Capítulo 3 Muerte en el callejón

Importante antes de leer: Esta historia es una versión resubida a la anterior la cual contará con censura en eventos sexuales explícitos y de temas delicados para tratar de apegarse a las reglas de la página, aun así se corre el riesgo de que sea cancelada o me cierren la cuenta. Para leer la versión completa, favor de pasar a mi cuenta en AO3, donde ya están los 53 capítulos más un especial. De antemano, muchas gracias por su apoyo. Atte. Su autora IzakaAi<3

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Es viernes por la noche en Shinjuku, los mejores bares de la ciudad están a tope y la música suena a casi reventar los oídos, claro que con eso no escucharían el detonante de una calibre 9 milímetros en un sucio callejón junto a uno de los lugares más atestados de gente.

El cuerpo cayó, la sangre emergía y lo último que vio la víctima fue a su asesino rematándolo con otra bala. Pero, justo en ese momento se abre la puerta trasera del bar y sale una mujer y un hombre, totalmente ebrios, en el momento exacto para ver al sujeto salir corriendo.

—¿Qué es eso?

—¿Un cuerpo?—el joven se inclinó para ver más de cerca, pero era seguro que se toparía con una escena horrible.

—¡Aaaaaah!—la mujer también lo vio y vomitó.

Unos minutos después el callejón estaba lleno de uniformados, entrando a la escena Gojo Satoru y Itadori Yuji.

—¿Qué tenemos?—preguntó el mayor al oficial en turno.

—Hombre Beta de 27 años, según su identificación es Amano Rentaro. Bala en el estómago y en la cabeza, por el orificio seguro es una 9 milímetros.

Yuji se acercó para verlo, Gojo de nuevo veía está expresión en su rostro, pero está vez ya hizo caso omiso.

—Yuji ¿Qué crees?—le pregunto al chico, este se paró firme y dijo.

—Según su ropa no es una persona sin hogar, pero tampoco se ve arreglado para una fiesta, no creo que sea de alguno de estos lugares, la segunda bala fue para asegurarse, porque esa herida en el estómago lo dejaría vivo al menos un par de horas antes de morir.

—¿En serio? ¿Cómo sabes eso?—Ieiri apareció detrás, está vez la mujer traía una chaqueta negra y gorra.

—Doctora Shoko—Yuji encantado de verla.

—Ieiri haciendo trabajo de campo—comentó Gojo con cierta expresión de sorpresa.

—Me falta personal está noche, sabes es viernes deberíamos estar disfrutando.

—¡Ja, ja, ja! Pero él no estaba disfrutando, digo nadie desea una bala en el cráneo—se burló Gojo ante la cara de molestia de Yuji por su comentario.

—Pero en serio, Itadori ¿Cómo sabes que viviría solo un par de horas?

—Bueno, mi hermano es médico de urgencias, a veces si lo escucho cuando me habla—contestó.

—Pues tienes razón, le dieron el tiro final para evitar que hablara tal vez, me lo llevaré para averiguar más, pero—Shoko les mostró una bolsa con otra pequeña bolsa adentro que contenía un polvo azul. Gojo lo tomó y observó.

—Así que tenemos "Ángel Azul"

—¿Qué? Esa cosa que usan los Betas para provocar celo—Yuji también tomó la bolsa—.La verdad no entiendo porque quieren pasar por eso, es horrible.

—La sustancia activa la parte del cerebro que provoca placer en los no Omegas, es más efectivo y duradero que un estupefaciente común—explicó Shoko.

—Así es y el Ángel Azul es una droga muy cara, más que las comunes, ¿de dónde sacó el dinero?—suspiró Gojo llevándose las manos a los bolsillos tras ajustar sus gafas.

Más tarde en la estación, Yuji hablaba por celular cuando Gojo apareció con un par de cafés en sus manos, dejando uno a Yuji.

—Es turno nocturno, regreso mañana, si, si, lo tengo siempre conmigo, ya ve a trabajar, buenas noches, hermano.

