Capítulo 4.

Ayer fue el día en que tuve que despedirme de Theo y Sammy, quienes al parecer tendrían una bonita luna de miel en Puerto Vallarta, México. Las últimas palabras que Theo me dijo fueron: trataré de llevarte un sobrinito, Bam Bam. Samantha será una preciosa madre... con respecto a Theo no estoy tan seguro, el muy cabrón sería de esos padres que meten a su hijo en una lavadora en marcha para subir la reacción en una de sus redes sociales. Si, así de tostado está mi mejor amigo.

La hermana de Samantha, Meredith, me permitió alojarme otra noche en su casa, ya que había perdido mi vuelo ayer en la tarde. No fue nada incómodo pasar todo un día completo junto a la familia Wexter, me trataban como uno más y en ningún momento me sentí fuera de lugar.

Tengo que admitir que en muchas ocasiones tuve las esperanzas de volver a ver a Stella, pero ella nunca se apareció por aquella casa. Según Meredith— quien inesperadamente se había convertido en una buena amiga—, me informó que Stella tuvo que volver a Nueva York a atender su pequeño negocio. No tuve que suplicar mucho, Meredith me dio en un dos por tres la dirección de la oficina y el número de teléfono de Stella.

Vale, esa chica me intriga y lo hizo aún más cuando Theo insinuó que era una mujer complicada. ¿Qué es lo que tiene de complicado Stella? Tal vez hacerla sonreír, siempre tiene ese ceño fruncido característico.

Cierro mi maleta para luego posarla en el suelo y empezar a rodarla junto a mí, bajo las escaleras de aquella espectacular casa encontrándome con Meredith y Harold, su esposo, en la sala. Harold se ofreció a llevarme al aeropuerto, esta vez voy dos horas antes para no perder mi vuelo, necesito volver para arreglar unos asuntos con el programa matutino de la emisora. Meredith me envuelve en un fuerte abrazo como despedida.

—Fue un placer tenerte en nuestra casa, Blake, tienes las puertas abiertas cuando quieras volver—masculla ella con una sonrisa y luego colocar una expresión picarona—. Suerte con Stella Foster.

—La suerte es para tontos, prefiero que me deseen éxitos—ella ríe por aquello—. Gracias por recibirme en su hermosa morada. Me voy enamorado de esta casa.

Poco después Harold y yo subimos a su auto emprendiendo el viaje de treinta minutos hacia el aeropuerto. Comentamos entre risas el trabajo de casamentera de Meredith, al parecer a ella le gusta mucho juntar a personas en plan amoroso. Cuando llegamos al aeropuerto, bajo mi maletas del auto y me despido de la mano con Harold. Empiezo a caminar hacia el interior del lugar, facturo mis maletas y paso rápidamente a la sala de espera. Mi vuelo saldrá en una hora aproximadamente.

Reviso algunos correos con nuevas ofertas de trabajo y contesto respetuosamente declinándolas. La mayoría de esas ofertas son como locutor y debido a mi problema... Theo muchas veces ha llamado cobarde, siempre le he querido pegar un puñetazo cuando menciona esas cosas pero sé que él tiene razón.

Soy un hombre muy cobarde que no puede estar detrás de un micrófono luego de que su novia lo rechazó y humilló públicamente en un día de San Valentín.

Suspiro para después sacudir mi cabeza despejando esos malos pensamientos. Jugueteo un poco con mi teléfono hasta toparme con el nombre de la castaña. Stella Foster, ¿qué es lo que tienes que no puedo evitar pensar en ti?

Con ese último pensamiento escucho la llamada de mi vuelo, me levanto de mi asiento y me dirijo a la puerta de embarque.

Solo espero que ningún prospecto de delincuente o un pequeño demonio llamado denominados hoy en día como niños malcriados este sentado muy cerca de mí.




Cuando aterrizo en Nueva York no me puedo sentir más feliz, amo Montana pero extrañaba mi hogar. Camino rápido por las afueras del aeropuerto en busca de un taxi; tomar uno de esos autos amarillos es un reto de todos los días, gracias a Dios cuando recibí mi tercer sueldo pude comprarme un pequeño Volkswagen , no se burlen, me ayudaba mucho el condenado. Años después pude comprar un Jeep decente el cual es el que mantengo ahora. Tengo el dinero para comprar un Land Rover o un Mercedes, pero mi antiguo Jeep se ganó mi corazón. Mamá siempre dijo que no debía apegarme a las cosas materiales, pero ese Jeep... ese Jeep es mi novia sobre cuatro ruedas.

