—No puedo creer que sea el segundo en enterarme—Theo me mira dolido—, lo más insólito es que la primera en enterarse fue Iris.

Theo refunfuña al otro lado de la mesa que estamos compartiendo en una cafetería, mi mejor amigo me exigió—luego de que finalmente le contestara el teléfono—, que nos viéramos lo más pronto posible. Al menos tuve la oportunidad de comunicarme con mi papá para que cuidara de su joven prometida antes de que Marie Lou cometiera asesinato.

No sé en que estaba pensando Cristal, mira que pedirle a la hija de tu novio, quien está desde el principio reacia de su unión, que sea una de las damas de honor para su boda, es la cosa más estúpida que podría haber escuchado en mi vida, más incluso conociendo a Marie Lou, todos sabemos que a mi hermana le faltan un par de tornillos.

Papá me agradeció haberle informado a tiempo, sabía de lo que su hija era capaz y estaba algo enojado por la manera en que ella había reaccionado con su prometida, yo por mi parte no respondí a sus quejas, ya habíamos hablado sobre ello, sabía que mi apoyo siempre iba a estar del lado de mi hermana... a pesar de sus ideas extrañas, es mi deber como su hermano mayor.

Luego de colgarle a papá, una nueva llamada de Theo se hizo presente y luego de haberle contestado me acusó de decirle algo a Iris que él no sabía, la cuestión del asunto es que ni el mismo tenía conocimiento de ese "algo" que le había contado a Iris. Mi bonita amiga pensó que sería divertido mortificar a Theo con un mensaje diciendo "Yo sé algo de Bam Bam que tu no, alguien te ha remplazado". Theo rompió mi celular con sus llamadas y mensajes. Pensarán que es tonto, pero Theo se toma muy enserio su puesto como mejor amigo, además odia perderse chismes jugosos.

—Creo que deberías superarlo—sugiero, por su bien.

—¡Tuviste sexo con la mujer que te trae loco!—grita aún más fuerte que Iris—. ¿Hola? ¿Dónde está la lealtad hacia tu mejor amigo para contar los malditos detalles?

—Ya lo hice.

Y es así, apenas nos encontramos me abordó de forma directa preguntándome lo que había pasado—además de exigir cada maldito detalle—, y así lo hice, le conté lo mismo que a Iris, solo que esta vez confesé en voz alta, sin pelos en la lengua que me estaba enamorando de Stella.

—¡Pero no fui el primero!

—Realmente todavía no termino de entender que te vio Sammy.

—Sammy vio a un buen hombre que la ama y que ¡Ah! ¡Es leal a sus malditos amigos!—me lanza una mala mirada haciéndome reír—. Vamos, ríete, gilipollas.

—Deberías estar contento por lo que pasó.

—Y lo estoy, me alegra que luego de todos los malos momentos que has pasado al fin algo bueno ha sucedido—toma un sorbo de su taza de café—. ¿Ahora qué? ¿Qué harás con Stella? ¿Cuándo lo harán oficial?

—Pues... no lo sé.

Y realmente no lo sé, no quiero precipitarme a confesarle mis sentimientos a Stella y que ella huya despavorida diciendo que no quiere tener nada conmigo. Gracias, ya tuve un momento de esos y estaba en medio de una transmisión radial.

—Tienes que decirle que haces un charco bajo tus pies gracias a tu baba.

—¿Vas a aprovechar cada minuto que tengas para burlarte de mí, verdad?—Él asiente rápidamente.

—Tal y como tú lo hiciste conmigo—me señala con su dedo índice—. La venganza es tan dulce como dicen.

A las seis de la tarde estoy estacionando en el edificio de oficinas de Stella, me había enviado un mensaje para que pasáramos un rato luego de que ella terminara de trabajar, el problema era que yo a las ocho debía estar en la emisora para el programa nocturno, cuando me di cuenta de eso ya era demasiado tarde porque había aceptado el encontrarme con Stella. Sabía que cuando estuviera a mi lado no querría volver a la emisora y no podía faltar nuevamente, no era ético, por lo que tomé una seria decisión.

Stella escucharía el programa... desde la cabina.

Solo rogaba a Dios que las personas indiscretas no se encontraran a esa hora en los alrededores y mucho menos encontrarme con alguno de los directivos, no quería tener un rato incómodo y tampoco quería que Stella lo pasara.

Luego de estar diez minutos esperando, veo a Stella enfundada en una falda larga de tubo y su particular camisa blanca caminando con una sonrisa de oreja a oreja hasta mi jeep. Bajo de mi auto y cuando Stella llega hasta mi nos fundimos en un suave beso que mueve cada fibra de mi cuerpo. Nos separamos con otra presión de labios y después abro su puerta asegurándome de que suba sin problemas al jeep. Camino nuevamente hasta mi puerta, poco después adentrándome en el cómodo asiento detrás del volante.

