Capítulo 12.

Theo y Sammy regresaran hoy a los Estados Unidos luego de sus fascinantes semanas en tierras mexicanas, me alegra demasiado, ya su esposa tuvo tiempo de disfrutar con mi mejor amigo, ahora me toca a mí ser un intenso con él. Quería hablarle sobre mi cita con Stella o sobre la propuesta de Richard para el programa. Si, tal vez piensen que solo utilizo a mi amigo para desahogarme pero toca cobrármelas, cuando estuvo conquistando a su ahora esposa era una pesadilla, siempre me pedía consejos, a mí, al que rechazaron una propuesta de matrimonio y el que no había tenido una cita por un montón de tiempo. ¿Entienden la lógica de Theo?

Theo y Sammy vivirían en Nueva York por el trabajo de ella en el hospital. Theo está en busca de trabajo pero no tendrá que buscar demasiado, lo necesito para un nuevo proyecto que ha estado en mi cabeza y sé que no podrá rechazarlo, el problema va a ser Richard cuando se entere de que el nuevo multifunciones que necesito será nada más y nada menos que Theo Brown, la va a flipar y de seguro consigo mi primer despido.

Me había ofrecido a mis amigos para buscarlos al aeropuerto y llevarlos a su apartamento, por lo que ahora me encuentro parqueando el auto en el estacionamiento del aeropuerto.

He estado intercambiando algunos mensajes con Stella, me ha contado sobre una fiesta que está preparando a su peor clienta, dice que su familia es totalmente insoportable pero que la chica a pesar de todo es una buena persona. Me platica sobre los lugares a las que ha tenido la oportunidad de conocer mientras está en Canadá y yo les comparto mis experiencias con dicho país.

Cuando era pequeño, mi madre le encantaba poder viajar de un lugar a otro, cada vez que tenía una oportunidad me llevaba con ella, planificábamos nuestros viajes por meses, era... fantástico. Canadá fue uno de nuestros destinos. Ahora no viajo mucho, tengo el tiempo y el dinero pero no la disposición, que es uno de los elementos importantes para planificar un viaje perfecto.

Pues la última semana ha sido así, conversaciones triviales con Stella, trabajo, más mensajes con Stella, visitas molestas de mi hermana y más trabajo. No me quejo, es la vida que elegí.

Bajo del jeep luego de aparcarlo correctamente entre dos autos y luego camino dirigiéndome a la entrada principal del aeropuerto. Según mi reloj, ya son las seis y veinte por lo que el avión ya tuvo que haber aterrizado, cosa que confirmo cuando veo a Theo succionando a lo lejos a Sammy. Si ya eran una molestia empalagosa, ahora se han convertido en una piedra de azúcar en mi zapato, esos dos derraman miel por todos lados.

Con cuidado, me acerco y los envuelvo en un abrazo, aún ellos tragándose sus lenguas. Se separan al sentir mi contacto, Sammy enrojece tímida mientras que Theo me sonríe. Sus ojos están brillando, mi amigo está realmente feliz.

—Pero si es Bam Bam Anderson, señoras y señores, el que no obedece cuando le dicen algo y—remarca esa última letra—, ha salido después de seis años de su caparazón con, eh, ¿adivinen quién? ¡Con la mejor amiga de mi esposa!

—¿Ya acabaste?

—No, no, me falta algo...

—¡Cállate, Theo!—Sammy mira ceñuda a su esposo para luego abrazarme apretadamente. Su sonrisa es tan maniática que me causa un poco de temor—. ¡Gracias!

—¿Por qué le das las gracias a él? Bam Bam no fue el que te dio múltiples orgasmos en la luna de miel.

—¡Por Dios, Theo! No quiero empezar nuestro matrimonio mandándote a dormir en el sofá—Ambos me causan demasiada ternura, no puedo evitar sonreír felizmente por esos dos. Sammy se separa de mí para luego mirarme fijo—. No sabes lo que me costó que Stella aceptara tu invitación.

—Se supone que él no sabe—le susurra Theo.

Samantha luce espantada para luego darle paso a la vergüenza.

—Lo siento.

—Stella me dijo, tranquila.

—¿Stella te dijo que platicamos?—Sus ojos se abren desmesuradamente por el dato.

—Sí, me dijo que tu habías insistido con que ella aceptara y que no me dejara plantado. Gracias por ese favor, Sammy. Ahora con gusto seré el padrino consentido de sus hijos.

Con algunos intercambios de palabras y yo ayudando a Samantha con sus maletas, caminamos hacia mi jeep y poco después nos encontramos en la vía. Theo está refunfuñando en la parte trasera ya que Sammy le había pedido— o más bien exigido—, que fuera ahí, ella quería estar en la parte delantera conmigo.

—A ella le encantó esa salida, ¿sabes?

Una emoción aparece repentinamente en mi estómago al escuchar esas palabras.

—¿En serio?

