Capítulo 6

Narrador.

Tom caminaba tranquilo hacia su hotel, este día sintió su magia más revuelta de lo normal, tuvo que controlarse bastante hoy en su trabajo, pero le dio igual, solo tendría que resistir otro poco e ignorar lo que anhelaba con fuerza. Ahora solo tiene que llegar a su hotel y podrá descansar o llorar hasta dormirse lo que pasara primero.

Al llegar esa urgencia de su magia se volvió más fuerte forzando a que la dejara salir, se sintió agitado, pero lo dejó de lado demasiado cansado para siquiera pensar en sus sentimientos solo deseando ahogarse en la soledad de su cama y dormir un poco para mañana.

Saludó con un gesto al dueño y subió a su habitación, el último piso, el 12, aliviado de que existiera el ascensor, una implementación Muggle que le resultaba útil que era mil veces más suave que el que existía en el Ministerio de Magia. Al llegar sintió su magia peor que nunca y el peso de su alma se volvió increíblemente ligero, pero no le tomó importancia o indago cuando pasó por el living dejando su bolso y caminó hacia su habitación.

No se molestó en prender la luz solo se centró en su cama, caminó apenas hacia ella y se dejó caer agotado, solo deseaba acurrucarse contra Harry y dormir todo lo que no había podido en los últimos 6 meses y 3 semanas. Soltó un quejido ante la fuerza en que su magia reaccionó e hizo un esfuerzo gigante en contenerla sin saber porque rayos estaba tan agitada.

-Maldita sea -Soltó en pársel.

-Nunca esperé verte maldecir otra vez en pársel.

Tom se levantó como resorte de la cama moviendo su mano para prender las luces apenas conteniendo un jadeo de sorpresa al ver a Harry perfectamente sentado a una distancia prudente de su cama mirándolo con una intensidad que lo hizo estremecerse.

Harry había pasado las últimas 3 semanas explorando Egipto, descartó todo su desierto, las capitales más importantes hasta que luego de tanto tiempo pudo sentir a su pareja en esta ciudad, Marsa Matruh, vago por varios hoteles llevando una foto de él preguntando si alguien lo había visto hasta que un hombre de mediana edad lo reconoció como el joven más triste que había conocido en su vida. Le indicó su habitación y lo dejó quedarse en ella, pudo volver a respirar al oler el aroma de su pareja, pero sintiéndose frustrado al no sentir ni una pisca de su magia.

Volviendo con Tom, él se quedó viendo a su pareja frente a él sintiendo pánico, no debería estar aquí, ahora entendía lo que le sucedía a su magia y alma, estaban emocionadas de ver a su compañero, tanto tiempo lejos había olvidado lo que se sentía estar cerca de él. Sin embargo, no debió haber pasado, tendría que enviarle una carta de renuncia a Jacob.

-No te dejaré esta vez.

Tom siseo de dolor cuando su espalda chocó con la cama de manera brutal, sus muñecas fueron aprisionadas sobre su cabeza. Abrió los ojos encontrándose de cerca con el rostro serio de Harry, se estremeció ante la fuerza aplicada en sus muñecas y la penetrante mirada verdosa. Gruñó bajo y se removió con la intensión de soltarse, pero se paralizó por completo al sentir un leve vestigio de magia que no era suya.

-Te he buscado por todos lados -Le gruñó molesto presionando su cuerpo contra el otro- Todo el continente Americano, Europeo y Oceanía, descarte casi toda Asía durante estos casi 7 meses.

-¿Y qué? -Se removió tratando de liberarse.

-¿Acaso no quieres que este contigo? -Lo miró herido- Cortaste cualquier conexión conmigo y ni siquiera me dejaste hablar sobre esto solo te fuiste.

-¿Y qué querías que hiciera Potter? -Lo miró tratando de sonar molesto, pero no pudo, sonó desesperado.

-¡Hablar conmigo en vez de huir!

-¡No hui! -Le gritó casi deslizándose en pársel.

-¿A no? ¿Y qué haces en Egipto? ¿Qué pensabas hacer antes de que te retuviera aquí? -Lo miró molesto.

-¡No es asunto tuyo Potter!

Tom estuvo a punto de arremeter con su magia, pero se detuvo sabiendo lo que esta anhelaba, como su alma cantaba y no sentía ese agonizante dolor o la soledad que consumió esos meses de su vida.

Harry por su parte, podía sentir la magia de Tom estar removiéndose en su interior, podía ver lo ansioso que estaba él por tenerlo cerca como en vez de alejarse buscaba más contacto. Pero algo que lo hirió mucho fue ver bajo ese fuerte glamur, su pareja estaba tan pálida y delgada, unas marcadas ojeras bajo sus preciosos ojos y se veía tan demacrado.

-Eres mi pareja -Le gruñó enojado- ¿Cómo no me vas a importar?

