Capítulo 10 Encuentros fortuitos, la familia Zenin
La misión encubierto de Itadori Yuji y Gojo Satoru daba inicio, claro que Yaga tendría problemas con los altos mandos, dado que podría involucrar a la segunda familia de la mafia más poderosa de Japón, sin embargo, valía la pena intentarlo, además que confiaba en él juicio de esos dos como compañeros.
En la morgue, Shoko les daba todos los pormenores de lo que encontró en el cuerpo de Osamu.
—Recibió una gran golpiza, y no solo fue de uno, veo marcas de nudillos diferentes, miren—ella señaló sobre su piel.
—Por lo que sabemos, Osamu era el mejor peleador de Hakari-san y puede ser que por eso lo mataran—agregó Itadori.
—Yo no creo que solo sea eso—comentó Gojo, siendo visto por el menor—.Shoko, ¿Puedes hacer una prueba de ADN para saber con certeza que eran hermanos?—le solicitó el Alfa.
—Claro, la pediré.
—Le diré a Ijichi que traiga a la madre de Midori, debe al menos recordar quién es el padre si le damos unas fotos.
—¿Usted cree? Por lo que nos dio a entender tiene esos recuerdos bloqueados—agregó Itadori.
—Tiene que hacerlo.
Tras salir de ese lugar, Itadori recibió un mensaje de Fushiguro, donde le pedían verse en una cafetería no muy lejana de la estación.
—Gojo-san, me veré con Fushiguro.
—Claro, voy a ver los detalles con Ijichi, regresa en dos horas máximo.
—Si, lo haré, ya vuelvo.
Después de despedirse, Gojo tuvo una terrible sensación, la gran coincidencia de que esos dos tuvieran una relación anterior y ver a Fushiguro tan protector, no le agradaba por alguna razón.
—Gojo-san...Gojo-san...
—¿Qué? Ijichi, si vamos—el Alfa totalmente distraído.
Itadori tomó el tren para ir a ese centro comercial bajo tierra dentro del metro, le tomó cerca de 20 minutos en llegar, camino por los andenes hasta que vio la cafetería, Megumi bebía una taza de café caliente cuando vio a Itadori a través del ventanal, este le sonrió y saludó para luego unirse a él.
—Lo lamento, corrí para llegar, debo volver rápido a la estación—le dijo el Omega.
—¿Desea ordenar?—la mesera llegó de inmediato.
—Si, quiero...—Yuji veía el menú sin poder decidirse, fue cuando Fushiguro ordenó por él.
—Traiga un café con caramelo en las rocas, por favor y dos rebanadas de tarta de queso—le dijo sin miramientos.
—Enseguida—sonrió la mesera.
—¡Wou! Sabes, en eso pensaba, Fushiguro ¿Lees la mente?
—No, Kugisaki y yo hablamos.
—Ya veo, entiendo ¡Ja, ja!
—Itadori, necesito hablar contigo respecto a este trabajo que tienes.
—¿Qué tiene?
El Alfa trago saliva y colocó una mano sobre la mesa.
—Es peligroso, investigue y aunque al fin los Omegas son admitidos en cargos de este tipo, no lo recomiendan, sé que eres un tipo rudo, pero no puedo evitar preocuparme.
—¡Ja, ja! ¿Qué dices? Fushiguro, es lo que deseo hacer, desde que el abuelo murió, no pude dejar de pensar en que debía hacer en el futuro, él me dijo que soy alguien fuerte, el jamás me trató como un débil a pesar de ser un Omega, sabes—la mesera dejó sus órdenes y se fue—.No me gusta que lo hagan, en esta época donde existen Omegas, Alfas, Betas, ¿en realidad debe existir ese estatus? Todos somos humanos, y aquellos que lastiman a otros no deben existir y mi trabajo es atraparlos, Fushiguro eres mi amigo, sé que lo entenderás.
