Capítulo 14 Redada
La pelea estaba yendo hacia un punto muerto, Yuji estaba siendo amenazado por los Zenin, teniendo a su hermano secuestrado. Lo único que podía hacer era fingir su pelea para que Todou no se diera cuenta. Así que corrió hacia él, pasando entre sus piernas, pero cuando iba a golpear su punto ciego en su espalda, Todou logro esquivarlo, reteniendo su brazo entre los suyos, luego cargó su espalda hacia atrás presionando contra la jaula.
—¡ARG! ¡AAH!
Gojo estaba viendo esa paliza y se levantó de golpe, intentó ir, pero vio hacia atrás con Hakari, sabía que le reprimiría de nuevo, pero fue este que noto algo extraño en la actitud de Yuji.
—Gojo, algo raro está pasando, ¿no crees?
—¿Qué?—Gojo levantó la vista hacia las pantallas.
—Si, Kin-chan tiene razón, en sus entrenamientos y combates anteriores aunque parecía reprimir su fuerza total, ahora mismo, pareciera que simplemente que se rindió, Todou ya había peleado contra él, por eso estaba emocionado—habló Kirara con su dedo en los labios, pensando.
«Tienen razón, Yuji no permitiría ser un saco de boxeo, Satoru eres un imbécil, debió pasar algo antes, su expresión...» pensó rápido, por un segundo olvidando la fuerza sobrehumana que había mostrado antes dejándose llevar por unos instintos que despertaban poco a poco.
—Entiendo...—Gojo fue hasta la puerta y Hakari seguía sin detenerlo, por lo que se dio la vuelta—¿No piensas detenerme?
—No, sé que ya te disté cuenta.
—Si, creo saber que es...
En el segundo piso, Kenjaku observó lo mismo.
—Sukuna, tu hermano...
—Lo sé—siguiendo la vista de Yuji también se dio cuenta que Choso era rehén de los Zenin.
—Naoya juega sucio, para ser un Alfa no muestra la inteligencia de uno, si conozco a ese tipo como lo conozco, ya está perdido desde que aceptó este duelo.
Su compañero se alejó con las manos en sus bolsillos.
—¿Irás?
—¿Vas a detenerme?
—No, en realidad no, solo no pensé que aún pensarás en tu familia.
—¡Ja, ja, ja! Te equivocas, solo yo puedo jugar con ellos—riéndose se dirigió hacia las escaleras, pero no fue el único que había visto a Choso entre la multitud, sino también Fushiguro.
Kenjaku se quedó sonriendo ahí y dio un leve vistazo hacia el tercer piso.
—Es hora de jugar un poco también—también se levantó sacudiendo sus ropas.
Un golpe tras otro, Yuji era martillado por los puños de Todou quien no entendía porque su esperado rival no se defendía, eso llegó a un punto que al tenerlo contra el piso, le gritó.
—¡¿Por qué no peleas contra mí?! Dijimos que sería nuestra batalla épica—pero Yuji seguía sin darle la cara—.Se que puedes vencerme incluso con brazo atado a la espalda, Bro, tú... tú...no eres quien pensaba, ¿no te gustan altos y de buen trasero?
—Todou...—Yuji murmuró.
Una lágrima cayó en su mejilla, al mirar hacia arriba él estaba llorando.
—Estoy decepcionado, muy decepcionado—tras decir eso, dio un pisotón, mismo que le partió el brazo.
—¡AAAAAAAH!—Yuji grito tan alto que todos comenzaron a abuchearlo.
Choso no podía permitir que siguieran haciéndole daño a su hermano por su culpa, forcejeo contra sus captores, pero uno de ellos sacó un arma y lo golpeó en la cabeza, solo que no se inmutó, aunque había sangre derramándose de su sien recorriendo hasta su barbilla.
—¡Malditos! ¡No toquen a mi hermano! ¡Yuji pelea!—le gritó, ese leve susurro ante la multitud llegó a oídos de Yuji, fue que una escena vino a él, de ese día cuando sufrió su celo.
"¡Pelea Yuji!..."