Tom se estremeció ante lo que dijo Harry, su tono tan enojado y posesivo removió algo dentro de él, pero no podía quedarse, no podía estar a su lado, quería decirle tantas cosas hirientes para que lo dejara ir. Sin embargo, no pudo, se sentía mareado con su aroma a canela tan cerca, su propia alma cantaba por la presencia de su compañero, aunque no sintiera su magia la propia estaba ansiosa por reencontrarse con la contraria.

-Yo...

-Te extrañe -Lo interrumpió- Te extrañe tanto ¿Por qué te fuiste?

El tono herido lo destrozo ¿Harry lo había extrañado? No, él solo lo decía para que se quedara, él...él lo odiaba, estaba seguro de eso ¿Cómo podría extrañar a Voldemort? ¿Cómo podía extrañar al asesino de sus padres?

-Sé que no me crees -Llamó su atención- Entra en mi mente, sé que eres un maestro en legeremancia, ve mis recuerdos de estos 6 meses.

-No -Lo miró horrorizado.

Tom sabe que no puede hacer nada de magia en este momento y no quiere arriesgarse a destruir la mente de su pareja por su descontrol, no lo dañaría de nuevo.

-Así que es verdad -Lo miró fijamente- No puedes hacer nada de magia.

-Eso no es...

-Lukman me lo dijo, desde que llegaste y pocos días después no pudiste hacer absolutamente nada de magia, nunca le dijiste las razones, pero sé cuáles son -Se acercó más a su cuerpo- Tu magia estaba demasiado inestable.

-No es cierto.

-Sé que no pudiste hacer nada por tu decisión de esconderte aquí, sabías lo que pasaría si estabas lejos de mí y aun así seguiste adelante.

-Eso da igual, puedo seguir así.

-Puedo verte sin ese glamur Tom, no estas bien, puedo sentir como tu magia quiere ser liberada, la mantienes tan restringida cuando también anhelas...

-Cállate -Se removió con fuerza- No anhelo nada.

-¿Seguro? Porque puedo ver como tu magia pelea por unirse a la mía.

-No es cierto Potter -Le gruñó removiéndose otra vez.

Tom estaba desesperado, todo lo que dijo Harry era verdad se sintió miserable todo el tiempo lejos de él y ahora se sentía mil veces mejor, su alma cantaba y su magia se removía en su interior. Quería sacarla y envolver con ella a Harry, quería apegarse aún más a su cuerpo y dormir otra vez a su lado acurrucado en sus brazos, deseaba volver a sentir su magia envolverlo y darle esas caricias.

-No digo ninguna mentira y lo sabes -Levantó su mano dejando una caricia en su mejilla.

Tom se sonrojó de vergüenza cuando un sonoro ronroneo escapo de su garganta, maldijo su forma de Animago que era la razón de que pudiera ser capaz de producir un sonido como ese. Harry por su parte sonrió mucho al ver lo que provocó en su pareja, quería hacerle ver eso a él y que sintiera otra vez sus magias unidas, sabe que ambos lo necesitan con urgencia.

-Vaya pareces bastante feliz con que te...

-No, eso no es...-Se interrumpió cuando otro ronroneo se le escapo ante una caricia de Harry.

-¿Decías? -Sonrió altivo muy feliz de las reacciones de Tom y encantado con verlo sonrojado.

Cuando Harry vio el anhelo en sus ojos, sabe que Tom jamás admitirá o pedirá lo que dicen sus ojos, por eso pasó lento su mano por su mejilla pasando por su cien hasta que llego a su suave cabello. Sonrió más al ver como se tensó bajo su cuerpo y se removió con fuerza tratando de liberar sus manos, sabe que no debe dejar que haga ese tipo de fuerza considerando lo delgado que esta, pero siguió adelante no soltándolo en ningún momento.

-¿Quieres que te lo demuestre?

-No -Respondió de inmediato.

Tom se sentía mortificado estar con Harry sobre su cuerpo aprisionando sus muñecas que ni con toda su fuerza puede soltarse, su magia queriendo salir y su deseo de sentir la de su pareja lo está carcomiendo. Y qué decir de esas caricias ¡Le encantaron!

Él sabe que deseaba más, quería más atención de su compañero, quiere estar más cerca, envolverlo con su magia y sentir como la de él lo envuelve, sentir otra vez esas caricias mágicas. Sabe que si no suelta su magia y se encuentra con la de Harry se volverá loco, pero debía contenerse... ¿Por qué debía hacerlo? A sí, ya recordaba porque decidió hacer tal locura.

Harry viendo la conmoción y necesidad en sus ojos que estaban un tanto dilatados no lo dudo, enterró sus dedos en ese cabello y empezó a acariciarlo de manera lenta y cariñosa, de inmediato escucho a Tom ronronear bastante gustoso y mortificado, esto último por la forma en que su sonrojó se oscureció y se removió en sus ataduras.

El castaño trataba de contener los ronroneos, pero no podía, se sentía tan bien, esto es lo que se había estado perdiendo, lo que se había esforzado por abandonar y dejárselo a alguien más. No, esas caricias, esta atención era suya, él, Harry Potter, es suyo.

-Basta -Habló apenas.

