Capítulo 1
Narrador
La guerra había terminado con la muerte de Lord Voldemort, algunos celebraban y otros lloraban a sus familiares y amigos caídos. Fue duro y muchos Mortífagos escaparon que serán perseguidos por los Aurores que ni siquiera hicieron uso de presencia en la batalla de Hogwarts.
Harry de entre los magos y brujas fue felicitado y venerado por todos aquellos sobrevivientes como su salvador el cual había logrado vencer al Señor Oscuro más fuerte de todos los tiempos.
El pelinegro lloró la muerte de Remus y la de Fred, varios de sus conocidos se fueron y en la siguiente semana fue a muchos funerales. Sin embargo, lo que los demás no sabían de su salvador era la sensación de vacío en su pequeño que aumentaba cuanto más pasaba el tiempo.
Desde que Harry mató a Voldemort sintió un profundo dolor como nunca antes lo había sentido, sin mencionar que cuando regresó de la muerte se sintió increíblemente renovado con su magia más libre y fuerte más reacio que nunca de matar a Voldemort, algo que se guardó para si.
Mientras el vacío seguía extendiéndose por su cuerpo, fue mucho más consciente de sus sentimientos por Ginny, puede que al verla viva sintió un inmenso alivio, pero no sintió ese amor por ella. Se sintió mortificado por sus sentimientos de alivio cuando no formalizó ninguna relación con la pelirroja, por lo que solo tuve que pedirle tiempo para pensar, se sintió un poco culpable al verla irse con lágrimas en sus ojos.
Lejos de todos fue a tener sus momentos de luto en su casa en Grimmauld Place. Sin ganas de nada, con el corazón roto al no poder abrazar una vez más a Remus se acurrucó su habitación la cual solía ser de Sirius.
Esa noche, la séptima desde que terminó la guerra soñó con la Muerte. Al principio no le creyo cuando la entidad le dijo que era su maestro. Sin embargo, al escuchar que logró recolectar todas sus reliquias incluyendo la varita de Sauco que les hizo creer a sus amigos que rompió.
Habló largo y tendido sobre la guerra, sobre lo que significaba ser su maestro. También le preguntó si sabía por qué se sentía tan libre con su magia revoloteando a su alrededor contenta y triste a la vez. Muerte le dijo que Dumbledore le había colocado tantos bloqueos que apenas sobrevivió.
Muerte intervino justo después de su conversación con Dumbledore donde tuvo la oportunidad de limpiar todo lo que contaminaba a su maestro.
También le dijo que era inmortal, se quedaría de 18 años para siempre, algo que a Harry no le molestaba, podría aprender tanto sobre magia y las costumbres mágicas como nunca pudo y tomar sus asientos en el Wizengamot.
Aunque tomara sus asientos decidió que apenas lo hiciera se iría de Gran Bretaña al extranjero donde nadie lo conocería, odiaba la fama y que mejor que vivir en un lugar tranquilo. Solo volvería para las reuniones del Wizengamot.
Una última cosa que vio con Muerte fue el vacío abismal que sentía en el pecho, su magia estaba apagada zumbando solitaria. Le preguntó por qué se sentía así y la única respuesta que le dio fue que pronto lo sabría, pero que no se preocupara.
Apenas esas palabras fueron pronunciadas despertó a las 3 de la madrugada 8 días posteriores a la muerte de Voldemort.
Ansioso por saber que le sucedía fue a la biblioteca Black a buscar sus síntomas en todos los libros que encontró. Buscó por horas y horas en miles de volúmenes de diferentes temas y tomos hasta que uno le llamó la atención y lo leyó interesado y emocionado. Hablaba sobre las parejas destinadas, algo que tenían los magos y criaturas mágicas junto con los que tienen sangre criatura.
Quiso ir a Gringotts a hacerse una prueba de herencia para ver quien es su pareja destinada o si tenía que esperar a que naciera. Sin embargo, cuando llegó al final del libro vio sus síntomas y se sintió horrorizado de la hipótesis que se estaba formando en su mente.
Harry se partió la cabeza con las hipótesis de quien es su pareja destinada y cada vez que pensaba en su nombre, no, en el apodo, una punzada de dolor recorría su cuerpo y su magia saltaba feroz.
Entonces lo entendió. Mató a su pareja destinada y no normalmente, no, mató cada pedazo de su alma parte por parte hasta que no quedo nada. Angustiado y destrozado se dejó caer en su cama llorando desgarrado, pasaría la eternidad sintiéndose así y sin todos esos bloqueos le dolía la claridad de lo que sentía, las sensaciones antes de matar lo último que le quedaba de su pareja.