El chico terminó la llamada y tomó el café.

—¿Tú hermano?—preguntó Gojo.

—Si, se lo dije es sobreprotector—Yuji al dar el primer sorbo lo escupió de nuevo en el vaso—¡Está demasiado dulce!

—Ah, ¿No te gusta el azúcar?

—Si, pero esto es demasiado Gojo-sensei, si toma esto le dará diabetes.

—Bueno, ahora lo sé—el mayor al ver qué le llegó un email—.Oh, tenemos el análisis de huellas, resulta que nuestro amigo no era un vagabundo común, trabajaba en una empresa de bolsa hasta hace siete meses.

—¿Y por qué tiene antecedentes?—Yuji sacó de su cajón un paquete de pastillas blancas, tomando una de ellas y tragándola como si nada, se trataba de su supresor diario.

—¡Wou! Te tomas los supresores como dulces, vaya.

—¿Qué? Cuando te acostumbras al mal sabor, no es nada. ¿Qué dijo de los antecedentes?

—Ah, eso, escucha, fue arrestado hace seis meses por asalto a su jefe justo fuera de la empresa, el conductor salió lastimado—suena interesante.

Al otro día muy temprano por la mañana estaban frente al edificio donde trabajaba la víctima.

—Según investigue no tiene familiares vivos, su hermana murió hace siete meses—dijo Yuji parado junto a Gojo viendo el email en el móvil, luego vio el gran edificio frente a ellos—.Es enorme.

—Si, el área administrativa de Tokio así lo es, según el informe la oficina está en el piso 45—Gojo encaminándose hacia la recepción, donde una mujer tomaba llamadas.

—Si, pasaré su llamada, espere un momento —la recepcionista en su trabajo, luego alguien le hablo.

—Disculpe, necesitamos hablar con el señor Nagano.

—¿Tiene un cita?—cuestionó, pero al levantar la vista se topó con un par de ojos azules observándola.

—Soy el detective Gojo y el mi compañero—al decir eso mostraron sus identificaciones.

—Si, bueno, vaya es guapo—la chica se sonrojo, a lo que Gojo se inclinó un poco y le sonrió.

—Solo le haremos una preguntas, ¿me ayudarías?

En cinco minutos ya estaban en el elevador, el cual estaba lleno y Gojo llamaba la atención de todos los Betas y Omegas en él.

—Gojo-sensei no puedo creer que nos dejarán entrar sin cita—murmuró el chico.

—Somos la policía, Yuji—dijo Gojo, pero la expresión de su rostro lo decía todo y Yuji hizo un puchero.

—En serio que los Alfas la tienen fácil—dijo el voz baja a lo que Gojo se acercó para escucharlo.

—¿Eh?—justo en ese momento el elevador se abrió en un piso donde entraron más personas, lo que provocó que Yuji fuese arrinconado por Gojo en una esquina, pronto los dos estaban frente a frente, rodeándolo con los brazos, tocándolo ligeramente por los hombros—.Si que hay personas trabajando aquí—dijo el mayor, pero al mirar el rostro con detenimiento de su kohai se dio cuenta que estaba incómodo «Entiendo, debe ser molesto para un Omega sentirse tan cerca de un Alfa, por eso me alejaste antes cuando te abrace...» pensó Gojo—.Lo siento Yuji.

Al decir eso el joven se percató que estaba incómodo y él mismo no lo había notado, jamás le había pasado, pero al ver al mayor tan serio con él, bajó sus defensas un poco.

Por fin llegaron al piso, yendo directo con la asistente quien los anunció, no tardaron para que los recibieran.

—Lamento la muerte de Rentaro, fue un buen elemento—dijo el señor Nagano, un hombre Alfa de 55 años.

—¿En serio? Digo por lo que sé lo arrestaron por golpearlo, ¿no? Debemos preguntar ¿Qué fue lo que pasó?—dijo Gojo mientras veía un acuario en su oficina.

