Capítulo 8 Club de la pelea
Hace 14 años...
El día que Fushiguro Toji fue llevado al aeropuerto para ser extraditado a Corea del Sur, Gojo fue uno de los agentes que lo escolto y mientras esperaban a revisar el avión, lo retenía en el hangar.
—Hey, dime ¿Vieron a mi hijo? ¿Él sabe de mi ahora?
Gojo quería ignorarlo, pero el sujeto hizo un movimiento que alertó al oficial, fue cuando comenzó a carcajearse.
—¡Ja, ja, ja! No tengas miedo, no pienso huir.
—Fushiguro no tienes a dónde ir—le dijo Gojo amenazándolo con la mano en su arma, pese a que estaba esposado de pies y manos, era conocido como el mejor asesino de la mafia, era de tontos no tener cuidado.
—Si, tienes razón, pero harías un favor.
—¿Por qué te haría un favor?
—Porque fuiste el único hijo de perra que me venció, eso ya es una hazaña, niño—le dijo este con una sonrisa en su rostro—.Ninguno de esos detective de mierda pudieron detenerme.
Gojo se le quedó viendo, fue cuando asintió.
—Habla.
—Dile a Megumi que se aleje del clan Zenin.
—¿Qué dijiste? ¿Qué es tu hijo de ese clan?—Gojo sorprendido de que eso tuviera las implicaciones que podría imaginar.
—¿No te lo dije antes? Mi verdadero nombre es...—Toji se acercó y retuvo a Gojo contra él, susurrándole al oído—.Zenin Toji.
—Ya es hora, Fushiguro Toji, vámonos—el agente coreano lo tomo en custodia, pero Gojo intento detenerlos.
—Esperen.
—Agente Gojo, alejase.
—No, espera, él dijo algo...
Toji le mostró la lengua como un niño malcriado y subió al avión privado para irse del país.
Sin embargo, Gojo no pudo evitar seguir pensando en ello, y al otro día conoció al joven Fushiguro Megumi quien de alguna manera tiene que ver con la segunda familia criminal más poderosa del país, algo con lo que podía identificarse.
. . .
Muy lejos de ahí, en un almacén solitario se escuchaban los gritos horripilantes de un hombre siendo quemado vivo, el aroma de su carne calcinándose era abrumador.
—¡AAAAARG! ¡AAAAH! ¡DIOS MIO, AYÚDAME!
Una figura en las sombras estaba admirando el espectáculo, sentado en una silla como si se tratara de algo simple.
—Señor Kenjaku, tenemos el nuevo cargamento—le llamaron, era un grupo de hombres con tatuajes yakuza, una mafia que prácticamente palidecía contra las grandes familia, pero que después del duro golpe contra el clan Kamo, parecía emerger poco a poco.
—¿En serio?
—Si, está nueva droga será mejor que el Ángel Azul.
El hombre tomo una botella pequeña, dentro había un polvo rojo, lo sacudió mientras veía a través del reflejo las últimas llamas.
—La humanidad evoluciono para buscar la epítome de la genética en un mundo al borde de la extinción, tenía que hacerlo para evitar que esos pútridos genes que seguían infestado, los débiles no tienen cabida en este nuevo mundo, ¿no creen?
—En serio estás más demente que yo—otra figura apareció de la oscuridad, llevaba un traje y extraños tatuajes en los brazos y rostro, muy diferentes a los que tenían los demás sujetos.
—Eres tú, me alegra verte, pronto haremos la movida final, deberías prepararte, querido socio.
—Kenjaku, si bien estás usando mis recursos, no debes olvidar que yo soy aquí el nuevo rey.
—Claro, claro, el nuevo rey.
. . .
Las 8 de la mañana en la estación cinco de Shinjuku, revisaba información en la computadora sobre el abogado del que hablo el señor Yoshinori.
—¿Encontraste algo nuevo, Yuji?—Gojo apareció con un par de cafés, pero el chico inspeccionó el contenido, fue cuando el mayor lo noto—.Descuida, no tiene azúcar, por eso traje estos—dejo unos sobres de azúcar.
—Bueno, investigue sobre al abogado, dice que trabaja para varias familias importantes de Tokio—le mostró el chico, pero Gojo se inclinó sobre su hombro, sintiendo la calidez de su mejilla muy cercana, Yuji se quedó quieto, sin querer girar su cabeza.
—Conozco ese bufete de abogados, ella es uno de los abogados más viciosos de todo Japón y trabaja ahí, será imposible sacarles algo.
