletín y se van.

Jennifer los vio irse por las escaleras para luego cerrar la puerta y cambiarse, por el fondo, se sentía aliviada ya que había alguien de su mundo llegar.

Jennifer: (Del mismo mundo, tal vez, podamos regresar pronto.) – mira las lunas llenas. – (Ahora que me acuerdo. Esa chiquilla puede que lo estropee ya que recuerdo que la familia de Kenichi son gente de un estómago muy grande.)

Con el pelirrojo, este miraba con detalle los pasillos del lugar además de que seguía de mala gana a Louise quien caminaba con algo de enojo ya que no sabía nade de él, apenas su nombre y ni siquiera se lo dijo a ella, sino a la "Reina de la academia".

Louise: Oye. – el pelirrojo la mira. – Dijiste que te llamas Kenichi ¿No?

Kenichi: Sí, así es. - mira el patio. – Así que esto es la academia de magos de Tristain.

Louise: Es la más prestigiosa, donde asisten los nobles para ser grandes magos. Y como dije antes, tú eres mi familiar y el mago y familiar somos uno sólo, así que tu seguridad es mi prioridad.

Kenichi: De mi seguridad no te preocupes, sé cuidarme completamente solo.

Louise: No seas necio, como tu ama debo cuidarte, en el nombre de la familia Valière.

Kenichi: Sí, como digas. – sigue avanzando, la peli rosa se enojaba pero trató de no armar un escándalo.

Louise: (¿Por qué me tocó un familiar tan desesperante? Un dragón, una lechuza, hasta un gato habría sido mejor, me causará más problemas de los que ya tengo.) – llegan al final del pasillo. – Es aquí.

Louise entra a la habitación, seguida por el pelirrojo de puntas negras, era una habitación grande y con todos los muebles de primera calidad, el pelirrojo deja su maletín y se aproxima a la ventana, tenía una buena vista de casi el campus del lugar.

Kenichi: (Bien, aquí es donde viviré, bueno, no es tan diferente a mi casa, aunque tendré que acostumbrarme a dormir con poca comodidad.) – notando una pila de paja.

Louise: Ahí dormirás, dolerá un poco, pero te acostumbrarás luego. – procede a retirarse la ropa.

Kenichi: ¿Qué acaso no me consideras igual? Te estás quitando la ropa delante de mí. – dijo con los brazos cruzados.

Louise: ¿Iguales? Recuerda que eres mi familiar, así que no tengo problema, soy un noble y tú un plebeyo.

Kenichi: Si sabes que no voy a quedarme por mucho.

Louise: Ella ya te lo dijo, no sabes nada y mejor que no cometas ninguna estupidez. – se cambió de ropa interior para luego colocar su ropa de dormir. – Esa cesta de ropa... Ya que eres un plebeyo, entonces podrías hacer las labores cotidianas, barrer, limpiar, lavar y proteger.

Kenichi: ¿Eso es todo?

Louise: Pues si quieres ganarte el pan del día sí, deja de quejarte y descansa. He tenido un día estresante.

Kenichi: Pues bienvenida al club. – se siente en la pila de heno. – Noto tu enojo, habrías preferido tener una bestia y no te culpo. – se echa y le da la espalda.

Louise: Pero no lo eres.

Kenichi: Es verdad, no lo soy. – cierra los ojos. – Como sea, hasta mañana.

Louise: En serio, eres un familiar grosero. – se da la vuelta y se acurruca con las sábanas y cierra los ojos entrando al mundo de sueño.

El pelirrojo se mantuvo despierto mientras miraba las dos lunas, tenía conocimientos de lo sobrenatural y los territorios, sin embargo, no había visto un mundo con dos lunas, dando un bostezo, se acomoda en la pila de paja.

Kenichi: (Bueno, al menos no me molestarán aquí.) – cierra los ojos y procede a descansar.

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En la ciudad de Lima, Perú, múltiples transportes de policía iban por las calles, buscando algún indicio por la persona desaparecida.

"Desaparece la persona que dejó heridos a supuestos delincuentes." El periódico es lanzado y sigue caminando.

Él tenía razón, en estos países la justicia está patas arriba. – se acomoda la chaqueta y sigue buscando. – Mmmm por aquí se dice que estuvo, así que iré a investigar. - ¿Mmmm?

No esperaba verte...desertor. – el sujeto voltea y ve a un ángel caído mientras la barrera cubría a su alrededor.

Ángel caído. – dijo con seriedad. – Sabía que algo raro había pasado. Y ustedes tuvieron que ver.

Nos dirás a dónde llevaste a tu amigo o te interrogaremos a la fuerza. – el chico levanta una ceja mientras que el caído genera una lanza..

(¿Acaso no se lo llevaron?) – nota al ángel lanzarse al ataque.

No sirve de nada esconder a tu amigo, el nuevo Maou lo ha ordenado y te llevaremos, después de todo, eres un desertor y aliado de ese desgraciado. – estaba a punto de caminar pero quedó inmovilizado. - ¿Qué?

¿Nuevo Maou? Así que la información es real. – dijo con el cabello ensombreciendo sus mirada mientras el aire frío lo rodeaba. – Gracias por confirmarlo, ahora... - el cuerpo del ángel caído comenzaba a congelarse y no pudo reaccionar mientras que su cabeza era tomada por él. – Muere...

Arranca la cabeza, se desliza unos metros hacia atrás y la arroja con fuerza, destruyendo el cuerpo congelado en mil pedazos.

https://youtu.be/DG2TrU28RGE

Darle cargo a ese malnacido, es peor que Rizevim tomando el liderazgo. ¿Tan lamebotas resultaron ser estas basuras? – sale de la barrera y sigue con su investigación. – (No creo que seas tan imprudente para que te secuestren... Kenny.)

FIN DEL CAPÍTULO.

ESPERO LES HAYA GUSTADO...

https://youtu.be/mOhwS3u_QL8

NO OLVIDEN DEJAR SU COMENTARIO Y ESTRELLITA, SIN MÁS QUE DECIR, HASTA LA PRÓXIMA.

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