El rostro de su hermano cuando fue mordido, en un momento Yuji tomó el trapeador de un carro de lavado y lo estrelló en la cabeza del Alfa, quien cayó al suelo desmayado, luego vio a su hermano temblando, este se lo quitó de las manos y le dijo.
"Nadie debe enterarse que fuiste tú..."
La imagen de aquella vez se quedó grabada en su mente y volvía a ocurrir, apretó su puño contra el suelo, tratando de levantarse para salir de la jaula, Todou vio eso impactado por su acción.
Solo que en ese preciso momento un puño por detrás deja fuera de combate a uno de los secuestradores, Choso volteo y ahí estaba una elegante figura que salió de las sombras, para mirarlo a los ojos.
Por su parte Yuji fue arrastrado por Todou quitándole el rango de visión. Por lo que no vio cuando esa persona se quitó la mascarilla.
—Hace tanto tiempo, aniki.
—Ryuji...
Esté usando tremendos puñetazos a cabo uno a uno esos sujetos, pero uno de ellos sacó un arma y apuntó a su cabeza, Choso lo vio y corrió para ayudarle, solo que una patada lo dejó fuera de combate, este era Fushiguro.
—¿Qué pasa aquí?—les dijo furioso.
—Eres ese chico—Choso recordándolo.
Otros seis sujetos salieron de la nada, Fushiguro repartió también golpes junto a este desconocido, pero cuando se unieron para darle el último golpe a uno de ellos, se miraron cara a cara sin esa mascarilla, viendo un rostro idéntico a Yuji, salvo por unos extraños tatuajes, pero era él.
—¿Itadori?—le llamó Fushiguro.
—Si y no—le dijo cuya voz era diferente, más ronca y sus movimientos dejaban ver a una persona sumamente calculadora.
—Ryuji yo no sé qué decir...—Choso quería tocarlo, pero este le dio un golpe para evitarlo.
—Creo que primero deberías ir a ver a tu lindo hermanito menor—le señaló hacia la jaula.
Choso salió de su impresión y corrió hasta la jaula.
Por otro lado, Ryuji pasó por encima de unos cuantos idiotas que venció para irse, Fushiguro seguía impactado por ese rostro, luego vio hacia la jaula donde Choso ya había llegado.
—¡Yuuuuji pelea!—le gritó viéndose a salvo, el Omega abrió los ojos y le vio.
—Hermano—le llamó feliz de verlo libre.
Desde el segundo piso Naoya se dio cuenta que Choso estaba libre.
—¿Dónde están?
Todou al ver a ese joven herido lo comprendió, Yuji sabía que debía terminar esa pelea, así que se alzó y miró a Todou a los ojos.
—Es hora—le dijo, soltándole tremendo golpe en la cara, fracturando su nariz, había mucha sangre derramándose, pero Todou no se movió, Yuji estaba lleno de adrenalina y dejando el dolor del brazo en segundo plano, usando sus piernas conectó dos fuertes patadas justo a las costillas, el Alfa retrocedió dos pasos.
—¡Maldita sea Todou, debes ganar! ¡Si pierdes te mataré!—le gritó Naoya, a lo que Ougi viendo hacia donde iba eso, se levantó.
—Has perdido, pequeño sobrino—le dijo de manera despectiva.
Usando su único brazo, Yuji lo tomó de la muñeca y se giró para atraerlo hacia él, eso logró que tirará al gran Alfa contra el suelo, no solo eso, dio la vuelta fracturando también su brazo.
—¡Aaaah!—finalmente se quejó.
Nadie entre los espectadores tenía idea de lo que pasaba, pero ahí en el suelo, Todou le sonrió a Yuji.
—Estamos parejos, Bro—le dijo.
El Omega entendió que no se defendió para derrotarlo para estar en iguales condiciones, pero fue cuando Todou se levantó y ambos frente a frente se miraron.
—¡Ya es hora!—Yuji tenía el aliento cortado, su rostro lleno de sangre y moretones, por alguna razón también sonrió al Alfa—.Me divertí.