—Si, eso fue hace seis meses, Rentaro tenía éxito para ser un Beta, sabía moverse en el medio, pero un día se equivocó en una inversión en el extranjero e hizo perder mucho dinero a unos clientes, la mesa directiva me pidió que lo despidiera, así que cuando se lo dije no le gusto, haciendo un escándalo—relato el hombre—.Tuve que mandar a seguridad a sacarlo, porque se puso violento, pero a la hora de la salida, tomó unas rocas y las lanzo a mi auto, mi chófer salió herido, así que lo arrestaron, retire la demanda porque el pobre había perdido a su hermana hacía poco, me compadecí de él.

—¿Conoció a su hermana?—preguntó Yuji.

—Solo en una cena de negocios, una dulce jovencita, lamenté su fallecimiento.

Tanto Gojo como Itadori se vieron.

—¿Conoce a alguien que quisiera hacerle daño al señor Amano?—pregunto Gojo.

—No y si es todo, les pediré que se retiren, tengo una junta importante—les dijo y los despidió.

De regreso a la estación Yuji se dio a la tarea de buscar sobre el incidente, mientras que Gojo fue a la morgue para ver a Ieiri quien había terminado la autopsia.

—Yo...Ieiri ¿Qué tienes?

—Eres tú Satoru—ella se quitó los guantes—¿Y tú compañero no vino? Es un chico lindo.

—No, está arriba, lo mandé a investigar una pista—esté mirando al cuerpo en la mesa. Pero la doctora sonrió a lo que el Alfa lo sintió—.Ya deja eso.

—Es que es la primera vez que un nuevo detective no se haya quejado de ti, ese chico sí que es especial ¡Ja, ja, ja! ¿Y qué es eso de Gojo-sensei?

—Basta, solo me tiene respeto.

—¿Seguro que tú le dijiste que te llamara así, no Satoru? Si Suguro lo escuchará ¡Ja, ja!

Al decir ese nombre Gojo cambió su expresión.

—Ningún compañero será mejor que Suguro—dijo pensando en ese hombre.

—Satoru en eso tienes razón, era el único que te mantenía a raya y que no te matará Yaga—ella se acercó a la mesa mirando también el cadáver—.Y no eres el único que lo extraña, todos en la estación lo apreciamos.

—Shoko, sabías lo sentía por él, ¿no? Así que no digas que solo lo extraño, es más que eso.

—Lo sé, después de todo asistimos a la misma preparatoria, no soy ciega sabes, aunque entiendo porque lo mantuviste en secreto.

Gojo se recargó en la pared detrás cruzando los brazos.

—Tienes razón, nadie lo entendería—dijo sonando molesto, pero luego miro a Ieiri—.Creo que solo tú—cambiando su semblante y finalmente sonriéndole.

—Si, tienes razón—ella contestó el gesto puesto que entendía a su amigo.

En un mundo donde había un segundo género, aquellos que tenían relaciones entre géneros iguales a excepción de los Betas, aún no era bien visto, ni tampoco muy comunes.

—Ok, mejor empecemos, extraje dos balas calibre 9 milímetros, las mandé a balística me darán resultados más tarde, además de las heridas de bala, tenía moretones en el pecho, piernas y esto—mostró sus nudillos—.Dio pelea, había dos muestras de ADN una de la víctima y la otra que no está en el sistema.

—Así que dio pelea, ¿eh? ¿Qué dices de las drogas?

—Dio positivo, pero lo que vi en sus órganos, no duraría mucho, puede que los Omegas sean considerados débiles, pero sus cuerpos son los únicos que pueden soportar la hormona que provoca el celo, para un Beta termina matándolo, por eso está prohibida.

—Entiendo, por cierto, ¿buscaste lo que te pedí?

—Si, el certificado de defunción de Amano Kaoru, Omega de 19 años, murió tras desangrarse por un aborto mal realizado en una clínica clandestina.

—¿Sabes quién era el padre?

—No, no viene en el expediente—entregándoselo—.Y hay algo raro, por lo que dijo el médico forense, creo que fue violada, pero no hay registro de esto.

