Capítulo 25.
Quise ir esa misma noche a buscar a Liam para que me explicara qué había sucedido con mi hermana, le prometí a Marie que no le haría daño... al menos no demasiado. El tipejo Sean quedó en el pasado luego de que los tres nos enfocáramos en una película de cero romance, la sangre manchó la pantalla un par de veces y Marie no cabía de la emoción, al contrario de Stella que cubrió su bonito rostro en mi cuello un par de veces.
Al momento de irnos a dormir, Marie Lou nos agradeció por tenerle paciencia y luego se retiró a la habitación de invitados. Yo no pude olvidar las palabras de apoyo de Stella para Marie por lo que me acerqué para besarla saqueando su boca con mi lengua, en poco tiempo terminamos desnudos sobre mi cama e hicimos el amor en varias ocasiones.
Ya para la mañana siguiente me había despertado con un exquisito olor y unas risitas femeninas provenientes de la cocina. Sabía que mi hermana no era la que estaba cocinando sino la mismísima Stella, si hubiese sido lo contrario ya tendría que estar llamando a los bomberos. Comimos los tres a gusto y solo con mirar a esa Stella sonriente sabía que esa mujer se estaba convirtiendo en una de las personas más importantes de mi vida.
Sé que piensa que ella no es suficiente para mí, lo dice por su pasado, aun no sé de qué se trata del todo, pero hasta ahora yo solo veo a una mujer servicial, cariñosa, bondadosa y entregada a su trabajo, no podría tener un mal concepto de ella. El pasado nos marca, yo más que nadie sé eso y hasta que Stella no hable sobre el suyo le costará salir de ese pozo de inseguridad que hasta ahora vive en ella.
Llevé a Marie Lou a la universidad prometiéndole a Stella que pronto saldrían al centro comercial, ella encantada la había respondido que tenía su número y solo debía marcarle para concretar una cita, en tan solo pensar en una salida de ellas dos me causaba escalofríos.
Ahora me encuentro estacionado frente la residencia de Stella, ella iría a su oficina hasta la tarde después de que se acomodara en su casa. Después de que detengo por completo el jeep Stella se inclina sobre su asiento hacia mí para besarme, sus labios tan suaves como siempre acarician los míos como si de la seda se tratara, me molesta saber que voy a dejarla, realmente no quiero estar ni un minuto separado de ella y sé que eso está mal porque no puedo depender totalmente de esa mujer. Pero me está volviendo loco así que opto por decírselo al separarnos.
—Tú también me vuelves loca, Bam Bam.
—En el buen sentido, espero.
—En un muy buen sentido—Picotea mis labios y se aleja con una sonrisa—. ¿Vas a la emisora?
—Debo ponerme al día con el trabajo—digo después de asentir con la cabeza como respuesta.
—Y supongo que también quieres acosar a Liam con tus preguntas.
Ella tiene razón pero no digo nada.
»Oh Blake, tu hermana ya está demasiado grande para que amenaces a sus conquistas. Debes respetar sus decisiones, sean buenas o malas.
—¿Tu viste como estaba ella anoche? Pebbles, odio ver a mi hermana así de herida y si puedo mover cielo y tierra para que nada la lastime, lo haré.
Ella me mira con comprensión y tal vez un poco de admiración.
—Eres lo mejor que me ha pasado en la vida, Blake Anderson.
Mi corazón se acelera por esas palabras, no le hemos puesto ningún título a lo nuestro y tal vez este sea el momento adecuado para hacerlo.
—¿Eso significa que eres oficialmente mi novia?
—Uhm, creo que esa es otra cosa que debes agregar a la lista de Stella.
—Aún no hemos resuelto el tema de que seas mi decoradora de interiores—le recuerdo.
—Entonces tienes nuevamente dos puntos en la lista, Bam Bam tiene mucho trabajo.