A pesar de lo que pensaba y deseaba no quería seguir ronroneando de esa manera frente a Harry quien parecía tan malditamente satisfecho que se avergonzó más por sus reacciones contradictorias.

-Con una condición -Rascó un poco sacándole un ronroneo más fuerte y un estremecimiento.

-¿Cu-cuál? -Se removió tratando de controlarse.

-Libera tu magia -Rasco de nuevo- Hazlo y me detendré.

Tom sabía lo que pasaría con su magia si la soltaba, no quería destruir el lugar. No deseaba desatar la locura que era su magia en este momento.

-No pasará nada -Acarició otra vez- Déjala salir.

Tom agitado por tantas sensaciones, dejó salir su magia esperó lo peor de todo el descontrol que acumuló, pero se sorprendió de ver que salió tanto que envolvió la habitación, pero en vez de destruir envolvió por completo a Harry quien tarareo animado y con una sonrisa tan feliz, se quedó un tanto embobado viéndolo, nunca lo había visto sonreír así.

-Retuviste tu magia demasiado tiempo.

-No importa -Habló recuperando la respiración, aliviado de que no estuviera ronroneando.

-Justo en este momento tu magia me está llamando con desesperación, tú mismo te sientes así por mí -Se inclinó más cerca- A tal punto que ronro...

-No lo digas -Se quejó mortificado.

-Bien -Sonrió- Te daré lo que deseas.

-¿Lo que dese...?

A Tom se le cortó la respiración al sentir una magia tan fría, pero cálida, ella lo envolvió por completo como también jugueteo con su propia magia. Tom se relajó al sentir de nuevo la magia de su pareja, la había extrañado tanto como ver al mismo Harry, su precioso león, solo suyo.

Harry había extrañado con la misma intensidad sentir la magia de Tom, pudo ver como se relajó y ronroneo gustoso cuando lo envolvió con su magia y como esta acarició la contraria. También sintió las caricias mágicas de parte de su pareja tan suaves y cariñosas que se derritió igual que el castaño que hasta había cerrado sus ojos.

El pelinegro llamó con fuerza con su magia al castaño que respondió de inmediato sacando toda su magia dejándolo tembloroso, ambas magias eran casi igualmente oscuras y sentir la de su pareja por primera vez a completa voluntad de Tom se sintió dichoso.

-Lo anhelabas Tom -Siseo en su oído- Lo deseabas tanto que ni siquiera te das cuenta de lo relajado que estas ahora.

Tom ni siquiera se esforzó en contradecirlo, solo se estremeció al escucharlo hablar pársel. Sin embargo, deseaba algo más, una pequeña cosa que le avergonzaba mucho pedirle a Harry, pero no se contendría, había anhelado demasiado querer estar a su lado.

Harry se sobresaltó al sentir que Tom se soltó de su agarre con un impulso de magia, estuvo a punto de acorralarlo con fuerza para evitar que huyera, pero se le cortó el aire al sentir las intensiones de su pareja. Tom había usado mucha fuerza que no tenía en invertir papeles, lo dejó recostado en la cama casi de la misma forma que estaban antes, pero con la diferencia que él se recostó sobre su pecho.

Tom avergonzado se ocultó ahí relajándose con estar de nuevo con Harry, se había sentido tan idiota al abandonarlo, alejarse de él cuando lo único que quería era estar cerca. Ya no, dejó todo su orgullo de lado para acurrucarse contra su cuerpo encantado con sentir sus magias perfectamente unidas y bailantes a su alrededor.

Harry miró de reojo a Tom notando su sonrojo, no pudo evitar sonreír al inferir lo que deseaba, por lo que no dudo en envolverlo con sus brazos por su cintura acercándolo a su cuerpo. El castaño se estremeció y casi ronroneo por toda la atención de su pareja, pero se contuvo sonriendo encantado con el resultado, pero también increíblemente somnoliento.

El pelinegro vio sin sorpresa como Tom se quedó dormido sobre su cuerpo, había visto sus ojeras y lo agotado que estaba, lo dejaría dormir y mañana hablarían todo lo que había pasado y lo que no se dijo antes.

Antes de que pudiera dormirse algo golpeo la ventana, dirigió sus ojos a ella encontrando a Hedwig quien fue revivida por la muerte otro regalo de su parte en su cumpleaños. Seguramente su ave lo siguió a Egipto, le abrió la ventana y empezó a redactar una carta esperando que ella como la inteligente que es pudiera entregarla.

-Ten Hedwig, mi niña, llévala al jefe del trabajo de Tom.

Una vez entregada y verla salir volando se permitió apegar más a Tom a su cuerpo acariciando su cabello hasta que el cansancio también lo orillo a dormirse mucho más tranquilo de lo que había estado en los últimos meses.

Continuará.

Hola gente!

Aquí una nueva actualización, en verdad espero que les haya gustado y los que esperaban su reencuentro aquí esta.

En fin, les deseo un buen inicio de semana y nos veremos en otra oportunidad. Cuídense y no se olviden de tomar agüita.

Bye bye 💕✌

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