Capítulo 4 Lamentaciones

Importante antes de leer: Esta historia es una versión resubida a la anterior la cual contará con censura en eventos sexuales explícitos y de temas delicados para tratar de apegarse a las reglas de la página, aun así se corre el riesgo de que sea cancelada o me cierren la cuenta. Para leer la versión completa, favor de pasar a mi cuenta en AO3, donde ya están los 53 capítulos más un especial. De antemano, muchas gracias por su apoyo. Atte. Su autora IzakaAi<3

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Gojo e Itadori fueron a las celdas de arraigo y se vieron con el sujeto que capturaron.

—No puede hablar conmigo sin mi abogado presente—le dijo el hombre con una sonrisa.

—No es necesario, solo quería decirte que encontramos el vídeo, así que no te preocupes, hoy mismo te traeremos a tu empleador para que pasen en la cárcel juntos el resto de sus vidas, así que diviértete.

Al decirle eso, su semblante cambió por completo, viéndose el miedo en sus ojos. Por lo que Gojo continúo.

—Y en la prisión, no les importa si Beta, Alfa y Omega, si les gusta lo toman.

—¡No, esperen! ¿Quiero un trato?

—Muy tarde—el detective se inclinó hacia él y riéndose le dijo—¡Adiós!

Yuji se quedó impactado de lo implacable que podría ser, vio el rostro del asesino desolado.

Esa noche en un lujoso restaurante de comida tradicional, los dos detectives interrumpieron, pese a que el asistente del lugar quiso detenerlos, Gojo simplemente entró hasta la sala privada donde se llevaba a cabo una pequeña fiesta. Vieron a 4 hombres en yukata con una mujer y un hombre Omegas ambos bajo la influencia de Ángel azul, esos cuatro eran los directivos de la empresa donde Rentaro trabajaba.

La escena era deplorable, pero cuando Yuji puso un pie dentro pudo sentir un aroma extraño, Gojo de inmediato se dio cuenta y empujó al Omega fuera.

—Quédate ahí, llama refuerzos y una ambulancia—cerrando la puerta de golpe en la cara del chico.

Yuji por un segundo se sintió algo mareado y se alejó un poco, tomando su móvil.

—Aquí el detective Itadori de la 5, pido unidades en la Casa de Libélula y también una ambulancia—hablo «¿Esto es esa droga? Es tan fuerte que pude olerla, aunque se la inyectaron, espera Gojo-san ¿No se sentirá atraído también?...» pensó el joven, quería entrar, pero ya había desobedecido una vez, así que decidió confiar en el experimentado detective.

Mientras tanto, Gojo pateó la mesa de centro y los sujetos se sintieron amenazados.

—¡Vas a arrepentirte de esto! Detective—dijo Nagano.

—Yo no, ustedes sí, porque todos están bajo arresto, por asesinato, violación y conspiración de asesinato.

—¿Por qué? Ellos vinieron por su propio pie—habló otro de ellos.

—A sí, pero olvidan el artículo 108, ningún Omega bajo influencia de un fármaco es libre de consentir, por lo que se considera violación hasta demostrar lo contrario.

—Pues prepárese para recibir una demanda por eso, ellos vinieron por su decisión—Nagano se levantó y enfrentó a Gojo.

—No lo creo, ya que tenemos evidencia que indica que mando asesinar a Amano Rentaro y está involucrado en la violación y muerte de Amano Kaoru.

—Eso no es...—quiso alegar, pero Gojo le mostró la copia del vídeo en la pantalla de su móvil donde se veía como él y otros con la chica Omega bajo la droga potenciadora de celo.

Detrás de la puerta, Yuji escuchaba todo, sorprendido de lo que estaba pasando y como Gojo había llegado a ese punto de deducción cuando vio la evidencia y al sospechoso en custodia.

—Esa perra solo quería dinero, yo se lo di.

—Le diré lo que creo, ella al principio vino a su fiesta porque creyó que podría conseguir algo, pero nunca pensó que sería drogada y abusada, por supuesto ella no dijo nada a su hermano, porque usted la chantajeo con despedirlo, pero ella salió embarazada y decidió deshacerse del bebé, la llevó a esa clínica y cuando se complicaron las cosas la dejo a morir sola, solo que no pudo adivinar que ella antes de morir pudo hablar con su hermano, él se enteró de lo que pasó y fue a reclamarle la empresa, lo saco alegando que estaba inconforme por ser despedido, imagino que ese supuesto incidente con la inversión fue obra suya también para correrlo y deshacerse con todo lo que tenía que ver con Kaoru, luego ocurrió lo del ataque afuera y lo mandó arrestar, pero no dudo en evitar que dijera algo de sus fiestas y le dio dinero, Rentaro pasó seis meses perdido en el dolor de la pérdida de su hermana y creo que usted mismo lo indujo en las drogas, es más fácil controlar a un adicto, ¿no?, pero se enteró del vídeo, y debía atar cabos por lo que decidió que era hora de deshacerse de él, contrató a alguien para matarlo y recuperar el vídeo ¿Qué? Adivine en todo, ¿no?—Gojo se cubrió la nariz por el aroma tan fuerte del celo de los Omegas, uno de ellos tomó la pierna del detective, mientras que los sujetos intentaron escapar.