—No todas las violaciones son denunciadas, bueno, gracias, nos vemos.

Mientras subía en el elevador, Gojo cerró los ojos inundándose de recuerdos de su época en la preparatoria, eran siempre los tres, Shoko Ieiri, Gojo Satoru y Geto Suguru, dos Alfas y una Beta, un trío muy peculiar, cuando las puertas se abrieron vio a alguien con Yuji, un hombre alto y algo fornido, el cual de pronto acarició sus cabellos por lo que llamó su atención.

—Yuji—lo llamo Gojo, el visitante se dio la vuelta y miró a Gojo con desdén.

—Ah, Gojo-sensei, le presento a mi hermano mayor, Choso.

—Choso, bueno soy el superior de Yuji y detective de grado especial Gojo Satoru—se presentó «¿Su hermano? Pero ni siquiera se parecen...» pensó Gojo al extenderle la mano, pero el otro solo lo vio de arriba abajo.

—Yuji no me dijiste que trabajabas con un Alfa.

—Hermano, Gojo-sensei es uno de los mejores detectives, tiene el grado especial y estoy aprendiendo mucho de él—lo defendió Yuji.

Choso tenía un aire algo espeluznante y Gojo podía verlo, incluso sentirlo, pero el Alfa al fin le saludo, apretando fuertemente su mano.

—Un placer, espero que cuide a mi hermano, ¿entiende?

Sus palabras tenían una doble intención, captada por el otro.

—Descuida, yo cubro sus espaldas y él las mías.

La investigación de Yuji arrojó que el incidente de la bolsa fue real, pero ninguno de los clientes estaba en el país, por lo que no eran sospechosos.

—Yuji, vámonos.

—¿A dónde?

—Vamos a visitar la casa de la víctima, tengo la dirección—dijo, sacudiendo el expediente que Ieiri le había dado.

Durante el camino Gojo decidió satisfacer su curiosidad y preguntó a Yuji sobre su hermano mayor.

—¿Por qué no nos parecemos? Bueno, eso es porque no somos hermanos de sangre, Choso fue adoptado por mis padres, digamos que mis padres querían tener hijos, pero les era difícil, mi mamá era Omega y padre un Beta, así que adoptaron a Choso, luego usaron otros métodos y cuando creyeron que ya no sería posible, paso un milagro y nací.

—Así que eso era.

Los residenciales eran comunitarios y en medio de callejones, aunque no muy alejados de una calle muy transitada. Los dos detectives buscaron la casa hasta que encontraron el número, pero al llegar notaron que la puerta estaba abierta, y no solo eso, se escuchaban ruidos.

—Tu arma, no te separes de mí—le dijo Gojo a su kohai, este asintió y sacó su arma, así que entraron a la señal del mayor, con sumo cuidado y sin hacer ruido. Pasaron la sala, siendo la fuente del ruido la recámara, Gojo levantó la mano para detenerse, luego pateó la puerta y gritó.

—¡Arriba las manos, policía!

El hombre al verlos les apuntó y disparó, tanto Gojo como Yuji lograron resguardarse tras la puerta, no solo eso, Gojo protegió a Yuji con su cuerpo, encerrándolo entre sus brazos, el menor fue tomado por sorpresa, pero la bala golpeó el marco. El sujeto salió por la ventana, Yuji lo vio y no dudó en ir tras él, apartando a Gojo.

—¡Yuji, espera! ¡No vayas, es una orden!—Gojo trato detenerlo—.Ese mocoso.

La última vez también fue tras el sospechoso sin previo aviso, pero está ocasión se trataba de alguien armado, lo que lo molestó.

Dio vuelta y fue hacia la puerta para llegar a la calle y también perseguirlos, por unos segundos los perdió de visita, solo que escuchó los gritos de Itadori.

—¡Alto! ¡Policía!

Corrió tan rápido como pudo y vio un atajo entre unos callejones, cruzó por ahí el paso, saltó sobre una reja.