Antes de iniciar a conducir la miro con una sonrisa, ella correspondiéndome el gesto y yo sin poder evitarlo me inclino y la beso nuevamente.

—¿Cómo estuvo tu día?—pregunto acariciando la palma de su mano con las puntas de mis dedos.

—Estuvo bien, algo atareado, pero eso es bueno.

—¿Te gusta estar atareada en el trabajo?

—Es mi fuente de ingreso—ella se encoge de hombros—, así que tener mucho trabajo es lo máximo para mí. Ahora cuéntame, Bam Bam, ¿a dónde vamos?

Giro la llave en el contacto encendiendo por completo el auto, poco después estoy zigzagueando en la vía rumbo a la emisora.

—Estaba tan emocionado por verte que olvidé que tengo programa esta noche—confieso algo sonrojado y agradeciendo que las luces internas el jeep están apagadas evitando que ella pueda verlas—, pero de camino se me ocurrió una buena idea.

—¿Y esa buena idea es?

—Llevarte conmigo, serás la afortunada de ver como se transmite un programa de radio.

Por el rabillo del ojo puedo notar como se encoje en su asiento, incómoda con mi proposición y temo haber dicho algo malo, rápidamente rememoro mis palabras y veo que no fue así, lo único posible que la pueda incomodar es que le haya dicho que vamos a mi área de trabajo.

—¿Pasa algo?

—No, todo está bien—Poso mis ojos rápidamente en ella y con la misma velocidad los enfoco en el camino—. Solo... nunca se me pasó por la cabeza que conocería una cabina de una radio.

Me relajo en el asiento al notar un poco de entusiasmo en su voz.

—Te va a encantar, aunque te advierto que lastimosamente conocerás a Liam.

—¿Rayo Liam?

—Por favor, no le digas de esa manera—le advierto—, no quieres escuchar la proveniencia de ese estúpido apodo.

Entre temas triviales y con nuestras manos entrelazadas durante todo el camino, llegamos a la emisora, estaciono mi jeep en su puesto habitual y con emoción bajo de él. Stella no me da tiempo de llegar a su puerta para abrirla, ella ya se está bajando del auto con una sonrisa de suficiencia.

—Debes ser más rápido para la próxima, Bam Bam.

—¿Más rápido? Puedo ser muchísimo más rápido.

Y no estoy hablando de llegar a la puerta del copiloto a tiempo.

Tomamos el ascensor, presiono el botón del piso dos y mientras este sube tomo a Stella de la cintura para besarla. Si, puede que mi nuevo pasatiempo favorito sea el besar a Stella Foster. Ella ríe mientras picoteo sus labios, son los más dulces que he probado hasta ahora.

—Eres. Demasiado. Hermosa—digo entre besos.

—Y. Tu. Eres. Increíble—responde ella de la misma manera.

Si Theo nos viera él tendría aún más material para molestarme.

Llegamos a nuestro piso, como es habitual a estas horas los pasillos están algo desiertos, pero siempre aparecen esos trabajadores que parecen zombis rondado por el lugar. Afortunadamente no nos cruzamos con algún curioso, entramos a la cabina de IBWM, Liam está concentrado en su laptop por lo que no se percata de nuestra presencia.

—¿Qué estás haciendo?

—Editando el material que me distes, es tan aburrido, no tiene nada que ver conmigo—Aun no levanta la mirada por lo que todavía no ha visto a Stella quien inspecciona la cabina lentamente—. No entiendo cómo es posible que esa mujer esté... Ehh, hola.

Liam mira a Stella con curiosidad, ella no le sonríe solo lo observa sin expresión alguna, tal y como es ella.

—Hola.

—Vaya, no me dijiste que esta noche tendríamos compañía, Bam Bam—Sube y baja sus cejas pícaramente, levantándose de su silla y acercándose a Stella para extenderle la mano—. Soy Liam Harris, locutor del programa de este tonto y también su amigo.

Stella arquea un poco las comisuras de sus labios extendiéndole su mano a Liam para estrechársela—: Soy Stella.

—Lo imaginé, eres a quien le dediqué el programa de hace unas semanas.

—Lo soy, por cierto, gracias por el mensaje.

—No hay de que, lo haré cada vez que Bam Bam me lo pida—asegura él guiñándole el ojo.

—¿Estás listo?—interrumpo algo fastidiado de Liam.

—Muy listo, solo esperaba por ti.