Tras decirle ese discurso se le quedó viendo, Fushiguro sufrió un golpe «¿Qué estoy haciendo? El confía en sí mismo y yo no puedo, es porque me gusta, me gusto desde el primer momento que lo conocí, tuve esa sensación de haber encontrado a mi...No, Megumi deja de pensar en que puedes protegerlo, ni siquiera tenemos un lazo, tampoco le he dicho lo que siento, desde aquella vez...—recordó el día que se alejó de la secundaria tras el arresto de su padre—.Soy un idiota...» Todos esos pensamientos lo atraparon, por su parte Yuji bebía un poco de ese café, le gustó tanto que sus mejillas se sonrojaron un poco, fue ahí que Fushiguro tomó la decisión, lo que no hizo hace diez años.
—Itadori...
—Dime Fushiguro.
—Me gustas—se confesó de golpe, el pobre Omega dejó caer el trozo de pay de su boca, estaba impactado, era la primera vez que se le declaraban. Fushiguro se quedó callado tras eso, bebió un poco de su café y regresó la taza a su lugar—¿No dirás nada?
—Perdón, es que...no me esperaba esto, jamás se me habían declarado.
—Lo sé, pero es la verdad, me gustas desde la secundaria.
—¿Eeeh?
—Deja esa cara de idiota, me gustas es todo, no te estoy pidiendo que salgas conmigo y otra cosa, solo pensé que debías saberlo, así que entenderás porque mi preocupación.
La seriedad en la cara del Alfa tenía completamente desconcertado a Itadori.
—¿Quieres una respuesta?—le pregunto.
—No, no es necesaria, sé que no sientes lo mismo, y no espero que lo hagas ahora—al hacer énfasis en esa palabra hizo que su pecho saltara, la mirada sincera de Fushiguro en realidad lo tenía un poco ofuscado—.Te conozco de cierta manera, no eres del tipo que hace las cosas sin pensarlo, pero te diré lo que sí haré.
—¿Qué?
El Alfa tomó un respiro y tras una curiosa y pequeña sonrisa, dijo.
—Voy a tomarme en serio esto, pienso cortejarte, si al final decides que no sientes lo mismo, me retiraré.
Yuji simplemente no podía creer lo que escuchaba y ver ese rostro del Alfa le agrado, así que sonrío. Fushiguro siempre pensó de manera muy adulta desde su juventud, era serio en todo lo que hacía, y aunque sus convicciones podían no ser justamente las correctas, seguía el camino que eligió.
—Siempre tan serio, Fushiguro, lo entiendo y no te detendré, pero sabes que será difícil.
—Jamás pensé que fuera fácil, eres un policía después de todo, conozco ese oficio por el idiota—dijo, a lo que Itadori pensó «¿Idiota? ¿Hablará de Gojo-san?...¡Je, je! No sé si lo aprecia o no...», pero vale la pena—le dijo, cuya sensación dejó a Itadori un poco abrumado.
—¡Ja, ja, ja! Si, lo soy.
Los dos realmente tenían una relación especial, Yuji terminó de comer su pay junto a su ahora pretendiente.
—¡Yu-chan!—alguien lo tomó por sorpresa abrazándolo por la espalda, Fushiguro pudo ver a un chico con piercings alrededor de su boca, olía a Omega.
—Hoshi-san—Yuji tomado por sorpresa—¿Qué hace aquí?
—Estaba de compras, pero te vi, por cierto, no me llames así, tan respetuoso, dime Kirara o Kirara-senpai..
—Bueno, Kirara-senpai.
—¡Ja, ja! Yu-chan me agradas, sueles sacar ese lado en Kin-chan.
Mientras hablaban, Fushiguro trataba de entender qué hacer, recordó que hablaron durante la mañana de esa persona en su reciente caso, Yuji le lanzó una mirada y entendió que debía seguirle la corriente y evitar decirle que era policía.
—Bueno, supongo que gracias.
—Yu-chan, dijeron que nos ayudarían a encontrar a Osamu-chan, ¿es cierto?
—Si, Gojo-san está en eso, pero debemos buscar un lugar para quedarnos aquí en Tokio, así que me di a la tarea de buscarlo, pero me topé con un conocido—señaló a Fushiguro, siendo observado por el otro Omega.