—De eso se trata—Todou le lanzó un puñetazo, Yuji igual pero este último dio un ligero paso a su derecha y esquivo, colocando un "uppercut" directo a su barbilla de manera vertical, eso sacudió el cerebro de Todou quien se tambaleó y luego lo dejó noqueado.
Choso estaba llorando de alegría de ver a su hermano ganar. Yuji sonrió ante todos, levantando sus manos en son de victoria.
En el pasillo hacia la jaula, Gojo veía a los hombres de Naoya tirados en el suelo, su presentimiento de que usaron algo para amenazar a Yuji era real, pero al mirar a la arena de duelo, Yuji se coronaba victorioso.
—Bien hecho, Yuji—murmuró el mayor, enviando un mensaje a Yaga para su entrada.
—Es un gran chico, Satoru—ese sonido de voz recorrió todo el ser de Gojo, provocando que su cuerpo no se moviera, y ante él apareció como resucitado entre los muertos, su excompañero Geto Suguru.
—No, tú no puedes...
—Bueno, me parezco, espera, lo soy ¡Ja, ja, ja!—comenzó a carcajearse—.Soy tu mejor amigo y excompañero Geto Suguru, para ser exactos lo fui.
—No, no es cierto, aunque mis ojos y todo mi cuerpo me dice que eres tú Suguru, mi alma no lo acepta, él está muer...
—¿Muerto? Bueno, sí, técnicamente se puede decir que si, Geto está muerto, ahora soy alguien nuevo, mi nombre es Kenjaku—miró de reojo hacia el final del pasillo donde la fuerza policial entró—.Creo que es hora de irme, adiós, Satoru.
Abriendo las puertas a la fuerza, Yaga y todo su escuadrón llegaron con armas y listos para arrestar a todos, Yaga fue directamente a Naoya y Ougi.
—¡Están bajo arresto, no se muevan!
Naoya quiso alejarse como si nada.
—¿Qué? ¿Nos van a arrestar por apuestas ilegales? Estaremos fuera en cinco minutos—se burló, pero Nanami apareció y le apuntó al pecho.
—No, está vez te pudrirás en la cárcel, tal vez pena de muerte, tenemos todas la pruebas aquí—le mostró el mismo video que le dio a Gojo. Ougi estaba pasmado dado que no conocía ese vídeo. Haibara el compañero de Nanami colocó las esposas a Ougi.
—Naoya, bastardo—le reclamó, mientras que Naoya era esposado por Nanami.
Yuji fue cargado por Choso para salir de la jaula, todo se volvió un caos, corrían para salir de ahí lo más rápido posible, pero los oficiales los arrestaban uno a uno, incluso el traficante ruso de armas intentó huir, sus hombres abrieron fuego, Yaga ordenó a todos responder, la gente se tiraba al suelo, Yuji abrazo a su hermano para protegerlo, pero uno de los sujetos rusos le apuntó a Yuji era el perdedor de su pelea.
—Muérete maldito Omega—le disparó, Choso intentó quitarlo, pero apareció una gran sombra que se interpuso, se trató de Todou que aunque recibió la bala en el hombro, le dio tremendo golpe al tipo dejándolo en el suelo inconsciente.
—Todou—Yuji no podía creerlo, el Alfa cayó al suelo de rodillas—.Choso, por favor.
—Si—el doctor tomó un trozo de su suéter y presionó la herida.
—Todou descuida, mi hermano es médico, te va a ayudar—le dijo.
En ese momento, Ijichi apareció y saludó a Yuji.
—Detective Itadori, ¿está bien?
—¿Ijichi-san?—sorprendido de verlo.
—Esto es suyo—Ijichi le dio su placa colocándola en su cuello puesto que estaba en una correa.
Yuji miro a Todou quien asintió y sonrió.
—Eres policía, ¿eh?
—Lo siento, Todou, yo...
—Descuida, tú y yo somos brothers—le dijo, extendiendo su brazo con el puño, Yuji la chocó con él.
Después de eso, Itadori se movió con Ijichi, recibiendo su arma, ya que era peligroso.
—¿Y Gojo?
—No lo hemos localizado aún—le dijo preocupado.
