Capítulo 17 Confusiones de la verdad

Tras un largo beso húmedo, ambos se separaron para verse a los ojos, Yuji estaba sonrojado y Gojo pudo apreciar ese hermoso rostro, aun tocando su mejilla.

«¿Qué estoy haciendo? Desde esa vez no puedo dejar de pensar en su aroma, nunca creeré en el destino puesto que solo se ha burlado de mí, sin embargo, este chico...» pensaba Gojo sin poder dejar de sentirse atraído por Yuji.

—¿Qué pasa?—le pregunto al chico confundido.

—Ese fue mi primer beso de verdad—confesó Yuji.

—¿No dijiste que te bese antes?

—Si, pero no contó estaba borracho—reclamo este que pudo sentir como la mano de Gojo ahora se posaba en su cintura—.Bueno, creo que esto es...

—Es complicado—Gojo se alejó, rascando su cabeza—.Yuji dime ¿Qué quieres de mí ahora?

—¿Ah?

—Imagino que te gustó, ¿no? El beso.

—Bueno, creo que sí.

—¿Crees que sí? Eso me hace sentir fatal—recargándose hacia atrás.

—Lo siento.

—No lo sientas, tampoco es como si fuese un experto, soy un anciano que no ha besado mucho.

—¡Qué raro! pensé que habría tenido varias parejas.

—¡Oye! ¿Por quién me tomas? Soy un chico decente, el que sea guapo, exitoso y millonario no me hace un promiscuo, aunque debo confesar que no he tenido una pareja como tal—dijo Gojo con una vena saltada en la sien. Yuji comenzó a reírse al verlo así, pero ni él mismo sabía que sentía realmente por Gojo o al menos eso quería pensar—.Aunque si estuve enamorado una vez, pero digamos que no fue correspondido—pensando en Geto, un leve salto en el pecho de Yuji lo hizo sentirse raro.

—¿No fue correspondido?—le pregunto el menor, aunque en realidad no quería saber la respuesta por alguna razón.

Gojo se le quedó mirando, pero cuando iba abrir la boca para tratar de contestar algo, Yuji se levantó de golpe y con las manos al frente e inclinado dijo nervioso.

—¡No importa! No me conteste, puede que sea privado, solo somos compañeros de trabajo ¡Je, je!—rasco su mentón.

—¡Pf! ¡Ja, ja, ja!—el Alfa solo comenzó a carcajearse, luego acarició su cabeza—.En ese punto, no creo que solo seamos compañeros de trabajo Yuji, aunque haré lo que quieras, nunca he salido con un Omega, sería interesante.

—¿Eh?—este tragó saliva, miró hacia otro lado—.La verdad es que tampoco he tenido ninguna relación, y yo...

—Somos un par de idiotas—suspiro Gojo a lo que Yuji asintió tímidamente—.En ese caso debo confesarte que me atrae tu aroma, aquella vez casi caí con tu celo, era la primera vez que me pasaba algo así, suelo ser fuerte ante los celos de los Omegas, bueno resisto bien, pero tu aroma me hacía sentir bien, cómodo supongo—mientras hablaba Yuji no podía dejar de sonrojarse, jamás se había visto a sí mismo como alguien atractivo para un Alfa, incluso cuando Fushiguro se le confesó también creyó que era imposible—.Pero tampoco me veo como alguien tontamente enamorado o incluso no sé si pueda actuar como un Alfa protector ¡Ja, ja, ja! Hasta el momento eres tú quien me ha protegido, vaya tonto que soy.

—Siento lo mismo, no soy un Omega común, cuando Fushiguro se me confesó hace poco, tampoco pude decirle nada, la verdad solo lo veo como un amigo y me gusta esa relación así...—al escuchar eso Gojo tuvo una especie de palpitación—¡Ja, ja! Creo que ni yo entiendo bien.

—Yuji...

—¿Sí?—Gojo volvió a besarlo, no entendía bien pero no le agrado que Megumi se le haya confesado a Yuji. En medio de ese beso, su cuerpo se hacía más sobre el menor, podía sentir su respiración.

Yuji se sentía atrapado por las miles de sensaciones, pero ante ese electrizante momento, se aferró a sus hombros. Gojo dejó su boca por un segundo mientras sus labios, tocando su desnuda piel.

—¡Ah! Espere...—Yuji quedándose sin aliento hablo, Gojo se alejó y le miro a la cara, pudo ver una pequeña lágrima, lo que dejó en shock al Alfa.