—Hola, Fushiguro y soy veterinario.
—Entiendo—él puso una cara extraña, pero no parecía ponerlo alerta—.Bueno, yo voy a ir con Midori mañana.
—¿Qué? Ya la encontraste.
—Claro, lo hice, me dejaran verla.
—Yo iré—Yuji apresurado, a lo que Kirara dudo, pero luego asintió.
—Te llevaré si aceptas esto—saco un celular de una de las bolsas, era nuevo, de hecho en su caja.
—¿Esto es...?
—Kin-chan lo pidió para ti, espera su llamada—luego lo soltó y se alejó—.Hasta mañana, Yu-chan.
Una vez solos de nuevo, Yuji se sintió aliviado, no sabía que se encontraría con él en esas circunstancias.
—Gracias por cubrirme.
—No tienes que, entiendo tu trabajo, vivo con Gojo.
—Ah, hablando de eso, aún no me queda claro ¿Por qué viven juntos?
—Eso...es un tipo raro, un idiota la mayoría del tiempo, pero fue el único en apoyarnos a mi hermana y a mí, la verdad no sé porque lo hizo, la mayoría de las veces no sé porque hace lo que hace, supongo que él es así, impredecible.
—Gojo-san es genial, ¿no?—dijo Yuji, eso hizo saltar la vena en la frente de Fushiguro.
—Itadori, no deberías decir eso de otro Alfa enfrente del chico que se te acaba de confesar.
—¿A no? Pero él es mi compañero detective.
—¿Solo eso?—pregunto Fushiguro.
—Si ¿Por qué?—Yuji no parecía estar consciente de su alrededor, Fushiguro no quiso darle ideas así que ya no dijo nada.
Después de eso se despidieron, Itadori regresó a la estación donde Gojo lo esperaba, recargado de pie en su escritorio revisando unos documentos que guardó en su gaveta, fue cuando pensó en sus acciones, su admiración crecía sin saber que algo más en su interior también lo hacía por este gran detective, pero de algo estaba seguro tenía sus secretos.
—Ah, Yuji, te esperaba, tengo las condiciones de Yaga, después de ver a los peces gordos, aceptaron la misión encubierta, por ahora vamos a dónde viviremos juntos por dos semanas, te explico en el camino.
—Entiendo.
En el auto mientras se dirigían a una zona algo alejada, Gojo veía de reojo a su compañero, tenía curiosidad de saber la razón de su cita tan apresurada con Fushiguro.
—¿De qué hablaron? Megumi es un tipo muy serio, imagino que intentó disuadirte.
—Si, de hecho lo hizo, pero todo bien.
—¿Hablaron de algo más?—el mayor insistió, Yuji por alguna razón no quería revelarle su confesión.
—No, nada más. Ah, lo olvidaba me tope con Kirara-san, me dio un móvil, dijo que Hakari me contactara, además mañana quedamos en ir a ver a Midori.
—Háblame más de eso.
La oficina central rento un departamento con un nombre falso, debían mantener la cubierta, el lugar estaba en el último piso de un edificio casi abandonado, era de dos habitaciones, sala, baño y comedor, no estaba en tan buenas condiciones, pero para su fin serviría, Yuji había pasado a su casa por unas cosas, Gojo también, así que se instalaron.
—Yuji ven conmigo—Gojo lo llevó a la azotea, ya era de noche, las luces de la ciudad le impedían ver bien el cielo nocturno, pero había una hermosa Luna.
Itadori apreciaba la vista, dado que el barrio era un buen lugar.
—¿Qué hacemos aquí?—el Omega se giró para ver a Gojo, pero este le tiró un golpe, Itadori lo esquivo—¿Qué? Gojo-san...
—Vas a pelear contra Alfas, y no sabemos que te toparas, voy a probarte—le dijo, tirando un segundo golpe.
Yuji lo detuvo con sus manos, pero tras una leve sensación de victoria, Gojo lo sujetó y de un movimiento rápido lo tiró al suelo, esto por supuesto que le dolió, sacándole el aire.