Por su parte Itadori seguía tras él en la calle, el tipo tiraba lo que se encontraba para cortarle el paso provocando revuelo y al llegar a la esquina, el semáforo estaba en rojo para los peatones y un vehículo de carga venía a toda la velocidad, al verse acorralado, tomó a una estudiante y la empujó a la calle, hubo una conmoción, Yuji vio está acción y al camión que no había notado la presencia de la chica, por lo que olvidó la persecución y en una abrir y cerrar de ojos, la tomó y salvo, rodando por la acera.

—¡Aaaah!—gritaron todos los espectadores.

El sospechoso pensó que se había librado, pero al querer continuar con su huida, Gojo apareció justo al frente y le dio un puñetazo en la cara, tirándolo al suelo.

—¡Hijo de perra, mi nariz!

—Cállate, malnacido—pateó el arma lejos—.Estás bajo arresto—le dijo, colocándole las esposas, cuando escucho el alboroto, vio a Itadori en la acera con la chica en brazos, los presentes lo elogiaban por salvarla, pero Gojo camino se acercó con el sospechoso esposado y le gritó, enfurecido.

—!¿ERES UN IDIOTA?! ¡TE DI UNA ORDEN!

La voz del Alfa resonó fuerte y algunos presentes se estremecieron, en especial aquellos que eran Omegas, puesto que tenía cierto tono de mando característico de los Alfas, incluso Yuji se quedó paralizado por un segundo.

Una ambulancia llegó al lugar para atender a la joven que recibió unos golpes y rasguños por la caída, Yuji también fue atendido por un corte en la frente. Gojo envío con una patrulla al sospechoso en custodia, cuando Yuji se despidió de los paramédicos, vio a Gojo esperándolo en el auto, solo con ver su cara se dio cuenta que seguía molesto.

—Gojo, yo...

—Sube—dijo cortante.

Una vez en el camino Yuji se mantuvo callado, pero no pudo soportar mucho.

—No entiendo su molestia, sé que fue imprudente, pero lo atrapamos y salve a la chica.

—Te di la orden de no ir tras él, soy tu superior y desobedeciste además pusiste en peligro a un civil, sin olvidar que traía un arma. No olvides que eres un Omega, el sujeto pudo ser un Alfa y hacerte meter en problemas.

—¿Lo es?—Yuji no se dio cuenta de ello.

—No, no lo era—suspiro Gojo molesto con las manos en el volante—¿Sentiste mi voz de mando?

El joven recordó la sensación de parálisis de antes.

—Se de la voz, pero el supresor...

—El supresor no puede hacer que no te afecte al 100 por ciento, por eso los Omegas no deberían trabajar en la policía, maldita sea, pudo usarla para sacarte de balance y dispararte, creí que serías capaz de tener en cuenta tus limitaciones, pero me di cuenta de que no es así—regaño Gojo, después de eso ya no hubo más conversación.

En la estación, el sospechoso estaba en la sala de interrogatorio en espera, Gojo entró, pero no dejo a Yuji ir con él, dejándolo que viera desde el espejo doble.

—Tu nombre es Hayao Higuchi, al menos eso dice tu registro, ahora quiero saber ¿Qué hacías en el departamento de Amano?—Gojo se mostraba muy enérgico.

—Soy un Beta así que no puedes intimidar, tu juego de Alfa no funciona conmigo.

—¿En serio? ¿Crees que no puedo intimidarte solo porque eres un Beta?—al decir eso, su mirada penetrante hizo tragar saliva al hombre—.Tu arma es calibre 9 milímetros, estoy seguro de que las balas van a coincidir con las encontradas en el cuerpo de Amano, además de que tú ADN será compatible con la sangre encontrada en los puños de la víctima, es cuestión de tiempo, así que tienes aproximadamente 5 minutos para decirme ¿Por qué lo mataste? ¿Quién está detrás de esto? Y posiblemente podamos hablar con la asistente del fiscal por un trato.

