Capítulo 30.

—¡Y... estamos fuera! ¡Bam Bam, lo lograste!

Veo como todos al otro lado del vidrio insonorizado estallan en aplausos y gritos. Yo literalmente no me lo puedo creer, después de seis años tuve el valor de hacer esto de nuevo y realmente había olvidado lo fantástico que podría ser conducir un programa de radio. Por esta razón estudié lo que estudié, amé cada momento que estuve al aire, amé que las personas que más quiero hubiesen estado aquí, pero lo que más amé fue por fin dejar los malos momentos atrás y poder ser completamente yo de nuevo.

Blake "Bam Bam" Anderson está de vuelta y está para quedarse.

Liam me da unas palmadas en la espalda mirándome con admiración, él me estuvo acompañando en cada momento de la transmisión siendo mi mano derecha y apoyo.

—Gracias por acompañarme, Rayo Liam.

—Aww, me llamaste por mi apodo artístico. ¿Sabes dónde salió lo de Rayo Liam? —me mira pícaramente.

—¿Porque durabas poco en la cama?

—Ja ja, muy gracioso, Bam Bam.

—Ya hice un sacrificio llamándote de esa manera, así que no quiero saber porque tomaste ese apodo, sé que será algo grotesco. Solo espero que al menos dures en la cama con mi hermana, no quiero ver a Marie llorando porque el idiota con el que sale no la complace.

—Eres malo—sus ojos se encuentran entrecerrados observándome—. No hablemos más de mi apodo, ahora salgamos para que tengas una buena sesión de besos con tu nueva novia.

Mi novia.

Sé que poner etiquetas es algo estúpido e innecesario pero realmente quería tener la etiqueta de novio con Stella. Ella me encanta, me tuvo en sus redes la primera vez que nos vimos en esa iglesia y ganó desde hace mucho tiempo mi alma y corazón, la amo, no hay más nada que decir.

Nos dirigimos al otro lado de la cabina, donde están todos, la primera que me abraza es mi hermana, ella no está gritando o llorando como loca, solo se mantiene ahí, abrazándome fuertemente. Cuando se separa me mira fijamente a los ojos, está inexpresiva, es raro ver a mi hermana de esa manera.

—Eres el mejor ejemplo que puedo tener.

Mis ojos se llenan de lágrimas. Puedo acusar a mi hermana de loca, exagerada y dramática, pero la amo. Tal vez mi padre cometió un error mientras que estaba con mi madre y meterse con la madre de Marie, pero me dio a esa hermana que hace mis días felices.

—¿A si?

—Eres el mejor hermano del mundo, Bam Bam.

—No voy a dejarte cocinar en mi apartamento, Marie Lou—digo tratando de bromear antes de ponerme a llorar como un tonto—. Pero yo también pienso que eres la mejor hermana del mundo.

—Soy un desastre, admítelo.

—Eres un desastre, pero amo a este desastre—beso la coronilla de su cabeza para después separarme de ella.

Richard es el siguiente en darme un abrazo de felicitaciones y por supuesto, como buen empresario que es ya me advirtió que sería locutor en jefe de IBWM. Sammy fue la siguiente y ella si está llorando a moco tendido, le beso en la mejilla haciendo que ella llore aún más. Veo a Stella quien se ríe en la esquina de la habitación, me hace un gesto con su mano apoyada en su vientre y luego señala a Sammy, me quedo tieso.

—¿Ya se lo dijiste? —Susurro bajito en su oído, ella niega aún con su rostro de lágrimas oculto en mi cuello—. ¿Prometes que yo seré el padrino?

—Eso no tienes ni que decirlo, Bam Bam—su voz suena ronca por las lágrimas.

—Vas a ser una maravillosa mamá.

Theo es el siguiente en darme un abrazo, yo se lo devuelvo con mucha más felicidad. Hay doble celebración, solo que él... aún no lo sabe. Iris separa a Theo de mi envolviéndome fuertemente y con emoción.

—Bienvenido de vuelta, colega.

—Gracias, ojos bonitos.

Y ella es la última, como siempre dejando lo mejor para el final. Ella me apapacha, al parecer tomó la costumbre de Marie para esto, besa mi mejilla una y otra vez hasta que por fin consigo mover mi cabeza para que sus labios queden justamente sobre los míos. Una fila de fuegos artificiales hacen presencia cada vez que la beso, acarició su espalda con ímpetu haciendo que nuestro contacto boca a boca se intensifique.