—Bien, iré por Hakari-san y Kirara-senpai—le dijo el detective.
—Espere, iré por unos refuerzos—Ijichi que vio a un sujeto dispararles, pero este fue más rápido y lo mató, Yuji estaba impresionado.
—Eres bueno—le elogió.
—El mejor de mi clase—se jactó Ijichi ajustando sus gafas.
—¡Je, je! Ya veo, bueno iré, manda refuerzos cuando los tengas, Ijichi-san.
Mientras tanto, Gojo seguía impactado por la inesperada aparición de Geto, ahora llamado Kenjaku.
—No quiero que me vean todos—le dijo dándole la espalda, pero Gojo aunque se había pasmado, dio un paso para sujetarlo del hombro.
—Necesito una explicación Suguru.
—Suéltame.
—No lo haré, no puedo hacerlo, no te dejaré ir solo de nuevo, yo...
Uno de sus escoltas entró para sacar a sus jefes, al ver a Geto en problemas, tomó su arma y le apuntó a Gojo.
—¡Déjalo ir!—le gritó.
A Gojo no le importo, Geto se soltó dándole un golpe en la cara, sus cabellos se sacudieron, solo movió su cabeza para acomodar su peinado, mirando a Gojo en el suelo, le observó desde arriba.
—Pronto sabrás de mí, y del mundo que quiero crear, Satoru—le dijo caminando hacia la salida trasera.
El detective se quedó ahí, mirando de nuevo como su mejor amigo se iba, reaccionó y se levantó para ir tras él.
—¡Suguru!
El escolta presionó el gatillo, el arma se disparó, Geto se dio cuenta y miró hacia atrás, pero justo en ese instante, Yuji apareció y se interpuso, la sangre emergía del pecho del Omega.
—¿Yuji?—Gojo lo vio caer ante sus pies.
—Satoru, no me culpes por esto, es tu culpa por enaltecer la especie—le dijo antes de irse.
Yuji fue herido, estaba en sus brazos y no sabía qué hacer, antes perdió a un compañero y no hizo nada.
"Gojo...Gojo tenemos a casi todos, subiremos por Hakari y Kirara..."
Gojo tenía un radio escondido en su oreja, para transmitir solo debía presionarlo, la sangre en sus manos era demasiada, Yuji no respondía, tocó el pequeño botón.
—Yaga tenemos un agente abatido, llama a una ambulancia ¡Ya! Se trata de Yuji...—alzó la voz con desesperación.
"Enviaré a paramédicos, dame tu ubicación..."
—Salida esté, deben entrar por la puerta 5—le dijo, presionó la herida para evitar que se desangraba.
—¿Gojo?—Hakari bajó de su loft y vio la escena, traía consigo un arma y detrás Kirara.
—¡No! Es Yu-chan—Kirara intentó acercarse, pero Hakari lo detuvo.
—Gojo, dime ¿Eres policía? Te escuché antes...
—Lo soy—les dijo, por un momento miró a Hakari a los ojos.
—Entiendo...
—Kin-chan, pero Yu-chan debe ser atendido—le rogó a su Alfa, este respiro hondo, apretando su arma.
Gojo vio el arma de Yuji y estaba por tomarla si este decidía vengarse, pero inesperadamente, guardó el arma.
—Supongo que vendrá una ambulancia.
—Si—Gojo asintió.
—Diles que vayan directo a la puerta este, será más rápido a qué entren con todo este desastre—Hakari tomó la mano de Yuji, pero Gojo lo detuvo.
—Gojo...—Kirara le tocó su mano y sonrió.
—Deja que te ayudemos a llevarlo.
El Alfa se le quedó mirando, soltó a Hakari y este lo cargó en brazos, Gojo fue con ellos, los hombres de los Zenin intentaron interferir pero Gojo los abatió, escoltando a esos dos hasta salir al callejón.
—Yaga, dile a la ambulancia que estoy en el callejón este.
"Entendido, será más rápido, llegará en 5..."
Hakari bajo a Yuji en la acera cuidadosamente, y vio a Gojo quien se hinco ante el chico, tomando su mano.