Fuera, Yuji observaba, pero no dejaba de pensar en que realmente lo echó a perder, cuando de pronto entró a la habitación, Ijichi.

—Teniente Ijichi.

—Itadori, ¿no?

—Si, Gojo está interrogando.

—Lo sé, solo vine a ver qué no se le pase la mano, no tenemos muchos detectives Alfas por su carácter dominante, pero debo decir que son mejores que los Betas como yo—explicó el hombre ajustándose los anteojos.

—Ijichi-san, ¿usted conoce a Gojo desde hace mucho?

—¿Qué si lo conozco? Si, es el mejor, su tasa de efectividad es del 95 por ciento, pero esa retorcida mentalidad y narcisismo, lo hacen difícil de manejar, claro que va con él, digo es un Alfa, ¿no?

—En realidad...—Yuji bajó la vista y describió rápido lo que pasó.

—Ya veo, entonces él se molestó, es raro verlo molesto con alguien que no sea un criminal, pero tal vez se deba a que hace dos años perdió a su compañero, ellos tenían cerca 6 años juntos, aunque por lo que se de Shoko se conocían desde el instituto, de hecho, se hicieron detectives al mismo tiempo.

—¿Qué pasó?

—Sobre eso—justo cuando iba a decirle algo, dentro de la sala, Gojo había golpeado la cabeza del sospechoso contra la mesa—¡Esto es malo! Lo siento Yuji, pero puedes verlo en los expedientes—le dijo, corriendo a detener a Gojo, solo que al entrar el hombre ya estaba solicitando un abogado.

Más tarde Gojo fue regañado por Yaga en su oficina pasando buen rato, pese a eso el detective salió con un rostro despreocupado y fue directo a su escritorio donde Yuji lo esperaba.

—¿Qué haremos ahora? El sujeto no quiso hablar, aun así, será condenado ya que los exámenes de balística indicaron que la misma arma y el ADN dirá lo mismo.

—Eso ya lo sabía, pero hay algo raro en esto, ese tipo es solo un peón, y quien quiera que sea lo está protegiendo, incluso para ir a la cárcel por él ya que decidió callarse—le dijo el mayor, Yuji se sintió mejor, ya le hablaba como antes.

—Ah, ya recuerdo, antes me dio un expediente, el de Amano Kaoru.

—La hermana de Amano ¿Qué hay con eso?

—Es que encontré algo que me pareció extraño, dice que murió en una clínica clandestina, al investigar dijeron que la cerraron hace un mes y el médico que la atendió está por purgar una condena por mala práctica y otros cargos, sin embargo hable por teléfono con él, su abogado se lo permitió y le pregunté por el caso de la señorita Amano, y me dijo que el día que realizó el aborto ella no había ido sola, sino que fue un hombre mayor un Alfa, pero al complicarse el procedimiento la dejo abandonada ahí, al final ella quiso que llamaran a su hermano, pero cuando llegó ya era tarde.

—¿Un hombre mayor? Las agresiones que ella tenía por abuso, Yuji ¿Cuándo fue la fecha de muerte de la hermana?

—El 4 de abril.

—Y el 15 de abril sucede el incidente con las acciones, luego el 29 de abril ocurre el escándalo y arresto de Rentaro, creo que todo está relacionado, además ese sujeto buscaba algo en el departamento de la víctima que pareció no encontrar, vamos, hicieron un cateo y trajeron las cosas a la estación.

Los dos fueron al tercer piso de evidencia y lo encontrado estaba en 3 cajas sobre una mesa.

—En la laptop solo había datos de la bolsa de valores, informes, etc.—explicó el técnico.

Yuji sacó unas cosas de la caja y entre ellas vio una fotografía de la hermana de la víctima, al sacar el marco noto que se sentía más pesado de lo normal, por lo que decidió abrirlo.

—Gojo-sensei, mire esto—le mostró una unidad USB.

El técnico revisó el contenido y en ella había un vídeo hecho con un celular, cuando lo vieron las dudas se habían despejado.

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