Cuando por fin obtengo un taxi doy mi dirección al conductor y mientras estoy de camino al edificio reviso nuevos mensajes. Unos son de Theo diciéndome que prepare los pañales—ese tío debe estar disfrutando de un buen sexo con su esposa—, otros sobre más ofertas de trabajo—no abro ninguno—, y por supuesto, catorce mensajes de Marie.

Marie Lou tiene veinticuatro años, es mi hermana pequeña y la única que tengo sangre. Es la consentida de la casa y a pesar de todo mi madre la amaba con todo su corazón. ¿Por qué digo a pesar de todo? Marie Lou es realmente hija de mi padre con alguna otra mujer con el cual le fue infiel a mi madre. Papá siempre ha sido un hombre mujeriego, hasta ahora ha tenido cuatro esposas, hace meses se divorció y ya está saliendo con otra mujer que es incluso menor que Marie Lou.

Pero amo a papá, siempre me molestó el hecho de que había engañado a mi madre pero ella antes de morir me dijo que debía dejar ese rencor atrás, tal y como ella lo había hecho. Le hice caso y volví a pasar más tiempo con papá, quien fue de un gran apoyo cuando mamá murió hace algunos años de cáncer.

Dejando mis pensamientos atrás, leo los últimos mensajes de Marie, lo más seguro es que sepa que acabe de llegar a la ciudad y querrá verme. Ella no pudo asistir a la boda de Theo debido a que está presentando una gran cantidad de parciales en la universidad, aunque estoy seguro de que le hubiese encantado estar ahí. Papá por el contrario le mandó a la feliz pareja un sobre con una cuantiosa suma de dinero excusándose por no poder asistir a la boda debido a que a su novia de veintidós años tenía el capricho de ir a un desfile de la semana de moda en Milán y él como buen novio quiso complacerla.

* ¿Ya llegaste?

* ¿Te puedo ir a ver?

* Papá fue a verme hoy con la Barbie, ¿Y adivina qué?

* No, no, mejor te digo cuando te vea, quiero ver tu cara.

* ¡Bam Baaaaaaam! Respondeeeeeeeeeeee

* Ya sé que llegaste a Nueva York, vi el itinerario de tu vuelo en línea, contéstame hermanito.

* Blake Steven Anderson, no ignores a tu hermana pequeña.

* Blake, estoy teniendo una orgía en este momento.

* Pensé que con ese último mensaje me ibas a contestar.

* Eres un idiota, Bam Bam.

Y más mensajes con una serie de insultos de su parte son los que llenan mi buzón. Mi teléfono suena en una notificación de un nuevo mensaje. Es Marie, otra vez.

* Steven, estoy fuera de tu apartamento, muévete.

Suspiro. Mi hermana está muy enojada. Ella acostumbra llamarme por mi segundo nombre para evitar soltar un vómito verbal y luego arrepentirse de decir cosas que nunca quiso. Es una buena técnica, lo he intentado en varias ocasiones y ha funcionado.

Escribo un breve mensaje hacia mi hermana indicándole que estoy cerca del conjunto de apartamentos. Cinco minutos después estoy bajando mis maletas del taxi y cancelándole al conductor dejándole una buena propina.

Entró al edificio saludando al portero con una leve inclinación de cabeza, prácticamente trotando entro al elevador y presiono el botón del piso diez, el penúltimo. Respiro profundo y luego exhalo todo aquel aire que se concentraba en mis pulmones, repito unas tres veces ese procedimiento para poder prepararme mentalmente sobre lo que sucederá dentro de poco. Marie es... complicada.

Las puertas del ascensor se abren y sin mucha sorpresa el pasillo está vacío, lo más seguro es que mi hermana haya copiado las llaves del apartamento cuando estaba distraído. Sip, ella es así.

Este lugar ha sido una de las mejores inversiones que he hecho. Por cada piso solo hay dos apartamentos los cuales tienen un gran espacio, en la terraza hay un gimnasio que uso frecuentemente todas las tardes y una preciosa piscina bajo techo con aguas termales.

Sacó las llaves del bolsillo de mi pantalón, introduzco la indicada en la cerradura y procedo a girar para abrir. El salón está iluminado y un olor asqueroso sale de la cocina. ¡Joder! Marie está cocinando... eso significa problemas. Vale, sí, quiero mucho a mi hermanita, pero cuando se trata de su comida... es mejor salir corriendo y evitar que te envenenen.

—¿Quién es? —canturrea mi hermana.