—Lo siento, me deje llevar, creo que debería irme—Gojo se levantó del sofá.

«¿Qué demonios hice? ¿Sentí celos? No, no yo no soy así...» pensaba mientras se dirigía hacia la puerta, pero una mano sujetó la parte trasera de su chamarra, al voltear Yuji se aferraba a él.

—¿Qué pasa?

—No quiero que se vaya, lo siento.

«¿Qué dices? Ahora me siento como un lobo tratándome de comer una oveja, por favor quita esa cara, luces lindo...»

—¿Qué?

—Solo quédese, en realidad quiero pasar navidad con usted, sobre lo otro, no puedo pensar en eso ahora.

—Solo con una condición—el Alfa le sonrío.

—¿Cuál?

—No menciones a otros Alfas en mi presencia.

—¿Qué no dijo que no podría actuar como un Alfa protector? No somos nada ¿O sí?

Gojo se molestó porque le recalcaron eso así que con movimiento le dio un golpe de látigo con su dedo en la frente a Yuji, quien se dolió tanto que terminó inclinado en el piso un rato.

—¡Eso me dolió, Gojo-san!

—Claro, no era caricia, vamos a comer, tengo hambre.

—Está bien—Yuji finalmente sonrió.

Habían pasado un rato, comieron y bebieron, además de ver una película.

—Que película tan mala, ¿en serio Santa Malo? Yuji tienes gustos peculiares.

—¿Eh? Pero usted dijo que no la había visto. Por cierto, Ijichi dijo que salió de vacaciones, ¿es cierto?

La conversación que no esperaba tener esa noche salió a la luz, en esos momentos quería arrancarle la cabeza a Ijichi.

—Si, empezaron ayer, tenía cosas que hacer.

Yuji miro la fecha el calendario de la pared y recordó el aniversario de cierta persona, volviendo a pensar en esa noche del disparo.

—Imagino que fue por su aniversario—le comento, Gojo de inmediato captó a quien se refería.

—Si, fui a visitar su tumba, sus padres murieron cuando era un adolescente así que nadie la visitaría—explicó Gojo, relajándose en el sofá, claro ante la mirada de Yuji quien seguía preguntándose si debatiéndose en decirle lo que escucho—.Por cierto, ya arreglé con Yaga para que estés con Nanami mientras tanto, además hay un caso en lo que me gustaría que trabajarán.

—¿Eh?—Yuji volviendo de sus pensamientos—.Ya veo, entonces ¿Qué hará en sus vacaciones?

Gojo pensó en Geto y su razón era averiguar lo que ha estado haciendo en ese año.

—Bueno, nada importante, pero no te preocupes Yuji—este acarició su mejilla—.Si me extrañas estaré ahí para consolarte.

—Deje de bromear—le dio un manotazo, aunque los ojos de Yuji parecían detectar cierta sospecha, aun así asintió.

—¡Ja, ja! ¡Qué enojón!—se burló Gojo.

«No soy tonto, sé que algo tiene que ver con ese nombre, pero si Gojo no quiere decirme está bien, hay cosas que todos debemos guardar en secreto, como yo con Ryuji... » pensó el chico.

Al día siguiente, eran las 10 de la mañana y Choso al fin había llegado del hospital, lucía cansado y con ojeras como siempre, Yuji estaba en la cocina. Sin embargo, el Alfa pudo detectar un aroma diferente en casa y no solo eso sino que era alguien conocido.

—Buenos días, Choso-nii—le sonrió Yuji—¡Feliz navidad!—fue hacia él para abrazarlo, pero Choso lo detuvo con un dedo en la frente.

—Dime ¿Quién estuvo aquí?

—¿Aquí? ¿En serio pueden saberlo? Los Alfas con sus olfatos desarrollados.

—Yuji, por su puesto y está es mi casa, claro que puedo olfatear si otro Alfa vino.

—Bueno—Yuji le terminó contando sobre Gojo y hasta lo que pasó entre ellos.

Un minuto después, Choso iba hacia la puerta furioso.

—Voy a matarlo.

—¡Hermano!—Yuji lo abrazo por la espalda para detenerlo—.No quiero arrestarte por asesinato, además yo no lo detuve.

Choso se dio la vuelta, Yuji se le quedó mirando.

—¿Y lo amas? ¿Te gusta?

Fue cuando Yuji se alejó y bajó la cabeza, eso le sorprendió a Choso.

—¿Crees que yo pueda amar a alguien?

Su hermano lo sabía, ese trauma aún estaba presente, Ryuji desde donde quiera que este seguía influenciando. Choso colocó una mano sobre su hombro.