—Es muy fuerte, Gojo-san.
—De nuevo, tengo que entrenarte.
—Eso me agrada—Yuji se levantó y volvió al ataque.
Una hora después, el chico seguía en el suelo, su respiración entrecortada, Gojo no perdió el aliento en ningún momento.
—Es increíble, no pude hacer nada.
—Nadie ha podido vencerme jamás en un combate—dijo, aunque tenía sus manos entumecidas, los puños de ese chico eran algo increíble solo que de alguna manera sabía que retenía.
—¿En serio?
—En serio—asintió—.En la academia logré estar en primer lugar, Suguru obtenía el segundo, éramos imbatibles juntos—le decía, Yuji por fin escuchaba algo de su pasado como policía. Gojo sacó un par de botellas de agua y le lanzó una al menor—.Siempre estábamos juntos, desde la preparatoria, aunque ¡Ja, ja! Nuestro primer encuentro fue algo torpe.
—Si ¿Por qué?
—El día que nos conocimos, pensé que era un tipo arrogante y flequillo tonto, unos tipos acechaban a un Omega de nuestra clase en el primer día, Suguru les dijo "Alto, somos Alfas y por lo tanto fuertes, debemos cuidar de los débiles...", te juro que al escucharlo comencé a reírme, fue cuando noto mi presencia, me señaló y dijo "Tu eres su líder", le dije que no, pero intento golpearme y darme un sermón de ser un Alfa ¡Ja, ja, ja! Solía tratar a todos como si necesitaran ayuda, él era así...
Gojo se quedó callado después de eso, le sonrió a Yuji y volvieron al departamento, el menor fue a tomar una ducha, Gojo espero en la sala para tomar su turno, cuando esté salió tenía solo la toalla en la cintura, su cabello estaba hacia abajo y goteaba, el Alfa pudo ver unos músculos muy bien definidos, recordando lo que le dijo a Fushiguro antes de que los cuerpos de hombres eran iguales, pero ante él había un cuerpo que lo hizo desviar la vista.
—Yo preparo la cena.
—A si, iré a bañarme—Gojo paso a su lado sin mirarlo.
Esa noche Yuji cocinó algo delicioso, Gojo se había comido todo y estaba sorprendido.
—Eres bueno.
—Gracias, solía cocinar para mí todo el tiempo, el abuelo me enseñó.
—Pues tienes diez, Yuji si decides casarte, tu pareja será feliz.
—¡Ja, ja! ¿Lo dice en serio?
—Si, ¿no te quieres casar conmigo?—lo dijo a la ligera, pero Yuji por un segundo se quedó serio, Gojo comenzó a reírse, y el ambiente cambió.
La mañana siguiente Yuji recibió un mensaje en el móvil que Kirara le dio, se verían en la estación de Shibuya, por su parte Gojo se vería con Hakari.
La misión era clara, introducirse en el mundo de las peleas clandestinas, buscar a Midori, el asesino de Osamu y encontrar una conexión con la familia Zenin para hacerlos caer, si lograban relacionarlos, podría darle un buen golpe, claro que las peleas clandestinas serían desmanteladas por lo que Hakari Kinji y Hoshi Kirara eran también blancos.
La intersección de Hachiko fue el punto de encuentro entre Yuji y Kirara.
—Kirara-san.
—Yu-chan, me alegra que te quedaras con el móvil.
—Vayamos a ver a Midori—emprendió el movimiento, pero Kirara lo detuvo tomándolo del brazo.
—Primero debemos ir a un lugar, acompáñame.
Los dos tomaron un tren, viajando por unos 40 minutos, en todo el tiempo Kirara se la paso mandando mensajes, luego al bajar en la siguiente estación se dirigieron a un edificio muy moderno, el letrero decía "Gimnasio" este seguía tomando del brazo de Yuji.
—¿Qué es este lugar?
—Es un gimnasio, vamos a registrarte.
—Espera, pero no...