—¿Lo dejaremos?
—Claro que no—Gojo se alejó y le guiño un ojo, palmeando su hombro antes de alejarse.
Estaban por continuar con la búsqueda cuando llegó un código 10-50 en el Jardín Nacional Shinjuku Gyoen, Yaga les ordenó a Yuji y Gojo asistir.
Es uno de los lugares turísticos más visitado de Shinjuku, es un jardín botánico de 58,3 hectáreas de extensión. Sin embargo, la belleza del sitio fue opacada tras haber encontrado un cuerpo sin vida en la parte oeste, oculto entre un puente de madera y estanque.
—El jardín es visitable por el público en general, de 9:00 a 18:00, los lunes cerrado, pagan una tarifa de entrada, de 500 yenes—comento Itadori viendo su móvil.
—¿Qué? Nunca habías venido.
—No, en realidad no—el Omega admiraba el paisaje, cuando vieron el cordón amarillo.
La escena estaba llena de forenses, entre ellos Shoko, quien revisaba el cuerpo.
—De nuevo en el campo—le dijo Gojo.
—Es un hermoso lugar podía venir gratis, salvo por el cadáver sería lindo para tener una cita aquí, Gojo deberías salir alguna vez.
—Pero que no ves, tengo una cita ahora mismo, con un...—Gojo se acercó para ver el cadáver más de cerca—.Un hombre Alfa de 1.75 aproximadamente, ¿Qué será? ¿69 kilos?
—Muy gracioso—Shoko moviendo su cabeza repudiando su sentido de humor negro.
Por su parte, Itadori vio a su superior y pensó a Gojo teniendo una cita, jamás se había planteado a este saliendo con alguien, de hecho ¿Alguna vez tuvo novio o novia?
—Yuji.
El chico seguía pensando en ello que no se dio cuenta que este le llamaba.
—Yuji—Gojo paso la mano frente a su cara, el chico saco de sus pensamientos aquella imagen, pero había un ligero rubor en sus mejillas—¿Qué pasa?
—No, nada, solo...
Shoko le veía de reojo, pero solo acomodo su mascarilla.
—¿Qué es?—le pregunto el menor.
—A este chico lo conocemos—Gojo señaló su cara, Yuji lo vio con detenimiento, aunque estaba algo hinchado era él.
—La muerte oscila entre las 36-48 horas, hay signos de descomposición, pero pudo ser más, el frío retrasa la rigor—explico la médico.
—Lo que quiere decir que no murió aquí, sino que lo trajeron aquí—Yuji viendo con detenimiento al chico menor, tal vez solo unos años, pero era muy joven.
—Si, por lo visto puede ser, miren estas ramas en su cabello—Shoko les señaló—.Tiene rasguños, pero no hay sangre, ya estaba muerto cuando lo dejaron aquí, además presenta varias heridas, esto—Shoko señaló su abdomen, tiene un gran hematoma, podría ser conciso con un rompimiento del bazo, pero hasta la autopsia podría estar segura ¿Lo conocen?
—Tiene la cara llena de magulladuras, pero es Ono Osamu—murmuro Yuji bajando la mirada.
—Yuji no sabemos lo que pasó—le comento Gojo al verlo así.
—Pero si Midori estaba con él, ahora es más seguro que ella pueda estar—el Omega se alejó de la escena, Gojo le dio un vistazo a Shoko.
—Avísanos cuando lo revises—le dijo para ir tras él.
La doctora se quedó ahí, viendo ese comportamiento raro en su amigo, en el pasado solía ser alguien que, aunque no era indiferente a las víctimas, prefería atrapar a los criminales, pero ahora ahí estaba tratando de consolar a su compañero.
Itadori se alejó y bajando la cabeza, apretando fuertemente el puño, recargándose bajo la sombra de un árbol.
—Yuji—el mayor se paró justo al frente—.Esto puede ser ajeno al caso de Midori.
—Gojo-san, creo que incluso usted lo intuye, ¿cierto?—el chico al pasar unos meses con el detective podía saber al menos como pensaba.
—Vale, vamos a pensar por un momento que sí, el lleva dos o tres días muerto, significa que Midori aún podría estar viva, un Omega vale más vivo que un Alfa, lo sé—le dijo Gojo, acercándose y colocando la mano sobre su cabeza.
—Solo si ella estaba con Ono, pero ni siquiera sabemos eso—el chico levanto la vista y sus miradas se cruzaron, Gojo pudo sentir una leve punzada.