Me cercioro de la hora en mi reloj, faltan cinco minutos para iniciar, llegamos justo a tiempo.

—Entra a la cabina y prepárate.

—De acuerdo—toma su laptop y sus papeles, antes de entrar a la cabina se detiene sonriéndole a Stella—. Disfruta del programa, estaré al otro lado del cristal.

—Buena suerte—desea ella y Liam finalmente se va a su lugar.

Me siento en la silla que antes Liam ocupaba, le hago un gesto a Stella para que tome asiento a mi lado, ella lo hace para después mirar el panel con curiosidad.

—¿Alguna vez te has confundido entre todos esos botones?

—Cuando era un novato, pero no duró mucho. A diferencia de los demás era bueno con los botones.

—Oh, yo sé de primera mano que eres bueno con los botones—me sonríe pícara.

—Eres una mujer muy sucia—mascullo divertido pero al parecer a ella no le causa gracia ya que su sonrisa se borra de inmediato dando paso a ese ceño fruncido que desde hace un tiempo no me ha dado—. Lo siento, no debí decir eso.

—Sí, no debiste.

—Realmente lo siento—busco la mano en su regazo entrelazando sus dedos con los míos, su tensión creciendo un poco más.

Stella evita mi mirada, trato de buscarla tomando con mi mano libre su mejilla y lo que veo me deja destrozado. Sus ojos están cubiertos por una gruesa capa de lágrimas sin derramar, me alarmo por completo y me culpo por ser el que haya ocasionado eso. No solo quiero que me disculpe sino también quiero eliminar esa mirada desolada, por lo que algo ingenioso se me ocurre. A ella le gusta llamarme Bam Bam, vale, tal vez ella pueda ser mi Pebbles.

—Lo lamento, mi Pebbles—Me mira con confusión por lo que le aclaro—: Pebbles Picapiedras, la hija de Pedro y Vilma y la futura novia de Bam Bam.

Frota sus ojos aún sin derramar lágrimas para después sonreírme sutilmente, se acerca para besar cortamente mis labios y luego entrelazamos nuestras manos libres quedando así ambas enredadas.

—Eres muy cursi.

—No me gusta verte triste por mi culpa, tengo que solucionar esas meteduras de pata de mi parte.

Nos miramos fijamente, nuestros ojos diciendo todo lo que sentimos. Le demuestro todo lo que estoy sintiendo.

—Ehh, perdón por interrumpir esta escena de película, pero Bam Bam, falta poco—notifica Liam interrumpido el momento en la puerta de la cabina.

No le reprocho nada, hizo bien en intervenir, él vuelve a su lugar y yo preparo todo colocándome los audífonos. Miro nuevamente el reloj, faltan segundos. Alzo mi mano derecha con los cinco dedos extendidos, cuando empieza la cuenta regresiva.

Cinco.

Cuatro.

Tres.

Dos.

Uno.

—Estamos al aire.

Liam da la habitual bienvenida a los radioescuchas y nombra la nueva interacción que tendremos en redes sociales en donde las personas podrán elegir la música que ellos quieran escuchar. Cuando la primera canción empieza a sonar por los altavoces me percato de la mirada atenta de Stella hacia mi persona, al ver como yo también la miro, pero con confusión, ella dice:

—Me pregunto, ¿cómo será ver a Blake Anderson dentro de esa cabina, detrás del micrófono?

Tardo un poco en responder, pero lo hago, como puedo—: Sería interesante.

—¿Has pensado en iniciar una terapia para volver?

Lo he hecho, mucho.

—A veces—respondo al cambio—, pero creo que sería muy difícil.

—Todo en la vida es difícil.

—Lo sé—concuerdo con ella—, pero no sé si tengo el valor de sentarme en ese lugar y hacer como si estuviera al aire.

—Pues yo creo que debemos intentarlo. Tal vez lo que debemos imaginar es que estamos al aire, todo después surgirá.

—¿Debemos?—inquiero confundido al ver como se incluye en la oración.

—Sí, debemos. Estaré ahí para ti, Blake, pase lo que pase.

¡Hola!

Mi corazón late cada vez más rápido con Blake, este es uno de mis niños consentidos <3 

¿Competencia entre Iris y Theo? ¿Para cuando Blake y Stella nos confirman noviazgo?  ¿Stella incómoda al final por las palabras de Blake?

¿Bam Bam y Pebbles, que tal los apodos de este libro, les gusta? #TeamBamBamYPebbles 

A pedido de Mica (Micabea96) hoy tenemos capítulo xD. Capítulo dedicado a MedicenNiuska, espero que te haya gustado <3

Sin más que decir, nos estamos leyendo.