Hoseok estaba llorando en la mañana en el baño, de verdad que odiaba ver a las personas llorar.

Me ponía ansioso y no podía hacer nada para calmarlo porque era mi culpa que estuviera así. Había sido muy duro con él, toque a su habitación y sin esperar respuesta entre. Él me miro y se escondió debajo de la cobija, de nuevo me hacía sentir como si yo fuera un monstruo.

—Perdón —le dije y logré que asomará su cara—, fui muy duro y poco comprensible, no entiendo del amor y por eso no entiendo porque querías que Yoongi te marcará y tienes razón no es mi asunto.

—Pues, gracias supongo —dijo tímido—, perdón por lo que hice, no debí, sé que te duele porque a mí también me duele cuando estoy con él.

—Realmente no quiero que te sientas obligado a nada, ni quiero presionarte, pero... Realmente no sé lo que intento decir, olvídalo sólo respeta nuestro matrimonio, seamos amigos.

La propuesta estaba en el aire y teníamos que tomarla antes de que termináramos matándonos. Tal vez sonaba un poco radical, pero vivir como lo haciamos era un infierno que ya no podía soportar.

—Está bien lo intentaré.

Al menos lo intentaría, saque los boletos de la cartera y se los mostré.

—Podemos ir al cine si quieres, tengo boletos.

—Gracias —los tomo con una sonrisa—, son para esta noche.

—Sí los compre ayer antes de... Bueno eso, podemos ir saliendo de la escuela.

Asintió —¿Me comprarás palomitas?

—Todas las que quieras —pasé mi mano por su cabello y lo revolví—, me voy tengo que cambiarme para la escuela.

—Si yo también.

.-.

Tomé a Hoseok del brazo y caminamos hacia nuestra sala, él me miró nervioso, pero sólo me regalo una sonrisa plana.

Entonces lo solté, un paso a la vez. Nos sentamos en medio de todos los lugares y se veía bastante contento con sus palomitas.

—Supongo que cuando dijiste que veríamos una película si era ver una película —dijo sin dejar de ver la pantalla.

—¿Ah? —le dije sin entender.

Él se río: —Eres muy inocente, cuando Yoongi me invitaba a ver una película siempre estábamos en los lugares de atrás y entonces ahí —se sonrojo—, olvídalo.

—Creo entenderlo —le dije y luego alcé una ceja—, ¿Querías que lo hiciera?

Se puso más rojo de lo que estaba y negó una y otra vez: —Estuve pensando, en cómo rechazarte si lo intentabas, todo el día.

Me eché para atrás en mi asiento y negué 

—No estoy interesado realmente.

Me miró incómodamente, no parecía dolido, más bien indignado.

—¿Estas diciéndome que no te gusto físicamente?

—No lo haces.

Respondi de forma sincera, el hizo un puchero y se veía muy tierno. Hoseok era un chico apuesto, pero siempre me gustaron mucho más pequeños que yo, Hoseok era sólo un centímetro o dos más bajo, además de eso prefería rostros asimétricos y con ojos grandes. Pero supongo que eso sólo eran mis fantasías.

—¿Entonces crees que soy feo?

—No precisamente, sólo tengo gustos diferentes —dije robando un poco de sus palomitas, él me dio un manotazo.

—Nunca fui particularmente el chico que destacaba por su belleza —admitió—, creo que la única persona que me llamo hermoso fue Yoongi, ves —dijo—, imposible no enamorarme de él.