—Chicos—Shoko fue hasta ellos, ambos se giraron para verla, en su mano traía una liga, está tenía la figura de un gatito—.Tenía esto en su mano, la apretaba con fuerza.
—Eso es—Itadori recordó es accesorio de la foto de Midori, era de ella—.Gojo-san, puede que si este viva—le dijo a este.
—En ese caso, estamos siguiendo el mismo rastro—el mayor alejo su mano—.Vamos, este lugar tiene cámaras en todos lados, iremos a pedir las grabaciones—Gojo le dio la espalda para irse, Itadori pudo sentir más que una punzada, su corazón dio un salto, se llevó la mano hasta el pecho.
—¿Qué fue eso?—se preguntó a sí mismo, pensando que estaba consolándolo, jamás había tenido que hacer eso con nadie antes.
—Gracias, Shoko—le dijo a la forense.
La mujer se les quedó mirando y murmuró.
—Hay algo diferente en ti, Satoru.
En la oficina principal de seguridad del jardín botánico, el encargado los llevo hasta la sala de vídeos.
—Necesitamos revisar, al menos 4 días de la sección oeste, bloque 32—señalo Gojo.
—Esa sección es la más solitaria, casi nadie va para allá—comento el encargado.
—Ahora sabemos porque fue el lugar perfecto para abandonar un cuerpo ahí—dijo Itadori.
El vídeo corría en la pantalla cuando lo vieron, tres figuras vestidas de negro eran enormes, llevaron el cuerpo en una bolsa gris, pero no podían verse sus rostros.
—Ahí—Itadori indico en uno de los sujetos, pausaron la imagen—.Es una muñequera terapéutica, es para lesiones como esguinces o fracturas—este recordó sobre las heridas que mostraba Ono—.Gojo-san, ese sujeto es peleador, tal como Osamu.
—¿Por qué lo dices?
—La manera en que Ono se enfrentó a esos Alfas en el karaoke, ese tipo tiene una muñequera, debió lastimarse, pero no es algo de una simple pelea, se nota que la cuida, puede que tenga no más de 3 o cuatro días, pues puede moverla un poco.
Gojo pensó en ello también, en realidad no sonaba tan descabellado.
—Detectives, miren, este es el estacionamiento de la salida oeste, es una camioneta—les dijo el encargado.
Un vehículo de color blanco, pero no tiene números de placa y esto—señalo una imagen de un dragón negro en una esquina. Gojo sentía que la había visto antes, pero no recordaba donde.
—Bien, enviare esa imagen para que lo revisen, si es de un grupo delictivo lo sabremos, gracias—Gojo tomo una foto con su móvil.
—Gracias—Itadori y Gojo se fueron
Volvieron a la escena, ya todos se habían retirado, pero quedó el lugar acordonado. Deambularon un rato, fue cuando Itadori vio una tarjeta tirada en la orilla del estanque, estaba partida a la mitad, pero reconoció el código QR, era idéntico al de la que encontraron en la taquilla de Ono.
Por la tarde en la estación esperaban los resultados de la autopsia, Itadori estaba en el baño cuando la voz de Gojo al teléfono, el mayor había entrado sin darse cuenta de que no estaba solo.
—Necesito saber cuándo será la apelación, Higuruma. No es necesario, voy a revisar ese caso personalmente, estoy seguro de que ellos están implicados, después de todo, tenemos la misma sangre.
Después de eso colgó y se fue, Itadori salió del cubículo y miro su reflejo en el espejo, tenía curiosidad de saber a qué se refería, y con quién estaba hablando, al parecer Gojo Satoru tenía secretos que guardaba.
Al volver, Ijichi lo esperaba junto a Gojo.
—Ijichi-san.
—La imágenes que enviaron, aunque es parcial, solo hubo una concordancia, y se trata de una afiliación del Zenin.
—¿Afiliación? ¿Dices que ese grupo trabaja para los Zenin?—Itadori impresionado.
—Entonces solo es una marioneta del clan, algo debe estar pasando que no sabemos.
—¿Qué quiere decir?—el menor sin entender.
—La mafia suele usar afiliaciones para los negocios y no relacionados con la principal, dado que deben dar la cara publica que no podemos tocar y la otra cara. No es tan difícil, mover drogas y mover deshechos, documentos, incluso negocios ajenos, etc., el problema es que no sabemos ¿Qué es? ¿Y si está relacionada con la mafia y de los 3 clanes? Nos quitaran el caso, si es así.