—Váyanse—les dijo a los dos.
—¿Estás seguro?—le cuestionó Hakari.
—Si, solo váyanse...
—Gojo-san—Kirara que no solía llamar a alguien con respeto, se acercó y le dijo al oído —.Las chicas están bien, y Yu-chan también lo estará—tras eso, le dio un beso en la mejilla y se fue con Hakari, ambos se perdieron en la noche.
Aún dentro del lugar, Fushiguro se dirigía a la salida sur siguiendo a Ryuji, quien antes de abrir la puerta se dio la vuelta.
—¡Ah! ¿Qué quieres?
—¿En serio eres su hermano?
—Lo soy, mi nombre es Itadori Ryuji, pero ahora todos me conocen como Sukuna, el Rey del clan de las Maldiciones—camino hacia Fushiguro y tocó su pecho recorriendo su dedo hasta la barbilla de este quien seguía impresionado.
—No puedo creerlo...
—Ya veo, te gusta mi hermano ¿Verdad? ¡Ja, ja, ja! Qué gracioso, pero tal vez deba robarte—sujeto con fuerza su barbilla y lo beso, introdujo su lengua ágilmente tocando con agresividad todo el interior de su boca, Fushiguro quedó impactado y cuando se separaron un delgado hilo brillante los conectaba, Sukuna le sonrió—.Hasta luego—le dio un puñetazo en la cara, Fushiguro se dolió pero eso fue propicio para que Sukuna huyera.
—¿Qué está pasando aquí?—se dijo a sí mismo.
Cuando volvió dentro vio que todo el lugar estaba bajo custodia, un oficial intentó arrestarlo, pero Ijichi lo vio.
—Esperen, ¿Megumi eres tú?
—Ijichi-san ¿Qué pasó aquí?
—¿Qué haces aquí?
—Yo vine porque me invitó un Omega raro, me dio una tarjeta, y pensé que encontraría a Itadori aquí—confesó, pero al escuchar ese nombre, Ijichi bajo la mirada, Fushiguro tuvo un mal presentimiento.
En el hospital, Choso lo había acompañado subido en la ambulancia, bajaron a Yuji en la sala de emergencias, mientras trataba de mantenerlo con vida, otros doctores aparecieron y lo quitaron.
—Es mi hermano, yo debo...
—Choso, tú también necesitas ser atendido, déjanos esto a nosotros, haré lo que pueda—le dijo su colega, alejándose con él.
Choso estaba impactado por lo ocurrido, Gojo apareció en la puerta, su ropa tenía manchas de sangre, cuando vio al detective Choso corrió hasta él y le dio tremendo golpe en la cara, que lo tiró al suelo.
—¡Doctor Itadori!—la enfermera se sorprendió de ver eso.
—¡Es tu culpa! ¡Si muere será tu culpa!—le grito.
Todos los presentes estaban sorprendidos, Gojo con la cabeza gacha recordaba las palabras de Geto.
"Satoru, no me culpes por esto, es tu culpa por enaltecer la especie..."
Fushiguro logró ver aquella escena y también se sorprendió, Gojo se dio la vuelta para irse, pudo ver al chico a la cara, fue cuando noto ese rostro lleno de confusión y dolor, fue sorpresivo ver a ese hombre que siempre mantenía una admirable calma.
. . .
El operativo en las luchas clandestinas que se llevó a cabo ese 24 de noviembre en Shinjuku fue tan grande que dos estaciones de policía participaron, lograron capturar a dos de la familia Zenin, un traficante de armas ruso y criminal de guerra, así como varios hombres y mujeres con diversos cargos, sin embargo dos de los blancos huyeron, Hakari Kinji y Hoshi Kirara, se buscaban por delitos de apuestas.
Las noticias solo hablan de los Zenin y de cómo podrían escapar está vez, pero la cabeza del clan no dio la cara por esos dos lo que significaba que estarían solos. Maki, Mai y Midori fueron tomadas en custodia, finalmente Midori pudo ver madre quien estaba agradecido con los detectives que lograron que su hija volviera a casa.
. . .