Paralelo a eso en el Bosque a las afueras de Hogwarts un joven aparecía de la misma nada totalmente desnudo. El joven de hermosos rasgos, cabello rizado y castaño oscuro, pero sus ojos de un gris azulado brillante.
El joven Tom Marvolo Riddle volvió a la vida temblando de miedo. Desde que Harry lo había matado estuvo en una conferencia con la Muerte la mayor parte del tiempo. La entidad unió su alma y le permitió regresar únicamente porque el camino que supuestamente era destinado para él fue corrompido por Dumbledore.
Muerte le dijo que su destino era ser profesor de DCAO y luego ser Ministro de Magia, pero Dumbledore intervino arruinando todos sus planes forzándolo a hacer más de un Horrocrux cuando originalmente él iba a hacer uno muy pequeño.
Aun así, Muerte lo regañó muy ofendido por lo que le hizo a su alma, Tom escuchó todas las consecuencias que le trajo fragmentar su alma, estuvo temblando de miedo frente a la deidad hasta que él le permitió volver con algunas condiciones, la principal era no volver a partir su alma, otra era que si pensaba hacer otra guerra mágica él personalmente lo reclamaría.
Tom se arrepintió de todo lo que hizo, hasta se disculpó con la Muerte, ahora con la mente más clara vio el terrible error que cometió, toda la matanza que hizo y se sintió un completo idiota.
Aclarado esos puntos Muerte lo dejo ir, que podría ir a donde quisiera, pero que primero viera como dejó su hogar, lo hizo prometer que apenas despertara lo vería. Él aceptó de inmediato.
Ahora se encontraba en el suelo del bosque prohibido sintiendo toda su magia de vuelta, ya había aceptado cada recuerdo y fragmento de su alma en su cuerpo de 18 años en el reino de la Muerte, ya que él le dijo que si lo hacía en la tierra de los vivos com su magua restaurada existía la posibilidad de explotar por los recuerdos y dudaba que el bosque sobreviviera.
Ahora mejor que nunca se encontraba de regreso, le tomó unos minutos acostumbrarse a su nuevo cuerpo y magia para por fin levantarse. Avergonzado por estar desnudo trasfiguró unas rocas en prendas para empezar a caminar hacia Hogwarts, el único lugar que consideró su hogar.
Mientras caminaba jugaba con una llama azul en sus dedos encantado con sentir por completo su magia, hace muchos años que no lo sentía que estaba maravillado por recuperarla toda y no los fragmentos que le quedaron.
Frunció el ceño al recordar su muerte, no sabía cuanto había pasado, pero no le importaba, vería Hogwarts y luego se iría de Gran Bretaña sabiendo que Harry Potter conocía su físico actual, ese niño lo conocía fuera de su apariencia de serpiente y no se iba a arriesgar a ser asesinado de nuevo.
Tom de repente vio el final del bosque y siguió caminando lento aún adolorido por estar completo y de regreso. Mientras iba caminando hizo planes de vivir en Egipto o en India, todos esos pensamientos se esfumaron al ver su hogar, sintió un nudo en el estómago al ver los alrededores destruidos, la torre de Gryffindor pasar a mejor vida, las paredes magulladas con escombros por aquí y allá, que decir de los pobres pabellones que zumbaban en melancolía.
El joven empezó a correr hacia el castillo ignorando sus recuerdos de su última batalla. Sus ojos solo estaban puestos en Hogwarts, su hogar. Sintió tanto dolor verlo en esas condiciones, sentirlo.
No lo soportó.
Harry por su parte, se sentó de golpe en su cama al sentir un ardor que conoce muy bien, pero este era suave y doloroso, sentía las emociones filtrarse por un enlace que había destruido y que ahora renacía con dolor y tristeza.
-¡Muerte! -Gritó con fuerza entrando en pánico.
-¿Sí, Maestro? -Apareció tranquilamente a su lado.
-¡¿Por qué...?! ¡¿Cómo es posible que lo sienta?! -Lo miró angustiado, sentía su magia cantar en su interior al sentir algo consigo.
-Dije que no te preocuparas maestro -Casi lo sentía sonreír- Es tu regalo, está completo y cuerdo, bueno excepto por el pequeño pedazo de su alma que tienes de vuelta.