—Pero, ellos no se ocuparán de buscar a Midori—Itadori sintiéndose impotente ante la idea.
—Ahora lo que necesitamos saber ¿De qué tipo?—Gojo golpeó la mesa y señaló a Itadori.
—Creo que son peleas clandestinas—apareció una joven latina, ella trabaja con el equipo técnico.
—Baez—Gojo la conocía.
—Detective Gojo, detective Itadori, un gusto no me había presentado, soy Baez Victoria.
—Mucho gusto—asintió el chico—.De lo que dice, creo que tendría un poco de sentido, por lo que hemos visto y de Osamu sabíamos que él estaba metido en peleas—comento Yuji, Ijichi ajusto sus gafas.
—Baez ¿Que encontraste?—el asistente del directo le pregunto a la mujer.
—Si, es esto—saco una laptop y la coloco sobre la mesa—.La tarjeta que nos trajeron con el código QR, es la carta de presentación para una página de peleas clandestinas, claro que cada tarjeta tiene un evento en especial, y para ingresar debes tener una contraseña—explico ella.
—Entonces ¿No podemos ingresar sin la contraseña?—suspiro Itadori.
—En realidad, si podemos, ¿ven estos bordes?—la chica les dio una lupa, Gojo observó y ahí estaba, cinco letras ocultas en la tarjeta—.La palabra es la contraseña.
—¿En serio fue tan fácil?—Itadori sorprendido.
—No fue fácil, debí jaquear la página para ubicar la siguiente pelea ya que cambian de locación, así que aquí debe ser el siguiente punto de reunión, el problema es que es hoy y se está llevando a cabo en este momento—les mostro en la pantalla el mapa.
—Debemos ir—Itadori tomo su chaqueta—.Gojo-san, vamos.
—¿Qué? Eso no es posible—Ijichi impactado por la repentina decisión—.Yaga-san debe saber esto, Gojo-san—este volteo a mirarlo para que lo ayudara a entrar en razón, pero este le sonrió.
—Vamos, Ijichi dile a Yaga que iremos a revisar un lugar, estaremos desconectados. Y agente Baez, gracias por su apoyo, eres la mejor—le dijo a la joven técnico quien sonrió y les dijo adiós.
—¡Gojo!—Ijichi se llevó las manos a la cabeza —.El director me va a matar.
En el estacionamiento, antes de subir al auto Gojo llamo al chico.
—Yuji, te dije que sería tu investigación, pero solo por este vez, haz lo que te diga, estamos hablando de la mafia.
—Ya me enfrenté a ellos.
—Si, lo sé, la familia Kamo, leí el expediente ayudaste a capturar a Kamo Noritoshi al atraparlo en el asesinato de su esposa de hace 10 años y lograste que su hijo atestiguara contra él, pero los Zenin no son lo mismo ellos luchan entre ellos por el poder de su clan y alaban a los Alfas, matan incluso a los suyos que nacen como Omegas y que decir de sus Betas, terminan siendo solo sirvientes, no dudaran en traicionarse entre ellos para salir librados, además no sabemos que más hay implicado, sigue mis órdenes al pie de la letra.
Por un momento Itadori se le quedó viendo y dudada en si quería seguir a su corazón, pero finalmente asintió.
—Bien, lo haré.
Dejaron la estación esa noche, guiados por el mapa lograron dar con el lugar, estaba cerca de Kabukichou en una zona abandonada de algunos almacenes, se decía que la mayoría de ellos eran de las mafias pequeñas, sin embargo, el sitio al que llegaron era un sótano. Dejaron el auto no muy lejos y caminaron por las calles, claro que lucían solas, solo que Gojo sentía que eran observados, así que se acercó a Yuji, pasando su mano por sus hombros, el Omega se sorprendió.
—Nos observan, sigue la corriente—le dijo al oído, Yuji pudo sentir su aliento y por un segundo su corazón salto.
Llegaron a la puerta, era de metal y muy grande, tocaron un timbre, una ventanilla se abrió.
—¿Qué quieren?
—Vinimos a ver la pelea—le dijo Gojo.
El sujeto comenzó a reírse.
—¡Ja, ja, ja! Claro, lárguense pobres diablos—les dijo el sujeto, pero Gojo saco de su bolsillo y a tarjeta de crédito negra, Itadori se sorprendió de ver una, pensaba que ni siquiera existían. El tipo al otro lado abrió la puerta y les dio la bienvenida.
—Siéntanse en casa, por allá están las apuestas.