—Yuji dime ¿Qué te dijo ese idiota?

—¿Idiota? Gojo-san en realidad no dijo nada...

Su hermano se dio la vuelta para ir a la puerta de nuevo.

—¡Hermano!—Yuji volvió a detenerlo.

«Este par en serio van a matarme de coraje, no entiendo es como si estuvieran destinados a encontrarse...» Choso recordando el rostro de Gojo cuando llegó a emergencias esa noche, lucía completamente destrozado, además de esa vez que Yuji entró en celo, podía notar como su aroma lo había afectado.

—Está bien, no iré, pero jamás vuelvas a subestimarte Yuji y ese idiota no debe burlarse de ti—le dijo muy serio «Aunque se supone que Alfa y Omega se atraen por instinto, no somos animales, existe una consciencia de que somos humanos, después de todo evolucionamos de ellos, los sentimientos y los instintos deben ir de la mano, en especial cuando hay un lazo...» sus pensamientos hacia su hermano y esa persona lo ponía en una situación en la que tal vez no debería intervenir—.Piensa primero en lo que tienes delante, luego da un paso, solo así se avanza a dónde sea, hermanito.

Tal como Choso lo veía, Gojo y Yuji eran sentidos opuestos y por eso mismo se atraían, sin embargo el problema de Ryuji seguía siendo una espina en el corazón de Yuji y tal vez era hora de encararlo, para ello debía encontrarlo primero y solo una persona podría hacerlo, Fushiguro Megumi.

. . .

En casa Gojo estaba solo viendo hacia el techo pensando en lo Geto dijo de declararle la guerra al mundo, también en lo que hacía en ese lugar de peleas clandestinas y ese matón, fue cuando vino a su mente un tatuaje en la muñeca derecha del tirador.

—Es cierto, ese tatuaje, si no mal recuerdo era un demonio de cuatro brazos—Gojo tomo su laptop y busco información en la red y en ella hablaba de un demonio de cuatro brazos y dos caras llamado Sukuna—.Un demonio, eh—pero nada más. Solo le quedaba una cosa que hacer, buscar en la calle en la forma antigua.

Miró su teléfono y llamó a cierta persona.

—Necesito verte.

"Sabes que ya no te debo favores..."

—¿En serio? Pues sigues siendo de la familia, y yo soy Gojo Satoru.

"Maldición, está bien te veo en tres días en ese lugar y a la misma hora..."

Tras colgar suspiro y volvió a recargarse en el sofá mirando al techo.

—Voy a encontrarte Suguru, y hablaremos como es debido.

. . .

Los días pasaron y Yuji finalmente regresó a trabajar, todos en la estación se sintieron felices de verlo, después de todo tenía una chispa que se dejaba querer.

En cuanto llegó, Yaga lo mandó llamar y le avisó de las vacaciones que se tomó Gojo y que estaría solo cerca de 10 días, por lo que sería transferido a la Unidad de Víctimas Especiales con el detective de primer grado Nanami Kento. Para Yuji no fue sorpresa después de todo Gojo le había dicho que estarían separados por un tiempo, además de que le dio su nueva placa, al verla decía "Detective de segundo grado" había escalado dos niveles en poco tiempo, eso emocionó a Yuji.

Después de eso fue a reportarse en el tercer piso donde estaba la unidad, Nanami tomaba una llamada cuando sintió la presencia del chico, al colgar volteo a mirarlo.

—Así que tú eres Itadori Yuji—el mayor se levantó.

—Si, un gusto conocerlo, soy Itadori Yuji, será un placer aprender de usted.

—Bien, mucho gusto—Nanami se inclinó para saludarlo, Yuji también—.Una vez presentados, debes saber que en esta unidad tenemos trabajos que pueden ser muy difíciles para Omegas como tú, aunque sé por Gojo que eres capaz.

—Eso quiero creer—Yuji siendo humilde, lo que sorprendió a Nanami.

—Él es un excelente detective y entiendo su modo de trabajo, resuelve casos como ninguno, pero francamente no lo respeto, suele ser un idiota excéntrico y ególatra. Imagino que piensas igual que yo.

—¡Je, je! Creo que Nanami-san lo conoce bien, pero me ha enseñado mucho, espero que esto sirva para ayudarle—Yuji sin poder responder algo más decente ante los insultos hacia Gojo.

Nanami se llevó la mano a los ojos como si estuviera a punto de llorar.

—No puede ser, Gojo ha hecho algo bien.