Solo que no esperaban que Yuji estuviera en la puerta y les diera un puñetazo en la cara al primero que intentó salir, cayendo hacia atrás, el chico se había calmado tras la escena y el olor tan penetrante, esposo a los cuatro a una mesa en fila, Gojo salió de la habitación a toda prisa.

—Hazte cargo—le dijo hasta salir del restaurante.

Los refuerzos llegaron y la ambulancia se llevó a los dos jóvenes, Itadori vio a Gojo a unos metros de la escena.

—¿Está bien?

—Si, lo estoy, puedo controlarme lo suficiente, pero si es posible alejarse antes de que te afecte, es mejor—le dijo, dado que al tener a dos Omegas en celo ante el hizo sentir a su instinto surgir un segundo.

Ya casi eran las 10 de la noche, y el papeleo no tenía fin, llenar los reportes era un verdadero fastidio, aun así, Yuji se quedó hasta completarlo. Pasaban de la una de la mañana cuando ya no vio a Gojo por la oficina, paseo por ahí preguntando por él, cuando le señalaron la sala de descanso, una habitación con literas donde solían dormir un poco en los turnos nocturnos o donde aquellos que solían casi vivir en el trabajo renovaban batería. Fue ahí donde vio a Gojo recostado en una cama, se acercó lentamente y vio lo sereno que lucía.

«Puede verse así, indefenso—sonrío Yuji, cuando paso por su mente el incidente en la calle, el regaño que recibió—.Lo siento Gojo-sensei, tengo mis motivos para ser más fuerte cada día y para estar en las calles como detective...»

Mientras seguía hundido en sus pensamientos, no dejaba de observar ese rostro, notando sus largas y rizadas pestañas, sin darse cuenta su rostro estaba demasiado cerca, Gojo soltó un suspiro e hizo que Yuji se diera cuenta de lo que hacía, alejándose de inmediato.

Pese a que era tarde y su turno había terminado hacía 5 horas, recordó lo que Ijichi le dijo, por lo que entró en la base de datos de la policía y encontró el expediente de Gojo donde venía el historial de su anterior compañero, comenzando a leer.

—Geto Suguru baja en servicio el día 24 de diciembre, víctima del bombardero de Kioto, recuerdo eso en las noticias—hablando en voz baja.

Mientras tanto Gojo tenía una pesadilla de ese día, siendo tan vivida, escuchando la noticia en todos los canales de ese día.

"Los mejores elementos de Tokio y Kioto se unieron para encontrar a este hombre, Yashida Kin de 45 años, un Beta que llevaba asolando a Japón por más de 3 meses, colocando bombas en lugares públicos. Sus atentados ya habían dejado más de 80 personas muertas, pero esta noche encontró su fin al ser víctima de su propia creación en la Estación de Kioto, desgraciadamente un elemento de la policía de Tokio murió en el sentido de su deber, su nombre el detective de grado especial Geto Suguru de 33 años, un Alfa condecorado..."

Hace un año y 4 meses...

La televisión estaba cubriendo todos los pormenores de este llamado el Bombardero.

—Que la unidad canina revise la estación, línea por línea, no llamen demasiado la atención—ordenó Yaga a sus oficiales—.Gojo, Geto ¿Están seguros de que este es su blanco?

—Yaga-san, vieron al sospechoso en la tienda en Shosen una cuadra de aquí, es el único lugar con uno componentes que han llevado todas sus bombas en otros atentados, el dependiente dijo que el sujeto tenía uniforme de mecánico de la estación—explicó el detective de cabello negro, sujeto con una liga hacia atrás dejando un mechón al descubierto en la frente.

—Y su descripción coincide con la de los otros testigos. Con esa cantidad es capaz de volar un diámetro de un 150 metros, ¿van a evacuar a la personas?—agregó Gojo.

—No, los altos mandos nos los prohibieron, estamos hablando de casi 50.000 personas al día que pasan por esta estación, y hoy precisamente 24 de diciembre sube a casi el doble entre locales y extranjeros—dijo el jefe.

—¿Están dementes? El superintendente no puede simplemente apostar a qué lo encontraremos antes—Gojo molestó.

—Gojo espera, causar pánico es peor, entiendo parte de sus razones, solo habría más heridos, además si lo alertamos, podría huir y debemos atraparlo ahora que tenemos ventaja—dijo Geto.