—Gojo-san, ¿esa tarjeta?
—¿Mm?—el mayor solo sonrió sin decirle nada.
Había un lobby y cuatro personas atendiendo, arriba de ellos tenían varias pantallas de cómo iban las apuestas, todas eran en dólares.
—Es demasiado dinero—le murmuró Itadori.
—¿Alguna apuesta?—le dijo uno de los que atendía.
—Quiero ver primero, ¿puedo dejarla abierta?
—Claro, serían un mínimo de 5000 dólares.
—Bien, cárguelo—Gojo le dio la tarjeta y tras la transacción le dio un ticket azul, se dio cuenta que había de varios colores, tal vez en representación de los montos.
—Gracias—Gojo seguía abrazando a Yuji, otros dentro se les quedaron viendo, luego alguien alto y robusto se acercó, mirando a Yuji directamente.
—Oniisan, este Omega es un enclenque y feo, ¿no quieres a una Alfa como yo?—esa persona en realidad era una Alfa, pero sobrepasaba la altura de Gojo y tenía músculos prominentes.
—¡Je, je! Gracias preciosa, pero por hoy declinó tu oferta—le dijo Gojo, apretando a Yuji hacia él.
Ella los guío por un pasillo, a lo lejos se escuchaba el alboroto, una luz al final de un túnel que llamo su atención, fue cuando atravesaron el último umbral que vieron una gran jaula en el centro y a su alrededor había al menos unas 200 personas ahí, había incluso un segundo piso donde otras 50 personas observaban el espectáculo, pero estas tenían mesas y eran atendidas con bebidas caras y aperitivos, como si dividieran las clases. Gojo y Yuji caminaron por ahí hasta posicionarse cerca de la jaula, justo cuando alguien voló y se estrelló contra ella, Itadori vio al joven y noto que era un Omega dado que usaba un collar, pese a su género secundario lucía un físico impresionante, era obvio que había más como el, su rival un Alfa que gritaba emocionado.
—¡¿Quieres rendirte Omega?!
El chico se levantó y escupiendo una bocanada de sangre, luego alzó los puños.
—Ya quisieras, maldito Alfa de mierda—yéndose contra él, pese a que su tamaño era descomunal, el joven Omega trepó por su cuello y les dio un golpe a sus orejas, sacándolo de balance.
—Ya perdió—dijo Yuji alejándose de Gojo para ver mejor, el Alfa se paró a su lado, dándose cuenta la mirada brillante de Yuji en ese momento.
—¿Tú crees?—le cuestionó.
—Si, lo verás.
En ese momento, el Alfa cayó de rodillas, el chico Omega dio un salto antes de caer y luego le dio una patada en la cabeza, eso lo hizo derrumbarse. La gente gritaba de emoción, una persona entro a la arena y reviso al contrincante, luego tomo la mano del Omega y la alzó.
—¡Ganador!
Todos lo vitoreaban , Yuji estaba sonriendo ante eso, vio a Gojo que parecía intrigarle su reacción, fue cuando Yuji noto algo, era su mano, ese Alfa tenía la imagen de un dragón negro, señalando a Gojo, quien asintió.
—Es impresionante como te llama la atención esto.
—Desde chico mi abuelo nos entrenaba—dijo sin cuidado, Gojo noto que hablo en plural.
—¿A quiénes?—le pregunto, pero antes que Yuji se diera de lo que dijo, el anunciador hablo por el micrófono.
—¡Atención a todos! La pelea final está por empezar, el conocido Omega "Warrior"—quien acababa de ganar—.Ahora se enfrentará al Alfa imbatible "Onishiro", la apuesta final, Omega vs Alfa.
—Así que hacen luchar Omegas contra Alfas—comento Gojo—.Imagino que es un mercado extraño.
Desde lo alto, en un tercer piso estaban los organizadores, Gojo lo noto y señaló a Yuji.
—Es ahí, deben saber algo de los dragones negros.
—Gojo-san creo que debemos separarnos—le dijo el menor.
—Pero es peligroso.
—Soy un detective, no un simple Omega—le dijo este, Gojo lo entendió y se acercó al oído.
—No digas que eres policía y evita mencionar a Midori.
—Si, lo entiendo—el chico asintió.
—Y Yuji, ten cuidado—le dijo Gojo antes de separarse.
Gojo por su parte fue con esa Alfa que vio antes, al parecer era quien conocía a todos los que entraba, mientas tanto Yuji fue hasta ese piso.