—Hablamos de ti alrededor de una hora, Bam Bam. Estuve a punto de colgarle el teléfono porque estaba algo cansada de escucharle decir "Tenía tiempo que alguien no me hacía sacar una sonrisa, Sam"—Me sonrojo con aquellas palabras, saber aquello me hace sentir bien conmigo mismo, no porque puede que le haya gustado a Stella sino que por su ceño fruncido imagino que tenía un tiempo sin formar sonrisas y que yo le haya sacado varias me hace... feliz—. No sabes las ganas de llorar que me dieron cada vez que decía eso.

Vaya, entonces significa que lo de "Stella no muy social" es cierto.

—Hasta yo imaginé que sus hormonas estaban alborotadas y mi trabajo había sido exitoso—Entiendo la referencia, habla de Sammy embarazada.

—Theo.

—¿Qué, amor?—pregunta inocente—. Yo estoy hablando con la verdad.

Ignorando a Theo sigo mi conversación sobre Stella con Samantha.

—Quiero invitarla nuevamente a salir pero su trabajo en Canadá la retiene.

—Han estado hablando. ¡Pregúntale! Ofrécete para buscarla en el aeropuerto el día que llegue, te aseguro que la única persona que la recibirá ese día es el conductor de un taxi previamente contratado para estas situaciones.

—¿No crees que sea demasiado?

No quiero que Stella piense que soy un intenso o un desesperado, quiero llevar las cosas con calma para que todo funcione.

—Pues yo creo que es una fantástica idea y estoy segura que aceptará.

—Y si no acepta puedes quedarte tranquilo porque Sammy lo arregla con algunas palabras para su amiga—destaca mi amigo en la parte trasera ganándose una mala mirada de la pelirroja.

Una pregunta se formula en mi cabeza por lo que miro hacia Sammy—: ¿Cómo sabes que hemos estado hablando?

—¿Qué parte en la que te dijo que ella no para de hablar de ti no entendiste, Blake?—responde Theo por ella cosa que hace reír a su esposa.

Me quedo en silencio mientras ellos intercambian algunas frases indescifrables para mí. Me alegra demasiado la buena impresión que tuve en Stella e incluso me anima a escribirle para buscarla al aeropuerto y luego tal vez inventarme algún adicional para que terminemos cenando o comiendo un helado.

Durante el resto del camino Theo y Sammy me cuentan su experiencia en su luna de miel, obviamente mi amigo dándole algunos dobles sentidos a situaciones que tuvieron del lugar, incluso Sammy se le unió varias veces pero en ningún momento se me hizo incómodo, reía con cada ocurrencia de la pareja. ¡Por Dios! Los conozco de hace años y que me digan que tuvieron sexo en el ascensor del hotel no se me hace nada raro, mucho menos me impresiona cuando me dicen que Theo obtuvo una mamada en el bar del hotel. He escuchado experiencias peores de esos dos.

—Pediré algo para cenar, me imagino que te vas a quedar—intuye Theo.

Le niego con la cabeza, no quiero ser la tercera rueda, quiero que ellos disfruten la primera noche en su nuevo hogar.

—Claro que te vas a quedar—afirma Sammy antes mi negativa.

—Tengo cosas que hacer.

—¿Más importante que chismearme todo lo que ha pasado en la emisora?

—Sí, Theo, más importante que estar chismeando contigo. Dios mío, pareces una vieja que vive asomada en la ventana viendo quien entra y sale de la casa del vecino.

Theo me mira ofendido, Sammy hace un lindo puchero.

—Quédate, Bam Bam.

—Sammy, disfruta de tu esposo, mañana te lo robaré y ahí habrás deseado que yo no los hubiera conocido en la vida.

—Eso es mentira, Theo y yo estamos juntos gracias a ti.

—Y el corcho que me pegaste en la nariz—añade Theo dándole un toque de humor al asunto.

Cuando logro deshacerme de ambos y sus incesantes invitaciones a quedarme, subo al jeep para dirigirme a casa, debo planificar el programa de mañana y aún no tengo las pistas listas. Lo peor del asunto es que he tenido todo el tiempo del mundo pero simplemente no tenía los ánimos de organizar las canciones.

El edificio de Theo y Sammy quedan a tan solo cuatro cuadras del mío por lo que no tardo más de cinco minutos cuando estoy parqueando en mi lugar fijo. En el puesto de al lado—que también pertenece a mi apartamento—, está el inconfundible volkswagen rosa chillón de mi hermana, no sé en qué estaba pensando ella cuando lo compró. Es horrible. No le presto mucha atención al auto, solo me lamento porque sé que mi hermana habrá obtenido la manera de entrar en mi lugar y lo más seguro es que debe estar cocinando alguna pócima asquerosa que tendré que comer para no ofenderla o escucharla hablar sobre qué tan malo soy como hermano mayor.

Presiono el número de mi piso en el ascensor y no pasa mucho tiempo cuando estoy bajando de aquella caja metálica. No hay señales de mi hermana pero si hay un espeso humo saliendo por debajo de la puerta de mi apartamento por lo que me apresuro a abrirla.

