Un profesor extraño

Jueves

Narrador Omniciente

Los de cuarto curso de Gryffindor tenían tantas ganas de asistir a la primera clase de Moody que el jueves, después de comer, llegaron muy temprano e hicieron cola a la puerta del aula cuando la campana aún no había sonado. 

La única que faltaba era Hermione, que apareció puntual. 

"Vengo de la..." 

"... biblioteca," adivinó Ron. "Date prisa o nos quedaremos con los peores asientos."

Y se apresuraron a ocupar tres sillas delante de la mesa del profesor.  A diferencia del grupo de chicos de cabellos coloridos, que para evitar ser mirados y cuestionados se sentaron en la última fila. Sacaron sus libros y esperaron en silencio a que el profesor apareciera. Y, en poco tiempo, lo hizo.

 "Ya pueden guardar los libros," gruñó, caminando ruidosamente hacia lamesa y sentándose tras ella. "No los necesitarán para nada."

Todos guardaron sus libros y varios se emocionaron un poco.

Moody sacó una lista y empezó a llamar uno por uno los nombres de los estudiantes, fijándose en quién respondía. Todo fue tranquilo hasta que llamó a Fred Jones-Ward.

"Por qué tu cabello está así?" Moody preguntó confundido. "Por qué el cabello de ellos está así?"

Fred intentó explicarle, claro, pero lo único que salió fue un, "Ozi holla nref nio ñinnu. Aplu cartse unseon."

Moody se encontraba aún más confundido que antes. "¿Alguien entendió lo que dijo?"

Todos se miraron y luego de un par de segundos Ron levantó la mano.

"¿Nombre?" Moody demandó, todavía no había llegado a él en la lista.

"Ron. Ron Weasley," dijo algo tímido.

"Habla."

"No sé exactamente lo que dijo pero sé que está así por una broma que les realizó un Slytherin... Pace, creo que se llama," intentó explicar las cosas Ron. "Parecía que se estaban vengando de una broma que ellos les había hecho antes."

"... te refieres a Albus? Albus Pace?" Moody inquirió.

"Creo que sí, no le pregunté su nombre."

"Onam rehimse," James intervino pero se luego de que las palabras salieran de su boca se dio cuenta que no daban ni un sentido.

"¿Qué dijo?" Moody preguntó de nuevo a Ron.

"Es su hermano," dijo y vio a James para asegurarse de que había entendido bien. Este asintió. "Él es James Pace."

"Interesante su hermano menor, Sr Pace," afirmó Moody. "Él único que parecía no prestar atención en mi clase... pero cuando le hice preguntas respondió todo correcto."

Moody terminó de tomar lista y empezó a hablar de las cosas que habían hecho los años anteriores; la mayoria de ellos gracias al Profesor Lupin, el único profesor decente según los alumnos. Hasta ahora al menos, ya que Moody recién empezaba.

"Pero están atrasados, muy atrasados, en lo que se refiere a enfrentar maldiciones," prosiguió Moody. "Así que he venido para prepararlos contra lo que unos magos pueden hacerles a otros. Dispongo de un curso para enseñar les a tratar con las mal... "

¿Por qué, no se va a quedar más?" dejó escapar Ron.

El ojo mágico de Moody giró para mirarlo. Ron se asustó, pero al cabo de un rato Moody sonrió, lo que hubiera sido más agradable si su rostro no se hubiera visto más desfigurado.. el resultado de aquel gesto fue que su rostro pareció aún más desfigurado y lleno decicatrices que nunca, pero era un alivio saber que en ocasiones podía adoptar una expresión tan amistosa como la sonrisa. Ron se tranquilizó.

"¿Weasley habías dicho? Supongo que tú eres hijo de Arthur Weasley, ¿no?" Dijo Moody. "Hace unos días tu padre me sacó de un buen aprieto... Sí, sólo me quedaré este curso. Es un favor que le hago a Dumbledore: un curso y me vuelvo a mi retiro."

Empezó hablando sobre las maldiciones y en poco tiempo se encontraba realizando el maleficio imperius sobre una araña. Todos, o al menos la gran mayoría, reían. Menos Moody.