—¿Eh?

—Como sea, el director nos pidió un caso especial, es el asesinato de Orimoto Rika hace 10 años.

—¿Un caso viejo? ¿Por qué?—Yuji tomó el expediente.

—La fiscalía tiene una audiencia para revisar si habrá juicio de apelación, para ello debemos investigar de nuevo todo y asegurarnos de que sigue igual y que Okkotsu Yuta es el asesino de Rika.

—Entiendo, puede que sea inocente, ¿no?—Yuji observando el informe.

Nanami se le quedó mirando, pensando que Yuji podría ser el peor compañero de Gojo dado que el Alfa suele simplemente enfocarse en atrapar al malo sin ver el motivo detrás. Le quitó el folder y lo puso en la mesa.

—Quiero que vayas a la central y pidas la caja de evidencias del caso—sacó de su bolsillo el número de la caja—.Regresa antes de mediodía.

—Si, lo haré—Yuji asintió y salió corriendo.

Una vez solo, Nanami recibió una llamada precisamente de Gojo.

—¿Qué quieres?

"Hay Nanamin yo también te quiero..."

—Deja tus estupideces, lograste que Yaga nos diera el caso, ahora debo resolverlo por ti, ¿no crees que vas a deberme mucho.

"Así que crees en la inocencia de Yuta..."

—Creer o no, eso no importa, voy a ver la evidencia y testigos, solo me baso en eso.

"Lo sé, eres metódico y eso es lo que Yuta necesita, por cierto ¿Yuji está por ahí?..."

—No, lo mandé al archivo central por la evidencia.

"¿Qué hiciste qué? Nanami eso es cruel, van a hacerlo ver su suerte esos imbéciles..."

—Y eso que, debe aprender.

"Pobre de Yuji-kun..."

—Por cierto, solo llamaste para molestar, estás de vacaciones, solo vete a descansar y no molestes...

"No, solo quería saber de Yuji, trátalo bien, por favor..."

—Tratarlo bien, espera un momento, no me digas que tú...

"Ya me voy, me esperan unas margaritas..."

Nanami tenía un presentimiento respecto a Yuji y odiaría que fuese verdad. Mientras tanto Gojo tenía una bella vista en el Skytree, cuando alguien se para a su lado, de traje negro y un pequeño bigote.

—Ostentoso lugar, Satoru.

—¿En serio? Tú lo elegiste, no me culpes, Shiu—Gojo lo voltea a ver.

Kong Shui el hombre que fue cómplice y amigo cercano de Fushiguro Toji, resultaba que también trabajaba en secreto para la familia Gojo y se asociaba con Toji en algunos servicios extraoficiales, algo que seguramente Toji sabía.

—Ahora dime ¿Qué quieres?

—Necesito información y solo tú puedes ayudarme.

—¡Ja, ja! La policía necesita mi ayuda, debo sentirme honrado.

—No te metí a la cárcel junto a Toji o dije algo al abuelo de tus trabajos para los coreanos, así que me debes más de lo que crees—le hablo bastante firme al respecto.

—Eso no era necesario recordarlo, metiste a mi amigo a la cárcel, pero agradezco que cuidarás de Megumi y Tsumiki, sé que ella se casó recientemente. Solo dime una cosa ¿En serio crees que el clan Zenin dejará a Megumi en paz? Tarde o temprano van a dar con él, y más ahora que el viejo Naobito se quedó sin herederos.

—Megumi ya no es un niño, sabe la diferencia entre el bien y mal, pero si te hace sentir mejor, no dejaré que lo toquen, seguir ese camino no es una opción, lo sé mejor que nadie.

—Mi amigo me encargó a sus hijos, y yo te los confíe a ti.

—El clan Zenin será destruido antes que eso pase, solo falta un poco más, cuando Utahime termine con ellos, yo personalmente iré por el clan Gojo—el detective sonaba muy seguro.

—¡Ja, ja, ja! Tu abuelo se revolcaría en su tumba si escuchada eso, pero Gakuganji no cederá tan fácil, tu abuelo lo dejó a cargo hasta que el heredero retome su lugar, creo que aún tenía esperanzas que tu volvieras, pero si hablamos de ese anciano, es más probable que quiera tu cabeza.

—Eso no me importa, si quiere buscar mi cabeza con gusto se la daré, pero antes cortaré la suya y así morirá todo el clan.

—Sabía que dirías eso, pero debo advertirte que hay un nuevo clan a la sombra, se hacen llamar el Clan Noroi.