-Mu-muerte -Murmuró agitado, nunca había sentido tanta tristeza de Voldemort.
-Lo verás como en verdad debió ser Tom, nunca volverás a ver Voldemort y lo sabes.
-Pe-pero...
-No será igual, disfruta de mi regalo maestro, él te necesita y lo sabes.
-¿Qué le mostraste? -Estrujó las prendas de su pecho, sentía demasiado dolor y tristeza de él y por Merlín ¡Deseaba reconfortarlo! ¡Quería consolar a Voldemort!
-Le mostré lo que le hizo a su hogar.
-¿Hogar? -Lo miró confundido tomando sus dos varitas, la de sauco y la propia ahora arreglada que se sentía extraña en sus dedos
-Hogwarts fue el único lugar al que llamó hogar y estoy seguro que hará una locura para restaurarlo.
Harry abrió como platos sus ojos al conocer la forma de restaurar el castillo en un solo.intento, ni siquiera dudo en aparecerse en la última ubicación donde vio a Voldemort. Su sorpresa fue abismal al ver a un joven de 18 años de rodillas llorando con una magia tan cálida, pero increíblemente fuerte y alocada en el ambiente.
Su sorpresa fue mayor al ver que en vez de destruir reconstruyó los alrededores del castillo incluyendo las torres del campo de Quidditch. Sintiendo toda esa magia a su alrededor zumbando alterada, sintió la suya cantar en compañía de su alma, quiso acercarse al joven tratando de tener la mente abierta, ya no es Voldemort, es Tom, su pareja destinada. No. Es. Voldemort.
Sin embargo, Tom no pensaba lo mismo, se levantó de un salto y corrió dentro del castillo en su mente solo estaba la imagen de un libro que leyó hace mucho tiempo. Un libro que decía que solo un heredero directo de los fundadores podría renovar el castillo, solo se necesitaba una daga y sabía dónde se encontraba.
Cuando Harry salió de su shock siguió al joven, angustiado por perderlo de vista, mientras que Tom corrió con todas sus fuerzas olvidando por completo su cuerpo adolorido. No tardó en llegar a la oficina del director donde entró a trompicones llamando la atención de todos los cuadros incluyendo el de cierto viejo adicto a los caramelos de limón.
-¡¿Tom?! -Gritó con sorpresa.
-¿Dónde está? -Lo miró un solo momento para empezar a buscar la daga por todos los muebles.
-No sé a qué te refieres Tom ¿Qué haces...?
-¡¿Dónde está esa daga?! -Gritó y su magia reaccionó haciendo explotar todo aquello de vidrio.
El antiguo director impresionado por la cordura en sus ojos y el anhelo, dudoso dirigió sus ojos hacia el pensadero. Tom casi corrió hacia el empezando a examinarlo, terminó encontrando detrás del pensadero una daga plateada con gemas azules, rojas, amarillas y verdes en la empuñadura.
Con un moviendo de su mano ya había despejado todo el centro del lugar.
-Necesitas a otro heredero -Comento Phineas Nigellus Black..
-No conozco a ningún otro que venga directamente de alguno de ellos -Se cortó la muñeca haciendo una mueca- Conmigo será suficiente.
Tom sin siquiera dudarlo deseando que su hogar volviera a su antigua gloria empezó a cantar en una combinación de pársel y latín haciendo un pentagrama con su sangre en el suelo junto con varias runas antiguas.
Los directores veían con sorpresa al joven cantar y dibujar con su sangre un círculo de runas que necesitaba a dos herederos como mínimo. Iba a morir desangrado y sabiendo eso siguió adelante.
Harry por su parte, corrió hacia la oficina del director alarmado. Por como el castillo empezó a vibrar supo que Tom comenzó con el ritual sin tomar en consideración que necesitaba a otro mago aparte de él que fuera heredero de los fundadores. Sabiendo que pasaría con uno solo corrió con más fuerza no dispuesto a perder a Tom sin luchar.
Corrió com todas sus fuerzas casi derribando la puerta de la oficina al entrar y encontrarse a un joven Tom Riddle cantar a medias y desmayarse dentro del círculo de runas.
-Harry, muchacho...
-No me hables -Le siseo arremangando su manga del brazo izquierdo.
-Pero Harry si dejas que él siga morirá y...
-¡Ya lo maté una vez por tú capricho no lo haré de nuevo! -Gritó con furia casi deslizándose en pársel.
-¿Qué? Harry si lo dejas vivo él...