"Les parece divertido, ¿verdad? Les seguiría pareciendo si se lo estuviera haciendo a ustedes?" Bramó Moody. 

Todos callaron.

"Esto supone el control total," dijo Moody en voz baja, mientras la arañase hacía una bola y empezaba a rodar. "Yo podría hacerla saltar por laventana, ahogarse, colarse por la garganta de cualquiera de ustedes..."

El profesor siguió hablando pero los chicos del futuro no le prestaban mucha atención. Ellos tampoco se habían reído. Ellos sabían de lo que era capaz de hacer ese hechizo. Todos los de su año lo sabían. Se contaban cosas de la guerra con Voldemort. El padre de James una vez le contó sobe la vez en que lo tuvo que usar para colarse en el banco. Tuvieron que entrevistar a personas que fueron controladas y obligadas a matar a amigos. El Profesor Binns les había pedido que investiguen sobre ese maleficio en la guerra.

Sacaron muy buena nota pero aun así eso no cambiaba que estaban algo asustados de él. Otros grupos les tocó el maleficio cruciatus, y a otros el maleficio de la muerte. Había sido en segundo año, para que supieran desde temprana edad lo que realmente eran.

Obviamente Albus no le prestó atención, James pensó. James recordó cuando a Albus le tocó investigar sobre el cruciatus y escuchar sobre los demás.  Albus estaba horrorizado y no quería recordar todo lo que pasó... o que pasaría a estas personas. Definitivamente entre los dos, Albus había recibido el peor. Solo esperaba a que a Lily le tocara el imperius cuando pasara a segundo, que, aunque era feo de investigar gracias a los detalles gráficos, era el más ligero.

"¡Pare!" Dijo Hermione con voz estridente.

Esto despertó a Los Merodeadores 2.0, que se dieron cuenta de Neville. Tenía los nudillos blancos y los ojos desorbitados de horror.

Moody levantó la varita. La araña relajó las patas pero siguió retorciéndose. "Reducio," murmuró Moody, y la araña se encogió hasta recuperar su tamaño habitual. Volvió a meterla en el tarro. "Dolor," dijo con voz suave. "No se necesitan cuchillos ni carbones encendidos para torturar a alguien si uno sabe llevar a cabo la maldición cruciatus... También esta maldición fue muy popular en otro tiempo. Bueno, ¿alguien conoce alguna otra?"

Era imaginación de ellos o parecía que él se estaba... ¿divirtiendo? James se alegró por primera vez que su hermanita menor no hubiera estado presente cuando sucedió lo del gira-tiempo. No la quería cerca del Profesor Moody.

"Avada Kedavra," Hermione susurró.

"¡Ah!" Exclamó Moody, y la boca torcida se contorsionó en otra ligera sonrisa. "Sí, la última y la peor. Avada Kedavra: la maldición asesina."

Luego de un momento, la tercera araña cayó muerta.

"No es agradable," dijo con calma. "Ni placentero. Y no hay contramaldición. No hay manera de interceptarla. Sólo se sabe de una persona que haya sobrevivido a esta maldición, y está sentada delante de mí." Esto último, mirando en dirección a Harry.

Él siguió hablando y cuando finalizó la clase, los murmullos llenaron los corredores.

  "¿Vieron cómo se retorcía?" 

"Y cuando la mató... ¡simplemente así!"

Frank corrió detrás de su padre, Neville, que se hallaba de pie, solo en mitad del pasillo, dirigiendo al muro depiedra que tenía delante la misma mirada horrorizada con que había seguido a Moody durante la demostración de la maldición cruciatus. Y le tocó el hombro.

Neville le miró. Frank sacó un pedazo de pergamino y un lapicero de los borrables que tenía en su bolsillo. Se lo había dado una amiga de Hufflepuff en el banquete del 1ro de septiembre, por su cumpleaños atrasado que había sido tres días antes de toda la locura con el tiempo. Pamela Hattaway no sabía que regalarle y le consigió uno de sus lapiceros favoritos. En tinta morada.

«¿Estás bien?» Frank le escribió, y cuando supo que el otro lo leyó, borró. Neville asintió lentamete.