En una habitación oscura, los gritos ahogados de un hombre que estaba colgado de sus manos mientras eran golpeado se podían escuchar incluso afuera, golpe tras golpe como si fuese un saco de boxeo lo dejaban sin aliento.
—¿Cuándo vas a dejar eso? Sobrevivió, ¿no?—Kenjaku al abrir la puerta para ver el rostro lleno de sangre de Sukuna, la misma sangre del hombre que disparó a Yuji.
—Ya estoy satisfecho—Sukuna se limpió parte de la sangre con el dorso de su mano. Luego dos hombres entraron y se llevaron al casi moribundo sujeto.
Kenjaku y Sukuna salieron de esa habitación hacia una sala completamente blanca, afuera se podía ver una gran terraza y más allá el mar, era una mansión de la cual era dueño este último. El Omega tomó una toalla y terminó de limpiar su cuerpo semidesnudo.
—Supe que encontraste algo interesante en ese lugar.
—Si, algo muy interesante—sonrió Sukuna al recordar a ese joven Alfa de cabello negro.
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De la operación encubierta no se mencionó a los dos detectives que participaron, al menos nada a los medios, aunque sí hubo noticia de un elemento que resultó herido y que milagrosamente salió de una difícil cirugía sin problemas.
—Todo parece ir bien, te vas a recuperar bien, Yuji—le dijo su médico tras revisarlo.
—Muchas gracias, doctor.
—¿No quedó nada de la bala? Me dijeron que se hizo pedazos.
—Choso, tú me conoces, soy el mejor cirujano de Japón—le reclamó la poca fe de su colega.
—Gracias, en serio te debo una.
—Me debes varias, espero que regreses pronto a trabajar—el cirujano se despidió y dejó solos.
Yuji veía las flores que lo rodeaban, había varios ramos y todos con tarjetas, de Yaga, Ijichi e incluso Ieiri.
—¿Te sientes bien?—le pregunto Choso llenando su vaso de agua.
—Si, deja eso, estaré bien—le sonrió Yuji en su cama—.No duele nada.
—Bueno, yo me tomaré unas vacaciones y debo cuidar de ti—le dijo Choso.
—No es necesario, solo estaré unos días.
—No, será una semana y luego debes recuperarte en casa por un mes—le dijo su hermano mayor.
—¿No estás exagerando mucho?—le sonrió Yuji, pero Choso se quedó ahí, cabizbajo.
—Lo siento, fue mi culpa—Choso abatido viendo el cabestrillo que Yuji usaba.
—No, eso no es cierto, fui un descuido mío el que te localizaran, si esa noche no hubieras tenido que ir a tratarme por mi celo, ella jamás se habría enterado de ti—Yuji también bajo la cabeza, Choso se acercó y removió sus cabellos.
—Solo me alegro de que estés bien—le sonrió con los ojos llenos de lágrimas. Pero Choso aún le ocultaba el hecho que se encontró con Ryuji, dado que para ese momento podría ser devastador para el Omega, al menos no era el momento.
En ese momento tocaron a la puerta, al abrirse se trataba de una inesperada sorpresa, era su mejor amiga de la secundaria y preparatoria, Kugisaki Nobara.
—¿Se puede?—ella tenía una gran sonrisa, luego vio a Choso en medio de lágrimas y fue directo a patearlo—¡Maldita sea! No está muerto, no llores.
—Eso sí dolió—dijo el mayor sin ninguna expresión.
—¡Ja, ja, ja! Me alegra verte—le dijo Yuji.
—Pues claro, una belleza como la mía siempre alegra a todos, ahora vete—empujo a Choso fuera de la habitación—.Vete a bañar, afeitar o todo, te ves como pordiosero, yo cuidare de Yuji.
—Espera, pero...
—¡Ja, ja! Es mejor que le hagas caso hermano—le advirtió Yuji.
Finalmente Choso fue a casa a refrescarse, mientras que Kugisaki se quedó con Yuji, al estar solos, ella corrió a abrazarlo.
—Idiota, no me saques esos sustos—le dijo evitando llorar.