—Cuidado y te la comes, Bam Bam.

Stella se separa avergonzada pero aún sin sonrojarse. Picoteo sus labios por última vez dándome vuelta hacia los demás.

—¡Lo logramos!—exclamó emocionado.

Todos gritamos, aplaudimos y silbamos. Theo grita que hay que celebrarlo con algunas copas así que colocamos todo en su lugar y salimos de la cabina para dirigirnos a algún bar para celebrar.

—Gracias por estar aquí—le digo a Stella caminando un poco más lento dejando que los demás se adelanten—, eres la principal motivación de porqué pude lograr esto.

Stella va a responder cuando un carraspeo se escucha a nuestras espaldas. Alana mira a Stella con rabia, siento como Stella se tensa cuando mira a la mujer de ojos azules. Su rostro se ha vuelto pálido mientras mira fijamente a Alana.

—Felicidades, Blake. Escuché la transmisión, estuviste maravilloso.

—Gracias, Alana.

Siento como algunos se han detenido junto a nosotros, dando una rápida mirada me encuentro con un Theo enojado y una Sammy espantada, tan espantada como Stella.

—¿Cómo estás? —le pregunta Alana a Stella dejándome aún más confundido. Stella no responde aun viéndola fijamente, Alana sonríe de esa manera que hace que los vellos de mi cuello se ericen—. ¿Te comió la lengua el ratón... Berry?

El fuerte agarre de Stella se vuelve débil, yo no puedo estar más que confundido, miro a Theo para cerciorarme de su reacción y él está igual de extrañado en cambio Sammy... ella está blanca como el papel viendo hacia otro lugar.

—Pero miren a quien tenemos aquí—Víctor Williams se acerca por la espalda de su hija, Stella está a punto de desmayarse.

—¿Estas bien, Pebbles? —le susurro pero no demasiado bajo, ocasionando que los demás escuchen.

—¿Probando nuevos apodos? —Vuelve a decir el idiota de Victor—. Es bueno volver a verte.

—¿Qué coño quieres?—pregunto molesto al ver como mira lascivo a mi novia.

—¿Yo? Nada, al menos por ahora. Solo quería ver a Berry y que ella supiera que la he encontrado después de tanto buscarla.

Stella se deshace de mi agarre y huye del lugar siendo seguida por Sammy.

—¡Stella! ¡Stella espera!—Voy a ir detrás de mi novia al igual que lo hace Sammy cuando la voz de Victor me congela.

—¿Ella no te ha dicho nada, verdad?

—Te dije que no sabía nada, papá—Alana le lanza una mueca—, está demasiado embobado por esa puta, al igual que tú lo estás.

Voy a decir algo cuando Víctor agarra fuertemente a Alana del brazo haciendo que ella se encoja del dolor.

—Te he dicho que no le digas de esa manera.

—Lo lamento, padre.

Víctor la suelta y nuevamente vuelve a mirarme.

—¿Por qué la llamas Berry? —debo preguntarle, porque las dudas me estas comiendo vivo.

—Por qué así es como la llamaban, sin embargo nunca conocí su verdadero nombre por más que se lo pedí—Es el turno de Víctor de hacer una mueca amarga—. Berry te está ocultando cosas, Blake, cosas que estoy seguro de que si te enteras la alejarías de ti.

—Tú no sabes como soy yo.

—No, es cierto, pero escúchame bien, Berry es mía y no voy a dejar que tu ni nadie tenga lo que es de mi posesión.

Voy a darle un puñetazo pero Theo, quien se ha mantenido en silencio a mi lado, me toma del brazo antes de que mate al imbécil que tengo en frente.

—Vamos Blake, no es momento de hacer esto, necesitas buscar a Stella.

Él tiene razón, debo buscar a Stella y pedirle una explicación de todo esto.

Dándoles una mirada de muerte corro junto a Theo hasta la salida encontrándonos con los demás con rostros confundidos, solo Sammy está a punto de romper a llorar. No hay rastro de Stella.

—¿Dónde está Stella? —le preguntó a Sammy.