«Hola, mi nombre es Frank Lancaster y si necesitas de lo que sea puedes pedirmelo.» Frank escribió de nuevo. «Hablo en serio.» 

"Yo soy Neville Longbottom...y.. está bien."

«Mucho gusto, Neville. Me gustaría conversar de otra manera contigo pero, como sabrás, no se entiende nada que sale por mi boca.» 

Neville pareció un poco más relajado luego de eso, pero aquel sentimiento no duró mucho ya que Moody empezó a acercarse a ellos.

"No te preocupes, hijo," le dijo a Neville. "¿Por qué no me acompañas a mi despacho? Ven... tomaremos una taza de té."

Neville pareció aterrorizarse aún más ante la perspectiva de tomarse un té con Moody. Ni se movió ni habló. 

Moody dirigió hacia Harry su ojo mágico, quien al parecer había llegado junto con sus mejores amigos.  "Tú estás bien, ¿no, Potter?"

"Sí," contestó Harry en tono casi desafiante.

"Tienen que saber. Puede parecer duro, pero tienen que saber. No sirve de nada hacer como que... bueno... Vamos, Longbottom, tengo algunos libros que podrían interesarte."

Neville miró a sus amigos de forma implorante y el único en moverse fue su nuevo amigo.

"Elliv enedem rag racne ode upoy... epu coer peson... ros eforp!" Frank intentó ayudar pero nadie entendió nada.

"Tonterías, le daré un té que lo relaje y se lo puedo devolver." Sin más desapareció con un Neville aterrorizado debajo de su mano.

"¿Elli venát seomóc? ¿Nei bsát se? Knarf," Uno de los gemelos Simpson preguntó, su hermano se hallaba en clase.

"¿Qué acaba de pasar?" Preguntó Ron.

"No lo sé," repuso Hermione, pensativa.

*  *  *  *  *

"¡Elliven!" Frank exclamó cuando vio a su padre cruzar por las puertas de la Sala Común, y dejando su tarea de Adivinación y a sus amigos a un lado, fue en su dirección.

Neville se encontraba algo rojo y antes de que pudiera decir algo, Frank se fue a la mesa para agarrar un pergamino y sacó el lapicero de su bolsillo.  «¿Todo bien?»

Neville asintió. "El Profesor Moody me dijo que la Profesora Sprout le comentó que era bueno en Herbología y me dio este libro que podría gustarme." Ahí fue cuando se dio cuenta que cargaba con un libro extraño.

Al menos le agradó que el profesor logró hacerlo hacerlo sentir mejor.

«Me alegro, y eres realmente grandioso, te he visto en clase.»

Casi le escribió que era el mejor profesor que conocía pero se acordó que en 1994 era solo un alumno. 

"No lo sé, debe haber mejores," dijo intentando quitarse el crédito.

« Puede, pero eso no quita que tú también seas excelente.»  Frank le animó. 

Cuando él y sus amigos y familia llegaron al pasado, notaron que muchas personas eran diferentes. Esas pequeñas pausas que hacía tío George cuando hablaba para luego completar lo que quería decir no existían ya que tenía a su gemelo para que lo dijera por él. Tío Harry, tío Ron  y Sr. Malfoy (estaba autorizado en llamarlo tío Draco o solo Draco pero tenía miedo de hacerlo) parecían en estar en los peores términos. La gente en general no tenía PTSD.

Y su padre, la persona que parecía que más valor poseía y se enfrentaría a Voldemort mismo sin tener miedo, era el más inseguro que podría encontrar. Eso fue lo que más le llamó la atención. Sus amigos, en especial tío Ron de lo que pudo ver, le ayudaban a plantarse en sus pies y no dejarse pisotear. Con consejos. A veces se metían en sus peleas, y eso fue solo lo que pudo observar y escuchar en la pasada semana.

Debió recibir mucha ayuda de parte de sus amigos para llegar a lo que él conocía. Y Frank estaba dispuesto a ayudar a su padre.

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¡Díganme qué piensan!

Si hay algún error ortográfico, díganmelo y lo correjiré.

¡Adiós!

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