-Él solo fue un niño que deseaba ser aceptado y no un fenómeno -Le gruñó enojado- Tú creaste a Voldemort, sino lo hubieras criticado ni visto como la peor blasfemia para la luz estas dos guerras no hubieran pasado.
-¿Qué estás diciendo? -Lo miro furioso.
-La lengua pársel es un don hermoso y único que es codiciado en otros países, tú viste eso como oscuro y condenaste a Tom, le negaste tantas cosas y lo hiciste volver a ese maldito orfanato verano tras verano en plena guerra Muggle, sabían que la pasaría mal, sabias lo que le harían como me lo hiciste a mandándome con esos Muggles.
Mientras Harry despotricaba contra Dumbledore continuaba con el ritual que estaba haciendo Tom entrando al centro del pentagrama con él y donar la sangre faltante.
-Y no podemos olvidar cuando descubriste lo que yo era de él, lo que buscó por años le negaste tenerme y me condenaste -Lo miró furioso- Condenaste a todo Gran Bretaña a una profecía falsa para ver como dos destinados se mataban.
Los demás cuadros se sorprendieron ante lo dicho por el joven mirando con odio y furia a Dumbledore que miraba feroz a su arma que debió haber muerto y que los Weasley continuaran con su legado no estando vivito y coleando, haciendo un ritual de sangre para renovar Hogwarts.
-No tomaste en cuenta que sobreviviera, lástima para ti que tus bloqueos se fueron cuando morí -Le sonrió- Ahora soy más consciente que nunca, me hiciste matar a mi pareja, nos hiciste pelear por años y años, pero ya no lo lastimaré -Señaló a Tom.
-Harry debes estar confundido él no es...
-Él es mío -Declaró con voz profunda con su magia destrozando todo el lugar y envolviendo protectoramente a Tom.
-¡Él es un monstruo! ¡Él...!
-Él es brillante, adoraba tanto el mundo mágico que solo quiso lo mejor para él y tú lo impediste, tú destruiste su mente tan brillante, tú colocaste ese libro en su poder -Le gruñó enojado- Ahora esta enteró y completo, él es MÍO y no dejaré que tú o cualquiera me lo vuelva a quitar.
Harry con una mirada fría y ojos verde avada brillando cantó la parte faltante en pársel y latín viendo maravillado como el castillo vibró con fuerza para reconstruirse bloque por bloque regresando a su antigua gloria.
El azabache agotado por todo vio a Tom tirado a su lado, sintió su alma cantar por él y su magia removerse en su interior deseando envolver a su pareja. Ahora ambos tenían una nueva oportunidad para ser los destinados que debían ser sin ninguna intervención de nadie.
-Y Dumbledore, yo disfrutaría tu vida en ese cuadro porque pronto serás ceniza -Lo miró con una fría sonrisa- No te molestes en escapar, nos vemos viejo.
Harry satisfecho con la mirada de terror del viejo se agacho y tomó en brazos a Tom agradeciendo todos esos años de Quidditch y a la muerte por sacarle la desnutrición o no hubiera sido capaz de cargarlo sin magia.
Sonrió sin poder evitarlo cuando la magia de su pareja reaccionó con la suya envolviéndole, no pudo evitar apegarlo más a su cuerpo, esto era mil veces mejor que llevarlo levitando a su lado.
Se sonrojó cuando vio a Tom acomodarse en sus brazos con un suspiro, al tenerlo así en sus brazos olvidó por completo quien fue y lo que hizo. Solo se concentró en la sensación de tenerlo, de sentirse completo y su magia cantar a su alrededor.
Por primera vez en su vida mandó las opiniones de los demás al fondo de su mente y se concentró en recuperar el tiempo perdido con su compañero. Ya salvó al mundo, que se jodan, ahora era su vida.
Solo esperaba que cuando Tom despertará no quisiera huir o matarlo.
Continuará
Hola gente!
Hace unos meses que tengo esta historia en Borrador, ya que la estaba escribiendo a la par de Mi Alma Gemela. Luego de hablar con mi hermanita, pensarlo y consultarlo con la almohada decidí publicar el primer capítulo.
No hace mucho que estoy en el Fandom de Harry Potter, esta es la segunda historia que hago de esta pareja y espero que les guste y este bien redactada.
En fin, esperando que se encuentren bien les deseo una buena semana y nos veremos. Cuídense y no se olviden de tomar agüita.
Bye bye 💕✌
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top