—¿Quién más va a ser? ¿Acaso le diste la copia de las llaves a algún idiota de tus conquistas?

Marie Lou sale de la cocina con un delantal puesto y un paño—cabe destacar que está quemado—, sujeto en sus manos. Frunzo el ceño al ver el estado del paño de cocina.

»¿Qué hiciste con mi paño?

—Estaba cocinando una deliciosa pasta para ti y sin querer dejé el paño cerca de la hornilla—su rostro de indiferencia hace que la fulmine con la mirada—. ¿Qué? Al menos esta vez no fue el guante.

—Ni mi sartén, ni la cuchara partida o la mitad de un vaso. ¿Cuántas veces te he dicho que no toques la cocina si yo no estoy en casa?

—No sé. ¿Dos, tres veces?

—¡Desde los diez años, Marie Lou!

—¡Pero no me regañes! Aquí el que debe estar recibiendo una regañada eres tú. ¿Por qué no me contestabas el teléfono?

—¿Será porque estaba en un avión? —escupo con ironía y ella me mira.

—El primer mensaje que te lo envié cuando saliste del avión.

—Eres un grano en el culo, Marie.

Ignorando su mirada mordaz tomo el asa de mi maleta caminando hacia mi habitación. Cierro la puerta con seguro antes de que ella entre, no es mucho tiempo después que ella está aporreándola exigiendo que la deje entrar. Con esos agudos chillidos no me queda otra, mi hermana puede ser extremadamente constante y así es como ha logrado todo lo que se ha propuesto en la vida.

—Eso fue de muy mala educación, Bam Bam —Otra que me llama Bam Bam—. Vine hasta ti porque tengo cosas que contarte y tú me tratas de esta manera.

—Estuve cuatro horas en un avión, me llenas de mensaje y dañas otra cosa en mi cocina, Marie. ¡Ah! También sacas una llave de mi apartamento y yo en ningún momento te he dado permiso.

—Conseguí una llave maestra del edificio

—¿Qué? —me muestro incrédulo.

—Tal vez coqueteé un poco con Maxi y pues...

—¡Cállate! No quiero saberlo.

Marie forma un puchero y unas pequeñas lágrimas empiezan a salir. Ni me inmuto, mi hermana es una actriz de primera y a lo lejos se ven que esas son lágrimas de cocodrilo. La conozco demasiado bien.

—¿Por ... por qué ... me ... tratas ... así de mal?—dice entre sollozos.

—Para tu drama, Marie Lou, ya no tienes ocho años, no me puedes engañar—pero ella sigue con su lloradera y mi corazón empieza a doler. Odio ver a mi hermana triste, aunque sepa que está mintiendo. Adoro ver a Marie con una sonrisa de oreja a oreja, esa es ella, la felicidad andante. Me acerco a ella envolviéndola en un abrazo—. Lo siento, princesa. No debí hablarte de esa manera, deja de llorar.

—Te odio.

—No me odias, Marie Lou.

—No, no te odio—concuerda conmigo separándose de mí. Se seca las lágrimas de cocodrilo con una facilidad y luego me muestra una sonrisa gigante. Mi hermana está loca—. ¡Tengo que contarte algo importante sobre papá y la Barbie!

—Respeta a Cristal.

—Si ajá—responde ella con molestia evidente en el rostro. Joder, creo que ya sé lo que pasa—. Adivina...

—Papá le pidió matrimonio.

Ella frunce el ceño—, ¿cómo lo supiste?

—Tú actitud lo dice todo. Además, Cristal y Papá ya tienen cuatro meses saliendo, es demasiado tiempo para que aún no haya una boda de por medio.

—Tienes razón—suspira entrecortadamente. El brillo de sus ojos ha muerto—. Odio esto.

Marie ya no está fingiendo, sé que odia que papá actúe como un maldito adolescente, incluso yo no lo tolero, pero Marie al igual que yo ama a papá, ella es la niña de sus ojos, pero aunque nosotros mostremos estar renuentes a estas decisiones de mi padre él solo nos dice que es feliz y eso nos obliga a nosotros a mantenernos callados.

—Hablaré con él. Lo prometo.

—No lograras nada, Bam Bam.

—Si no te arriesgas, pierdes, Marie Lou.

Por aquí estoy en un cibercafé cumpliendo con mi deber, espero que disfruten el capítulo de hoy.

PD Si ven que los guiones son cortos, disculpen, la computadora en la que estoy me los borra :(

Estaré leyendo sus comentarios :)

Los quiero :)

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top