BGA

2/4/23 4:26 pm Cuba

Ya  me cansé.

Ya me aburrí de todo.

Ya volví a ser yo otra vez.

Hoy le dije adiós a mi parte sensible otra vez.

Hoy le dije “hablamos en una semana” a mis sentimientos.
Hoy como tiempo atrás abrí los ojos.

Esta vez no fue Isa sino mi cuñado quien me despertó de mi burbuja de “romance”.

No creo en el amor y aunque en verdad deseo mucho ser madre y tener una familia algún día, no todos los deseos se cumplen.

Los sueños se vuelven pesadillas.

Los planes de desvanecen.

El futuro es incierto.

La felicidad es efímera.

El amor se acaba.

Las relaciones se rompen.

Los juegos se acaban.

Las verdades duelen.

Todo me aburre, siempre e inevitablemente; así que, esperaba que esto pasase tarde o temprano. Porque me conozco.

En breve, dejé de ser esa niña mimada, consentida, depresible, sensible y sentimental para convertirme nuevamente en la chica hosca de siempre.

La que odia al mundo y sus habitantes.

La que solo ama a una persona en su vida y no hay nadie más que iguale ese amor a no ser sus hijos si es que luego de tomar tantas pastillas por sus enfermedades aún sigue siendo fértil.

La que no le teme a nada.

La aventurera.

La que se enoja fácil y golpea sin miedo a recibir.

La que lee y escribe con el corazón en la mano sin importarle lo que los demás piensen.

La que se cansa rápido de lo que no le causa interés.

La que se enamora y borra del mapa a los demás. Sí, me enamoré pero no soy ciega. ¡Pendejos! Ya no lo quiero, ahora lo amo y eso es peor.

¿Por qué?

Fácil.

Creen que soy vulnerable porque nunca he amado pero no saben que odio con la misma intensidad con la que amo.

Soy tan celosa como tan fiel.

Soy tan educada como pedante.

Soy tan odiosa como tan dulce.

Solo depende de cómo son conmigo así es lo que reciben.

Odio las mañanas.

Así que, quien no desee recibir la ira personificada por mi parte ni me mire a esa hora.

Odio a los mentirosos.

Así que, si me vas a mentir ni te me acerque porque puede ser muy pedante, irónica y cruel contigo.

Odio a los traidores.

Porque como a todos se lo que duele una traición por amistad. No perdono, no olvido pero tampoco gasto mi tiempo en rencores tontos ni odios infundados. Simplemente te ignoro. La indiferencia duele más que un golpe. De hecho, es el golpe más limpio y certero.

Odio a los metiches.

Porque les interesa más la vida de otros que la suya y juzgan sin conocer.

Odio a los infieles.

Porque fingen ser los más buenos pero son unos traidores, mentirosos. No hagas lo que no te gusta que te hagan.

Odio a los abusadores.

Porque, sin dudas, deseo torturarlos hasta su lenta y dolorosa muerte por imbéciles.

Odio a los críticos criticones.

No tengo nada en contra de los críticos que dejan buenas reseñas de tu trabajo así sea pésimo pero los críticos que solo critican sin saber lo que causan en el escritor: decepción, rechazo a su propia obra, dolor, depresión, etc. Esos no merecen ser tomados en cuenta.

Odio a todo el mundo.

Porque a la primera persona que odio es a mí misma porque le arruiné la felicidad a mi madre, porque siento que no valgo una mierda, porque en verdad no siento que me echen en falta si muero, porque solo estoy viva por dos personas: Isa y mi pareja. Porque estoy harta de sentirme vacía. Porque incluso sin daño físico hay muchas personas que te dañan. Porque sé muchos me odian y me importa un pepino. Porque muchos serían felices sin mí. Porque siempre he querido morir el mismo día que nací pero por mi mala suerte ya han pasado veinte años y no se me cumple mi mayor deseo.

Odio mi mala suerte.

Porque todo lo que deseo o amo se me invierte.

Quería con anhelo estudiar medicina no se me dio y odiaba mucho estudiar mi actual carrera, ahora la amo como a nada en el mundo.

Quería morir y aquí sigo. Por más que he intentado suicidarme me da miedo o algo me detiene.

Quería tener pareja y ¡pum! Cuando ya me estaba cansando, en realidad, ya me había cansado y decepcionado. Apareció mi… él. Solo espero no me decepcione más de lo que lo han hecho y no me dañe más de lo que otros lo han hecho.

Quería tener una vida feliz y creo que moriré antes. Ni siquiera creo que pueda ser madre o tener que vivir más de tres o cinco años. Así que para qué pensarlo tanto.

Quería que mis novelas gustaran y muchos dijeron horrores de ellas sin detenerse a pensar que pasé horas intentando escribir cada fragmento, que lloré junto a cada escena triste, que reí junto a cada parte cómica, que pasé noches sin dormir o días sin dejar descansar mi mano; porque escribo a mano.

Quería muchas cosas que no se me han dado ni se me darán nunca. Así que prefiero odiarlas todas o simplemente dejar que todo sea como Diosito desee que sea.

Ya me cansé de todo: de luchar, de reír, de llorar, de hablar, de respirar, de sentir.

Quiero que alguien venga a rescatarme.

Quiero que alguien me sacuda para que despierte de esta terrible pesadilla que es mi jodida vida.

Quiero dejar de respirar.

Quiero irme sin que nadie se entere.

Quiero irme en silencio sin que le duela a nadie.

Quiero desaparecer.

Quiero morir.

Voy a dejar de lado lo que quiero y me conformaré como siempre con lo que tengo: nada.

Así que me voy a estudiar porque estoy a tres meses de graduarme y debo ser responsable.

Como de costumbre, estaré fuera de base en todos lados, me centraré un poco más en estudiar, leer y no mucho en escribir y en amar.

Seré un ogro los próximos meses, les pido  paciencia a los que desean que actualice mi historia: HERMANAS PERDIDAS.

OJO: estoy mejorando lo que ya escribí para poder escribir algo mucho más interesante y que las ideas fluyan bien para el capítulo 4, 5 y 6. Ya que solo he escrito la parte de Fabiola y las demás chicas están en blanco en los borradores.

SPOILER: embarazo imprevisto, boda alocada, sueños cumplidos, miedos, corazones rotos, romances, desplantes, dudas, dolor, pérdida, ¿más datos? ¡¡Lean canijos!!

Nos leemos en unos días.

Necesito una semana de despeje.