Sin esperar más, baja del Jeep y con un guiño da media vuelta para dirigirse a la puerta del edificio, cuando está ahí, besa la palma de su mano y sopla enviándome el beso, como idiota hago un ademán con mi mano como si tomara aquel beso, luego extiendo mi mano sobre mi pecho para que ese beso quede guardado por siempre en mi corazón.
Con esa estúpida sonrisa en mi rostro pongo en marcha el jeep camino a la emisora. Poco tiempo después ya estoy deslizándome fuera del auto ya estacionado en su lugar, subo por el ascensor hasta el piso de la cabina de IBWM, sé que Liam está ahí haciendo quien sabe qué cosa, él pasa más tiempo en este lugar que en su propio apartamento según él porque se sentía solo, lo entiendo, a veces estar en un lugar en total silencio puede ser perturbador, mi apartamento era mi santuario y me gustaba estar allá aunque en algunas ocasiones me cansaba estar a solas, pero cuando Stella estaba ahí sabía que ese era mi hogar, un lugar encantador. Me detengo en la puerta digiriendo esos pensamientos, ¿realmente mi hogar era ese apartamento o la mismísima Stella?
La puerta de la cabina es abierta y un sonriente Liam me observa, mis pensamientos hacia Stella se alejan y dejan paso a los de mi hermana con Liam, la sonrisa de idiota que he tenido toda la mañana se borra dejando así una línea fina y el ceño particular de Stella que poco a poco he ido perfeccionando.
—¿Qué? —pregunta Liam al ver mi repentino cambio de humor.
—Entra, debemos hablar.
—¿Sobre qué? —cuestiona pero sin embargó me obedece y se adentra en la cabina.
—Quiero saber qué coño está pasando entre mi hermana y tú.
Soy muy directo, Liam palidece y su frente empieza a perlarse del sudor. Eso me pone en muchísima más alerta, Marie había dicho que había hecho algo del que tal vez se arrepienta después, mi mente ya estaba maquinado que era ese algo y Liam me lo acaba de confirmar.
—¿Te acostaste con mi hermana?
—Blake...
—Quiero un sí o un no, no es demasiado difícil de responder, Liam.
Liam toma aire y el color vuelve nuevamente a su rostro—. Te daré una respuesta: Ese no es tu problema.
—Te estás ganando un puñetazo de mi parte—le advierto molesto pero hay un rayito de admiración ahí, que me haya enfrentado de esa manera sabiendo que todo lo que se refería a mi hermana para mí era delicado, él tiene las pelotas bien puestas.
—¡Pues pégame! Pero no voy a decirte nada de lo que pasa entre tu hermana y yo porque son cosas que solo nos importan a Marie y a mí—hace una pausa y luego se sienta suspirando algo agotado—. Marie fue a mi casa, estaba destrozada porque un hijo de puta la había lastimado, le dije que iríamos a tomar una copa para que nos relajáramos. Bebimos demasiado, regresamos a mi apartamento y... pasaron cosas.
—¿Pero no considerabas a mi hermana una loca?
—Cualquier persona con tres dedos de frente sabe que a tu hermana no solo le falta un tornillo sino la ferretería completa.
—¿Entonces por qué te metiste con ella?
—¡No lo sé, Blake!—grita alterado, vuelve a suspirar—. No lo sé, me besó, me gustó y pasó.
Nos quedamos en silencio, yo por mi parte dándole algún sentido a las palabras de Liam. Tomo asiento a su lado, le doy una palmada en el hombro, Liam me mira con algo de temor pero al ver que mi cara larga se ha ido, me sonríe.
—Solo prométeme que no le harás daño, Liam. Amo a mi hermana y odio verla triste.
—Prometo no lastimarla, al menos no a propósito, sabes que a veces puedo ser un idiota.
—¿A veces? Yo creo que todo el tiempo—me río y él me sonríe.
—Idiota.
—¿Sabes quién es ese tal Sean?
—Marie no me contó mucho sobre él, solo que es un tipejo de su universidad.
—Quiero golpearlo hasta sacarle la mierda.
—Te entiendo, yo estoy en las mismas.