Los dos detectives se dispusieron a buscar al sospechoso, por lo que fueron al taller de mecánica en la estación, mostrando una foto del sospechoso de la cámara de la tienda, uno de los mecánicos dijo haberlo visto y lo identificó como Kurata, usando un alias.

—Entró como hace una semana, y ha estado trabajando en los centros de carga de la línea 19, esa la cerraron por problemas en la alimentación de energía hace como un año, está al otro lado de la estación a 2 kilómetros—le dijo a Gojo y Geto.

—Yaga-san tenemos una pista, diles a los detectives de Kioto que revisen el historial de la línea 19 mientras iremos al lugar, creemos que el sospechoso está ahí, si necesitamos refuerzos se los pediremos, es mejor tener a todos los elementos listos para una evacuación si es preciso—le llamó Geto por móvil.

—¿Qué? Esos idiotas Betas de Kioto sólo han estorbado, te apuesto que no van a revisar nada—reclamó Gojo.

—Satoru, todos estamos del mismo lado, y el que sean Betas o Alfas no importa.

—Claro, si tú lo dices Suguru, olvidaba que gusta proteger a los débiles. Pero como has nacido Alfa, solo pregonas desde tu posición privilegiada, das asco.

—No es eso, todos merecemos el mismo trato y las mismas oportunidades.

—Desde que llegamos se han puesto a bloquear nuestra investigación, simplemente se sienten intimidados porque somos Alfas—dijo Gojo llegando a la línea 19 al fin, cuando Suguru iba a seguir refutando a Gojo, escucharon el sonido de una radio, ambos se callaron y sacaron sus armas, yendo hacia la fuente de sonido.

Al llegar, la habitación del centro de carga estaba vacía, sin embargo, en el lugar había una mochila solo con herramientas y sobrantes del explosivo casero. Geto le hizo una seña a Gojo para que avanzaran sin hacer ruido, cuando vieron al sospechoso subiendo a una máquina de enganche en un almacén cercano, misma que encendió para dirigirse hacia la salida, ambos detectives subieron sin dudarlo antes que las puertas se cerrarán, yendo con cuidado hacia la cabina.

Aunque los trenes eran manejados de manera remota por un programa, las máquinas de enganche eran manuales porque movían trenes que necesitaban reparación al taller. El sospechoso conducía cuando los detectives notaron un bolso en el piso, Geto y Gojo se vieron, afuera estaba oscureciendo, por lo que las luces de la estación se encendieron a lo lejos, la nieve comenzó a caer como pequeñas plumas.

Con un par de señas, los dos Alfas se dispusieron a enfrentarlo.

—Alto ahí, bombardero—Gojo le hablo. El hombre se dio la vuelta lentamente y les sonrió.

—¿En serio? ¡Ja, ja! No pensé que me encontrarían tan rápido—les dijo.

—Levanta las manos y aléjate de los controles—ordenó Geto teniéndolo en la mira.

El hombre seguía con esa sonrisa perturbadora, estaba acorralado y no tenía a dónde ir, poco a poco levantaba las manos enfrentando a su destino, cuando alguien de fuera disparó golpeando la puerta, la distracción fue suficiente para que el bombardero tomará el detonador de entre sus ropas y colocando la velocidad al máximo.

Gojo vio hacia afuera y eran los detectives de Kioto

—Esos imbéciles—gruño enojado, Geto sin dudarlo empujó a Gojo por la puerta abierta de la cabina—¡Suguru!

Geto le dedicó una mirada y movió sus labios, Gojo pudo leerlos "Te encargo el resto". Tras rodar por la vías, se reincorporó, con rasguños.

—¡Maldita sea!—Gojo corrió hacia el andén donde los dos detectives de Kioto lo encontraron, Gojo furioso le dio un puñetazo al mayor de ellos y quien disparó—¡¿Por qué demonios intervienen?!

—Golpeaste a un veterano—reclamó el agredido, pero a Gojo no le importó.

—Era una amenaza, debía disparar—le dijo el otro—.Calmémonos, esa línea va directo a la estación principal.

Gojo no tenía tiempo de seguir discutiendo, tomó su móvil y llamó a Yaga para indicarle que despejaran la línea de Shinkansen conocida por el tren bala, porque hacía allí se dirigía la máquina con la bomba y Geto.

La línea 19 aunque estaba temporalmente cerrada aún conectaba con la principal y debían recorrer esos 2 kilómetros metros para llegar, no había mucho tiempo para evacuar, pero debían intentarlo.

Yaga no dudó y desobedeciendo a los altos mandos, dio la orden de evacuar, lo que provocó un caos.

—¿Cuánto tiempo tenemos Gojo?—preguntó Yaga.

—Llegarán en 20 minutos a la velocidad que llevan.