—¿Eso significa "Maldiciones"?

—Si, se reunió hace poco con sus líderes, no los vi, pero noté algo, todos sus miembros tienen un tatuaje de un demonio de...

—Cuatro brazos—lo interrumpió Gojo dejando en claro que era verdad, un nuevo clan había nacido.

—¿Los has visto?

—Si, hace poco, ¿qué me puedes decir ellos?—mirando la hermosa ciudad ante sus ojos.

—Solo sé que su líder se hace llamar Sukuna.

—Igual que la mitología, el rey de las maldiciones.

—Exacto, no conozco su verdadera identidad pero dicen que es muy fuerte, demasiado joven y es un Omega.

—¿Hablas en serio?

Mientras hablaban bajaron por elevador hasta la calle, donde Kong pudo encender un cigarrillo.

—Si, pero hay otro líder no sé nada, es más misterioso que el mismo Sukuna, parece siempre estar en las sombras, pero a Gakuganji le ofrecieron una nueva droga, aún no ha salido al mercado, pero estoy seguro de que pronto lo hará.

—Gracias por la información, si te es posible investiga un poco más—Gojo le dio la espalda para irse, pero Kong le llamó.

—Satoru dime algo ¿Aún le guardas rencor a la familia?

El detective se detuvo y sin mirarlo le contestó.

—No le guardo rencor a mi familia, solo a lo que ellos representan, nos veremos de nuevo Shui.

. . .

La misión que Nanami le encargó a Yuji fue casi imposible, el pobre detective fue dejado en la sala de espera de los archivos.

—Disculpe, busco la evidencia del caso YB1985-06, ¿creen que pueden ayudarme?—preguntó por tercera vez al encargado, pero este miró solo la pantalla de su computadora y le dijo.

—Si ya lleno el formulario, solo déjelo ahí y le llamaremos cuando esté listo.

Yuji ya lo había hecho, pero la bandeja estaba tan llena que sabía si esperaba podría tomar días y no pensaba regresar sin esa evidencia.

—No sabe lo urgente que es, por favor...

—Si es urgente la oficina de la fiscalía debería haber enviado un correo.

—Bueno, yo...

Yuji no sabía qué hacer, cuando de pronto un hombre apareció detrás, llevaba un traje oscuro y corbata. Parecía verse cansado y ojeroso, pasó al lado de Itadori y golpeó el vidrio de la caseta del guardia con un formulario.

—Vengo por esta evidencia.

—Abogado Higuruma, sabe las reglas.

—¿Me hablara a mí de reglas? ¿Acaso quiere que le diga al juez que su audiencia sufrirá un retraso por la falta de revisión de evidencia? La cadena de mando no se rompe, usted la está torciendo—le dijo muy seguro, Yuji quedó sorprendido de la manera en la que ese hombre lucía seguro ante sus palabras.

—Bien, bien, pero va a tener que esperar, este chico también viene por ella.

El guardia lo señaló, el abogado volvió a ver a Yuji y este se sintió un poco cohibido.

—¿Asistente de la fiscalía?

—¿Qué? No, soy el detective de segundo grado, Itadori Yuji—se presentó mostrando su nueva placa, tras el arresto y el operativo bien realizado subió de rango dos barras. Cuando el guardia lo vio se levantó y se inclinó ante Yuji.

—Lo siento, no sabía que era detective y menos de segundo grado, le haré pasar para que busque su evidencia ahora mismo.

El hombre parecía sudar, más Yuji solo le sonrió.

—Descuide—pero me miró a Higuruma—.Usted también desea ver la evidencia del caso Orimoto Rika, ¿cierto?

—Me presento soy Higuruma Hiromi, abogado defensor de Okkotsu Yuta y de hecho, solo quiero ver si falta algo—dijo el abogado.

—¿Algo?—Yuji extrañado.

Después de entrar a la bodega de evidencias, Yuji fue directo al lugar donde estaba la caja, Higuruma fue con él, tras convencer al guardia.

El chico bajó la caja que estaba sobre casi dos metros de altura, Yuji la tomó como si nada de un pequeño salto. Higuruma lo observó todo el tiempo, luego de firmar la custodia de la evidencia se dirigieron hacia una sala, Yuji la colocó sobre una mesa.

—Puede ver si desea ver antes que yo, estaré más tranquilo.

—Así que te disté cuenta, eres intuitivo, bueno se nota al ser detective—Higuruma abrió la caja y observó dentro sin ver lo que buscaba—.Como lo imaginé, no está.