—¡Coño, Marie Lou! ¡¿Otra vez haciendo experimentos en mi casa?!

No escucho absolutamente una palabra de mi hermana, corro hacia la cocina encontrándome con un verdadero desastre. Una de las paredes está negra, la olla sopera está del mismo color y de ella sale el humo. Apago la estufa y con un pañuelo tomo la olla dejándola en el lavaplatos, quemándome en el proceso.

—¡Mierda! ¡Marie Lou, da la cara!

Abro la llave de lavaplatos ocasionando que la cocina quede bajo la neblina de olor a quemado. ¿Qué mierda estaba haciendo Marie Lou en mi cocina? Se lo advertí, jodidamente se lo advertí. A este paso tendré que colocarle una puerta a la cocina con cinco cerraduras en ella.

—Oh, ¿qué pasó?—Marie Lou aparece somnolienta en la cocina, mira hacia la olla y sus ojos se amplían sorprendidos y.... ¿enojados?—. ¡Blake, arruinaste mi sopa!

¿Eso qué estaba haciendo ella era una sopa?

—¿Estás jodiendo conmigo, Marie Lou Anderson? ¡Mi olla se estaba quemando! Y mi apartamento estaba a punto de estarlo también.

—Lo siento, tal vez alargué mis horas de sueño.

Me desespero aún más.

—¡¿Estabas durmiendo y dejaste la estufa encendida con comida?!

—Ehh sí.

—¡Marie!

—Por Dios, ya deja tus gritos. Fue un accidente.

Sin querer seguir mirándola camino hacia mi habitación no sin antes decirle—: Cuando salga de mi cuarto espero ver la cocina extremadamente limpia.

—¿Y qué hago con la mancha negra de la pared?

—No sé, resuelve.

Le he pasado infinidades de veces estas niñerías a mi hermana, pero esto ha sido la gota que colmó el vaso. No soporto que ella busque la manera de entrar a mi casa y use mi cocina.

Cierro con llave la puerta de madera para evitar posibles interrupciones de mi hermana, tomo mi laptop, me coloco las gafas y me echo en la cama empezando a trabajar. Escojo cientos de canciones para luego filtrarlas y quedar finalmente con treinta. Mis ojos están cansados, mantener la mirada fija en la pantalla me ha ocasionado sueño, pero no puedo dormir en este momento, no cuando mi hermana pequeña aún está rondando en mi casa limpiando su desastre. Al menos espero que esté haciendo eso.

Tomo mi móvil que se encuentra en una de las mesitas de noche de la habitación, me sorprende cuando veo un mensaje de Stella por lo que lo abro.

¡Me hicieron una jodida broma, Blake! Ahora tengo que quitar orina de mi cuerpo.

¿Orina?

Me arriesgo y presiono el botón verde para llamarla, coloco el auricular en mi oído y no pasan más de cuatro tonos cuando ella contesta.

—¿Hola?

—¿Orina?—Ese es mi saludo, escucho a Stella gemir con asco.

—Uno de los primos de mi clienta, es un demonio, Bam Bam, quiero salir de aquí—Me encanta como suena el apodo en sus labios, incluso lo estoy considerando como algo más especial de lo que significa.

—Ya te falta poco, ¿no?—pregunto esperando que su respuesta sea afirmativa.

—Tres días más—contesta con emoción, como si estuviera ansiosa de que esos días pasaran rápido.

Recuerdo las palabras de Sammy y una fuerza invisible me obliga a soltar las palabras que estaba formulando en mi cabeza.

—Estaba pensando, no sé si tú quisieras que yo te fuera a buscar al aeropuerto, ya sabes, y bueno, podríamos comer un helado antes de llevarte a tu casa.

Hay silencio en la línea, pero este no dura demasiado.

—Me da algo de vergüenza contigo, te voy a molestar.

—No lo harás, sino no te lo estuviera proponiendo—hago una pausa y luego prosigo—. ¿Qué dices?

Lo piensa un poco y como instinto aprieto mi mandíbula y cierro los ojos fuertemente esperando su respuesta.

—Está bien, Blake.

—¡Perfecto!—digo demasiado fuerte, por lo que me recompongo—. ¿Me envías tu itinerario por mensaje?

—Claro, te enviaré los datos por mensaje.

—Genial, Stella. No puedo esperar a verte—vomito las palabras sin pensarlo.

—Me encantará verte también, Bam Bam.

—Hasta tres días, entonces.

—Hasta tres días.

Publicando algo tarde aquí porque esta señorita acaba de terminar el capítulo xD Soy un desastre. Así que si encuentran algún error, perdónenme.

¡Ya por fin Theo y Sammy están de vuelta! Así que veremos mucho a este par a los que le he agarrado cariño en poco tiempo <3

Capítulo de dedicado a Naomi, espero que te haya gustado corazón <3

Nos leemos el próximo jueves :)

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