Él lo arrastró adentro donde prácticamente tenían listo una tarjeta dorada VIP para Itadori, le daba acceso a todo el lugar de manera ilimitada. Los presentes lo observaron y se dio cuenta que varios de los que estaban ahí eran peleadores, en especial el que peleó aquella noche.
—Kirara—saludo esté, mirando de reojo a Yuji, luego cayó en cuenta de quién era y de inmediato lo tomó por la mano—.Eres tú, la pelea de anoche fue increíble, usaste el mismo movimiento que el mío, pero el tuyo fue más refinado, ¿desde cuándo peleas?
—No entiendo ¿Qué es realmente este lugar?
—Es mío—confesó Kirara—.Soy el dueño, mío y de Kin-chan, tenemos más de estos por todo Tokio.
—Espera, ¿es en serio?
—Es una gran fachada, además me ayuda a mantener a mis peleadores en forma—sonreía mientras que el otro Omega llevó a Yuji con los demás para conocerlos.
. . .
En una sala privada de un restaurante donde Hakari comía un delicioso bistec, Gojo apareció y se sentó frente a este.
—¿Cómo me encontraste?
—Soy bueno buscando personas, en especial las que me interesan.
—Ah, ya veo, ¿no te gusto verdad? Kirara se enojaría, aunque no tengo preferencias, Betas, Alfas, Omegas, me da igual—se burló Hakari, a lo que Gojo solo comenzó a reír.
—Deja la actuación, eres un tipo listo, yo también, vine a vender algo.
—¿Qué?—Hakari dejó su comida y sirvió un poco de sake.
—A mí, verás estos hermosos ojos—al decir eso, se quitó la venda, dejando verlos—.Pueden ver cosas que otros no, digamos que soy un activo que puede interesarte.
Gojo quería ganarse la confianza de Hakari de la mejor forma que sabe, alardear de sus habilidades.
—En serio, ¿una prueba?
En ese momento un mesero entró, dejando una nueva botella de licor, les sonrió a ambos y después se fue. Hakari iba a beber de nuevo, pero Gojo lo detuvo.
—No lo bebas.
—¿Qué?
—El mesero que entro puso algo en la bebida, la manera en la que te vio, colocando los vasos en tu dirección, además tiene un aroma fuerte de perfume, quiere disfrazar su olor a Omega, y el tatuaje en su muñeca izquierda, es idéntico al del Alfa que venció Yuji anoche, puede que sean parejas o ¿puede que sea de los dragones negros también?
—Eso...—Hakari no vio duda en sus palabras, por lo que envió a uno de sus guardaespaldas, media hora después regresaron para darle la razón a Gojo—¿Qué eres?
—Te lo dije, soy bueno en lo que hago, tengo buenos ojos, además deducir en base a hechos es una parte vital de un negocio, y a ti te gusta apostar, podrías hacerlo conmigo, Yuji no es el único que puede serte útil.
—¡Ja, ja, ja! Eres impresionante, Osamu nunca te menciono.
—No, era amigo de Yuji, no mío, pero te juraría que, si lo hubiese visto, él estaría vivo aún.
Tras revelarle eso, Hakari tomó un minuto, luego sacudió su cabeza, se levantó y golpeó la pared, logrando hacer un hoyo en ella. Gojo no se inmutó para nada.
—Lo encontraste.
—Si, la policía encontró un cuerpo hace unos días, concuerda con su descripción, tengo unos contactos, murió tras una gran golpiza, así que alguien de tus rivales lo mató.
La tristeza en el rostro de Hakari lucía genuina, Gojo se daba cuenta, no era un tipo tonto o descuidado.
—Osamu un día llegó a nosotros, tenía talento, uno de los pocos que se ven, me dijo que buscaba a su padre y que sabía que era del bajo mundo, dado que su madre antes solía mezclarse con tipos así.
—¿Cómo llego a ti?
—Dijo que tras 2 años logró encontrarlo, y que necesitaba demostrarle que era fuerte para ser un Omega, yo lo acepte, hace dos meses vino con otra chica, Midori-chan, decían que eran hermanos y que también buscaba a su padre, Kirara la acepto porque si lograban obtener 6 victorias al hilo, lo dejarían verlo.