Es raro escuchar eso por parte de Liam. ¿Quién iba a pensar que mi hermana puede tener algo con uno de mis mejores amigos? Siempre pensé que acosaría al hermano de Theo hasta que éste aceptara casarse con ella.
La puerta de la cabina es abierta por Iris quien al vernos alza su ceja inquisitivamente.
—¿Qué pasa?
—Liam se está acostando con mi hermana—me encojo de hombros como si no hubiese dicho nada del otro mundo.
—¡Blake!
—¿Qué? ¿Acaso no es verdad?
—Por Dios, ¿Liam y la loca de tu hermana? ¿Qué sigue? ¿Yo casándome con alguien que quiero?
—Eso no es gracioso—le digo. Sé que Iris le afecta el tener casarse con el idiota de triple B.
Ella de encoje de hombros como si no le importara—. Me estoy haciendo la idea, Blake. ¿Qué mejor que verle el lado bueno a las cosas? Tal vez no me preocupe si el idiota me quiera engañar, más bien me sentiré feliz si eso sucede.
—Odio a tu padre—masculla Liam con los brazos cruzados.
—No eres el único—lo secundo.
—No importa lo que ustedes piensen, ni tampoco lo que yo piense. Mi padre es un grano en el culo.
—Tal vez podamos decirle a Marie que haga una de las suyas para que tu padre te deje tranquila.
—Evitemos meter a tu hermana en asuntos en donde ella pueda ocasionar una destrucción masiva—replica Liam.
Nos quedamos charlando un rato más hasta que el tema de mi viaje junto a Stella empieza a ser mencionado. Les cuento a ambos como fue la terrible experiencia con la familia Butler y los intocables—cabe destacar que Liam se partió el culo de la risa por aquel nombre—, además les dije lo que había sucedido con Stella en el avión. Iris daba saltitos de alegría cuando le hablé de lo que pasó en el auto hace unas horas, ella está segura de que Stella es la indicada.
—He pensado en algo para convencerla de ser mi decoradora de interiores.
—Lo importante no es que sea tu decoradora, lo importante es que acepte ser tu novia—Liam me mira con obviedad.
—Eso puede esperar, tengo otra idea para eso y yo solito me encargaré, pero si necesito ayuda con lo otro.
—¿Qué necesitas?—Iris se recuesta sobre la consola.
—Que me ayuden a volver ahí—Señalo al otro lado del cristal insonorizado, justo en el asiento de tela que está detrás del micrófono dorado—. El primer paso para que Stella acepte algo de mi lista es ponerme los pantalones y volver a la locución.
—Oh Dios mío, oh Dios mío, oh Dios mío—Los ojos de Iris están cristalizados como si no pudiera creer lo que está escuchando mientras que Liam tiene sus ojos abiertos de par en par.
—¿Estás seguro?
—Como nunca.
—Pues cuenta conmigo—Liam me palmea la espalda.
Iris de acerca a mi abrazando me en el proceso—. Cuenta conmigo también, Bam Bam. Lo vas a lograr.
La puerta de la cabina es abierta nuevamente, mostrado sorpresivamente a Theo. Hace años no pasaba por la emisora, voy a contarle sobre mis planes cuando me cercioro de su pálido rostro.
—¿Qué sucede? ¿Qué haces aquí?
—Vine a hablar contigo sobre tus días fueras en Canadá—cierra tras él con seguro—, pero apenas entré los vi.
—¿A quiénes?—Iris presiona a Theo.
Theo me mira con preocupación.
—Victor Williams... y su hija.
—¿Alana está aquí? —pregunto en un susurro.
Theo asiente y yo no sé qué pensar. ¿Por qué ella tiene que aparecer en este momento?
Porque soy la mejor, ¡hoy no solo tendremos un capítulo sino 2! Y están bien cargados wii
¿Qué piensan que pasará con Alana?
Este capítulo es para ti Ailed <3 Espero que guste :) Recuerden que dedico capítulos a aquellos que voten y comenten.
Nos leemos en un ratito.
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