—En el mundo de las apuestas, solo pueden participar los que tienen pasión, así que me interesa llevar al máximo sus instintos, Omega vs Alfa, el público quiere eso ¿lo entienden?—Hakari Kinji un Alfa de los mayores apostadores y dueño de los clubes de pelea ilegales en Tokio, con solo 27 años su negocio en definitiva era grande, sin embargo, pese a eso no solía tener lazos con las mafias, estaba en el negocio por era su pasión.
—Hakari-san, lo tenemos, por eso queremos aumentar su ingreso, trayendo nuevos peleadores.
—Hace tres meses cuando vinieron aquí con sus peleadores , los acepté, pero no han sido los mejores espectáculos, ¿creen que voy a dejar que me traigan más perdedores?
—Se que su mayor peleador, Osamu, o mejor dicho "Ryugen" desapareció, creo que para mantener a los espectadores es mejor traer más calidad, será más divertido.
El hombre dudo por unos minutos, luego vio al hermoso Omega a su lado, luego asintió.
—Vamos a probar a esos supuestos nuevos prospectos.
—Si le gustan, consideraría vendérselos.
—Ya lo veremos.
El grupo se levantó y se fue, dejando a Hakari solo con su acompañante, un Omega de cabello negro y piercing alrededor de su boca.
—¿Qué opinas?
—Estoy contigo en lo que decidas Kin-chan, pero es extraño que Osamu-chan se fuera así y dejara a Midori.
—Lo sé, él era mi mejor peleador para ser un Omega, tenía la mejor pasión por este deporte, y esos idiotas creen que no sé qué están con el clan Zenin, están equivocados. Kirara, necesitamos a más peleadores, es más, necesito una estrella.
—Déjamelo a mí—se frotó contra él, Hakari acaricio su cintura estrecha y le miro a los ojos, luego Kirara tocó sus labios con sus dedos, más no lo beso, se levantó para luego alejarse.
Al salir fue directo a las escaleras, notando a una persona rondando por ahí.
—Hey, ¿estás perdido?—le pregunto, tras acercarse se dio cuenta que era un Omega como él.
—Ah, sí, buscaba el baño.
—Es por allá—señalo Kirara, solo que noto como veía hacia arriba, él se interpuso—¿Quién te mando?
—¿Eh?—Yuji tratando de salir de la situación y buscar respuestas—.Vine a buscar a un amigo, pero no lo encuentro.
—¿Amigo? ¿Y se puede saber quién es tu amigo?
—Se llama Osamu, Ono Osamu, me dijo que peleaba aquí, quería verlo, pero ya hace tiempo que no se de él, estoy preocupado—siguió Yuji arriesgándose.
Kirara le miro de arriba abajo, luego le contesto.
—Pues tiene una semana que ya no viene, de hecho, también lo buscamos, pero tú—lo señaló—.Osamu-chan jamás menciono tener un amigo—sospecho Kirara, a lo que Yuji debía pensar rápido.
—La verdad, es que Osamu me pidió que cuidara de Midori, pero ella también desapareció, estoy preocupado.
Quería saber su reacción al mencionarla, pese a que Gojo le dijo que no lo hiciera. Kirara se acercó a él, tocando su brazo, Yuji se mantuvo quieto.
—La conozco, Midori se fue con ellos y seguro espera por Osamu-chan—al decir eso Yuji sabía que estaba en el camino correcto.
—¿Ellos? ¿Quiénes?
Fue en ese punto que Kirara sonrió y tiro de su brazo hasta llevarlo a la arena, la pelea principal finalizaba, ganó el peleador de los dragones negros dejando un muy mal estado a su peleador Omega. Hakari veía desde el ventanal del tercer piso y noto que Kirara llevaba a este chico dentro de la jaula, le arrebato el micrófono al comentarista.
—Mis queridos espectadores, debo anunciar una nueva pelea, todo o nada, si este chico gana, será la bolsa completa y si pierde, les daré el doble—al decir eso todos gritaron emocionados.
Yuji no entendía nada, Hakari sonrió desde lo alto, adoraba esos riesgos, por eso confiaba en que Kirara le diera la pasión que quería.
En la sala de apuestas, Gojo vio que los monitores se volvieron locos, el rostro de Yuji aparecía en todos.
—¿Qué demonios?—regreso de inmediato.
Los espectadores gritaron eufóricos, Yuji trago saliva y le dijo al oído a Kirara.
—¿Qué significa esto?
—Si quieres saber todo de Midori-chan, debes ganar—le dijo al oído.
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