—¿Sabes a quién? ¿Te dijo el nombre de su padre?
Hakari levantó la vista hacia Gojo, mostrando una rabia escondida.
—Un Zenin, solo eso se, los dragones negros vienen con sus peleadores porque saben que lavo el dinero con mis gimnasios, pero los he visto vender sus drogas en mi arena.
—Si lo sabes, ¿por qué los dejas?
—Porque pienso patearles el trasero, solo busco la forma, y ahora que se atrevieron a tocar a un amigo mío, mi venganza será aún mayor, los dragones negros y los Zenin están acabados.
—En ese caso, déjame ayudarte.
—¿Por qué lo harías?—le cuestionó Hakari.
—Porque odio a Zenin Naoya, solo eso te diré—dijo Gojo, pero si quería darles peso a sus palabras, esa era la mejor opción.
Los dos sonrieron ante la iniciada relación laboral.
. . .
Mientras Kirara revisaba las cuentas y demás, Yuji se dio cuenta que los que pertenecían a los peleadores de Hakari tenían buena atención, incluso un médico especial les daba dieta, revisaba sus heridas y confirmaba su estado. De hecho, lo envió con él para revisar sus rasguños, el médico las limpió y colocó nuevas banditas.
—Curaran rápido.
—Si, gracias.
—Yuji debo hacerte unas preguntas, es para mí registro.
—Claro.
El hombre Beta tomó su formulario y tras sentarse ante él, comenzó a escribir.
—¿Tienes algún padecimiento? Debo saber la verdad, no importa si es diabetes, asma, en realidad me gusta tratarlos a todos, y lo que digas no te sacará de las peleas.
—No, no tengo, soy bastante sano.
—Entiendo, ahora necesito saber ¿Tienes pareja?
—Eh, no.
—¿Tu primer celo?
—Eso no creo que...
—Es rutina, imagino que te lo preguntan en un hospital cuando vas a ser atendido—confirmó el médico. Itadori no se sentía cómodo al hablar de ello.
—Cuando tenía 9 años, estaba en la escuela, me sentí mal y corrí al baño, no le dije a nadie, pero yo sabía lo que me pasaba, mi abuelo me habló de ello, aunque me dijo que debía decirles a mis maestros tuve vergüenza, fue mi hermano quien me sacó de ahí.
—¿Hermano?
—Si, tengo un hermano gemelo.
—Ya veo, él también es Omega.
—Si, aunque como yo, no lo parece.
—Entiendo—el doctor dejó de escribir y fue hasta un estante, dándole una caja, cuando Yuji la abrió había un collar—.Se la entregamos a todos, durante los combates se recomienda usarlos, es por protección y si necesitas supresores, solo llámame—le dio su tarjeta—.Te los haré llegar enseguida.
—Gracias—Yuji se levantó y se fue, Kirara ya lo esperaba en el lobby.
—¿Todo bien?
—Si, pero esto—le mostró la caja.
—Es solo protección, si no quieres usarlo, no lo hagas, soy de los que piensan que los Omegas podemos hacernos cargo de nuestra sexualidad como nos plazca.
—¿Ya iremos con Midori?
Kirara le sonrió y lo guío hasta un auto que los esperaba afuera. Ambos subieron, Yuji observó al conductor, tenía consigo un dragón negro en el dorso de la mano, los llevaron hasta una mansión estilo antiguo, tardaron en llegar casi dos horas por lo que se dio que ya no estaba en Shinjuku.
Fueron recibidos por unos sirvientes, quienes los guiaron hasta una sala, donde esperaron, Kirara lucía cómodo bebiendo té, Yuji por su parte observaba cada rincón, tenía un mal presentimiento sobre ello, de pronto la puerta se abrió y entró una mujer muy hermosa y alta, tenía un cuerpo bellamente formado, lucía como una Alfa, pero Yuji se dio cuenta que, aunque lucía como una, era una Omega como él.