—Espero no volver a hacerlo—le dijo este acariciando su cabello.
Tras la emotiva escena, ella se sentó en el sofá a su lado, sacando de su bolso revistas, algunas golosinas y más.
—Estarías aburrido así que te traje esto, ahora dime—la chica Beta se le quedó mirando—¿Qué pasó con Fushiguro?
—¿Eh? ¿Por qué lo mencionas ahora? Soy un débil paciente.
—¿Cómo qué por qué? ¿Se te declaro no?
Yuji suspiro y se recargó hacia atrás en la cama.
—Lo hizo, pero no respondí.
—Ok, eso quiere decir que no sientes nada.
—La verdad es que no sé cómo me siento al respecto, Fushiguro es una gran persona, lo aprecio mucho, y volverlo a verlo fue genial, pero no esperaba una confesión.
—Bueno, eso quiere decir que puede conquistar este corazón—Kugisaki tocó su pecho, a lo que Yuji recordó ese beso robado y apretó los labios.
—¿Puedo decirte algo?—le preguntó a su amiga, quien asintió.
Le contó lo sucedido cuando Gojo se embriagó y como esto lo obligó a besarlo, ella se quedó perpleja.
—Espera, espera, ¿el tipo ese te beso y ni siquiera lo sabe?, no puede ser y recibiste una bala por ese imbécil—Kugisaki se puso de pie y quería ir a darle una patada a Gojo, aunque Yuji fue a impedírselo, claro que ella lo ayudó a regresar a la cama, se le quedó mirando y noto algo—¿Te gustó?
—¿Qué cosa?
—No te hagas el tonto, ¿te gustó que te besara? Según tu admiras a este idiota, ¿no? Leíste sus casos en la academia, lo recuerdo me tenías harta con eso—cuando ella vio de nuevo el rostro de Yuji este estaba completamente sonrojado, algo que ni siquiera había notado, Kugisaki se sorprendió verlo así—.No puede ser, Itadori Yuji ¿Estás enamorado?
—No, no, eso no puede ser, no...—su voz se volvió baja—.Me siento abrumado en estos momentos, Gojo no ve más que como su subordinado, me lo dejó claro—le dijo recordando esas palabras la noche antes de la pelea final.
A Kugisaki le dolió verlo así, tocó su mano para hacer que la viera a la cara, ella le sonrió y le dijo.
—En ese caso, olvida a ese imbécil, no puedes enamorarte de alguien que no sabe que existes, y deberías enfocarte en alguien que quiere merecer tu amor.
Los dos se quedaron mirando fijamente hasta que se echaron a reír.
—¡Ja, ja, ja! Qué cursi me vi.
—¡Ja, ja, ja! Si, muy cursi, pero tienes razón, por el momento no quiero pensar en eso, ni siquiera ha venido a verme o llamado, está claro que solo somos compañeros, y no quiero echar a perder mi carrera.
—Así se habla—Kugisaki le sonrió, pero por dentro la chica sabía que le dolía y aunque solo lo tratara como un compañero, era extraño que no viniera a verlo siquiera.
. . .
Más tarde, Yuji se había quedado dormido y la chica regresaba del baño cuando vio a una persona frente a la puerta de la habitación de Yuji, era muy alto y traía un suéter con capucha, se acercó a él.
—¿Conoces a Yuji? Está dormido, pero se recupera rápido.
El hombre se dio la vuelta y le miró, se trataba de Fushiguro, tenía una gafas negras, lucía algo misterioso.
—Kugisaki—se bajó las gafas y le saludo—.Me alegro de que seas tú, solo venía a ver qué estuviera bien, ahora me voy.
—¿Fushiguro? ¿No vas a saludarlo? Puedo despertarlo.
—No, está bien, por favor no le digas que vine—le contestó dejando el lugar, pero ella lo siguió.
—Oye, espera Yuji desearía verte ¿Qué está pasando?—ella un poco confundida, solo que Megumi viéndola a los ojos le dijo.
—Me importa mucho, lo sabes, pero ahora mismo no podría verlo a la cara—tras eso se fue sin decir nada más.
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