—¿Qué busca?

—Okkotsu mencionó un anillo, uno que Rika le dio y que cuando él despertó ya no lo tenía. Según los registros digitales, no había ningún anillo, solo quería corroborar eso.

—Usted ¿Cree que es inocente?—le preguntó Yuji directamente al abogado.

—No es cuestión de que si lo creo o no, es mi deber es darle un juicio justo, hace 10 años simplemente lo sentenciaron, no hubo más sospechosos, ni hicieron buscaron más pruebas. Dicen que "Hay tres puntos de vista en cada historia: tu historia, mi historia y la verdadera historia..." yo no soy quien debe creer sino debo revelar la verdad de lo que ocurrió realmente.

Yuji quedó fascinado por el abogado, ambos salieron del archivo y caminaron un rato por la calle, el detective debía regresar a la estación y el abogado volvería a su pequeña oficina.

—Descuide, si Okkotsu no lo hizo, estoy seguro de que voy a encontrar al culpable, después de todo la justicia debe revelar la verdad—dijo Itadori muy seguro de sí mismo.

Higuruma se le quedó viendo, este joven detective a quien acababa de conocer simplemente creía en la inocencia de alguien que nunca había visto, en realidad no entendía su discernimiento.

—Dirime ¿Por qué crees eso?

—¿Cómo qué por qué? ¿No es obvio? El trabajo de un detective real es encontrar la verdad, y una persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario, ¿no debe ser así? ¡Je, je! Creo que eso lo escuché por ahí.

El abogado se le quedó mirando y recordó algo de sí mismo cuando iniciaba en la carrera, el creía fielmente que estaría del lado de la justicia, sin embargo, en todos sus años como abogado había visto como algunos tuercen la verdad para salirse con la suya, sintiéndose impotente ante la corrupción que puede albergar este mundo.

—No tengas falsas esperanzas chico, a veces son los poderosos que dan forma a la verdad.

—¿Qué dice? Pero usted está retomando el caso, ¿no? Y es abogado, no puede pensar eso.

—Si, pero lo hago porque...—Higuruma recordó que tomó ese caso cuando ese detective Alfa de cabello blanco quien ayudó a encerrar a unos de sus clientes, demostrando que era un asesino en serie se lo pidió.

Hace 10 meses...

Fuera del juzgado Higuruma sacó un cigarrillo pero no encontraba su encendedor, cuando alguien le ofreció fuego, al mirar se trataba del detective que había capturado y declarado contra su cliente.

—Debes estar divertido, perdí.

—¡Ja, ja! Siempre que gano es divertido, pero significa que hice bien mi trabajo y un criminal está fuera de las calles.

—Claro, claro—Higuruma tomó del fuego de su encendedor, para seguir bajando la escalinata, Gojo seguía a su lado—¿Pasa algo?

—Me dijeron que aceptas casos viejos, algo llamado pro-bono.

—¿Por qué lo preguntas?

—Es que quiero que veas un caso de asesinato.

—No gracias—el abogado de inmediato se negó, pero al mirar el rostro de Gojo se puso a pensar que para alguien como él pedir ayuda debe ser difícil, no imaginaba lo que eso significaba—¿De qué se trata?

Gojo sonrió y caminó a su lado de nuevo.

—Tiene sentencia de muerte, pero no han dictado la fecha, fue hace 10 años.

—Sabía que no sería fácil, pero nada es fácil...

Higuruma había pasado muchas veces por madres que decían que sus hijos eran inocentes, personas que juraban no robaron, estafaron o mataron, a ese punto ya no sabía que era la justicia y la verdad, fue cuando Gojo recitó.

"No todo mal está destinado a ser capturado y sentenciado, pero si se tiene un poco de fe para buscar la inocencia y bondad dentro de este pútrido mundo de mentiras, posiblemente podamos sentirnos dignos, ¿no crees?..."

—¿Quién dijo eso?

—Mi mejor amigo, pero él murió creyendo en eso hasta el final, yo no soy tan profundo, pero a veces sirve.

Esas palabras de la boca de Gojo Satoru dejaron a Higuruma un momento de reflexión, al igual que Itadori. Poco después de ese día se volvió el representante de Okkotsu.

Antes de dejarlo aquella vez y le preguntó la razón de ¿Por qué él? Gojo solo dijo "Si aún no pierde la fe, no se la haga perder a ese chico..."

El rostro de Itadori ante él, fue lo mismo, sonrió y se despidió de este tal vez con un poco de fe en liberar a su cliente.

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