-Naruto -el rubio abrió sus azules lentamente, giró su mirada afilada hacia la celda -no podrás vencer a la bestia sin mi ayuda, ¿estás consciente de ello? -el rubio mordió su mejilla -¿qué propones? -el zorro dejó ver sus rojos peligrosos -haz usado mi poder otras veces  -el rubio apretó el ceño -la última vez confié en ti y casi mato a ero-sennin, ¿por qué debería hacerlo? -el zorro afiló su mirada -esta vez es distinto, mis hermanos están en su poder y el Juubi puede causar la destrucción del mundo, ni a ti, ni a mí nos conviene eso, tu quieres gobernar Konoha, yo quiero seguir vivo -Naruto lo vió con cuidado analizando -¿qué debo hacer? -el zorro sonrió arrogante -abre el sello con la llave que el sannin te dió -el rubio caminó lentamente analizando -puedo abrirla, pero si lo hago ¿cuáles son las consecuencias?, no soporte cuatro colas, ¿cómo puedes asegurar que no me perderé?-

El zorro lo vió con cuidado -todos tenemos un cierto grado de odio, algunos más que otros, debes aceptar tu propio odio antes de abrir el sello, debes aceptar que es normal odiar y ser odiado, debes aceptar que no todo el mundo te acepta, que no todos te aman que hay gente que te odia aún, que finge ser tu amiga y finge simpatizar contigo, debes aceptar que odiar es un sentimiento normal si sabes controlarlo, si no lo haces, tu odio te consumirá y dejarás de existir, tu odio te dominará-

Naruto lo escuchaba atentamente analizando sus palabras -cuando lo logres y abras estás puertas, deberás soportar mi odio si quieres que te acepte como mi jinchuriki -el Uzumaki se acercó aún más al zorro, el hocico del biju estaba pegado a la celda, la mano del rubio acarició suavemente a este desconcertado al biju -tu mirada es igual a la mía, llena de odio, desconfianza y soledad, talvez seamos compatibles -el rubio se dió la vuelta, salió de su espacio mental, el zorro lo vio irse, respiró con cansancio.

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Naruto veía una vez más a Itachi con cuidado, su mano acariciaba suavemente su fuerte cuerpo, se movió un poco abrazándose a su pecho, su rostro lo acostó sobre el pecho del mayor, apretó el ceño "debes aceptar tu odio" veía la oscuridad de la noche con atención, ¿era capaz de aceptar su odio?, ¿era capaz de no dejarse llevar y perderse en la locura?, la mano del azabache acarició su espalda suavemente -¿sucede algo?, te ves angustiado -Naruto levantó sus azules, besó suavemente su pecho -el zorro me habló -

Itachi lo vió con seriedad escuchando mientras su mano lo acariciaba suavemente -dijo que me ayudaría, pero para eso debo aceptar mi propio odio y no dejar que me consuma, debo aceptar que es normal odiar y ser odiado -el Uchiha lo observaba con cuidado, besó suavemente su frente -tal vez no soy de ayuda, he cometido actos que merecen el odio de la gente, yo mismo me odio por mis acciones y no puedo perdonarme en muchas de ellas -Naruto lo vio con atención -¿te refieres a lo de tu familia?, te obligaron a hacerlo por lo que entiendí, no puedes sentirte culpable por algo que no querías hacer y te viste obligado-

Itachi lo vio con cuidado -¿qué has hecho para temer a tu odio? -el rubio lo vió, mordió su mejilla -tal vez he sido algo vengativo con algunos aldeanos, consejeros, no sé -bajó su mirada con algo de vergüenza -he deseado la muerte de muchos y el sufrimiento de muchos otros, he sido envidioso de la felicidad de otros -Itachi sonrió quedito -toda esa gente te hizo daño, dijiste que me obligaron, suena a algo similar tu situación, ¿no crees? -Naruto sonrió ligero -¿haz envidiado?, todo el mundo lo hace, yo mismo he envidiado, es un sentimiento natural del humano; cuando era niño tenía un amigo, una vez me dijo que sin errores y defectos, no podríamos ser humanos -el Uzumaki enterró su rostro en el pecho del mayor -¿me odias? -Itachi levantó sus cejas con sorpresa, lo abrazó suavemente, respiró hondo -nunca te he odiado, tal vez estuve rencoroso y cabreado porque me secuestraste un poco y me tenías inmovilizado -Naruto sonrió poquito al escuchar que no lo odiaba, cerró sus ojos disfrutando sus caricias -no me dejes solo -susurró el rubio poco audible sobre su pecho. Itachi lo abrazó más a su cuerpo, él tampoco quería regresar a esa soledad en la que se encontraba.