Yaga vio el tablero y el tren bala llegaría en 15 minutos también, llamó a control para que lo detuvieran, pero a la velocidad en la que iba, tomaría más de 15 minutos para detenerse aún con los frenos automáticos, y dar reversa.

Gojo y los dos detectives de Kioto corrieron por los andenes para intentar interceptarlos.

Al fin llegaron se detuvieron en el límite de la línea 18, Gojo salto a las vías y decidió correr hacia un pequeño desvío, los cambios de vías manuales, estaban justo a 45 metros para entrar a la línea 18 y cuando se disponía a moverlos, vio la máquina a unos 100 metros, miro hacia la cabina y en ella se podía ver a Geto siendo amenazado por el bombardero, el Alfa tenía las manos arriba y de reojo vio a Gojo tratando de desviar la máquina hacia una línea en desuso, a su velocidad no podría dar marcha atrás, pero el bombardero se dio cuenta de que estaban tratando de sabotear su plan y subió la marcha, no tendría tiempo de que Gojo logrará cambiar las vías, fue cuando vio como Geto se lanzó sobre el bombardero, se podía ver una lucha entre ambos desde la ventanilla.

—¿Suguru? ¡No, no lo hagas...!

Un segundo después la bomba estalló, la explosión hizo volar muchos escombros, Gojo se cubrió con sus brazos, pero logró alcanzarlo y fue expulsado hacia atrás resultando herido de unos rasguños, la gente en la estación escuchó la detonación y se tiraron al suelo para cubrirse.

Cuando Gojo pudo ponerse en pie, una gran llamarada ardía justo frente a sus ojos, la herida en su frente sangraba, podía ver el reflejo contrastante contra sus bellos ojos azules.

—No, no, no... ¡Suguru! ¡Aaaaaah!—cayó de rodillas y sin entender la razón de todo eso, no podía siquiera pensar en lo que pudo haber hecho.

Regresando al presente, Itadori seguía leyendo, se sorprendió que ni siquiera pudieron encontrar el cuerpo del bombardero y Geto.

—Así que eso...

—¿Qué haces leyendo eso?—Gojo lo tomó por sorpresa, Yuji se dio la vuelta de golpe, topándose con el rostro serio del mayor.

—Yo solo...tenía curiosidad.

—Metete en tus propios asuntos, es mejor que te vayas a casa—le dijo Gojo alejándose para darle la espalda.

Itadori tomó su chaqueta y se disponía a irse, pero se dirigió al mayor por una última vez.

—Gojo-sensei, lamento lo de su compañero.

. . .

Eran las 8 de la mañana y el turno inició de nuevo, el novato aún tenía presente lo que leyó en el expediente.

—Itadori llegaste, Yaga-san quiere verte—le dijo una de las oficiales.

—¿A mí?

Este fue a la oficina del director, extrañado de que quisiera verlo. Le invito a pasar en cuanto sintió la presencia del chico afuera.

—Itadori, supongo que sabes porque te llamé.

—No, en realidad no.

—Veras, como detective de clase especial, Gojo tiene el rango equivalente a un teniente, y puede levantar una amonestación contra algún otro oficial, eso incluye a detectives de cuarta clase como tú, y ayer me informo que surgió un altercado al arrestar al sospechoso del caso Amano.

—Si, bueno, eso...

—Itadori debo decirte que puede caer como insubordinación, y le indiqué que podía amonestarte, no lo hizo—explicó el director, Yuji no podía creerlo, sí que lo había visto molesto—.Tu ascenso a tercera categoría podría ser truncado, y el decidió darte una oportunidad más, en especial porque has demostrado ser buen investigador, aunque te falta aún más que aprender.

—Eso lo entiendo—Itadori bajó la vista un momento.

—Mira hijo, tuviste un ascenso rápido de oficial a detective, y no demérito tu gran golpe contra la familia Kamo que ayudó a que estés aquí, pero debemos ser realistas, el que seas un Omega puede correr en tu contra—intentaba explicar el director.

—Lo sé, pero debo ser más fuerte—el menor puntualizando.

Yaga respiró hondo y caminó por la oficina, para detenerse justo en la ventana.

—Gojo ya perdió un compañero, ser fuerte no es siempre lo mejor, Geto era un excelente detective, fuerte, inteligente, incluso más que Gojo, debes sobrevivir para poder proteger—dijo el director, esas palabras dejaron a Itadori una impresión, pero, aunque fueran ciertas, él tenía un motivo oculto para ser el más fuerte.

La plática con el director terminó, Itadori regresó a su escritorio, fue cuando vio a Ijichi y se acercó a él.

—Ijichi-san ¿Sabe dónde está Gojo? Solo recibí un mensaje suyo diciendo que apoyará solo en caso de emergencia.

El mayor miró su móvil rápidamente.

—Hoy es el día que tenía que comparecer como testigo en un juicio, regresará después del mediodía.

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