26


POV Taehyung

—¿Me puedes soltar por favor?  —pregunté a Hoseok que se aferraba a mi cadera de forma insistente. Él negó una y otra vez haciendo un puchero.

—No quiero que vayas con él. Tú le gustas y tú eres mío.

—Sólo voy a ir a su cumpleaños.

—¿Y por qué no me llevas contigo? —refunfuñó cruzándose de brazos. Hoseok sentía unos celos innecesarios hacia Minjae, celos que me hacía sentir insanamente bien. Así que hasta ahora no le había comentado que Jungkook y Minjae estaban iniciando un romance.

—Acabas de salir del hospital Hoseok —le dije de forma suave, no quería que se enojara—. No es conveniente.

—Es que si no voy como voy a vigilar a las perras que se te acercan.

Apreté su nariz y me acerque a él invadiendo su espacio personal.

—Se cuidarme solo, no tienes que preocuparte por mi celosito.

—¡No estoy celoso! —dijo abrazándome—, es sólo que tú eres muy guapo, todo el mundo te mira y tú eres muy coqueto. Yo te vi, coqueteando con las enfermeras.

Me reí de sus incoherencias.

—Descansa por hoy, mañana seré sólo para ti.

Hizo un puchero y asintió.

—Esta bien diviértete —dijo.

.-.

No era bueno controlando el alcohol, ya debería saberlo, pero una vez que Jongdae picaba mi orgullo no podía echarme para atrás. De nuevo sentí a mi amigo arrastrándome por la calle y dejarme fuera de la casa. Las luces de la habitación de mamá estaban apagadas así que me libraría de un regaño. Mamá no estaba feliz conmigo desde que me casé; sin embargo, trataba de actuar comprensible la mayor parte del tiempo.

Fuera de la casa, contrario a la vez anterior, Hoseok ya estaba ahí, esperándome para ayudarme a entrar.

—Ya sabía que esto pasaría, no eres buen bebedor —dijo con un puchero—. ¿Por qué tomas si te pones así?

Lo ignoré por mi ataque de arcadas, cuando me di cuenta ya había vomitado el pijama de Hoseok.

Él me miró con asco.

—Creo que voy a vomitar también —menciono—, vomito si veo a alguien vomitar.

Llegamos al baño y nos limpiamos, lo miré desnudarse y podría estar borracho, pero no ciego, él era precioso en todos los sentidos. Me capto viéndolo e hizo una mueca se acercó hasta mí.

—Es injusto que sólo tú me veas —paso sus manos por mi pecho desabotonando mi camisa y se movió hasta mis pantalones, me puse rígido y juraba que la borrachera se me había bajado.

Bajo mis pantalones y miró el bulto en mi ropa interior, lo tocó, pero me obligue a apartarlo.

—No ahora, estoy borracho.

—Tienes razón —me dio un beso en los labios y se apartó—, pero podemos dormir desnudos.

Asentí atrayéndolo. Quería tener sexo con él, pero los recuerdos del pasado aún me molestaban. Yo lo había forzado a tener sexo, independiente de que fuera a causa de las feromonas, seguramente había dejado un trauma en él y también en mi. Lo recuerdos muchas veces se volvieron pesadillas.

.-.

—Hola bebé —susurro Hoseok al pequeño que dormía en la incubadora, ya habían pasado varios días desde que dieron a Hoseok de alta pero él bebe seguía hospitalizado.

Mi madre ya había venido a verlo y por supuesto había fruncido el entrecejo. Las palabras que me dijo cuando se encontró conmigo a solas, fueron demasiado crueles pero no me importaron, iba a ser un buen hombre para este niño.

"—No es tu hijo.

—Lo es —le había dicho.

—Por la fecha, si fuera tuyo no habría sobrevivido, no seas necio Taehyung no es tuyo.

—¿Y eso qué?

—¿Y eso que?, no tienes por qué criar al hijo de otro en estos casos puedes...

—¿Matarlo?

Mi madre bajo la vista: —lo que sea, puedes morder a otro omega y dejar libre a este, que se vaya con el verdadero padre.

—Le amo —expliqué—. Y me ama, no vamos a dejarnos, ni marcaré a otro porque no quiero.

—¿Vas a sufrir mucho? —me dijo molesta—. Ese niño no tendrá los privilegios de los Kim.

—No te obligaré a dárselos en todo caso.

—Eres tan enclenque, un alfa inútil —su tono de voz fue duró y agrió, pero traté de que no me afectará.

—No, yo sí sé amar"

Trate de olvidar sus palabras y me concentre en mi hijo. Era mi hijo sin importar lo que los demás dijeran, ni Yoongi, ni mi mamá me lo arrebatarían.

—Hola bebe —dijo acariciando al niño que para serles sinceró parecía una rata y aún así lo amaba—, soy papá.

Él niño sonrió envolviendo mi dedo con sus manos.

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