—Blake yo...

—¡¿Dónde está Stella?!—grito está vez sobresaltando a ella y a todos.

—¡Hey, hermano! Recuerda que es mi esposa.

Trato de controlarme pero estoy desesperado. Samantha me mira con arrepentimiento.

—Fue a su apartamento—la dejo atrás pero ella grita mi nombre con urgencia—. Corre y no la dejes huir de nuevo.

Estoy seguro que infringí algunas leyes de tránsito porque llego al conjunto residencial de Stella solo quince minutos después. El portero me deja pasar con una sonrisa debido a que ya estoy en la lista blanca de visitantes para Stella. Voy a jodidamente asegurarme que ni Víctor ni Alana entren alguna vez en ella.

Cuando por fin el ascensor me deja en su piso, tocó varias veces el timbre pero no hay respuestas de ella. Empiezo a asustarme, con un puño toco la superficie de madera y poco después me encuentro gritando su nombre.

—¡Abre la puerta Stella! ¡Stella! ¡Abre! —pero nada, trato de tranquilizarme antes de que me dé un colapso en medio del pasillo—. ¡¿Pebbles?! ¡Pebbles, por favor, abre la puerta!

No digo más nada, solo espero hasta que por fin la puerta es abierta por una sollozante Stella Foster.

Pebbles... —me acerco a ella para abrazarla pero ella niega con su cabeza estirando sus brazos al frente evitándome, me quedo perplejo—. ¿Pebbles?

—No soy Pebbles, Blake. Soy Stella, llámame Stella—dice ella suplicante.

—Está bien... Stella, ¿que está pasando?

Ella va a hablar pero se arrepiente nuevamente negando con la cabeza.

—Tienes que irte.

—No sin antes darme respuestas... ¿Quién coño es Berry?

—Ahora no, Blake—vuelve a sollozar y me parte el alma verla así.

—Necesito que me expliques...

—¡Dije que ahora no, Blake!

Y exploto.

—¡¿Entonces cómo quieres que actúe luego de que ese miserable me dijera que más nadie te podía tener?! ¡Habló de ti como si fuera tu dueño! ¡¿Por qué coño te llama Berry?!

—¡Porque soy Berry!

—No entiendo, ¿te llamaban así antes?

Stella solloza descontroladamente hasta que minutos después logra calmarse un poco.

—Berry es una prostituta—dice finalmente en voz baja—. ¿Entiendes ahora, Blake? Esa Stella a la que tanto veneras es una jodida prostituta.

—¿Qué quieres decir? —digo tan bajo que pienso que es inaudible para ella hasta que al final responde mi pregunta.

—Víctor Williams me compró para su placer.

Y es como si una bomba hubiera explotado en mi cara por todo lo que ha pasado en tan poco tiempo. La miro a esos ojos marrones que me robaron el corazón hace meses atrás, necesito respuestas y todas las voy a conseguir con ella.

—Tienes que hablarme de tu pasado.

—No Blake, tienes que alejarte de mí y buscar a alguien que te merezcas.

Por eso sus actitudes, por esta razón su inseguridad con respecto a nosotros es tan grande.

—Stella, debemos...

—Quiero que te vayas.

Pebbles...

—¡Vete, Blake!—su rostro se descompone y vuelve a llorar—. Te amo, por eso cuando te digo que no soy suficiente es porque no lo soy. No quiero... no quiero volverte a ver más nunca, ¿entiendes?

Y sin más cierra la puerta detrás de ella, rompiéndome el corazón en mil pedazos y dejándome mil preguntas en la cabeza, pero la principal de ellas es... ¿Quién es Stella Foster?

Fin.

Pues... sin palabras.

Cuando inicié este libro esta completamente segura de como iba a ser el final, ya lo tenía armado en mi cabeza y déjenme decirles que quedó exactamente como quería que quedara.

Así que... Las amenazas de muerte pueden escribirse en esta sección xD

Hay una info importante en los agradecimiento así que si quieren lo leen, no es obligatorio ah.

Ultimo capítulo es dedicado a ti Karent, no te me quedaste por fuera :) Si me faltó dedicación para alguien díganme para anotarlos y si leen el segundo libro con gusto se los dedicaré.

Sin más que decir, mil gracias por leerme.

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