—Maki-chan, eres tú.
—Kirara eres tú, te dije que no podías venir cada que quieras.
—Pero, vine porque necesito verla, ¿dónde está?
En ese momento las puertas se abrieron de nuevo, otra mujer casi idéntica a la primera también entró y detrás, Midori la seguía, las tres tenían un kimono.
—Kirara-chan—Midori corrió hasta los brazos de este y se hundió en ellos.
Yuji seguía viendo a esas dos, tenía curiosidad, pero algo le decía que era mejor permanecer en silencio.
—Todo está bien, él es un amigo mío y de Osamu-chan—Kirara la presentó con Yuji, este le sonrió, pero Midori lucía asustada.
—Mi nombre es Yuji, Itadori Yuji—le dijo extendiendo su mano hacia la chica, quería decirle la verdad y que buscaría la manera de sacarla de ahí, pero sería arriesgado—.Osamu estaba preocupado, por eso vine.
Cuando Midori quiso hablarle, la segunda gemela intervino.
—Ya basta, Midori regresa.
—Mai-chan por favor—Kirara quiso abogar por ella, pero ella la tomó del brazo y se la llevó, Yuji intentó ir tras ella, pero Maki lo detuvo.
—No, si vas van a matarte—le advirtió. Sus miradas se encontraron, Maki simplemente parecía más sensata.
—¿Qué sucede? Midori ella...
—Ahora es una herramienta más de la familia Zenin, y debe obedecer, seguir las reglas y tener hijos, ese es su destino, ella está aquí porque quiere, nadie la obliga—Maki hablo como si fuese un gran pesar que un honor, Yuji podía notarlo, ella también estaba sufriendo.
—Pero...
—Yu-chan, vámonos—Kirara lo tomó del brazo y se despidieron, claro que Yuji no iba a desperdiciar esa oportunidad, mientras que Maki los acompañó hasta el auto, él se inclinó hacia ella sutilmente.
—Fue un placer, Maki.
Al mismo tiempo metió en su kimono su tarjeta, ella lo sintió y la ocultó.
El auto salía de la mansión, Maki se quedó ahí viendo cómo se iban cuando Naoya apareció, se acercó y preguntó por los visitantes.
—Son Hoshi Kirara y un amigo.
—¿Amigo? Era un Omega, ¿no? No lucía como uno, que asco—Naoya se fue después de eso.
. . .
Se hizo de noche sin falta, Yuji seguía pensando en el auto lo que había pasado, Kirara que se mantenía callado finalmente habló.
—Osamu y Midori son medios hermanos.
—Eso lo sé.
—¿Lo sabías? Ya veo, pero apuesto que no sabes quién es su padre.
—¿Lo sabes?
—No, en realidad no, pero sé que es un Zenin, Maki y Mai son hermanas, hijas de Ougi Zenin, el hermano del líder del clan, ellas son sus hijas, pero las trata como servidumbre solo por nacer Omegas. El clan Zenin odia la debilidad y para ellos ser Omega es un insulto, buscan siempre mejorar sus genes con Alfas.
—¿Cuántos son en la familia?
—Bueno, Naobito Zenin de 71 años es la vigésima sexta cabeza del Clan Zenin, Naoya es su hijo, tiene unos 27 años, de la edad de mi Kin-chan es un hijo de perra, luego tenemos a Zenin Ougi es un tipo frío padre de Maki y Mai, finalmente Zenin Jinichi sobrino de Naobito, este tenía un hermano, pero creo que murió o algo, de él no pude investigar mucho, básicamente esos tres están debajo del líder.
—Ya veo, ¿por qué Midori debe permanecer ahí?
—Por lo que sé, es que ellos suelen buscar los mejores genes para procrear Alfas fuertes, y si eso incluye usar a sus propios hijos, ellos...
Itadori quedó horrorizado, Kirara logró evitar que regresarán, diciéndole que la única manera de obtener la libertad de Midori es una apuesta.
—¿Cómo?
—Déjelo a mí, si hay algo que valoran más que la sangre, es el dinero.
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